Los clásicos

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Un año después.

Wanda baja al laboratorio de la mansión de los Avengers, ella y Natt habían dejado que Peter se quedara con ellas, ya que consideraban inhumano dejarlo seguir viviendo en aquel departamento. Una vez que la bruja llega al laboratorio, vio a Peter viendo las grabaciones que se captaron del chasquido de Thanos.

- ¿Qué haces? - le pregunta Wanda. 

- Tiene que haber una forma de revertirlo - exclamo Peter. 

- La única forma sería con las gemas, y no sabemos donde están. Ni siquiera sabemos donde está Thanos. 

- ¿Y qué tal si las gemas crearon una especie de fluctuación; una honda, lo que sea que podamos rastrear? Juntaríamos las gemas y...

- Peter - exclamo Wanda. - Deja de cargar ese peso sobre tus hombros. Ni siquiera estuviste en la batalla para sentirte culpable. 

- Debí estar - respondió el ojiazul.

- No tenias porque. Y no creo que el resultado final fuera distinto. Peter, teníamos a Loki, Iron man, Thor, eso chicos espaciales, más Black Panther y su ejercito. Las cosas no habrían cambiado porque estuvieras tú. 

- ¿Y qué se supone haga? - pregunta Peter negando con la cabeza. 

- Seguir adelante - le respondió Wanda antes de darle la espalda para irse. 

- ¡Oye! - exclamo Peter girándose.

-  ¿Sí? - pregunto Wanda volteándolo a ver.

- Te, bueno -  Peter sonrió de forma boba señal de sus nervios. - Hay un restaurante cerca de aquí, ¿te puedo invitar a desayunar en la noche?

- ¿Qué? - pregunto Wanda entre risas. 

- ¡Digo! Que podría... Si tú quieres...

- Sí quiero - respondió Wanda sonriendo.

- Ah, wow - dijo Peter aumentando su sonrisa. - Genial. 

- ¿No me preguntaras a que horas? 

- Ah sí, bueno...

- Estoy bromeando - le dijo Wanda. - A las ocho esta bien. 

- Claro - respondió Peter sonriendo mientras Wanda se alejaba. - ¿Por qué siempre piden a las ocho? - susurro.

En el edificio Baxter, Reed Richards mira su laptop mientras a su alrededor todo el lugar está en pésimas condiciones, lleno de polvo y muebles tirados. 

- Vamos - exclamo apretando la barra del teclado. 

Reed poseía un satélite propio, trataba de seguir las fluctuaciones de las gemas. 

"ERROR". - Anuncio su laptop.  

- ¡Mierda! - grito Reed arrojando su laptop al suelo. 

Momentos después Reed tomo su teléfono móvil. Marco el numero su ex esposa. Lastimosa mente no respondió, aunque decidió dejarle una nota de voz. 

- Hola amor; sí, soy yo de nuevo. No eh conseguido mucho aún... Sue, sé que lo que paso...Que nuestros hijos hayan desaparecido... Nos afecto. No solo a nosotros; Ben y Johnny también se fueron. No más Cuatro Fantásticos. Yo solo... Te amo amor; más  que a la ciencia misma, más que a mi mismo. Lo único que quería más que a ti era a mis hijos... Nuestros hijos... Te extraño; te extraño a ti y a los demás... Extraño a mi familia. 

Un pitido empezó a sonar desde su laptop. 

Reed dejo su celular a un lado para ver de lo que se trataba. Al tomar su aparato y mirar a la pantalla, una imagen de felicidad se dibujo en él. 

- ¡Mierda! - exclamo del asombro el ex fantástico. 

Esa noche, Wanda ríe un poco sentada al frente de una mesa, con Peter del otro lado de la misma. 

- ¿Una araña te pico? - pregunto Wanda intrigada. 

- Sí, en una exposición de ciencias en Oscorp. Sé que es trillado pero así fue - respondió Peter. - Pero estuviste en mi mente, creí que lo sabrías. 

- Lo sé, pero me gusta como lo cuentas - respondió Wanda sonriendo. - Por cierto, lamento lo que tuviste que pasar ese día: En la lucha libre.

- Sí, yo también - respondió Peter de forma un tanto melancólica. 

- Estaría orgulloso - dijo la peli café. 

Peter sonrió. 

- Ahora vuelvo - dijo Peter levantándose. 

Mientras Peter buscaba el baño, una mujer choco con él. 

- Lo sie... - Peter se quedo mudo. 

- Hola Peter - respondió Mary Jane con una expresión fría. - ¿Qué haces aquí? - pregunto la pelirroja, hasta que noto a Wanda. - Ja, no es cierto - exclamo negando con la cabeza.

- No entiendo - exclamo el ojiazul. 

- ¿Una cita? ¿Enserio? - pregunto MJ. 

- No entiendo cual es tu problema, tu y yo ya no somos nada - respondió Peter.

- Mi problema es que creas que lo mereces. Mírame - le dijo Mary Jane entre dientes, con los ojos llorosos - Arruinaste mi vida, ¿Y a ti te va bien? 

- A mí también me ha ido mal. Solo trato de seguir adelante - respondió Peter. - Mi tía...

- A la mierda tú tía, no se compara con mi hijo y mi esposo. 

- Voy a fingir que no dijiste eso - exclamo Peter. 

Mary Jane enfurecida lo abofeteo. 

- ¿Donde estabas cuando eso paso? ¿¡Eh!? - le pregunto MJ mientras le soltaba otra bofetada. - ¿¡Héroe!?

Mary Jane estaba a punto de abofetear de nuevo a Peter, pero Wanda le atrapo la mano. 

- Ya basta - le dijo la peli café. 

- ¿Ella es tu nueva pareja? - pregunto MJ.

- Mary Jane, por favor - exclamo Peter. 

- No sabes nada de él - le dijo MJ a Wanda. 

- Sé más de lo que crees - respondió Wanda.

- ¿Ah si? - pregunto MJ. - ¿¡Ya te dijo que es Spider-Man!?

Todo el restaurante se quedo en silencio. 

- ¡Él es Spider-Man! - afirmo Mary Jane.

- ¡Y yo el Capitán América! - grito un hombre de color haciendo que todo el restaurante se riera. 

- No hay peor mujer, que una resentida y despechada - le dijo Wanda tomando de la mano  a Peter para irse del lugar. 

Lejos de ahí en un metro subterráneo, una banda de gánster se encontraban reunidos, discutiendo sobre su siguiente golpe. 

- ¡Oigan, miren! - exclamo uno de los hombres mirando para el fondo del metro. 

Los cuatro hombres observaron también; había un hombre con traje de demonio. 

- ¿Qué buscas? - pregunto uno de los hombres. 

- ¡Justicia! - exclamo Daredevil corriendo hacia ellos. 

El justiciero saco su bastón; mientras lo dividía en dos para lanzarlo a las cabezas de dos de los maleantes; noqueándolos al instante. Uno de los maleantes saco una pistola pero el justiciero lo tomo del brazo y lo movió para que le diría a uno de sus compañeros. Después de eso Daredevil le rompe el brazo al gánster para arrojarlo a las vías del fondo. El maleante se toma del brazo mientras oye como se acerca el tren. 

- ¿Ves eso? - pregunto el justiciero. - No es la luz al final del túnel: ¡Es la línea seis!











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