—Esto es incomodo, ¿a donde vamos, Pino? — dijo Bill, con una sonrisa, mientras que era llevado por Dipper el cual le puso una venda en los ojos.

—Tranquilizate, no te secuestrare ni te hare nada malo — Dijo Dipper, mientras se pudo apreciar un quejido por parte de Bill.

—Si no me haras nada...¿por qué tengo que ir? — susurro. 

Unos minutos más tarde, por fin se detuvieron. Se sentia una brisa fresca y relajante, se podia oír el movimiento del agua, el caer de esta y el choque con el suelo, el movimiento de las hojas y se sentia una increible paz y tranquilidad.

—Seguro que no me haras nada — comento divertido el rubio, mientras el otro se ruborisaba con tal comentario.

—¡C-claro que no te hare nada! — contesto exsaltado, mientras el otro reía un poco. —Quitate...la venda...

—Esta bien, esta bien no te tienes que enojar tanto, solo me gusta jugar —Dijo el rubio divertido mientras se quitaba la venda.

Este pudo apreciar un hermoso paisaje, una cascada el agua tan cristalina y hermosa, la flora tanta variedad de flores, rosas, lirios (no se de flores alv :v), etc. Dirijio su mirada a un pequeño mantel enfrente del rio con una cantidad de sol y sombra suficiente, estaba adornada, contenia una canasta y habia agua.

—Pino...— Comento sorprendido, volteo a ver al mencionado el cual tenia una mirada timida y estaba un poco avergonzado.

—F-feliz...cumpleaños, Bill...— Dijo con una sonrisa tierna, mientras jugaba con sus dedos y veía al rubio de forma dulce, el cual sin darse cuenta le salieron lagrimas. —¡¿Q-que ocurre?! — pregunto preocupado, para solo recibir un abrazo, fuerte pero tan...calido.

—¡Gracias! — dijo alegre abrazando con aun más fuerza, poco a poco el abrazo fue correspondido.

Mientras que ellos se abrazaban, por los arbustos y hojas de los arboles al fondo se podia apreciar el mismo sujeto de cabellera rojisa y ojos rubí observando a ambos. —¿Que tiene de especial ese chico? — susurro mientras su mirada cambiaba a disgusto y odio la cual fue dirijida al castaño, sin más que decir se marcho.

Mucho más tarde, ambos se encontraba regresando a sus hogares juntos, se detuvieron al llegar a la mitad de ambos —¿Que ocurre? — pregunto Dipper, al notar que este se detuvo.

—No es nada, solo...No es nada en verdad, ya se me olvido. — Sonrio avergonzado, y el otro le correspondio. —Te veo mañana en la escuela.

—Si. — sin más el castaño continuo su camino, y después el otro, ya ambos separados.

El silencio que se encontraba en ese momento era aterrador, siniestro. 

Su corazon se empesaba a acelerar, tenia un mal presentimiento, miraba a todos lados, ahullidos de perros lo aterraban más, hasta que se escucho un rechinar de llantas de auto el cual se notaba que venia a toda velocidad, ese fue el limite.

Comenzo a correr (aunque no fuera muy bueno en eso) lo más rapido que pudo, podia oir como el vehiculo se iba a cercando a la calle donde el estaba, se estaba exigiendo demasiado, ya casi no podia correr, cada vez iba más lento.

Solo 4 cuadras para poder llegar a su casa, dio un movimiento en falso y callo al suelo, no podia moverse ya, no sentia sus piernas solo un agudo dolor, vio como el auto se detuvo y de el bajo un sujeto, su mirada mostraba un terror intenso en ese momento, sin mencionar que tambien comenzo a temblar.

                         •••••

—Pino no llego a clases, ¿estara enfermo? — Se pregunto Bill, el cual miraba el asiento del mencionado.

—¡Cipher! ¡Pon atencion a la clase! — le regaño el profesor de literatura, el cual ambos se daban odio.

Más tarde en la hora de receso, Bill caminaba hasta los salones de la planta media.

—Le preguntare a Mabel el por qué falto, si esta enfermo me volvere a ofrecer para cuidarlo quien sabe puede que pase algo ~interesante~ — se dijo a si mismo, divertido. Hasta que alguien lo toco del hombro provocando que se detuviera y volteara.

—¡Hey Cipher! Hablando de nuevo solo. — le dijo Tom, burlon.

—Eh...algo así. ¿y la princesa Marco?.

—Dejate de bromas, ¿que planeas ver aqui? Estas en la plataforma 3C7-A.

—Lo se, vere a Mabel Pines.

—Mmm...¿Mabel Pines eh? —sonrio burlon.

—¿Ah?, no no, no es lo que crees. — le regreso la sonrisa.

—Claaro... Bueno creo que ella no llego, pero a clara tu dudas, va en el cubiculo G. — Se dio la vuelta y comenzo a caminar. —Diviertete.

Serio, el otro fue a donde le indico. Al asomarse varias que estaban en el cubico lo miraron de forma boba —¿A quien buscas? — se oyo la voz de una chica, pero era un tanto empelagosa.

Volteo topandose con una chica rubia de ojos azules —Ah, busco a Mabel Pines.

—No se presento a clases, que bueno. — susurro lo ultimo.

—Tampoco se presento...—Susurro — ¡Ah de acuerdo, gracias! —se marcho de esa plataforma.

Ya en la hora de salida, el rubio se dirigio lo más rapido que pudo a la casa de los Pines, un tanto desesperado toco la puerta, la cual fue abierta por Mabel, quien tenia los ojos un poco inchados y marcas de que habia llorado —¿Mabel? ¿Que sucedio? ¿Por qué te ves asi? ¿Por que tú y Dip-...

Fue interrumpido por un abrazo, por parte de la castaña la cual lloraba de forma desesperada en el. —D-dipper...no llego a casa ayer. —Dijo entre sollozos.

Eso fue un golpe duro, dejando al rubio en Shock.