Adrien.

"Nos vemos mañana lindura..."

"Lindura..."

"Lindura..."

¡Me dijo lindura!.

—Adrien...—La voz de Nino hizo que lo mirara apenado.—¿Estas bien?.

—¡A-Ah!, ¡S-Si, claro!, ¿P-Por qué preguntas?.

—No lo se, tal vez porque tu rostro le daría envidia a un tomate maduro.

Avergonzado desvíe la mirada, el solo recordar lo de ayer... Mi corazón latía como loco.

—Hace calor.—Excuse.

—Pero si es de mañana, apenas y hay 20 grados.—Soltó mi moreno amigo con sospecha.

—Ah, p-pues...—Reí apenado. La puerta se abrió y se dejo ver a Alya junto a Marino, sonrojado baje la mirada. Pude sentir la mirada azulina de Marino en mi.

—Idiota...—Lo oí murmurar, no estaba seguro si me lo decía a mi o a el.

La clase empezó rápidamente al llegar la maestra, a cada minuto miraba a Marino, era incomodo todo esto.

—Chicos, hoy quiero hablarles de un tema que a estado rondando estos días.—...—Y es sobre la homosexualidad.

El recuerdo del incidente de ayer volvió a mi mente.

—Se que ustedes deben saber del tema, pero también necesito saber su opinión, por lo que decidí hacer un debate del tema, sera dentro de dos semanas, así que me gustarían que estuvieran preparados, los que debatirán serán...—La maestra empezó a nombrar a los que estarían a claro y en contra.—A favor estarán... Marino, Alya, Chloe y Nathaniel. En contra serán, Adrien, Nino, Kim y Ivan.

Quede de piedra ante eso, yo no estaba en contra, de alguna manera yo también lo era, pues amaba a mi Lord, pero...

—Pueden irse.—Dijo al tiempo en el que el timbre sonaba.

—En contra eh...—Mire de reojo a Nino.—Que triste, yo que estoy a favor.—Río por lo bajo.

Sonreí un poco ante eso y mire de reojo a Marino quien estaba con Chloe y Alya. Repentinamente se le acerco Nathaniel a decirle no se que, frunci ligeramente el ceño ante eso. ¿Por qué le hablaba?, ¿Por que Marino reía con el?, y mas importante, ¿Por qué me importaba?, lo entiendo, me beso, pero eso no significa nada... No sígnica nada, ¿No?.

—★—

—¡M-Marino!.

—¿Huh?, A-Adrien...—Este me miro algo sorprendido.—¿Qué quieres?.

—Sobre... Lo de ayer.—Me sonroje un poco y Marino rasco su nuca.

—Lamento eso, seguro fue asqueroso para ti.

No es verdad...

—Esos chicos eran demasiado molestos por lo que quería hacer algo para que se callaran.

¿Solo por eso...?.

—Lo lamento de nuevo.

—No lo fue...—Solté al fin.

—¿Eh?.

Avergonzado desvíe la mirada.

—N-Nada, solo... No te día culpes, entiendo el porque, a mi también me molestaron.—Le sonreí levemente y Marino pareció, ¿molesto?.

—¿Por que no eres sincero alguna vez?.

—¿E-Eh?.—Marino me tomo del mentón.

—Detesto que me mientan... Si fueras sincero seguro me reclamarlas un porque mejor elaborado, o al menos te enfadarías, ¿Por qué no eres honesto?.—Marino estaba cerca, demasiado...

—M-Marino...

—Me gustas maldita sea.—Susurro uniendo nuestros labios. Este al separarse se me quedo viendo.

—¡P-Pero que...!.—Nervioso lo mire, su mirada seria me hizo sonrojar, ¿por qué...?.—¡P-Pero somos chicos!.—Alcance a soltar. Marino pareció enojado. Repentinamente me dio la espalda para irse sin más.

¿Por qué...?

[…]

Marino.

Somos chicos...

—Demonios...

Somos chicos...

—¡Claro que se que somos chicos tarado!.—Golpee la pared más cercana que encontré, dios, Adrien, ¿seras estúpido?, me importa una mierda que seas un hombre, ¡te amo idiota!.

—¿Marino?.—Levante la vista encontrando a una chica de altura media, cabello largo negro con mechones rosa, piel pálida y ojos marrones.

—¿Eh?, esto...—No tenía ni idea de quien era esta chica.

—¡Marino!, ¡Soy yo!, ¡Mirai!.—Con una sonrisa corrió a abrazarme, intente recordar unos momentos para así tener todo claro.

—¿M-Mirai?, ¿P-Pero tu...?.

—¡Ni se te ocurra decir lo que dirás!.—Me gruño y asentí, no es como si eso me molestara "eso".—Ha pasado tiempo, ¿Qué tal estas?.

—Ah... B-Bien, supongo...

—Mm... ¿Huelo a un corazón roto?.—Nervioso desvíe la mirada.—Acerté.—Río.

—No hablemos de eso, ¿Cuando comienzas la escuela?.

—En una semana, estamos arreglando todo en casa y me necesitan.—Me sonrió para ver su reloj.—Nos veremos, debo irme, Sayonara Marino-kun.

—Si, adiós...

[…]

No puedo, No puedo, No puedo, ¡No puedo demonios!. ¡Ni siquiera verle la cara puedo!, golpeé mi frente cansado de la situación, esta semana a sido un asco, evitar a Adrien cada vez que se me acerca para hablar, dios matame...

—¡Konnichiwa!.—Levante la mirada ante ese grito, era... Mirai.—¡Soy Namikaze Mirai, soy nueva en París, mis padres son japoneses por lo que yo bien lo soy, espero nos llevemos bien!.—Con una sonrisa dio una reverencia, sonreí divertido.

—Muy bien, toma asiento junto a...

—¡Marino-kun!.—Mirai corrió hacia mi para darme un fuerte abrazo el cual como pude correspondí pues en frente de todos era algo incomodo.—Ohayo.

Suspire un poco, Mirai es algo... Hiperactiva. Mire de reojo a Adrien quien con el ceño fruncido miro al frente.

¿Por qué a mi...?.

—★—

Holo!, ¡Soy Sakura-chan!, espero les guste como va la historia y no le hagan caso a Yunie (esta loca e.e)

Pero bueno, "Namikaze Mirai" como ya sabrán es un personaje inventado que dará algo de emoción a la historia, ayudará bastante en cuanto a la relación de Adrien y Marino <3 así que... Eso.

¡Adiós!