"Yo los apoyo"

Mandy y Keyla me miran fijamente, ambas se encuentran al frente de mi con brazos cruzados, es como si mis padres me hubieran encontrado haciendo un travesura.

—Por lo menos puedo entrar a ver que rompió esta vez.—las miro suplicante.

Si es uno de mis perfumes le va a ir muy mal, ya rompió uno de ellos.
Keyla y Mandy se miran entre si, como si se estuvieran hablando telepáticamente, aunque ellas tienen esa habilidad de hablar con gestos y miradas un tanto envidiable.

—Está bien—me concede Mandy.
Camino rápido hacia mí baño, abro la puerta y lo que veo me hace querer reír, pero me aguanto las ganas.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —coloco mis manos en mis caderas.

Lander se sobresalta en su lugar y voltea para mirarme.

—Santa Virgen sorprendida.—Lo miró incrédula.

Debo de admitir que es bastante ingenioso al ponerles tantos nombres a la Santa Virgen.

Vuelvo a prestarle atención a su cuerpo lleno de talco, su piel se encuentra cubierta del polvo blanco en especial sus brazos y torso.

—¿Cómo es que sucedió esto?—

—Pues la historia es bastante graciosa.—se rasca la nuca, alzó una ceja en la espera de su respuesta.—Es que me aburro muy rápido y soy de esas personas que no pueden estar encerradas en un mismo lugar durante mucho tiempo.–se excusa.

—Pero si sólo estuviste aquí máximo dos minutos.—lo cuestiono.

—Ya sé pero es que el polvo olía muy bien, así que decidí ponerme un poco en mi cuello pero resulta que estaba mal tapado y la tapa salió volando, el talco se esparció por todos lados y dejé caer el embace ya que me cayó un poco en los ojos, intenté acercarme al lava manos pero no fue buena idea ya que el suelo está repleto en polvo resbaladizo y me caí, me golpee mi trasero y me di un pequeño golpe en la cabeza.—se restriega la cabeza al igual que su trasero, creo que para dar énfasis en las áreas golpeadas—Alcancé a lavarme la cara.—

Me quedo en silencio viéndolo fijamente, todo el piso de mi baño está repleto en talco para el cuerpo, sus brazos y torso también lo están, el olor es un poco fuerte debido al talco pero no es desagradable.

El rostro de Lander está más que sonrojado por la vergüenza.

Trató de ocultar mi sonrisa detrás de la palma de mi mano pero se me es imposible no soltar una carcajada.

Lander se relaja en su lugar al verme reír, su sonrojo aumenta hasta sus orejas, él es un chico que no le cuesta sonrojarse.

Y debo de admitir que me encanta.

—¿Pero qué carajos sucedió aquí?—entra una confundida Mandy junto a una sorprendida Keyla.

El sonrojo de Lander aumenta, como si eso fuera posible.
Las chicas lo miran impresionadas, no se si es debido al desastre o al hecho de que esté repleto en talco.

—No sabía que podías hacer tanto desastre Lander. —se burla Mandy.

—En mi defensa el talco estaba mal tapado.—se encoje de hombros.

Me acercó lentamente a él, ciertamente el piso está resbaloso debido a la gran cantidad de polvo en el.
Tomo la toalla que usualmente uso para secar mis manos y la empapo con agua, la retuerzo un poco para quitar el exceso y no hacer otro desastre.

Me encargo de pasar la toalla por las extremidades de Lander y su torso, quito los rastros de polvo en él.
Cuando siento que ya está limpio tiró la toalla a la cesta de ropa sucia.

—Gracias—me deja un beso en la frente.—y en serio lo siento, te prometo que no va a volver a pasar. —se disculpa.

—Oigan no vinimos a hacer de violinistas.—llama nuestra atención Keyla.

Land y yo volteamos para prestarles atención.

—Jovencitos vengan aquí inmediatamente—habla con autoridad Mandy.

En serio siento como si me estuvieran  regañando mis padres, solo que ellas dos son mis mejores amigas y no deberían de comportarse así.
Lander y yo le hacemos caso y salimos del baño, lo hacemos de una manera lenta porque definitivamente no necesito una caída y quedar llena de polvo en estos momentos.

—Siéntense—nos señala la cama.

Huellas de nuestros pies quedan sobre el piso y mi alfombra, solo pienso en que Lander va a tener que limpiar todo este desastre, es lo menos que lo puedo poner a hacer.

Me siento a los pies de la cama, Lander me imita y se sienta a mi lado, Keyla y Mandy se mantienen de pie y de brazos cruzados, sus rostros se volvieron serios.

—Me toca ser policía malo—le dice Keyla a Mandy.

—¡No! Tu fuiste la vez anterior—se queja.

—¡Claro que no! La última vez tu fuiste policía malo, casi haces llorar a Lukas.—le recuerda.

—Claro, teníamos que hacer que confesara, él fue el que se comió la última dona.—Keyla hace un asentimiento en acuerdo.—

—Por eso yo seré policía malo hoy.—le dice antes de regresar su mirada hacia nosotros.—Empecemos con él interrogatorio—Se truena los dedos de las manos.—

Comparto una mira confundida con Lander, esto es una de las cosas más raras que he visto hacer a las chicas, por un lado es divertido, pero por el otro no lo es tanto ya que nunca sabemos con qué ocurrencia nos van a salir.

—A eso de las once de la noche vi como Lander trepaba el muro y esperaba afuera de tu habitación.—nos mira con los ojos entrecerrados y seria.

Usualmente Keyla es bastante relajada y tranquila, pero ahora que la conozco un poco más me he podido percatar que tiene algunos arranques de locura, creo que ya a entrado en confianza.

—Han roto las reglas del internado—me tenso en mi lugar.—Lander sabes que te pudieron descubrir, ¡Tienes que ser precavido! —lo regaña.

—Hay pero es tan lindo, o sea tomó el riesgo de ser descubierto por alguien para visitar a Olivia.—lo defiende Mandy.

—¡Quién sabe y que cosas estaban haciendo a esas hora de la noche!, ¡además te quedaste a dormir! .—nos sigue regañando.

La miró sorprendida por tal insinuación.

—Si usaron condón y lo disfrutaron por mi no hay ningún problema.—hace una seña obscena con sus manos.—no quiero ser tía tan pronto.

El sonrojo sube por mi rostro sin poder evitarlo, Dios apiádate de mí y has que se callen.

—Santa Virgen avergonzada—susurra un sonrojado Lander.

No puedo evitar sonreír, el es muy ingenioso, creo que ni siquiera le cuesta pensar estas cosas.

—Además deben de aprovechar que las paredes son insonoras, así nadie escucha cuando estén haciendo el delicioso.—sigue divagando.

—Santa Virgen avergonzada—es mi turno de decir.

No se quien estará más sonrojado si Lander o yo. Llevo mis manos a mi rostro, Dios que amigas más locas me has dado.

—Ni siquiera tienen la decencia de decirnos que son amigos con derechos, esto es una falta de respeto.—una sonrisa malvada se plasma en el rostro de Keyla.

—Amiga eso no importa, lo que nos debe de importar es que los dos lo están  disfrutando, y la pasan bien.—le sigue el juego Mandy.—yo los apoyo.—asiente hacia nosotros como si nos estuviera dando su bendición. —pero recuerden usar gorrito.—nos apunta a ambos.

No se cuanto tiempo voy a aguantar escucharlas hablar y hacer insinuaciones sobre nosotros teniendo relaciones íntimas.

—No quería llegar a este punto pero vamos a tener la charla.—niega Keyla como si esto le diera mucho pesar, pero puedo ver como no puede ocultar su sonrisa.

La desgraciada se está divirtiendo a nuestra costa.

—Si tú no quieres decirles yo lo haré, cuando vayas a tener relaciones con alguien siempre debes de... —

—¡Se supone que tu eres el policía bueno Mandy!— se queja Lander.

—Chicas no es nada del otro mundo, Lander pasó la noche conmigo.—Mandy sube y baja las cejas de una manera sugerente.—Y no de la manera que tú piensas Mandy.—me adelanto a decir.

—Aburrida—Canturrea.

—Yo solo quería saber como estaba y listo, sí sé que tomé algunos riesgos pero de todos modos quise venir.—cuenta Lander.

—¿Entonces no son amigos con derechos?—pregunta una desilusionada Keyla.

La miró incrédula.

—¡Claro que no! —Gritamos al unísono.

Lander y yo tenemos el ceño fruncido.

—Ella es mi novia y creo que en el dado caso de que hiciéramos el "delicioso" no tenemos porqué decirles—se cruza de brazos.

Mandy y Keyla comparten una mirada.

—¡Olider es real! —gritan y saltan a la vez.—Olider es real, Olider es real. —Canturrean a la vez mientras saltan y bailan de una manera un tanto extraña.

—Tus amigas son un poco raras.—se acerca a mi oído y susurra para que solo quede entre nosotros.

—Estoy de acuerdo.—susurro de vuelta.

Segundos después ambas chicas se tranquilizan y nos miran con una gran sonrisa.

—Dense un beso—Nos ordena Keyla.

La miro sorprendida.

—Por qué te haríamos caso.— Lander se cruza de brazos y alza una ceja desafiante.

—Porque si no lo hacen vamos a correr por los pasillos y gritar que hay un chico en la habitación de Oli—Lo reta Keyla.

—No serías capaz. — la desafía.

—Prepárate para el castigo Lander.—Keyla se dirige muy decidida a la puerta dispuesta a demostrar que si lo haría.

—Está bien.—la detengo.

Me acerco a Lander, lo tomo de los hombros y lo atraigo hacia a mí, le planto un pequeño beso en los labios.

—Pero que aburrido, no vi ni lengua.—se queja Mandy.

—No le vamos a dar un show—me niego a hacerlo.

No soy de esas personas que van dando muestras de cariño por ahí, no es cómodo ni para mí ni para las personas presentes.
Pero al parecer estas chicas que se hacen pasar por mi amigas quieren que les demos la demostración digna de telenovela mexicana.

—Vamos chicos, este momento lo emos esperado desde hace meses y por fin Olider es real.—nos súplica.

—¿Olider? —pregunta un confundido Lander.

—Es la combinación de sus nombres, este es el más bonito que se nos ocurrió, estuvimos semanas pensando en uno.—dice una orgullosa Mandy.

—Ahora bésense—Nos apremia Keyla.

No se cual es su necesidad de vernos, es bastante raro si me preguntan, ahora que lo pienso ellas no son para nada normales. De esto me voy a vengar.

—Hagamos como si ellas no estuvieran aquí.—me alienta Lander.

Asiento en acuerdo.

Lleva una de sus manos a mi mejilla, se acerca lentamente, cierro mis ojos al sentir el rose de nuestros labios una corriente recorre mi cuerpo cuando nuestros labios se juntan.
El beso comienza lento, despejo mi mente y me esfuerzo en dejar de lado el hecho de tener espectadoras.
Llevo mis manos hacia su cuello y lo acerco a mi, acaricio sus hombros desnudos, Lander me acerca más a él para profundizar el beso, aunque no es un beso brusco su es profundo y duradero.

Me encuentro en una suave nube de algodón, así se siente besar a Lander sus labias son suaves y rellenos.

Nos separamos por falta de aire.

—¿Lo grabaste cierto?—La voz de Mandy hace que regrese al mundo real.

—O sí, se ven tan lindos—se seca una lagrima falsa.

—Ya les dimos lo que querían así que adiós—las apresuro a salir de mi habitación.

—Nos estás echando—dice indignada la pelinegra.

—Eso es más que obvio.—las sigo empujando hasta que logro sacarlas de mi habitación.

Me apoyo en la puerta y suspiro, pero que mañana tan larga.

—Voy a limpiar el baño. —se adentra al baño Lander.

—Más te vale dejar este baño reluciente y sin ningún rastro de polvo Lander.—le advierto.

—¡Sí señora! —grita.

Esta mañana he podido confirmar que tengo las amigas más raras y peculiares que me pudieron tocar en la vida, y aún así no puedo evitar pensar y sentir que las quiero, a pesar que en un principio tuve una mala experiencia con Mandy ella supo aceptar su error y pedirme perdón, Mandy es una persona a la que verás siempre con una sonrisa en la cara pero algo me dice que es de las personas que ocultan su dolor y tristeza detrás de una, y con esto no estoy diciendo que no sea alegre ni divertida más bien lo digo porque yo solía ser de ese tipo de personas o quizás lo sigo siendo.

Hoy Keyla me demostró una faceta suya que me dejó más que sorprendida, al parecer ella solo necesitaba un poco de confianza para dejarse llevar. Su locura puede igualar fácilmente a la de Mandy, ese dúo es más que peligroso junto.

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No tenía pensado actualizar hoy, pero me reí tanto escribiendo esto que no pude aguantarme 😂😂😂.

Espero y lo hayan disfrutado.

No olviden dejar su voto 🌟.

~VMBM🧚🏻‍♀️✨