Es imposible pero siento la necesidad de amarlo, pero él no quiere.

-Ojalá no sea eso, mejor cambiemos el tema.- me recuesto en la cama de Clary.

-Si, el próximo fin de semana es tu cumpleaños y hay que celebrarlo a lo grande.

-Por favor que no pase lo mismo que el de la otra vez.

Sole, Clary y yo terminamos en la comisaría por andar haciendo escándalo borrachas en la calle pública. Por suerte mamá ni papá no se han enterado, tío Alejandro nos sacó de la comisaría.

-Tranquila, este será en la playa, que te parece.- cierra su pc.

-Me parece una muy mala idea, quiero algo más sencillo.

-Y a ti desde cuando te gusta lo sencillo, siempre te has ido por los gustos caros.

-Todos algún día tenemos un cambio de pensamiento.

-Ya está decidido, será en la playa en el hotel Oxford, Sole y yo nos encargaremos de todo así que prepárate.

Joder, ese es uno de los hoteles más caros y lujosos de Inglaterra.

-Pero yo no quiero, además se ocupa mucho dinero.

-Sabes que dinero tenemos, desde que conociste a Aaron se te está yendo la hoya.- levanta sus cejas.

-Nosotros tenemos tanto dinero que lo despilfarramos, en cambio esa gente lucha por qué comer, por los estudios, se pelean un trabajo.- suspiro.

-Tienes razón Anahí, pero no hay nada en que podamos ayudar.

-Si que podemos, por qué tenemos que contratar a personas de buenas familias que están forrados en plata y no uno que sea pobre que si luchó de verdad por obtener un título universitario, que ellos si tengan necesidad de trabajar.

-Nunca lo había pensado de ese modo, siempre queremos que nuestro entorno sea con dinero, hay que cambiar eso, incluso papá necesita un ingeniero en informática en su empresa el antiguo se fue del país.- dice peinando su cabello rubio.

-Lo vez ese ingeniero puede ser un chico que necesite dinero, alguien pobre.

-Hablaré con papá.

-Le preguntaré a Aaron si sabe de alguien que necesite trabajo.- me pongo de pie.

-Uy, solo piensas en Aaron.- me molesta riendo.- Por qué no te lo tiras de una buena vez y le confiesas todo.

-Joder, Clary no digas eso.- le lanzo una almohada en la cara.

-Admite que te gustaría.

-Puede que si.- muerdo mi labio.

-Lo sabía.- levanta sus brazos en forma de victoria.

-Bueno, yo me voy, tengo fotografías que tomar.- bajo las escaleras acompañada de mi prima.

-Adiós Anahí.- besa mi mejilla.

Me marcho buscando un buen lugar para tomar algunas fotos, decido ir a la playa a ver si encuentro algún buen paisaje.

Enciendo mi cámara, hay algunas personas solamente, mi vista se va hacia una chica que camina sola por la orilla, creo que esa será una buena postal clásica.

-Disculpa, estoy estudiando fotografía y me gustaría poder sacarte una foto a ti, que me dices.- me presento.

-No lo sé, eres una completa desconocida.- frunce el ceño.

-Soy Anahí Boss.- le doy mi mano.

-Martina Klein.- sonríe.

-Bueno Martina me gustaría sacarte una foto, tal cual como ibas caminando por la orilla, si quieres te pago para que poses para mi cámara es por una buena causa.- arreglo mi pelo, maldito viento.

-Ustedes los pijos creen que todo se compra con dinero.- me recuerda a Aaron con semejante frase.- Pero acepto.

Hace exactamente todo lo que le pido, las fotos han salido geniales, tiene una bellísima sonrisa.

-Titi, donde te habías metido.- habla un chico acercándose a nosotras.

Esa voz de nuevo.

-Esta chica me estaba tomando un par de fotos.- nos presenta Martina.

-Tonta.- saluda sonriendo.

-Estúpido, que haces tu por aquí.

-Vine a buscar a mi hermana, veo que ya se conocieron.- sonríe con su perfecto rostro, que bueno está este hombre.

-Si, Anahí me dibujó en su cámara, dice que puedo llegar a ser una modelo, es muy buena fotografa.- comenta feliz.

-Esperame en la moto, tengo que hablar con Anahí.- me mira con voz fría.

-Adiós, fue un gusto conocerte.- besa mi mejilla y se larga del lugar.

Aaron se queda mirándome fijamente sin decir ninguna palabra, es tan diferente a los demás que parece de otro mundo. Tiene una jodida ropa puesta, se ve demasiado sexi y guapo, no sé como resisto no besarlo.

-No le vuelvas a decir cosas como esas a mi hermana.- rompe el silencio.

-Por qué, ella es muy linda, mira las fotos salieron increíbles.- le paso la cámara.

-No le metas cosas que jamás podrá ser, nacimos en este mundo lleno de pobreza.

-Dónde quedó ese Aaron que lucha, que hace de todo por su hermana.- cruzo mis brazos.

-Aquí está, pero quiero que mi hermana estudie.

-Eres egoísta de tu parte.

-Vete al demonio.- me da la espalda.

-Hijo de.- detengo mis palabras.

-Si, tu me sacas de mis casillas y me haces actuar como un hijo de puta, al diablo con todo lo que te dije, hasta ahora has sido una piedra en mi camino con la que me divierto pero se acabó.- escupe con odio.

Me ha vuelto a decir puta, es tan estúpido, idiota, él no vale la pena.

-Eres un imbecil, espero no volver a cruzar alguna palabra contigo.- salgo corriendo del lugar.

Soy una idiota.
Llego hasta un lugar llenos de rocas, grito a todo pulmón con mi rostro lleno de lágrimas, tomo mi cabeza intentando procesar como me puede gustar justo él.