Cap. 59

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JiMin presentía algo, desde que las puertas del ascensor se abrieron.

Camino junto a Seokjin, hasta el grupo de amigos.

Los nervios estaban en su piel, su corazón latía fuerte, y sus manos comenzaron a temblar como si anticiparan que algo ocurriría.

Cuando GeumJae lo vio, corrió a abrazarlo, a la vez que lloraba sobre su hombro.

JiMin temió lo peor, y se comenzó a sentir mal.

GeumJae lloraba, y ninguno de los demás parecía dispuesto a decir que era lo que estaba ocurriendo en ese momento, nadie parecía capaz de dar alguna explicación o siquiera decir alguna palabra o frase coherente.

-YoonGi...- Comenzó a hablar el mayor entre lágrimas, y JiMin se iba preparando de a poco para recibir la peor noticia de su vida.

Sus ojos se llenaban de lágrimas y abrazaba a GeumJae de vuelta, sintiendo una verdadera tormenta de emociones en su interior, atacándolo y confundiéndolo.

-Llegó un donante, YoonGi tendrá el trasplante.

Sus ojos se abrieron en sorpresa a la vez que comenzaba a llorar, no de tristeza, sino que lloraba de felicidad, de la más pura felicidad que podía sentir en ese momento.

Había llegado un corazón, las probabilidades de que YoonGi se recuperara iban en aumento, cada vez parecía estar más cerca de que el mayor se recuperara por completo, y todo volviera a estar bien.

Todo podía volver a ser como antes.

Al pensarlo, YoonGi se emocionó mucho más, y su alegría no hizo otra cosa más que subir de manera disparada, elevándolo al mismísimo cielo.

-¿C-Cuando llegó- Preguntó, aún sorprendido por la noticia.

-Hace un rato, justo antes de que llegaran. Vino el médico y firmé unos papeles para el trasplante. Además como YoonGi ya no está conectado al respirador artificial, no hay tanto riesgo para la operación.

-¿Y cuando será?- Las palabras se atascaban en su garganta producto a las lágrimas, pero eso no le impediría hablar.

-En unos minutos más, ahora se lo llevaron para prepararlo- GeumJae se separó, y secó sus lágrimas.

JiMin sonrió, y secó sus lágrimas también.

-Y la familia del donante, ¿Se sabe algo de ellos?

-Nada, y el donante es anónimo, así que no sé nada sobre eso- Se encogió de hombros -Pero mira el lado bueno, hay muchas probabilidades de que YoonGi pueda seguir viviendo.

Se abrazaron nuevamente, con la felicidad a flor de piel.

Ahora solo quedaba esperar a que la operación llegara a su fin, y que saliera el médico dispuesto a darle buenas noticias, aunque aún existía la posibilidad de que algo saliera mal, pero era un porcentaje pequeño, casi mínimo.

Ambos tomaron asiento junto a sus amigos, quienes ahora reían y se abrazaban con felicidad, todos esperando el fin de la operación.





Parecía que el tiempo se había parado.

Los minutos se habían congelado, los segundos no pasaban y mucho menos avanzaban las horas.

JiMin estaba tan nervioso, que miraba el reloj a cada minuto, esperando que el tiempo pasara más rápido, aunque no lo conseguía.

Según lo que le había dicho GeumJae, la operación duraría unas cuatro horas, y solo había pasado una hora, pero la ansiedad era máxima.

Quería ver a YoonGi lo antes posible, quería tomar su mano y acariciarla, decirle que todo estaría bien y que lo cuidaría toda su vida.

Quería volver a escuchar la voz del mayor, porque pasar tanto tiempo sin escucharla era casi como una tortura para JiMin, como si lo dejaran sin agua o comida. Para él, escuchar la voz de YoonGi mientras hablaba o reía era como su combustible, y algo que sinceramente alegraba su corazón en demasía.

Pero la espera se le hacía eterna, y los minutos parecían no pasar. Golpeaba el suelo con su pie con nerviosismo, jugaba con sus dedos y miraba hacia los costados en busca de alguna diversión.

Pero no encontraba nada, nada lo divertía o lo distraía lo suficiente como para que el tiempo pasara más rápido.

-Iré por un café a la máquina, ¿Alguien quiere uno?- TaeHyung se levantó, llamando la atención de los chicos.

-¿Me traes uno?- HoSeok le pasó un billete, y TaeHyung asintió -Gracias.

-Yo te acompaño- JiMin se levantó de un salto -Me haría bien distraerme.

Ambos comenzaron una caminata hasta la máquina de café, que estaba al lado de una máquina expendedora.

Les hubiera gustaba bajar a la cafetería del lugar, pero ya era demasiado tarde y esta se encontraba cerrada, así que tendrían que conformarse con la máquina de café por todo lo que quedaba de noche.

TaeHyung ingresó el billete, y seleccionó el tipo de café que quería, estuvo un rato pensando, pero se decidió por un Latte.

-Estás muy nervioso, ¿Verdad?- JiMin asintió -Yo también, me tiemblan un poco las manos. Pero estoy seguro de que YoonGi saldrá bien de la operación, y pondrá toda su fuerza en la recuperación, que según leí es un proceso algo largo y con muchos cuidados.

-Tengo miedo- JiMin miraba la máquina -¿Que pasa si el cuerpo rechaza el corazón? quedaríamos donde mismo estábamos, esperando por un corazón que el cuerpo acepte.

-No pienses de manera negativa, no te desanimes- TaeHyung tomó el café, y con su otra mano metió otro billete, y pidió el café para HoSeok-Todo saldrá bien, mantén eso en mente.

-Créeme que lo hago- Hizo una pequeña mueca, y observó la máquina expendedora, buscando algún tentempié que llamara su atención.

-Si lo hicieras, no estarías con miedo- TaeHyung lo miró -Estarías seguro de que todo saldría bien.

-¿Sabes por qué tengo tanto miedo, TaeHyung?- Preguntó -Porque mi primo pasó por la misma situación, y su cuerpo rechazó el órgano, y murió sin que nadie pudiera salvarlo. Murió cuando yo tenía apenas cinco años, y desde que me contaron, que he sufrido el miedo a esas operaciones, y ahora que es la vida de YoonGi la que está en juego estoy muchísimo peor, porque tengo tanto miedo de que muera y que nadie pueda salvarlo, tengo miedo de que la última vez que lo ví sonreír sea hace más de un mes, tengo miedo de no poder escuchar su voz decirme cuando me ama y por sobre todo, tengo miedo a perderlo, y tener que convivir con la soledad que él dejará en mi.

Tae lo miraba sin expresión, escuchando sus palabras atentamente.

JiMin nunca le había contado eso, y ahora estaba sorprendido.

-No me habías contado eso, JiMin. Lo siento si soné algo insensible o rudo con mis palabras.

Suspiró, y miró sus zapatos.

-Calma, no debes disculparte- Le sonrió levemente -Era algo que no sabías, pero nada más.

El café de HoSeok estaba listo, y TaeHyung lo sacó de la máquina con su otra mano, dejando el espacio libre para JiMin.

-No compraré uno, por ahora. Mejor compraré una bebida de esta máquina- Cambió su vista a la otra máquina, y metió unas monedas, lo suficiente para comprar su bebida favorita, la sacó de la máquina, y sin esperar más la abrió, con cuidado de que el gas no se subiera.

Volvieron a caminar, esta vez con más cuidado que ya que TaeHyung no quería botar al suelo ninguno de los cafés que traía, así que cuando llegó al lado de HoSeok, le entregó su vaso con cuidado, y éste me agradeció de inmediato, dándole una dulce sonrisa.

JiMin volvió a sentarse junto a GeumJae, y apoyó su cabeza en el hombro del mayor. Él bloqueó su celular y lo guardó, solo para concentrarse en acariciar la mano de Taehyung, de manera calmada para poder relajarlo.

O eso pretendía, hasta que se sintieron unas fuertes pisadas.

De pronto, frente a ellos pasaron médicos y enfermeras corriendo, en dirección al pabellón.

Entonces JiMin sintió miedo, porque sentía que todos ellos se dirigían a YoonGi, para intentar salvar su vida.

Todos los chicos quedaron en silencio, El mirando en dirección a las puertas ya cerradas, con el mismo pensamiento en mente.

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