Domingo 8 de abril de 2018. Illinois, Estados Unidos.

JiMin ni siquiera pudo dormir en esas horas al lado de YoonGi, solo se limitaba a quedarse ahí, apretando la pálida mano mientras lo veía retorcerse de dolor, sus dos ojos apretados con fuerza (había retirado el parche hacía horas al parecerle estúpido). Era tan frustrante no poder disminuir ese problema, no haber podido evitarlo. Ahora solo quedaba esperar a que él se volviera demonio...o verlo morir.

JiMin no quería pensar en eso, quería creer firmemente en que todo saldría bien. Pero cada vez que veía a YoonGi quejarse por el intenso dolor, dudaba. Comenzaba a pensar que YoonGi no iba a lograrlo y lo dejaría solo.

Alexander había ido un total de dos veces, quedándose menos de diez minutos a su lado. Lo único que le recordaba era que todo estaría bien, que no debía tener miedo porque al final de cuentas YoonGi estaría bien.

JiMin, con cada minuto que pasaba, comenzaba a creer que no sería así.

Ángel&Demonio

Domingo 8 de abril de 2018. El Castillo de Mefistófeles.

Kasdave recibió a Lilith y Luzbel con una sonrisa, sus trillizos de siete años detrás chillando felices al ver al pequeño nieto de Lucifer. Pronto los cuatro se fueron a jugar, dejándolos solos en la sala. Se sentaron en el sillón, donde tomó las delicadas manos de la diablesa, por su rostro veía que las cosas parecían no ir tan bien.

-¿Qué ha pasado con Gabriel?-preguntó, se había enterado de todo por su esposo quien había ido a visitar a HoSeok también ya que desde lo ocurrido con TaeHyung no había vuelto a casa y él no podía dejar a los trillizos solos.

-Nadie sabe dónde está. Lucifer habló con Dios, pero él quiere arreglar las cosas por las buenas. No lograremos nada así...Luc está armando un equipo de búsqueda. Quieren arrinconar a Gabriel en la Tierra para que no tenga más opción que ir al Cielo y ahí atraparlo.

-¿Al Cielo? ¿Cómo piensan ir ahí?

-JiHoon sigue siendo un Ángel, él es el único que puede llevarnos. Tan pronto como nos deje en el Cielo volverá para cuidar de Luzbel, será uno de los pocos que se quedarán en el Castillo para cuidar de mi nieto.

-Pero ¿JungKook? Él está ahí.

-Sí, pero con las pulseras no tiene el poder para hacerle daño. Es como un humano débil.-suspiró Lilith-Solo no quiero que ninguno de mis hijos salgan heridos, irán a esa guerra y me preocupa.

-¿Tú no irás?-ella negó.

-Iré a la Tierra a ayudar a arrinconar a Gabriel. Pero iré con los hijos de Belial y los Grigori. Mis hijos se encargarán de atraparlos en el Cielo...tengo miedo de que nada salga como debe ser. Tengo miedo de que les hagan daño a mis niños. Ya bastante tuve con Tae, no es agradable ver a un hijo en ese estado.

-Te entiendo, aún recuerdo cuando hirieron de gravedad a mi pequeña Lalisa. Fue horrible verla al borde de la muerte.-recordó con dolor el demonio

Su bebita, a diferencia de su hermano, no tenía una resistente piel imposible de dañar.

-Lo sé, lo peor es que el terco de Tae quiere unirse a la guerra. HoSeok no está de acuerdo, pero sé que no hay quien le lleve la contraria. Lo más probable es que vaya.-Lilith se veía preocupada-Pero lo que más me asusta es dejar a mi pequeño Luzbel bajo el mismo techo que ese cretino que tiene por padre.

-JungKook está debilitado, no tendría que ser un problema. JiHoon es un Ángel, podrá enfrentarlo si tiene las pulseras. No será ningún problema.

-Lo sé, pero ese cretino es inteligente, al más mínimo descuido puede llegar a hacerle daño a Luzbel. Tengo miedo de no estar ahí para proteger a mi nieto.

Kasdave la abrazó con fuerza, Lilith se aferró a él.

Ángel&Demonio

Domingo 8 de abril de 2018. El Castillo del Infierno.

JungKook estaba preso en su habitación, algo que parecía no molestarle en absoluto. Parecía lo suficientemente cómodo en su cama, esperando la comida y jugando con algunos de sus objetos. También vistiendo sus prendas ligeramente más grandes, eran casi de la misma talla así que no había mucha diferencia.

Dejó la bandeja en una mesa de su cuarto, una bajita rodeada de dos sillones cómodos. Kook alzó la mirada y le sonrió al verlo, gateando por el colchón hasta sentarse al borde de la cama de rodillas.

-Pensé que mi almuerzo serías tú-comentó divertido, Jin negó con una sonrisa.

-Ya te dije que estás en abstinencia de mi cuerpo.

-Uh, la peor abstinencia del mundo.-JungKook estiró un brazo y apretó su muslo-¿Hay alguna forma de salir de ella? No me importaría tener una recaída, eres mi mejor droga.

-Creo que te corrompí demasiado, no eras así antes. Eras tierno y adorable, como un niño, aunque te gustaba ser follado como una puta masoquista.-dijo quitando la mano de su muslo para sentarse a su lado-Ya no pareces el chico del cual me enamoré.

-¿Acaso me amas menos por eso?-a pesar de que preguntó en tono de broma, Jin pudo detectar algo de enojo en sus palabras.

-No, pero me pregunto qué ocurrió con Kookie, mi niño inocente y juguetón.

-Simplemente tuvo que crecer ya que lo reemplazaste con otro niño.-los celos injustificados de JungKook hacia Luzbel era algo que no comprendía y que, de cierta forma, dolía.

-No comentaré nada al respecto, ya estoy harto de decirte cosas que ignoras.-suspiró cansado, levantándose para sentarse en uno de los sillones que rodeaban la mesa.

-No las ignoro-dijo JungKook saliendo de la cama para sentarse sobre él, rodeando su cuello con sus brazos-solo no les encuentro sentido.

-¿Me amas? ¿Realmente lo haces?-él lo miró sorprendido antes de responder con tono seguro y firme.

-Por supuesto que sí.

-Entonces por qué no comprendes lo mucho que me duele que no aceptes a Luzbel. ¿Por qué insistes en odiarlo sin siquiera conocerlo? ¿Por qué elegiste tu vida antes que la de él?

-¿Hubieras preferido que muriera?-molesto los ojos azules brillaron.

-No, JungKook, yo...

-¿Eso querías? Que muriera y así quedarte con Luzbel y JiHoon ¿cierto?-suspirando fastidiado, Jin quitó a JungKook de encima y se levantó del sillón.

-¡No, maldita sea! ¡Solo hubiera querido ver que respetabas la vida de nuestro hijo! ¡Jamás te hubiera dejado morir! ¡Así como salvé a Luzbel lo hubiera hecho contigo, pero preferiste matar a Luzbel antes que luchar por él! Es lamentable, hasta para un demonio, que una madre o padre elija su bienestar antes que la de su hijo.-apretó los puños, manteniendo controlado el instinto que le pedía golpear al Serafín.

Él intentó tocar su brazo, sus ojos arrepentidos. Pero se alejó antes de que sus dedos llegaran a acariciarlo. No quería que lo tocara, no quería sentirlo. Quería dejar de sentirse tan miserable ante una situación que no podía cambiar. JungKook jamás iba a querer a Luzbel, por más que en ese tiempo con él hubiera imaginado un bonito futuro los tres como familia sabía que era imposible. La posesividad de Kook era imposible de romper y él no podía elegir entre el Serafín y su pequeño hijito. Fuera o no del agrado de JungKook, él siempre elegiría a Luzbel. No hacía falta pensarlo demasiado.

-Jinnie...por favor, entiende.-volvió a hacer el intento de acercarse pero nuevamente se alejó-Solo escucha, sé que te duele, lo sé, te conozco. Pero debes comprenderme, no es sencillo para mí, si no fuera por él hubiéramos seguido juntos y...

-Pudimos seguir, tú te negaste a tenerlo.

-¡No! ¡No comprendes! Era la única manera de poder estar a tu lado, Luzbel era una traba en nuestro futuro. Fue un...

-¡No lo digas!-gritó, estaba cansado de que se refiriera de su hijo de esa manera-simplemente cállate, JungKook, cállate porque sinceramente estoy harto de intentar comprenderte. No tiene justificación el que hayas querido asesinar a Luzbel para continuar con vida.

-¡No tenía otra opción!-exclamó el Serafín, sus azules ojos comenzaban a inundarse en lágrimas-Jin, por favor, compréndeme.

-¿Qué esperas que comprenda?-preguntó molesto evitando las manos que intentaban tocar las suyas.

-¡Iba a morir!-terminó gritando JungKook-A diferencia de los demás seres celestiales, yo no tenía la opción de dejar mis alas. Iba a morir si elegía la vida de Luzbel.

Seok Jin se quedó sin palabras para contestarle, simplemente podía ver en esos redondos ojos la sinceridad y el dolor. JungKook no mentía, sospechó que el hecho de ser la Ofrenda de Caín fue lo que lo condenó a no tener opción de cometer errores o de lo contrario moriría. Cargaba con los errores de sus padres y era ese peso invisible el que no le daba opción a equivocarse y tener la oportunidad que muchos seres celestiales tenían.

Sus manos lo atrajeron a su cuerpo y permitió que lo abrazara. Lo estrechó contra su cuerpo sintiendo sus brazos apretarlo con fuerza y acallando sus sollozos contra su cuello. Acarició el oscuro cabello con cariño, acercando sus labios para hablarle en susurros.

-No tenías que elegir solo, debiste decirme. Así como elegí salvar a Luzbel pude elegir salvar a ambos. ¿Qué parte de te amo aún te cuesta entender? Eres importante para mí, hubiera hecho hasta lo imposible para salvarte. Sabes que lo hubiera hecho, idiota. Lo hubiera dado todo por asegurar tu bienestar y el de Luzbel.

-Tenía miedo...mucho miedo. No me interesaban demasiadas cosas y...creí que era lo mejor...siempre creí que lo mejor fue deshacerme de él...lo siento...lo siento, Jinnie.

Jin besó su mejilla, sintiendo el sabor salado de las lágrimas de JungKook.

Ángel&Demonio

Horas más tarde, Seok Jin pudo ir a la habitación de Luzbel. Su hijo esperaba arropado en la cama, sentado y con un peluche en brazos. La cama de JiHoon estaba vacía, seguro estaría en la biblioteca para darles tiempo a ellos dos solos.

-¿Cómo estás, pequeño?-preguntó sentándose al borde de la cama.

Luzbel se lanzó hacia él para abrazarlo, ocultando su carita en su pecho. Jin lo tomó en brazos, sentándolo sobre él, no era común que su niño hiciera eso. No dijo nada, simplemente acarició su suave cabello oscuro, sabía que hablaría cuando se sintiera listo. Presionarlo para hablar antes nunca era bueno, lo ponía nervioso y podía tener una crisis.

-Papá.

-¿Sí, Luzbel?

-¿Por qué no me dijiste que papi no me quería?-Seok Jin se quedó paralizado por unos minutos antes de retomar las caricias en el cabello de Luzbel.

-¿Dónde escuchaste eso?

-De la abuela, ella dijo que papi quería hacerme daño. ¿Por qué no me dijiste?-los ojitos bicolor de Luzbel lo miraron curiosos.

Incluso con su forma demoniaca, él se veía adorable.

-Creí que era lo mejor, no necesitabas saberlo.-su mano acarició la mejilla sonrosada de su bebé-Perdón, pero a veces los adultos tenemos que tomar decisiones como estas para protegerlos ¿comprendes?-Luzbel negó con la cabeza, Jin sonrió-Lo harás algún día.

-¿Por qué papi me odia tanto? No le hice nada malo ¿o sí?

-No, aunque él cree que sí.-suspiró, no le gustaba hablar de esos temas con su hijo-Luzbel, por favor, no necesitas saber más que eso.

-Mmm...pero, papi está aquí. ¿Si lo conozco cambiará de idea?

-No, no creo que sea así, Luzbel. Es mejor que te alejes de él ¿sí?-su niño lo pensó unos segundos antes de asentir.

-Si papá lo dice entonces lo haré.

Seok Jin lo abrazó con fuerza contra su pecho. No podía comprender cómo JungKook odiaba a un niño tan hermoso como lo era su Luzbel.

Ángel&Demonio

Lunes 9 de abril de 2018. Illinois, Estados Unidos.

JiMin había perdido completa esperanza cuando en esa mañana YoonGi había dejado de respirar por completo, su piel pálidamente cadavérica y su corazón sin emitir latido alguno. Había intentado un inútil RCP que no sirvió de nada. YoonGi ya no se quejaba por el dolor, ya no se removía ni respiraba agitado. YoonGi ya no reaccionaba a nada.

Cuando Alexander ingresó al cuarto para alejarlo del cuerpo, comenzó a llorar y a gritar. Sus garras largas crecieron cuando comenzó a perder el control de su demonio, hiriendo a su sobrino quien terminó por alejarse de él. Se acercó al cuerpo de YoonGi y lloró sobre él, suplicándole para que volviera con él, que no lo dejara solo, que lo amaba a pesar de lo acontecido en el pasado. Rogó entre sollozos, transformándose involuntariamente en su horrorosa forma demoniaca, esa de la cual siempre se avergonzaba.

El dolor lo consumía por dentro, sentía algo insoportable arañar en su pecho, buscando escapar y destruir todo a su paso. Quería destruirlo todo, matar un sinfín de humanos, ¿Qué importaba todo ahora que YoonGi no estaba con él? ¿Qué valor tenía la vida sin él? Ahora, que podrían haber tenido una relación normal ¿Por qué? ¿Por qué arriesgarse a eso? ¿Por qué dejarlo solo?

Sus ojos púrpuras brillaron enojados. Todo había sido culpa de su padre quien parecía no preguntar antes de actuar. ¿Acaso no sabía lo mucho que amaba a YoonGi? ¿Por qué era tan idiota?

Alexander vio como desaparecía en un parpadeo, dejando el cuerpo inerte de YoonGi sobre la cama. Se acercó a él, cubriéndolo con las sábanas antes de que JiMin volviera para darle un entierro digno a quien fue el amor de su vida.

Casi sufre un ataque cuando una pálida y delgada mano tomó su brazo con fuera. Un ojo rojo y uno blanco mirándolo fijamente.

Ángel&Demonio

Lunes 9 de abril de 2018. El Castillo del Infierno.

Lucifer ingresó a la celda de Abel y Set, ambos llevaban las pulseras que suprimían su poder y unos grilletes que limitaban su libertad. No parecían llevarse para nada bien, ignorándose mutuamente y metidos en sus propios pensamientos. No parecían los hermanos que alguna vez conoció, aunque ni siquiera en esa época Caín y Abel eran tan cercanos a Set. Era algo así como la oveja negra de la familia, aunque fuera, de alguna forma, el más bueno de los tres hermanos. Se preguntó por qué Set se había unido a ellos a pesar de saber que no lo salvarían en caso de estar en problemas.

Ambos giraron a verlo cuando ingresó, sus pasos resonando en el silencio.

-No vengo con buenas noticias-fue lo primero que dijo.

-Déjame adivinar-Abel sonrió de lado, divertido-Dios va a quitarnos nuestras alas por lo que hicimos y ahora seremos humanos inútiles que no serviremos más que para vivir mundanamente y morir en unos años ¿verdad?

-Caín murió-confesó, ambos perdieron color-Gabriel lo mató. Él es el líder.

-Gabriel...imposible, él...no puede ser él.-Abel parecía impactado, Set, por otro lado, había comenzado a llorar.

Lucifer no entendía por qué lloraba por alguien que no daba nada por él.

-Él es el líder-dijo con voz dura, no le caía bien Caín pero no era como si su muerte fuera a agradarle.

Vamos, aunque sea el demonio más temible del mundo también tenía corazón.

-No...-Abel comenzó a llorar, abrazando sus rodillas con fuerza.

Lucifer se acercó a los grilletes de Set y los rompió.

-No te ilusiones-dijo en cuanto los ojos del Tronos se fijaron en él-solo te cambiaré de celda.-Set asintió y tomándolo del brazo salieron de esa celda, caminando y alejándose para ir a otra-No te entiendo ¿Por qué lloras por Caín? El cretino te hubiera dejado morir, no le importabas, ni a él ni a Abel. ¿Por qué sufrir por alguien que no sentía nada por ti? ¿Por qué unirte a un grupo como ese? Apostaría lo que sea que no piensas como ellos, solamente buscabas encajar. Tú no odias a Luzbel.

-Vaya, que observador-Set limpió sus lágrimas-tienes razón, solo buscaba encajar, ser parte de la familia. Pero nunca pude. Ellos siempre me odiaron a pesar de que los quería. Aun cuando di todo de mí. Ja, idiota ¿verdad? dejar tus principios de lado solo para formar parte de algo...creo que entiendo mejor a los humanos ahora.-sonrió amargamente en cuanto Lucifer abrió una celda nueva-Creo que está bien si Dios decide quitarme mis alas por eso. Me lo merezco.

-¿Dañaste a alguien en ese tiempo?-Set negó cuando entraron, ofreciéndole sus muñecas para que colocara los grilletes-¿Por qué no?

-No hubiera podido vivir tranquilo, yo solo fingía buscar.-Lucifer acarició la mejilla húmeda.

-No eres tan hijo de puta como pensaba-sonrió mirando las muñecas que Set le ofrecía-Tranquilo, a diferencia del resto tú no buscabas dañar a Luzbel, estoy seguro que Dios lo entenderá y te perdonará.

-Lo haga o no, aun así no me siento bien con lo que hice.-Lucifer bajó sus brazos negando con la cabeza.

-No eres como ellos...nunca fuiste como ellos. Estoy seguro que te perdonará.

Al salir cerró la celda y volvió a marcharse para salir del sótano.

Ángel&Demonio

Lilith sostuvo a su pequeño JiMin luego de contenerlo. Tuvo que transformarse en su forma demoniaca para poder mantenerlo quieto y calmarlo con sus palabras. Su bebé había vuelto a su forma humana para aferrarse a ella, llorando en su hombro mientras lo acariciaba.

Ya hablaría con su esposo sobre sus precipitadas decisiones sin preguntar. Podía ser Lucifer ¡pero eso no quería decir que tuviera las respuestas de todo! A veces era un soberano idiota con exceso de poder. Ay, si no fuera por las mujeres el mundo se caería a pedazos. Ahora entendía por qué en la Tierra los mundanos religiosos rebajaban a la mujer a solo reproducir, si la mujer descubría su gran poder sobre el hombre estaría el patriarcado perdido.

Se sentó en el sillón amplio de su habitación, limpiando las lágrimas de su preciado niño. De sus más de quinientos hijos, JiMin era de los pocos que conservaba ternura y ese aire de inocencia que podía contra su autoridad maternal.

-Tranquilo...todo estará bien, bebé-él se aferró más a ella-¿Estás seguro de que está muerto?-JiMin asintió.

-No puedo vivir sin él, mamá...no puedo-era una diablesa con una experiencia vasta en muchos ámbitos, pero aún le rompía el corazón ver a sus hijos tan destruidos de esa manera.

Se levantó del sillón con él todavía abrazándola, lo separó y secó sus lágrimas.

-No nos vamos a dar por vencidos tan fácilmente. Volveremos y de ser necesario lo traeré de nuevo a la vida.-con cariño besó la frente de JiMin-Haré lo que sea para que mi bebé vuelva a ser feliz.

Tan pronto como recibió una sonrisa de su hijo, se teletransportaron a Illinois. Lilith no creía del todo que YoonGi hubiera muerto, su experiencia en transformación de demonios le decía que no podía estarlo, muchas veces los cuerpos experimentaban una muerte momentánea para luego renacer como seres nuevos. Era un pequeño susto que daba lugar a una inmensa alegría.

Y al llegar, Lilith sonrió al saber que tenía razón. JiMin, su bebé, había vuelto a sonreír con alegría y eso era todo lo que necesitaba.

Eso y golpear a su esposo por idiota.

Y Yoongi revivió como demonio uwu, eso y Lilith matará a Lucifer en cuanto tenga la oportunidad XD

Nos vemos! besos 💋💋💋