Temporada 2. Capítulo 22: Condena

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Sábado 4 de enero de 2025. El Castillo del Infierno.

Habían sido días agotadores. No por un exceso de trabajo, sino por ese miedo arraigado de que los cazadores aún estuvieran por el mundo buscando atacarlos. Sin embargo, ese día, luego de una exhaustiva búsqueda, se proclamó que ya no había fuerzas enemigas y que eran libres.

Libres. La simple idea los aliviaba. No tener que mirar por encima de sus hombros era algo reconfortante. O bueno, para la mayoría lo era.

En esos días, JungKook sabía lo que pasaría. Set y algunos seres celestiales todavía estaban en el Infierno ayudándolos y Dios iría por ellos. Quizás una excusa para dar al fin con él. Sabía que escapar era estúpido, luego de lo ocurrido con los cazadores se multiplicaron los grupos de búsqueda y se comenzaron a vigilar los lugares solitarios, sus únicos lugares de salvación. Su mejor opción era quedarse ahí, disfrutando de esos días con Jin y Luzbel, aunque su pareja estuvo un poco alterada por la incertidumbre de si la guerra continuaría o no.

Disfrutó de los besos, los mimos y los juegos en familia. Le sorprendía que Jin no cuestionara por el hecho de que él y Luzbel tenían una buena relación, pero sospechaba que en ese momento al demonio no le importaba. Tal vez por ese pequeño miedo en él. Las prioridades eran las prioridades.

-¡Pero dijiste que Belcebú se movía así!-se quejaba Luzbel mientras Jin le enseñaba a jugar al ajedrez satánico.

Él observaba divertido comiendo fresas con crema. Ver a su bebé intentando aprender ese juego era en verdad entretenido, en especial porque hacía berrinche cada vez que consideraba que su papá hacía trampa. Algo que sabía JungKook era que en ese juego no se podía hacer trampa, por lo que su hijo inventaba excusas.

-No seas mal perdedor, te parecerás a tu papi-dijo riendo Jin mirándolo de reojo.

Cariñosamente JungKook le mostró el dedo de en medio y siguió comiendo mientras su hijo de seguía quejando de las trampas de su papá. Sí, tal vez lo de mal perdedor lo había sacado de él. Realmente odiaba perder, pero su ser extremista había decidido calmarse por el bien de su vida. Si hubiera seguido así, Luzbel hubiera estado muerto hacía muchos años.

Inevitablemente tocó su vientre. Estaba seguro que si hubiera dañado a Luzbel se hubiera arrepentido toda su vida. Si no hubiera sido tan idiota...hubiera logrado disfrutar de los primeros años de Luzbel. Ahora, con su futuro bebé, esperaba no cometer los mismos errores...si salía con vida.

Suspiró dejando las fresas de lado para ir al balcón. Necesitaba aire, sentía que se ahogaba ahí. Tenía miedo, miedo de perder la familia que logró recuperar a pesar de todos sus errores. Miedo a dejar de nuevo a Luzbel y Seok Jin. Miedo a las consecuencias de su estupidez. El tiempo ya no podía regresarlo, no había forma en que pudiera cambiar las cosas, ya no. Era tarde.

Se apoyó para mirar el jardín, a pesar de que las plantas eran tan diferentes a las de la Tierra y el Cielo, seguían siendo hermosas. Él disfrutaba de la vista y de estar ahí, le gustaba, no era insoportable como decían sus compañeros allá arriba. Tal vez se debía a que Lucifer era su padre o a que Jin y Luzbel estaban ahí. Realmente no lo sabía y tampoco le importaba. Lo único que sabía era que quería permanecer ahí toda la vida.

Pero ya no estaba seguro de si seguiría con vida si Dios iba tras él.

Ángel&Demonio

Dios se presentó en el salón ante Lucifer y alguno de los ángeles que estaban ahí. Set sonrió al verlo y se acercó a él a pesar de que Exael intentó tomar su mano. Simplemente no lo dejó, sabía que al volver al Cielo ya no podría salir de ahí. En ese momento, pensaba que era bueno.

Salvo JungKook, quien sabía que por más escondido que permaneciera, él lo hallaría. Jin y Luzbel estaban en el salón esperándolo, así que tendría que ir con ellos. Al menos una última vez.

-Gracias por la ayuda-dijo Lucifer-En verdad, hemos logrado recuperar gente y evitar mayores tragedias.

-Era lo necesario para sobrevivir-dijo Dios suspirando-Y creo que sabes que, como ya no hay peligro, hay cosas que deben volver a ser como antes.-en cuanto lo miró, Jin se levantó y se puso frente a él.

-No está en la Tierra, aquí no puedes hacer lo que quieres-dijo molesto, JungKook tomó su brazo y sintió los brazos de su hijo abrazarlo de la cintura.

-Aléjate de mi papi-dijo Luzbel frunciendo el ceño.

-Dios, él ha ayudado a detener esta guerra, ¿no puedes quitarlo de la lista?-preguntó Lilith, interviniendo en la charla.

Para JungKook fue una sorpresa que su suegra-madrastra lo defendiera, después de todo sabía que aún lo odiaba.

-No, él ha atentado contra Luzbel. Por más que no sea un ser de mi agrado, hay un acuerdo de por medio que todos debían cumplir. Era algo importante que nos hubiera llevado a guerra, a una peor que esta-dijo él, tan tranquilo como siempre.

Seok Jin iba a hablar, pero JungKook decidió terminar con la discusión antes de que fuera peor.

-Acepto la condena-dijo llamando la atención de todos, incluso de su hijo que lo miró asustado-Solo quiero pedirte algo a cambio por entregarme.

Dios lo observó y asintió.

-Dime.

-Permite que mi bebé viva con Seok Jin-dijo y cuando Dios lo miró curioso, tocó su vientre.

-Aún no nace-concluyó Dios y JungKook asintió.

La sorpresa no se hizo esperar en el salón, Jin lo miró a los ojos, buscando rastros de mentira, pero no encontró nada. Solo la verdad, la pura verdad. Iba a ser padre e iba a perder de nuevo a JungKook.

-JungKook...

-Lo acepto-dijo Dios interrumpiendo a Jin-pero hasta el nacimiento, debes venir al Cielo y quedarte ahí.

-Dios, lo mejor sería que él se quede...-intentó decir Set a su favor, pero Dios lo interrumpió.

-Set, no. JungKook debe cumplir su condena allá, así como también tú lo harás de nuevo.

-¿De nuevo?-preguntó Exael preocupado-¿Encerrarlo de nuevo en el Cielo por algo que ya pasó?

-Sí-respondió Dios mirándolo.

-¿Acaso no podrías levantar el castigo? Él no es un pájaro al que debas enjaular-Set suspiró ante lo que dijo el demonio.

-No te metas-su voz sonó tosca y poco amable, parecía ser que le daba igual el castigo, aunque a Exael no.

-No me importa lo que ha pasado, ya todo está solucionado, no tienes que llevártelo-habló Jin molestó mirando a Dios.

-Reglas son reglas.

-Si fuéramos tan estrictos en las reglas no hubiéramos trabajo juntos-refutó el demonio.

-Exacto, pero en momentos de emergencia las reglas pueden romperse. La emergencia ya pasó.

Jin estaba tentado a golpearlo en la cara, aunque fuera difícil y seguro los Serafines que lo resguardaban atentarían contra él. Pero en ese momento nada le importaba.

La mano de su padre se posó en su pecho y dio un paso al frente.

-Hablemos de nuevo, pero esta vez solo seamos tú y yo-Lucifer miró a los Serafines tras Dios-Sin tu guardia real, por favor.

Dios los observó y asintió. Estiró su mano y cuando Lucifer la tomó se fueron de ahí para hablar.

Ya he subido el primer drabble de los premios, los demás los iré subiendo poco a poco 

Nos vemos! Besos! :D

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