Temporada 2. Capítulo 15: Una pequeña pausa antes del caos.

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Viernes 13 de diciembre de 2024. El Castillo del Infierno.

Los días fueron relativamente tranquilos. El plan iba bien y los cazadores no habían llegado al castillo. Luzbel igualmente estaba bien, a salvo en Illinois con JiHoon, NamJoon y Alexander. Todo estaba bien, era una pequeña calma antes de la tormenta desastrosa que se les avecinaba. Eso lo sabían todos, eran cosas que difícilmente podían ser ignoradas.

JungKook miró la ventana del cuarto de Seok Jin, desnudo sobre su cama y cubierto por unas suaves sábanas. El demonio llevaba seis horas haciendo guardia en el castillo mientras él lo esperaba sobre el mullido colchón donde anteriormente habían hecho el amor. Se había quedado dormido al terminar y despertó cuatro horas después, encontrándose solo y con una nota que le comunicaba dónde estaría él.

Llevaba dos horas pensando en su situación, en su embarazo y en decirle a Jin. Creía que debía saberlo antes de que las cosas empeoraran y no pudiera siquiera confesarle que tendrían otro hijo, pero la idea no era buena. En primer lugar, el demonio no le permitiría combatir si se enteraba y él no podía quedarse de brazos cruzados viendo cómo herían a Jin. Era arriesgado por su embarazo, sí, pero él era fuerte y capaz de cuidarse a sí mismo y a su bebé sin problemas. En segundo lugar, si le decía del embarazo a Seok Jin cabía la posibilidad de que no quisiera separarse de su lado y, esa cercanía, podría causarle demasiadas heridas en batalla que lo dejarían demasiado malherido.

Definitivamente, que él supiera sobre su embarazo, no era beneficioso. Lo mejor era que permaneciera como un secreto hasta que todo ese problema hallara su final.

Sin embargo, JungKook sabía que no tendrían final los problemas aunque resolvieran lo de los cazadores. Dios querría su cabeza luego de la guerra por la traición cometida, no iba a perdonárselo fácilmente. Quizás dejaría vivir a su bebé, pero no a él. Seguir escapando dejaba de ser una opción, ya estaba harto de hacerlo y si lo hacía no quería arrastrar a su hijo en eso. Pero tampoco quería perderse su infancia.

Sí, sin duda alguna las cosas estaban complicadas para él y odiaba eso. Quería vivir de una vez en paz, con Luzbel, Jin y su bebé, como una familia normal. Como debió ser desde siempre. Si tan solo pudiera regresar el tiempo atrás...

-¿En qué piensas, precioso?-Seok Jin ingresó a la habitación en ese momento, el Serafín giró a mirarlo con una sonrisa suave en su rostro.

-En nada en particular, solo intentando dejar mi mente en blanco por un rato-el demonio se puso sobre él, mirándolo divertido.

-Nunca puede mantenerse la mente en blanco, bebé.-dijo dándole pequeños besos en las mejillas.

Si las sábanas no los separaran, JungKook le hubiera bajado el pantalón y se hubiera empalado en el miembro del demonio. Sí, se encendía con facilidad cuando Seok Jin estaba cerca de él.

-Yo sí puedo-dijo abrazando por el cuello al demonio quien sonrió y bajó sus besos a su cuello.

-Entonces eres un pequeño muy hábil-Jin rio gravemente contra su piel, lo que le provocó un escalofrío-Bien eso lo sé yo mejor que nadie.

El doble sentido en la frase hizo sonreír a JungKook. Nadie conocía esa faceta sucia de él salvo Jin, así que sí, el demonio era el único en conocer eso mejor que nadie.

-Y solo tú lo conocerás mejor que nadie-afirmó el Serafín comenzando a besarle el cuello mientras su mano acariciaba la espalda de Jin.

Sí, solo su demonio iba a conocer esa faceta de él.

Ángel&Demonio

TaeHyung sonrió al sentir los besos de HoSeok en su piel, algo posible ya que su pareja estaba en su forma humana mientras él conservaba la de demonio. Pero sabía que en el momento en que tuviera el pene de su pareja dentro, este se transformaría y podría usar las garras y arañar su endurecida piel. A Tae le encantaba arañar hasta desgarrar, pero en el sexo era complicado cuando tu amante se desangraba hasta morir. Por eso, y por tantas cosas más, amaba a HoSeok.

Resistió las ganas de clavarle los colmillos en el hombro, no le haría nada a pesar de que la piel casi de acero permanecía incluso en esa forma, pero a TaeHyung le encantaba morderlo y arañarlo cuando su pareja estaba en su verdadera forma.

-Vamos, te quiero dentro ya-gimió ansioso pasando sus manos por el cuerpo de su pareja, sus garras peligrosamente rozando la piel de la espalda.

HoSeok sonrió bajando sus besos por el cuerpo de TaeHyung para desesperarlo y hacerlo desear más. Era un hijo de puta que le encantaba desesperarlo. Lo sabía y le encantaba. Sufrir en el sexo era casi un fetiche de ambos.

Intentó tomarlo de los hombros y arrojarlo a la cama, pero HoSeok había previsto sus movimientos y lo inmovilizó haciendo que le diera la espalda. En esa posición se sentía más vulnerable, incapaz de tocar a su novio. La desesperación crecía en él. Y creció más cuando el dedo de su pareja se aventuró a su entrada, acariciándola superficialmente y haciéndolo desear tenerlo dentro.

Maldito HoSeok y sus juegos.

Ángel&Demonio

Viernes 13 de diciembre de 2024. El castillo de Belial.

YoonGi estaba preocupado, JiMin podía verlo con claridad. Su pareja no dejaba de caminar de un lado a otro, sin contar que casi no dormía y comía junto a él casi menos de la mitad del plato. Para JiMin, era preocupante, sobre todo porque no podía hacer nada para ayudar. Sabía que hasta que la guerra no pasara, YoonGi no recobraría la calma.

-Yoon, ya tranquilo, estás preocupando al bebé-dijo en un inútil intento por hacer que su pareja se sentara a su lado.

-Perdón, no puedo evitarlo-dijo continuando con su marcha de un lado a otro.

A este paso haría un agujero en el suelo.

-Yoon, ven, abrázame, el bebé lo quiere.

Por un instante, YoonGi se detuvo a mirarlo, pero luego decidió ir hacia él y sentarlo sobre sus piernas para abrazarlo. Era una pequeña táctica (que no siempre servía), que JiMin usaba para calmar a su pareja. El abrazo le daría la cercanía suficiente para acariciarlo y permitirle unos minutos de tranquilidad.

-A veces me pregunto qué bebé quiere los abrazos-comentó YoonGi dejándose hacer cuando la pequeña mano de su pareja pasó por su cabello suavemente.

Su cabeza terminó en el pecho de JiMin, donde escuchaba su corazón, mientras cerraba los ojos e intentaba concentrarse en la voz que le cantaba en susurros en el oído.

Para YoonGi, el tiempo que estaban viviendo, era un caos, un infierno de verdad. JiMin podía salir lastimado, como cuando cuidaba a Luzbel y fue herido. YoonGi jamás creyó sentir tanta impotencia y odio hacia los humanos como en ese momento. No solo era por el bebé, era por JiMin también, lo amaba y verlo sangrar por una herida, ya sea la más pequeña, era algo que detestaba. Si sus cuñados no los hubieran matado, él mismo lo hubiera hecho, utilizando los métodos más dolorosos que conocía para hacerlos pagar por haber dañado a su pequeño.

-Te vas a arrugar si te sigues preocupando-dijo JiMin suavemente.

-Pensé que con la inmortalidad venía la juventud eterna.-dijo manteniendo sus ojos cerrados y sus brazos firmes en la cintura de su pareja.

-Sí, pero a este paso envejecerás antes.-bromeó JiMin.

-Me veré más daddy para ti-bromeó también, permitiéndose ese pequeño momento de paz.

-Uh, eso me gusta.

Ambos rieron suavemente. Debían permitirse ese momento aunque fuera breve.

Ángel&Demonio

Viernes 13 de diciembre de 2024. Ubicación desconocida.

Set se preguntaba por qué, de todos los compañeros que tenía, le tuvo que tocar Exael. Era bueno en muchas cosas, era hábil, buen mentiroso y un guerrero experto. Sin embargo, era exasperante. Desde que llegaron no dejó de hacerle propuestas pasadas de tono, prometiéndole la mejor noche de sexo de su vida, incluso mejor que las que pasaba con Lucifer, a quien simplemente lo llamaba "Él" para evitar conflictos con los cazadores. Set era paciente e intentaba soportar tantas propuestas estúpidas, pero simplemente había llegado a su límite cuando esa misma tarde Exael lo llevó a un vacío cuarto sin cámaras y lo arrinconó contra una pared para besarlo como una bestia salvaje e incivilizada. A Set le importó poco darle un rodillazo, estaba furioso por el atrevimiento de ese demonio idiota.

-¿Por qué mierda me molestas tanto?-preguntó empujándolo.

El imbécil en lugar de molestarse o algo así, simplemente sonrió feliz como si en vez de un rodillazo hubiera recibido un beso (o le hubieran correspondido el que dio).

-Tienen razón con los seres celestiales, son el Edén en persona-bien, tal vez el golpe fue tan fuerte que le afectó el cerebro.

-¿Estás bien o mi golpe te mató varias neuronas?

-No, precioso, no es eso-dijo recomponiéndose y volviéndose a acercar.

Set pensó que este era uno de los castigos divinos por sus errores del pasado. Dios podía ser cruel si se lo proponía.

-¿Entonces? Explícate, mastodonte con retraso.- ¿por qué el idiota seguía sonriendo en lugar de insultarlo?

-Besarte fue como tocar el perfecto paraíso con los labios. No quiero imaginarme qué se sentirá follarte.

-Pues sería bueno que empezaras a entrenar la imaginación, ya que es la única forma en que me follarás, bruto.-Exael seguía cerca y Set comenzó a cuestionarse si era sordo o estúpido.

-¿Qué tan seguro estás?-preguntó llevando una mano a su cintura, mano que él apartó enseguida.

-No me acuesto con demonios imbéciles.

-Pero te acostaste con Él-dijo él y Set sintió un ligero dolor en su pecho ante el recuerdo.

-Son dos cosas diferentes-dijo molesto, casi queriendo arrancarle la cabeza a Exael.

-¿Por qué? ¿Por qué lo amabas?-Set lo miró sorprendido- ¿Qué? No creerás que tus sentimientos por mi hermano pasaron desapercibidos. Todos sabíamos lo que sentías por él, eras el único que no lo miraba como un cuerpo con una buena polla.

Humillado. Así se sintió al saber que sus sentimientos siempre fueron demasiados notorios y que, a pesar de eso, Lucifer jamás quiso saber nada con él. Quedaba claro que, le dijera o no, de igual manera él siempre preferiría a Lilith por encima de cualquiera. Ellos no estaban destinados a terminar juntos, su destino no era él por más que lo amara y viera al hombre que Lilith también veía. Su destino era alguien más, tal vez otro idiota que pudiera amar y ser correspondido, o tal vez lo mejor era olvidarse de eso y dedicarse a una vida de soltería y devoción a Dios. Tal y como algunos humanos hacían (aunque la mayoría no cumplía del todo).

-Tenemos que seguir con esto, deja de molestar-no sabía cómo fue que sacó la fuerza suficiente para empujarlo y alejarlo de su cuerpo.

Distraerse con las tareas de los cazadores era mejor que seguir al lado de ese bruto que buscaba abrirle las piernas y pasar un buen rato. Ya había tenido suficiente de demonios idiotas que no lo veían como más que un agujero en el cual meterse a su antojo.

-¿Toqué un nervio, precioso?-Set lo abofeteó fuerte, haciendo que volteara la cara y se separara de él.

-Solo sigue con lo pactado-dijo antes de salir a paso apresurado de ahí.

Dos cazadores "amigos" se acercaron a él para debatir sobre un experimento que planeaban llevar a cabo. Set decidió olvidarse del problema y del dolor en el pecho actuando como un cazador que buscaba la destrucción total de dos razas antagónicas.

Si hay fallas lo siento, no tuve tiempo de releer el capitulo

Sin más que decir nos vemos cuando tenga el proximo! besos!

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