11

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Su sueño fue interrumpido por ruidos en el primer piso, eran pasos, y... Sollozos.

Se levantó, sobando sus ojos. Avanzó a la puerta en oscuridad y la abrió, dirigiéndose a la escalera, se sujetó de la baranda, y bajó al primer piso.

Se veía una tenue luz en la cocina, se acercó, y la imagen que se presentó ante sus ojos, lo hizo correr a la salida, pero esta estaba cerrada.

Sus padres estaban amarrados a unas sillas, estando sentados, muertos. Estaban amordazados y con vendas en los ojos.

Volteó rápidamente al oír pasos, el victimario había salido de las sombras con un cuchillo. Era un chico con máscara de conejo, pero su cabello era gris con una coleta.

Darwin retrocedió hasta quedar contra la pared, llorando.

El contrario se quitó la máscara, revelando a alguien que no esperaba ver. Era alguien que había visto algunas veces en la universidad, el nombre de este era "Julius", nunca había compartido palabras con el, pero nunca lo creyó capaz de todas esas horribles cosas.

—¿Sabes? Fue triste matarlos, tu padre no paraba de llorar. Así que le dibujé una sonrisa, fue un detalle bonito, ¿No crees?

Las palabras se negaban a salir de la boca de Darwin, quién estaba llorando y con la respiración agitada.

—No recuerdo haberte cortado la lengua...— y el peligris rió ante su propio chiste. —Y por cierto, no escaparía si--—

Pero había Sido muy tarde, Darwin había escapado escaleras arriba. Alcanzó a subir al ático sin ser descubierto.

—Bueno, que así sea.— lo soltó en un suspiro, preparado para buscar a su "enamorado". Subió las escaleras y revisó cuarto por cuarto, sin encontrar nada. Suspiró con pesadez.

Darwin se encontraba en el ático, tapando su boca con sus manos mientras lloraba y su cuerpo temblaba. Estaba seriamente considerando tirarse de la ventana, pero así solo sería una presa más fácil.

Sus llantos se detuvieron al escuchar que su acosador subía al ático. Se quedó en su lugar en tanto silencio cómo podía, pero de todas formas fue encontrado.

;; TRIGGER WARNING: Violación, Tortura física, y tortura psicológica. Aquí lees bajo tu voluntad. Después de esta advertencia, continuemos. ;;

Fue jalado de un brazo para levantarse mientras lloraba y rogaba por su vida, pero sus súplicas fueron calladas por un rudo beso, dónde el labio inferior del peligris fue mordido con fuerza, dándole tiempo al menor de escapar, iba a bajar del ático, pero las palabras de Julius lo detuvieron.

—Ah, ¿Debí mencionarte que tú hermanita está viva?

Volteó a ver al psicópata.

—Y que si intentas hacer cualquier estupidez, me aseguraré de dejarla más traumatizada de lo que tú estás.

—¿Q-Qué me asegura q-q-que e-eso E-Es v-verdad?— tartamudeaba del miedo que tenía. Julius dió una fuerte pisada en un lugar específico del Ático, y se escuchó un grito ahogado.

—Ahora, podrías ir a intentar salvarla, pero morirás en el intento.

Las piernas de Darwin temblaban del terror, no quería morir, pero no quería que a su hermana le pasara algo.

—Ahora, se un buen chico y vuelve aquí.

No tuvo más opción que devolverse con piernas temblorosas, y llorando desconsoladamente. Al final Julius lo jaló del brazo para acercarse a el, y besarlo nuevamente.

Darwin se sentía tan muerto por dentro que nisiquiera intentaba separarse.

Ahora estaba en otro lugar, en una especie de campo donde estaba toda su familia, y sus amigos. Se estaba disociando.

Su familia y amigos corrían a abrazarlo, cosa que el correspondió, sintiendo una suave calidez, hasta que todos se separaron y lo observaron, echándole la culpa de algo.

—¿Por qué me dejaste morir, Darwin?— preguntó su hermano, Gumball, con un rostro horriblemente tétrico.

—Darwin, me mataron por tu culpa.— soltó su amigo, el cual había sido decapitado.

—Darwin, Darwin, Darwin, Darwin, Darwin.— empezaron a decir todos al unisono, culpándolo de todo, estaba llorando más sin siquiera darse cuenta.

Volvió a la realidad en el momento en el que inevitablemente empezó a sentir placer.

Intentó quitar las manos de Julius de su pecho, y alejar la cabeza de este de su cuello, para que dejara de darle suaves mordidas.

No quería eso, no quería sentirse así. Era... Asqueroso.

Sintió cómo las manos toscas de Julius comenzaban a bajar por debajo del pantalón y boxer, buscando su miembro, y al encontrarlo, acariciándolo.

Sus suspiros se hicieron presentes, intentaba alejarse débilmente, pero era en vano. El otro no lo soltaba, y se rehusaba a dejar de darle esa sensación de placer.

Sintió cómo era colocado en el suelo, y cómo el mayor dejaba las caderas de Darwin en el aire y la cabeza de el en el suelo.

Sus shorts estaban siendo bajados, mientras el rogaba inútilmente que no le hiciera nada.

—Esto posiblemente te duela, pero quizá no tanto cómo saber que todos están muertos por tu culpa, ¿No?— sus llantos se intensificaron, cómo si no fuera suficiente el hacerlo sentir asqueroso, ahora lo hacía sentir culpable. —Más te vale no gritar.—

Sintió cómo algo lo penetraban de golpe, mordió su labio inferior con fuerza, mucha fuerza. Sintió el dolor corporal más horrible de su vida.

Y fue más horrible cuando sintió que el otro comenzaba a moverse dentro. Su labio inferior estaba sangrando de lo fuerte que lo estaba mordiendo.

El dolor empeoró cuando sintió un suave corte en su espalda que ardía demasiado.

“Lo hago por ella... Para que viva” era lo único que lo motivaba a seguir, por más doloroso que fuera.

Después de unas cuantas embestidas, y después de que Julius agarrara el falo del menor, masturbándolo.

Comenzaba a sentir placer, inevitablemente comenzó a gemir de dolor y de placer que se mezclaban. Comenzó a llorar, era tan asqueroso, lo estaba disfrutando, después de que el sujeto que mató a sus amigos y casi toda su familia lo estaba violando, el lo estaba disfrutando de cierta manera.

Lloró más, la culpa y el dolor comenzaban a ser demasiado para cargarlos.

—¿Encima lo disfrutas? Vaya zorra que eres.— sentenció el entre gruñidos y jadeos por lo apretado que estaba el menor. Las palabras eran cómo cuchillas. —Y encima lloras, cómo si fueras la víctima, después de que todos murieron por tu culpa.

Darwin seguía llorando, se sentía mareado, asqueado, y muy dolido.

Al final sus emociones se mezclaron y terminó vomitando, asqueando al otro, quién lo jaló del cabello con fuerza, haciendo que Darwin gimoteara por el dolor.

—Que puto asco, Darwin. Eres asqueroso.

Ya nisiquiera estaba plenamente consciente de su alrededor, solo sabía que sentía un poco de placer, mucho dolor y asco de si mismo. ¿Por qué se dejaba hacer esto...?

“Ella debe vivir” el pensamiento vino a su mente. Verdad, por eso lo estaba haciendo.

Sintió cómo era cambiado de posición para que las piernas de Darwin quedaran en los hombros de Julius. Haciendo que el cabello del menor quedara encima del vómito. Siguió moviéndose dentro del menor, sin detenerse.

Hasta que finalmente se corrió, dejando el interior de Darwin de un líquido caliente y viscoso, dejando un horrible olor. Julius había soltado el cuchillo, dejándolo un poco alejado.

Al final este mismo se levantó, arreglándose. Comenzando a hablarle a Darwin.

—Sabes, no serás tan mierda cuando vivamos juntos. Yo podría cuidarte...

Darwin estiró su brazo, y estiró su dedo tanto cómo pudo hasta que alcanzó el cuchillo, y lo atrajo hasta el.

—Podría ayudar a que superes todo lo que causaste...

Su cuerpo dolía cómo el mismo infierno, y ahora lo único que pensaba era en fría y dulce venganza, en matar a su victimario y acosador. Solo quería que todo dejara de doler, y callando esa maldita voz quizás todo volvería a estar en calma.

—Matar a tus amigos fue divertido, el de pelo castaño intentó luchar, pero no pudo contra mi y mi amor por ti... Y tú hermano, ah, nunca olvidaré su expresión.

Se levantó en silencio, y cojeando se acercó a su victimario, este volteó pero era muy tarde, Darwin ya le había clavado el cuchillo en el cuello con toda su fuerza, que no era mucha, pero había logrado llegar a un punto dónde Julius empezaría a ahogarse con su propia sangre.

—P-Podríamos haber s-sido... Hermosos.

Y al final cayó al suelo ahogándose con su propia sangre. Darwin igual se dejó caer, aunque por todo el dolor acumulado, solo soltó un fuerte grito, uno desgarrador, con todo el dolor de su alma, de todas las torturas sufridas, de toda la sangre derramada innecesariamente, de la perdida de todos sus seres queridos.

Un grito de horror y desesperación. El último grito de ayuda antes de quedar en silencio debido a la inconsciencia debido al shock de todo lo ocurrido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro