Narrador

Pasaban los días y los viajes de Lincoln resultaban ser más muy rápidos. No pasaba más de  una semana en una dimensión antes de que volviese, pero se dio cuenta de que, a veces, el tiempo funcionaba de maneras muy diferente. Tan diferente que, estando dos días en otra dimensión, en la suya propia no había pasado ni una hora. Esto le dio esperanza de que el tiempo ahora podría estar de su lado. Cada descubrimiento que hacía, Lincoln lo registraba para que, después de haber rescatado a su hermana, ella supiera que no todo fue malo.

En todos sus viajes, Lincoln aprendía varias cosas nuevas, como lucha o mecánica básica, (todas enseñadas por sus variantes), a pesar de que también volvía lastimado, aunque no sea de gravedad. Inclusive, tanto sus hermanas, como sus amigos notaban con cada viaje que el albino cambiaba demasiado, pero la que más lo notó fue Ronnie Anne. Cada vez que volvía, Lincoln parecía ignorarla, a pesar de que ella notaba que a veces la miraba sin que los demás se dieran cuenta. Ronnie Anne sí estaba enamorada de Lincoln, pero sabía que él solo la veía como una amiga. De todos modos, ella quería apoyarlo para salvar a su hermana, pero la posibilidad de que la salvase a costa de su propia seguridad no la dejaba tranquila, y la indiferencia de parte del albino la volvía loca.

Ronnie Anne: Lincoln, ¿puedo hablar con vos? En privado. - le había preguntado a penas había vuelto de un viaje.

Lincoln: Sí... Claro. - dudó el albino, aunque aceptó.

Ambos se habían dirigido al patio pata poder hablar sin que nadie los escuchara. Una vez solos, la latina se mantenía en silencio con su mirada en el piso. Antes de que pudiese decir algo, Lincoln habló.

Lincoln: Seguís pensando que no debería volver a viajar ¿Cierto?

Ronnie Anne: No, no es eso. Sí me preocupa, pero no quería hablar de eso.

Lincoln: ¿Entonces de qué?

Ronnie Anne: Cada vez que volvés, siempre estás herido. Y ni siquiera descansás antes de irte otra vez.

Lincoln: Ronnie, no puedo perder tiempo. Debo encontrar a Lisa.

Ronnie Anne: Yo también quiero que vuelva, pero...

Lincoln: ¿Pero qué?

Ronnie Anne: Yo no...

Lincoln: ¿No qué, Ronnie Anne?

Ronnie Anne: ¡NO QUIERO PERDERTE!

El grito asustó un poco al albino y alertó a todos los que se encontraban dentro de la casa, que salieron de inmediato para ver a Ronnie con la cara hacia abajo y a Lincoln sorprendido. Ninguno dijo nada durante unos segundos, hasta que Lincoln decidió responderle. Lamentablemente, antes de que pudiera decir palabra, un portal se abrió en medio del patio sorprendiendo a todo el mundo.

Lori: Lincoln, ¿vos lo abriste?

Lincoln: No. Yo no lo hice.

Lynn: ¿Entonces quién?

Lincoln se estaba acercando al portal para ver a donde llevaba, justo cuando una mujer de 20 años con pelo marrón y bata de laboratorio gastada salió de repente. Se paró frente a todos, mirándolos uno por uno hasta que dio con el chico de pelo blanco.

Lincoln: ¿Lisa?

Lisa: En teoría, sí. Pero no soy su Lisa.

Lori: ¿Entonces quién sos?

Lisa: Soy una variante de su hermana. Y vengo a ayudarlos.

Lincoln: ¿Ayudarnos?

Lisa: Sí. Yo conocí a su hermana. Se que fue raptada y sé donde está.

Todos: ¡¿EN SERIO?!

Lisa: Sí. Y si no nos apresuramos, no va a ser la única.

Todo pasó tan rápido que nadie entendía que pasaba. Cuando se habían calmado las cosas, la Lisa de la otra dimensión explicó de donde venía. Una dimensión controlada por una organización que busca el control del multiverso y habían capturado a la Lisa de esta dimensión y se la llevaron para poder cumplirlo. Lisa explicó como fue que conoció a su doppelganger y como ella la ayudó a escapar. Impacientemente, Lincoln se paró y y expresó.

Lincoln: ¿Y qué esperamos? Vamos a rescatarla.

Lana: ¿No escuchaste? Está encerrada por un ejército.

Luna: Es verdad, hermano. No debe ser fácil entrar y mucho menos salir.

Lincoln: Pero ella ya lo hizo. Ella conoce el lugar. Además, en todos mis viajes aprendí varias cosas.

Lisa: Lincoln tiene razón. El tiempo no está de nuestro lado.

Ronnie: Pero primero deben hacer un plan. No pueden entrar así como si nada. - cuestionó la morena.

Lincoln: Tranquila. Soy el hombre con el plan. - respondió confiadamente.

Ronnie: ¿Podés ser más maduro?

Lincoln: Soy maduro. Mi hermana está está peligro, tengo una oportunidad y no dudo en tomarla.

Ronnie: ¿A qué costo? ¿Cómo sabemos que van a volver ambos? ¿O si solo uno va a volver?

Lori: Ronnie Anne tiene razón. No quiero ofender, pero literalmente no la conocemos ¿Qué tal si te lleva a una trampa?

Lisa: Se que no me conocen y no inspiro confianza, pero si no rescatamos a su Lisa, mi dimensión va a estar en peligro, además de la suya y todas las existentes.

Por más que confíen o no en ella, el peligro era real. Todos se cayaron por un momento hasta que el albino volvió a hablar.

Lincoln: Estoy seguro de que voy a volver con Lisa. No voy a dejar que nada lo evite.

Ronnie: ¿Cómo podes estar seguro? - pregunto la latina con lágrimas que empezaban a brotar de sus ojos.

Lincoln: Porque no importa lo que me enfrente, no voy a dejar que alguien se meta con mi familia.

Lisa: Ya no hay tiempo. Nos vamos ahora o nunca.

En ese momento, la mujer abrió una brecha interdimensional que llevaba a su realidad y la cruzó de inmediato. El chico se paró en frente dispuesto a cruzarlo, pero antes de que pudiera hacerlo, alguien agarró su mano y lo detuvo.

Ronnie: Lincoln... yo... quería decirte...

Antes de que pudiera pronunciar la frase completa, Lincoln se volteó, la miró a los ojos mientras pensaba en todas las realidades que visito, a los Lincolns que conoció y todas sus relaciones con Ronnie. Aquella que, para él, sólo era una amiga. Alguien con quien pasaba tiempo haciendo cosas que a ambos les gustaba sin pensar en nada más. Alguien que estuvo a su lado tanto en las buenas y en las malas. Alguien con quien podía ser el mismo sin necesidad de fingir nada para encajar. Lincoln siempre supo que Ronnie Anne era alguien especial y no podía imaginar como sería si un día no estuviera con él. Parece que tuvo que perder a una hermana para darse cuenta de aquel sentimiento que había entre ellos dos. Sin pensarlo demasiado, posó una mano en la mejilla de Ronnie al tiempo que secaba una lagrima, se inclino hacia delante suavemente y le dio un beso en los labios. Ella quedó sorprendida al igual que toda la gente presente, aunque no tardó mucho que también lo correspondió. A pesar de que fue corto, fue tierno y cargado de sentientos reprimidos por ambos. Al separarse, Lincoln volvió a mirarla a los ojos y susurrando le dijo:

Lincoln: Prometo que voy a volver.

Dichas esas palabras, el chico volvió su mirada al portal y saltó dentro dejando a una latina que lo tuvo todo por un momento y ahora teme que pueda perderlo.

Continuará...