Capítulo 5: Caín y Nazareth

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Miércoles 21 de marzo de 2018. San Pablo, Brasil.

-El mocoso está con Lucifer, no podemos hacer nada, hay que sacarlo de ahí-dijo un Ángel pequeño, de contextura delgada a otro más grande.

-En ese caso no queda más que esperar y planear algo-una Virtud dio su acuerdo, viendo a su compañero más grande marcharse y dejándolos solos a ambos-hay que tener cuidado, hay demonios buscándonos. Me he enterado que han torturado a Josué, le arrancaron los ojos, las manos y la lengua. Si no fuera por sus recuerdos jamás hubiéramos sabido que se trató de TaeHyung, el hermano de Seok Jin.

-Esos cretinos están locos ¿Por qué se empeñan en salvar a esa desgracia? Sólo trae sufrimiento, es un niño enfermo y sádico, nada más que eso.-dijo el Ángel pequeño que tenía apariencia de adolescente.

Su compañera asintió, dándose la vuelta para irse, pero de manera sorpresiva pudo ver como un tubo le atravesaba al pecho mientras él era azotado de la cabeza contra la pared. El zumbido por el golpe lo dejó aturdido por lo que parecieron minutos, mientras sus ojos veían borroso a su compañera que intentaba liberarse, pero la persona que lo mantenía ahí había enterrado sus garras en el vientre de la chica cortándolo y haciendo que sus intestinos cayeran al suelo.

-Así que mi hijo es enfermo y sádico ¿cierto?-esa voz oscura y grave de demonio lo estremeció-adivina, lo heredó de papá.

-Por favor...no me hagas daño-pidió pensando en una táctica para escapar, sus alas quizás serían lo mejor, si lograba sacarlas podrían alejar a ese demonio y escapar.

Jin rio de manera tal que volvió a temblar. Luego de eso sintió las garras pasar por su espalda, a la altura de las alas que estaban saliendo y las arrancó haciéndolo gritar fuertemente. Había sido insoportable, sentía que se desmayaría en cualquier momento. Sus piernas temblaban y sus lágrimas mojaban sus mejillas, humedeciéndolas completamente.

-Por lo que veo eres de ese grupo, así que me gustaría que me ayudaras a encontrar al resto ¿lo harías?-al soltarlo cayó al suelo sin fuerza, viéndolo entre lágrimas.

-Por favor...basta...por favor...-suplicó sin saber qué más hacer.

Seok Jin se acuclilló frente a él, corriendo unos mechones de cabello de su rostro. Limpió unas lágrimas que caían de manera suave, como si temiera hacerle daño.

-Sólo necesito un poco de ayuda y te dejaré en paz. Sin alas, pero vivirás. Así que ¿me dirás quién está detrás de todo esto?

-No lo sé...nosotros no lo sabemos, sólo seguimos órdenes...lo juro-Jin acarició su mejilla.

-¿Entonces? ¿Sabes quién conoce al líder?-asintió con esfuerzo.

-Sé que son pocos...muy pocos...sólo conozco a uno...-sentía los párpados pesados y la lengua casi dormida, le costaba seguir hablando así que simplemente se dedicó a escribir en el suelo aprovechando la tierra bajo él.

Seok Jin lo miraba atento, lo sabía, así que se apresuró sintiéndose orgulloso de terminar el nombre antes de desmayarse sin saber lo que sería de él.

Jin observó el cuerpo del pequeño Ángel ahí y luego leyó el nombre que había escrito en el suelo: Caín. Necesitaría ayuda para encontrarlo, pero antes tenía que hacer algo por ese pequeño Ángel. Si lo dejaba morir no le serviría demasiado.

-¿Me lo llevo?-preguntó su hermano Bjorn, un demonio médico con el que se había encontrado cuando se separó de JungKook.

Simplemente asintió dándole permiso de llevárselo al Infierno, donde lo curaría y lo mantendrían ahí para sacarle más información. Sería útil tenerlo con ellos, aunque quizás no tuviera demasiado para compartir.

Ángel&Demonio

Miércoles 21 de marzo de 2018. Kanto, Japón.

JiMin caminó, transformado en una bella mujer castaña de ojos verdes, por las calles de Kanto, sintiendo dos hombres seguirlo. No eran hombres normales, estaba seguro de eso, eran Ángeles. Después de que TaeHyung dejara a su suerte a ese idiota que torturó, los Ángeles los tuvieron a él, Tae y HoSeok en la mira al ser los más peligrosos. No era secreto para nadie que cuando se trataba de homicidios sangrientos ellos tenían algo que ver. Jin, JiSoo y sus demás hermanos eran más precavidos. No le extrañaba tener ahora una escolta de Ángeles persiguiéndolo donde sea que fuera, así no podía trabajar tranquilo.

Tomó distintas rutas para perderlos, pero era imposible, ellos seguían insistiendo en estar tras él. Así que no tuvo más opción y cuando pasó por un concurrido lugar que lo cubrió, tuvo la oportunidad de cambiar su cuerpo al de una joven japonesa normal, con ropa poco llamativa. Al salir se dio cuenta de que los dos Ángeles que lo seguían se fueron por otro lugar, desconcertados al no encontrarlos así que decidió seguir.

Pero cuando estaba por doblar la esquina sintió a alguien tomarlo de la cintura, tapando su boca y teletransportándolo hacia un bosque solitario donde podía escuchar con nitidez el cantar de las aves.

Dio la vuelta, sintiendo las manos aún en su cintura para encontrarse con unos ojos pequeños y celestes que conocía junto a una blanca piel.

-Se dieron cuenta de tu cambio e iban a agarrarte por sorpresa, tenía que meterme.-dijo soltándolo-puedes volver a ser tú si quieres.

No lo dudó y decidió tomar su apariencia original humana, acomodando su cabello rubio y su larga chaqueta de cuero. Observó al Querubín molesto, cruzándose de brazos.

-¿Me estabas siguiendo?

-No fue secreto lo que le hicieron a Josué, están tras de ustedes y lo sabes. No se dejarán ver fácil y planean atacarlos, no puedo dejarte solo.

-No te necesito-lo miro de arriba abajo, su ceño comenzando a fruncirse-ni tampoco pienso agradecerte esto.

-No te lo pedí tampoco.-YoonGi se cruzó de brazos viendo al demonio frente a él.

JiMin era tan berrinchudo y testarudo cuando quería.

-Bien, mejor para mí. Debo irme, tengo trabajo que hacer-dijo dando media vuelta para ir a otro país antes de ir a Estados Unidos como le había pedido JiSoo.

-Hay una Arcángel llamada Nazareth, se ha ausentado hace tiempo, nadie sabe de ella y se sospecha que está con ellos.-JiMin se detuvo para escucharlo-si me lo permites puedo ayudarte a encontrarla.

-Sabes que con esto no reparas el pasado, YoonGi.-dijo serio sin voltear a verlo-estuviste de acuerdo con entregarle a Dios mi sobrino, traicionaste la confianza que tenía en ti. No puedes esperar que vuelva a confiar en ti después de eso, eres un Querubín que hará lo que sea con tal de mantener sus alas en su lugar, eres un cobarde.

YoonGi no se inmutó ante esas palabras y, en su lugar, caminó hasta estar frente a ese demonio que lo seguía volviendo loco a pesar del tiempo que pasaron separados.

-Dilo de nuevo mirándome a los ojos.-JiMin alzó su mirada, sus ojos púrpuras de demonio observándolo.

-Cobarde, traidor.-dijo con furia, apretando los dientes.

-Sí, pero soy el cobarde traidor al cual sigues amando-sus manos lo tomaron de la cadera y sus labios se estamparon con los ajenos por breves segundos-y eso es algo que no puedes negarme, después de todo te conozco perfectamente.

JiMin lo tomó del cuello, apretándolo furioso, YoonGi no hizo nada para apartarlo. Vio los ojos púrpuras mirarlo con odio mientras sus dedos se incrustaban en su cuello, consciente de que dejaría marca. Lo vio apretar los dientes mientras lo empujaba hasta un árbol cercano donde golpeó con su mano libre dejando un agujero en el tronco. Luego lo soltó, fulminándolo con la mirada dispuesto a irse, pero el Querubín tomó la ventaja en esa pequeña distracción y lo jaló a él hasta estamparlo contra el árbol. JiMin intentó empujarlo pero ante la resistencia terminó sacando sus largas garras, incrustándolas en la espalda ajena viendo la mueca de dolor en YoonGi. Sonrió victorioso al verlo, pero el Querubín lo agarró del cuello con fuerza, apretando con determinación.

-Siempre te ha gustado jugar rudo, bebé.-las largas garras salieron de su espalda la cual sangró ante las heridas.

-Y a ti te encanta eso, YoonGi-dijo con esfuerzo al sentir esa mano en su cuello.

Al mismo tiempo en que sus garras desaparecieron, la mano de YoonGi aflojó el agarre.

Luego de eso no tardaron demasiado en juntarse en un fogoso beso, uno necesitado y sucio donde sus lenguas hacían obscenos chasquidos y se mordían los labios casi con saña. Pero en medio del beso, el demonio lo separó de un empujón sonriéndole seductoramente.

-Sigues estando a mis pies, YoonGi.-murmuró divertido antes de irse de ahí.

-Nunca dejó de ser así, bebé.

Ángel&Demonio

Miércoles 21 de marzo de 2018. El Castillo del Infierno.

Luzbel observó al chico sobre la cama, cubierto de vendas luego de ser ayudado por su tío Bjorn. No supo demasiado lo que le había pasado, nadie se lo dijo, pero sospechaba que se había encontrado con algún demonio. Era un Ángel y por lo poco que sabía últimamente los demonios estaban cazando Ángeles. Aún no entendía muy bien el motivo.

Estaba sentado a un lado de la cama, luego de entrar sin ser visto, curioso de ver a un Ángel de cerca. Eran seres muy bonitos, de piel suave y rasgos delicados. Eran como en los libros que leyó.

El Ángel se removió en su lugar y Luzbel temió que se sintiera mal. Se acercó a mirarlo, intentando saber qué tenía y buscando cerca algo que lo ayudara a calmarlo. Pero sólo había vendas y algunas pastillas que no sabía para qué servirían.

-¿Dónde...estoy?-escuchó la suave voz del Ángel, volteó a verlo y se apresuró en poner una mano en su pecho para que no se levantara, tal y como vio en muchas películas que hacían a pesar de que ese delgado chico no había hecho siquiera el intento de levantarse de la cama.

-Shh, tranquilo, estás bien. Mi tío te curó, ahora debes descansar, shh.-el Ángel lo miró y abrió sus ojos sorprendido.

-¿Luzbel?

-Oh, me conoces... ¿Cómo? No te recuerdo-dijo el pequeño ladeando la cabecita.

El Ángel miró sus manitos, donde estaban sus garras, y luego sus alas plumosas negras. Estando en el Infierno no usaba el collar especial que su abuelo le dio así que podía lucir también sus heterocromáticos ojos. El chico tembló y se preocupó, bajando para buscar una manta en un ropero cercano para luego volver y colocárselo encima.

-¿Qué haces?

-Estás temblando, debe ser por frío, papá me dijo que cuando una persona tiene frío tiembla.-explicó arropándolo con la manta que había ido a buscar-listo, si tienes más frío me dices ¿sí? Por cierto... ¿Cómo te llamas?

-JiHoon-dijo el Ángel mirándolo sorprendido ¿Por qué? ¿Tan extraño era?

-Lindo nombre-comentó antes de escuchar que abrían la puerta.

-¿Luzbel? ¿Qué haces aquí?-decía Bjorn cruzándose de brazos, el pequeño bajó la mirada tímidamente.

-Estaba aburrido, tío.-el demonio le mostró su mano y supo que lo que debía hacer era irse de ahí.

Se levantó, corriendo hacia él y tomando su mano, él lo acompañaría a su cuarto, uno que sus abuelos habían adecuado para él. Pensó en lo que haría, los juegos que disfrutaría, cuando recordó al Ángel en la cama. Girándose hacia él agitó su manito con una sonrisa.

-Adiós, JiHoon, espero que te recuperes pronto.

Ángel&Demonio

Miércoles 21 de marzo de 2018. Chicago, Estados Unidos.

Emily no había conseguido información alguna de los Ángeles por lo que se mantuvo merodeando por la mansión sin acercarse a él. JiMin llegó a mitad de la tarde mientras él pensaba en su despacho, buscando una ayuda para Luzbel y Seok Jin. Necesitaban acabar con eso pronto.

-Nazareth-soltó el demonio apenas ingresó.

-¿Jesús?-bromeó, JiMin bufó.

-No, idiota, Nazareth es una Arcángel. Lleva desaparecida hace tiempo, si la encontramos tal vez sepamos algo importante.

-Vaya, pensé que a Dios no se le escapaba nada.

-De ser así sabría quienes andan tras la cabeza de mi sobrino-comentó tomando una botella de whisky para servirse.

-Buen punto, tío-se apoyó en el escritorio viendo las acciones del demonio-como sea, ¿Cómo encontramos a una Arcángel desaparecida? No es tan sencillo, necesitaremos ayuda de un Ángel o alguien que tenga acceso a los archivos celestiales. De esa manera podremos saber cuáles fueron sus últimas misiones y tener un punto de búsqueda por el cual comenzar. ¿Alguien en mente que podría ayudarnos?

-No-de un trago se tomó todo, Alexander sonrió.

-Para mí sí tienes a alguien, tío. ¿El tío YoonGi, tal vez?-los ojos del demonio cambiaron a púrpuras ante la mención de ese nombre.

-No vuelvas a nombrarlo-Alex alzó las manos en señal de paz, aunque sonreía divertido.

-No te preocupes, no lo vuelvo a hacer. Pero deberías pensarlo, él sería de mucha utilidad.

-Podemos solos.-ah, tan testarudo su tío JiMin.

-No, no podemos. Lo necesitamos...a menos que conozcas a otro Ángel.

-JungKook está ayudando también-ante la mención de ese nombre frunció el ceño.

-No confío en él.

-Pero sí en YoonGi.

-YoonGi es distinto a JungKook.

-¿En qué?-¿hasta cuándo su tío fingiría no extrañar al Querubín?

-En que, a diferencia de JungKook, él jamás estuvo de acuerdo en matar a Luzbel. Él quería que suprimieran sus poderes, no eliminarlo. En cambio a JungKook no le tembló el pulso al entregar a su propio hijo para que lo mataran.-explicó-Te guste o no, YoonGi es el único que puede ayudarnos en esto. Sólo espero que no se lo diga al idiota del Serafín, sé que son mejores amigos.

-Lo sé.-dejando el whisky a un lado se encaminó a la salida-Espérame, en un rato vuelvo, iré por esos archivos celestiales.

Alexander sonrió, aunque no lo admitiera JiMin seguía confiando en YoonGi.

Ángel&Demonio

Miércoles 21 de marzo de 2018. Mendoza, Argentina.

Sabía que era cuestión de tiempo, lo sabía perfectamente. Dos horas después de haberse separado de JungKook, este lo encontró vagando por una zona descampada donde se encontraba en paz. El Serafín se había acercado a él completamente enojado, sus ojos azules brillando en furia. Lo ignoró completamente, siguiendo con su caminata hasta que él lo tomó del brazo y lo jaló. Sonrió divertido al verlo tan molesto.

-¿Por qué te separaste de mí? Pensé que buscaríamos juntos-fue lo primero que dijo, Jin no borró su sonrisa.

-No pensé que tenía que llevarte donde sea que vaya ¿acaso te perdiste, pequeño?-JungKook frunció más el ceño, completamente molesto.

Lo soltó con un empujón, dando unos pasos hacia atrás comenzando a marcharse. Seok Jin no le dio importancia y siguió adelante, buscando a quien quisiera dañar a su pequeño bebé. Tenía que avanzar si quería acabar con todo eso para que su hijo tuviera una vida medianamente normal en el mundo terrenal.

-¿Es en serio? ¿No vas a venir a buscarme?-rodó los ojos, JungKook era peor que una diablesa enojada.

Siguió su camino ignorándolo, escuchando al Serafín regresando sus pasos. Su celular vibró en su pantalón, la única persona que tenía su número era Alexander así que ya sabía quién le había enviado un mensaje.

Sin permitir que JungKook lo vea, leyó el contenido corto del mensaje antes de guardarlo y usar su velocidad desarrollada para alejarse del Serafín y teletransportarse a Chicago, donde su sobrino lo esperaba junto a JiMin, TaeHyung, HoSeok, Lizy, JiSoo y YoonGi. Ingresó directo, encontrándolos a todos en el gran salón mientras el Querubín tenía unos papeles en sus manos.

-¿Qué hace él aquí?-preguntó al verlo.

-Está aquí para ayudarnos, sabe algo que podría ser de gran ayuda-intervino HoSeok, JiMin parecía disgustado al estar con YoonGi ahí.

-Pensé que estabas del lado de JungKook-dijo acercándose a ellos, el Querubín negó con la cabeza.

-Jamás quise que mataran a Luzbel, además no confío en ese repentino interés de JungKook en ayudar a encontrar al grupo que quiere matar a su hijo.

-Así que tú eres el informante de HoSeok-concluyó TaeHyung observando a YoonGi-si mi novio cree en ti entonces eres de confianza.

-Lo que sea, ¿podemos hablar de lo que descubrimos?-preguntó JiMin, estaba claro que el tema del Querubín le molestaba.

-Ya, YoonGi nos ha brindado información importante. Al parecer hay una Arcángel llamada Nazareth que lleva desaparecida más de cuatro meses y nadie supo algo de ella en ese tiempo. Creemos que está involucrada con este grupo así que queremos buscarla.-comunicó Alexander-también Lizy me contó que en el Castillo tienen a un ángel que pertenece a ese grupo ¿han logrado sacarle información?

-No conoce a su líder, pero conoce a alguien que sí. No sé qué rango tenga, pero su nombre es Caín.

-¿Caín?-preguntó YoonGi sorprendido.

-¿Lo conoces?-Seok Jin se vio realmente interesado al ver la reacción de YoonGi.

-Por supuesto, sólo hay un Caín en el Cielo. Él y sus dos hermanos son de los pocos cuyos nombres son irrepetibles. Son Tronos, pero...lo que me sorprende no es eso...-el Querubín abrió las carpetas que tenía en sus manos-sino el hecho de que Caín tuvo una misión en Yemen, el mismo día en que Nazareth fue vista por última vez y en ese mismo lugar.

-No es casualidad, definitivamente no.-HoSeok tomó de la mano a TaeHyung-iré con Tae a ese lugar a investigar. Lo mejor será dejar esto en secreto, comentándole a tío Lucifer. JungKook no me brinda confianza así que lo mejor sería que Jin lo distraiga mientras el resto busca, en cuanto tengamos información lo comunicaremos, pero lo mejor será trabajar así.

-Intentaré buscar algo en el Cielo o averiguar algo más. Se lo comunicaré a Alex en cuanto sepa.

-Bien, JiSoo y Lizy ayuden a HoSeok y TaeHyung, JiMin quédate con Alexander, yo intentaré distraer a JungKook-Seok Jin suspiró cansado.

Lo único que quería era estar con su hijo, pero si quería mantenerlo a salvo tenía que pasar tiempo con el Serafín para darles tiempo a sus hermanos de averiguar algo.

Ah, esperaba que no fuera muy complicado. 

Jin tiene que distraer a JungKook para que no sospeche del resto o sepa algo...esto tendra resultados sexuales 7u7 yo lo sé, tú lo sabes, mi familia lo sabe, BTS lo sabe, el mundo lo sabe...

Bueno ya, estoy muy inspirada con este bendito fic :v algo que no es bueno porque dejo de lado otros :'v ay, ya, solo espero que les guste esto.

Nos vemos, besos!💋💋💋

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