¿Qué tan difícil es viajar sola a una ciudad?

Pues estoy a punto de descubrirlo.

Según mi padre lo mejor es irme a Londres. Quedarme en el apartamento del hijo de uno de sus amigos.

—Laye ya vas tarde—me informa mi padre desde la planta baja.

—No me has dado tiempo a despedirme—espeté un poco molesta.

—Sabes que el curso empieza en una semana y no hay más vuelos disponibles.

—No me he podido despedir ni de mis amigos ni de mi novio.

—Ese chico no es bueno para ti Laye.

—Papá, ningún chico sería bueno para mi si me guiara por tu instinto de padre sobreprotector.

—Sabes que te amo pequeña, pero debes viajar.

Suspiré y tomé mis maletas.

—El chófer te llevará porque yo ya voy tarde para el trabajo.

Asentí un poco afligida. Ni porque me voy tiene tiempo para llevarme.

*Vale, vamos a ver el lado positivo. Estaré en Londres, una ciudad llena de chicos guapotes y muchas discotecas*

—Asher dijo que no podría recogerte en el aeropuerto por lo que tienes que tomar un taxi—se acercó y dejó un beso en mi frente.

…

Bien, los aviones no hacen nada. Ellos son pacíficos y las alturas no dan miedo—me consuelo a mí misma para no sufrir un ataque de pánico.

—Pasajeros para el vuelo 201 con destino a Londres presentarse en la sala de espera.

Arreglé mi falda con las manos y me encaminé a tomar mi vuelo.

Agoust de Taylor sonaba en mis audífonos a todo volumen. Miré por la ventanilla del avión y luego cerré mis ojos concentrándome en la hermosa melodía de la canción.

…

—Señorita ¿A dónde la llevo?—preguntó el taxista.

—Esta es la dirección—le tendí el papel que me había dado mi padre y el taxista asintió con la cabeza.

Aun no entiendo porque no me pudo comprar un apartamento para mí sola. Según mi padre soy muy pequeña para vivir sola. Aunque la verdad creo que quemaría la casa en menos de una semana.

El taxi se parqueó justo al frente de un edificio muy moderno.

—¡A quién busca?—preguntó el guardia que custodia el edificio.

—Asher Hidalgo, soy la nueva inquilina en su apartamento.

—Deja y llamo a ver si autoriza que suba.

Después de unos minutos el hombre volvió a regresar.

—Bienvenida, puede subir. Es el tercer apartamento—me explicó— Yo soy Marcos.

—Mucho gusto Marcos, yo soy Laye—me presenté—Voy a ir a instalarme a descansar que el viaje ha sido largo—me despedí.

—Tenga buena noche Laye.

Fui al asesor y al llegar toqué varias veces, pero al ver que nadie habría giré la manilla de la puerta y estaba abierta.

—¡Joder!—exclamó un chico apenas entré que solo llevaba una toalla alrededor de su torso.

Me giré para darle privacidad.

*Esto es lo que pasa cuando entras sin tocar*

Aunque lo volvería a hacer la vista a estado demasiado buena.

*Laye, concéntrate*

—Lo siento—me disculpé—Yo soy Laye.

—Lo sé, es solo que Asher no nos dijo que llegabas hoy—se excusó—Yo soy Kiran, el hermano menor de Asher.

No pude evitar bostesar, la verdad ya es muy tarde y estoy cansada.

—¿Me podrías decir cuál es mi habitación?

—Solo hay cuatro habitaciones y están llenas así que esperemos a que venga mi hermano.

Sentí la puerta cerrarse con brusquedad detrás de mí y al girarme me encontré con un chico alto de ojos celestes que me miraban interrogantes y aburridos.

—Asher, justo hablábamos de ti.

—Deberías ponerte algo de ropa no crees—sugirió molesto.

—Hola, yo soy Laye—saludé.

Creo que me he cansado de presentarme tantas veces hoy.

—Lo sé—respondió cortante.

—Me preguntaba dónde voy a dormir.

—Había olvidado ese pequeño detalle—se tomó el puente de la nariz como si estuviera pensando.

*Que sexy*

Dios que estoy pensando.

—Puedes acomodarte en la habitación de Joe, él no estará este semestre y su habitación es la única que está vacía—se encogió de hombros.

—Vale.

Me ayudó con mis maletas y lo seguí hasta una de las habitaciones, las paredes eran blancas y solo tenía una pequeña cama con un estante y un armario.

—No es mucho, pero puedes decorarlo como quieras.

—No hay problema, muchas gracias. Está perfecto.

Hizo caso omiso a lo que le dije y se fue cerrando de un portazo la puerta.

*Que mala leche*

Bueno supongo que dormiré y mañana me encargo de decorar esta aburrida y horrible habitación y desempacar las maletas.

…

Terminé de desempacar mis últimas cosas y de colocar los libros en la estantería.

—Laye—llamó alguien detrás de la puerta.

—Dime.

Al abrir la puerta me encontré con los hermosos ojos claros de Kiran.

—Saldré a buscar algo para desayunar ¿Qué te traigo?

—Tráeme un café con leche y algún dulce por favor.

—Está bien—me dio un repaso con los ojos y hasta ahora no había notado mi vestimenta.

Llevo un pijama que deja mucho a la vista.

—Adiós—cerré la puerta algo avergonzada.

Mi teléfono comenzó a vibrar y me encaminé a tomarlo.

—Buenos días pequeña—saludó mi papá del otro lado de la línea.

Coloqué el teléfono en alta voz y me puse a buscar una ropa mientras hablaba.

—Buenos días papá.

—Mi niña te llamaba para informarte que ya te inscribí en las clases de ballet. Te envié la dirección del instituto.

—Vale—murmuré tomando un vestido azul celeste entre mis manos.

—Bueno peque te dejo. Cuídate y muchos besitos.

Salí en busca de un baño. No conozco nada de esta casa.

—Bonitas bragas—comentó Asher detrás de mí con mi conjunto de ropa interior en las manos.

*¿En qué momentos se cayeron?*

Se las arrebaté y observé su sonrisa pervertida.

—¿Dónde está el baño?—pregunté ignorando el repaso que me acaba de dar.

—La puerta a la derecha—su sonrisa no cesaba— ¿Quieres que te ayude a ducharte?

—No muchas gracias, se bañarme solita.

Seguí la dirección que me había señalado y entré a un baño con losas blancos y azules haciendo un decorado hermoso.

Salí luego de unos minutos y ya Kiran había regresado con el desayuno.

—Muchas gracias Ki—agradecí cuando me entregó una bolsa con lo que le había pedido y se marchó a su habitación.

—En este apartamento hay algunas reglas para respetar la privacidad del otro—informó Asher tomando una botella de agua.

—Ok, me parece bien.

—El baño se utiliza por horarios y el desayuno lo buscamos cada uno un día diferente. O sea, hoy fue Kiran, mañana yo y pasado tú.

—Está bien.

—¡Bienvenido!—gritó Kiran desde la entrada.

Asher y yo nos asomamos y lo vi abrazado de un chico de cabello azul que llevaba unos lentes con estilo nerd.

Frunció el ceño en mi dirección notablemente molesto.

—Ya Asher volvió a meter aquí a una de sus zorras.

¿Me acaba de llamar zorra?

—Disculpa pero creo que no deberías llamarme así si ni siquiera me conoces.

—Y tiene agallas—se sorprendió.

—Es la nueva inquilina Igor. La sustituta por este curso de Joe.

Me ignoró y se puso a hablar sobre Italia con Kiran y Asher.

*Ni una disculpa piensa pedir*

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Nota de la autora:

¡Holis!

Quisiera saber su opinión sobre este primer capítulo.

Habrá pronta actualización.

No olvideb votar y comentar.