seis

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

JENNIE

Los días pasaron rápidamente y antes de darme cuenta, ya era la víspera del viaje. Estaba en mi habitación, rodeada de ropa y artículos que intentaba meter en mi maleta. No dejaba de pensar en Lisa y en cómo iba a sobrevivir una semana con ella.

—¿Jennie, ya estás lista? —gritó mi madre desde el pasillo.

—¡Casi! —respondí, aunque en realidad estaba más preocupada que lista.

Justo cuando estaba intentando cerrar la maleta, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Jisoo en el grupo de chat que compartíamos.

Jisoo: "¡Chicos, estoy tan emocionada por el viaje! 😄

Jimin: "Sí, va a ser genial. Oye, Jennie, ¿ya tienes lista tu tienda de campaña para ti y Lisa? 😂"

Suspiré y escribí una respuesta rápida.

"Dejen de bromear, esto es serio. 😒"

Jimin: "Vamos, Jennie, intenta relajarte. Tal vez te diviertas. 😊"

Me recosté en la cama, tratando de no dejar que sus bromas me afectaran. Sabía que lo hacían para aliviar la tensión, pero no ayudaba.

A la mañana siguiente, el autobús escolar estaba estacionado frente a la escuela, listo para partir. Arrastré mi maleta hasta la acera, donde Jisoo y Rosé ya estaban esperándome.

—Buenos días, futura mejor amiga o mejor aún, futura novia de Lisa —saludó Jisoo, sonriendo de oreja a oreja.

—Ni empieces —murmuré, lanzándole una mirada asesina.

Subimos al autobús y, como era de esperarse, Lisa ya estaba sentada en el fondo, con los auriculares puestos y una expresión de total indiferencia. Tomé asiento junto a Jisoo y Rosé y traté de evitar mirar hacia atrás.

—Atención, estudiantes —dijo la profesora Kim mientras subía al autobús—. Cada uno debe sentarse con su compañero de grupo. Así podremos organizarnos mejor.

Mi corazón se hundió cuando me di cuenta de lo que eso significaba. Jisoo sonrió, ella ya estaba sentada junto a Rosé y solo me dio una palmadita en la espalda.

—Buena suerte, Jennie.

Caminé hacia el fondo del autobús, donde Lisa estaba sentada. Ella levantó la vista cuando me acerqué, levantando una ceja.

—Parece que somos compañeras de asiento también —dije, intentando sonar despreocupada.

Lisa se movió un poco para hacerme espacio. Me senté junto a ella, intentando no sentirme incómoda.

El autobús comenzó a moverse y, mientras me acomodaba en mi asiento, el autobús hizo un giro brusco. Perdí el equilibrio y, antes de darme cuenta, caí directamente en el regazo de Lisa.

—¡Lo siento! —dije rápidamente, sintiendo mis mejillas arder de vergüenza.

Lisa soltó una risa suave.

—No te preocupes, Jennie. Si querías sentarte en mis piernas, solo tenías que pedirlo.

Me enderecé rápidamente, tratando de evitar su mirada.

—No es gracioso —murmuré, aún sintiendo el calor en mis mejillas.

Lisa se encogió de hombros y volvió a ponerse los auriculares, mientras yo intentaba concentrarme en cualquier cosa que no fuera la proximidad entre nosotras.

El viaje en autobús fue largo y lleno de bromas y risas de mis amigos. Intenté unirme a la conversación, pero mis pensamientos seguían volviendo a Lisa. Finalmente, llegamos a la reserva natural y todos bajamos del autobús, estirándonos después del largo viaje.

La profesora Kim nos reunió a todos y nos dio instrucciones sobre las actividades y las reglas del campamento. Cada grupo recibió una tienda de campaña y suministros básicos.

—Jennie, Lisa, Jisoo y Rosé, su tienda es la número cuatro —anunció la señora Kim.

Jisoo se adelantó para recoger nuestras cosas, mientras yo me dirigía hacia Lisa, quien estaba apoyada contra un árbol, mirando su teléfono.

—Hola —dije, tratando de sonar lo más neutral posible.

Lisa levantó la mirada, sorprendida de verme tan cerca.

—Hola —respondió, quitándose los auriculares—. ¿Lista para esto?

Asentí, sin mucha convicción.

—Supongo. ¿Y tú?

Lisa se encogió de hombros.

—Claro, ¿por qué no? Esto podría ser divertido.

Me sorprendió su actitud despreocupada. Quizás, después de todo, no sería tan malo. Pero antes de que pudiera seguir pensando en eso, Jisoo regresó con la tienda.

—¡Vamos, chicas! —dijo Jisoo, animada—. Tenemos que armar esto antes de que anochezca.

Nos pusimos manos a la obra, aunque la tarea no fue fácil. Las instrucciones parecían estar en otro idioma y la tienda de campaña se resistía a nuestros esfuerzos.

—¿Alguien sabe cómo hacer esto? —pregunté, frustrada, después de que la tienda se colapsara por tercera vez.

Lisa se acercó y tomó una de las varillas.

—Déjame intentarlo —dijo, con un tono más suave de lo que esperaba.

Observé en silencio cómo Lisa trabajaba con paciencia, y en poco tiempo la tienda estaba de pie. Jisoo aplaudió.

—¡Buen trabajo, Lisa! —exclamó Jisoo—. Jennie, deberías aprender de ella.

—Ja, ja, muy graciosa —respondí, rodando los ojos.

Jimin se acercó en ese momento, con una sonrisa maliciosa.

—Entonces, Jennie, ¿dónde vas a poner tu cama? ¿Cerca de Lisa, quizás? Para que puedan hablar toda la noche.

Sentí que mis mejillas se calentaban.

—Déjame en paz, Jimin.

Lisa soltó una carcajada y me miró, aún con una sonrisa en los labios.

—Tranquila, Jennie. No muerdo... mucho.

No pude evitar sonreír un poco ante su broma. Quizás, solo quizás, este viaje no sería tan terrible después de todo.

La primera noche en el campamento fue tranquila, aunque la tensión entre Lisa y yo aún era palpable. Jisoo intentaba mantener el ánimo alto, haciendo bromas y contando historias, mientras Rosé no perdía la oportunidad de lanzar algún comentario sobre mí y Lisa.

A medida que nos acomodábamos en nuestras camas, Jisoo apagó la linterna y el silencio nos envolvió.

—Buenas noches, chicas —dijo Jisoo en un susurro.

—Buenas noches —respondimos todas.

Cerré los ojos, tratando de ignorar el hecho de que Lisa estaba tan cerca. Sentí una mezcla de nerviosismo y curiosidad. ¿Cómo sería pasar tanto tiempo con ella? ¿Podría este viaje realmente cambiar algo entre nosotras?

El campamento se sumió en el silencio de la noche, y los sonidos del bosque llenaron el aire. Me di vuelta en mi saco de dormir, tratando de acomodarme, pero simplemente no podía dormir. Después de un rato, escuché a alguien moverse a mi lado. Giré la cabeza y vi a Lisa, también despierta, mirando al techo de la tienda.

—¿No puedes dormir? —pregunté en un susurro.

Lisa giró su cabeza hacia mí y me dedicó una media sonrisa.

—No realmente. Demasiado silencio, supongo.

Suspiré y me quedé en silencio por un momento.

—Lisa... esto es incómodo, ¿verdad? —dije finalmente, rompiendo el silencio.

—¿Qué cosa? —preguntó Lisa, aunque sabía exactamente a qué me refería.

—Todo esto. Nosotras en el mismo grupo. La tensión. Todo.

Lisa se quedó pensativa por un momento antes de responder.

—Sí, un poco. Pero, ¿sabes? Tal vez podríamos intentar llevarnos bien por una semana. Solo para ver qué pasa.

Le lancé una mirada escéptica.

—¿De verdad crees que eso funcionaría?

Lisa sonrió con un toque de sarcasmo.

—Bueno, si puedes besar a Junmyeon y sobrevivir, creo que puedes soportarme a mí.

Sentí que mis mejillas se calentaban de nuevo.

—Eres una idiota—susurré y ella sólo sonrió.

Suspiré y miré al techo de la tienda.

—Todo esto es tan... complicado.

—Lo sé —respondió Lisa, su tono más serio ahora—. Pero, oye, al menos no estamos solas. Jisoo y Rosé están aquí. Ellas nos ayudarán a mantenernos cuerdas.

Solté una risa suave.

—Supongo que tienes razón.

Nos quedamos en silencio por un momento, escuchando los sonidos del bosque.

—Bueno, Jennie —dijo Lisa finalmente—. Vamos a hacer un trato. Intentemos no matarnos esta semana. ¿De acuerdo?

La miré a los ojos y asentí lentamente.

—De acuerdo.

Lisa sonrió y se acomodó en su saco de dormir.

—Buenas noches, Jennie.

—Buenas noches, Lisa.

Mientras cerraba los ojos, una pequeña chispa de esperanza se encendió en mi interior. Quizás, después de todo, este viaje realmente podría ser una oportunidad para algo nuevo.

La mañana siguiente comenzó temprano. El sol apenas había salido cuando la señora Kim ya estaba tocando una campana, indicándonos que era hora de levantarse. Me estiré y salí de mi saco de dormir, tratando de despejar el sueño de mis ojos.

—Vamos, chicos, tenemos un día lleno de actividades —dijo la señora Kim con entusiasmo.

Lisa ya estaba afuera, ayudando a Jisoo y Rosé a preparar el desayuno. Me acerqué, aún sintiendo la incomodidad de la conversación de anoche.

—¿Te has dormido bien? —preguntó Lisa, mirándome con una sonrisa.

—Sí, más o menos —respondí, tratando de sonar natural.

Jisoo me lanzó una mirada burlona.

—¡Mira, Jennie y Lisa, ya están trabajando juntas! ¡Qué bonito!

Rodé los ojos y le di un ligero empujón a Jisoo.

—No empieces tan temprano, Jisoo.

Rosé se rió y le dio un empujón a Jisoo.

—Déjalas en paz, Jisoo. No queremos que se maten antes de que termine el desayuno.

Desayunamos rápidamente y luego la señora Kim nos dividió en equipos para las actividades del día. Nuestro grupo tenía que construir un refugio con materiales que encontráramos en el bosque.

Mientras buscábamos ramas y hojas, Lisa y yo terminamos trabajando juntas. A pesar de la tensión inicial, comenzamos a encontrar un ritmo.

—¿Me pasas esa rama? —preguntó Lisa, señalando una rama gruesa a mis pies.

Le pasé la rama y observé cómo la colocaba en su lugar.

—Eres bastante buena en esto —comenté, tratando de romper el hielo.

Lisa sonrió.

—Gracias. Supongo que tengo algo de experiencia. Mi familia solía ir de campamento cuando era pequeña.

Asentí, sintiéndome un poco más cómoda.

—Eso suena divertido. Mi familia nunca fue de hacer actividades al aire libre.

Trabajamos en silencio por un rato, y finalmente nuestro refugio comenzó a tomar forma. Jisoo y Rosé se unieron a nosotras, trayendo más materiales y haciendo bromas.

—Oye, Jennie —dijo Jisoo, con una sonrisa traviesa—. Si Lisa te molesta demasiado, siempre puedes usar este refugio para esconderte.

Solté una risa, a pesar de mí misma.

—Gracias por el consejo, Jisoo.

Terminamos nuestro refugio justo a tiempo para la evaluación de la señora Kim. Ella nos felicitó por nuestro trabajo y nos dio una hora libre antes de la siguiente actividad.

Decidimos aprovechar el tiempo libre para explorar un poco más el bosque. Mientras caminábamos, Rosé y Jisoo iban delante, charlando animadamente, dejando a Lisa y a mí un poco atrás.

—¿Junmyeon y tú volvieron? —dijo Lisa de repente, rompiendo el silencio.

Me tensé, recordando el beso que había compartido con él.

—No, bueno... fue solo un trato por un día. Nada serio.

Lisa asintió, pero había una chispa de curiosidad en sus ojos.

—Parecía que te gustaba.

Suspiré, sin saber exactamente qué responder.

—No lo sé, Lisa. Todo es tan confuso últimamente.

Lisa se quedó en silencio por un momento, y luego dijo algo que no esperaba.

—Y ¿no crees que pueden gustarte más mis besos?.

La miré, sorprendida.

—¿Vas a comenzar con los coqueteos? —me crucé de brazos

Lisa se encogió de hombros.

—Son parte de mí.

Nos quedamos en silencio después de eso, cada una perdida en sus propios pensamientos. Finalmente, Jisoo y Rosé se volvieron hacia nosotras, señalando un pequeño claro en el bosque.

—¡Miren esto! —exclamó Jisoo—. Es el lugar perfecto para descansar un rato.

Nos sentamos en el claro, disfrutando de la tranquilidad del bosque. Mientras hablábamos y reíamos, la tensión entre Lisa y yo parecía disminuir un poco más. Tal vez, después de todo, este viaje podría ser el comienzo de algo nuevo y diferente.

que taaaaal, les gustó el capítulo? creen que las jenlisa si se la pasen bien en el campamento o no? porque todo puede suceder, me acordé que les debo un capítulo, ahorita en corto lo subo, byeee <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro