Me gano con mi silla de ruedas en un café que hay al lado de la tienda.

-Se puede saber que haces siguiendome.- hablo enojada.

-Anahí, esto ya se me salió de las manos, yo te amo y no puedo permitir que nada malo te pase.

-De que mierda me hablas?.

-Estaba tan enojado cuando te vi con Aaron que no aguanté y hablé con unos amigos de mi padre.- baja la voz.

-Hijo de perra.- le doy una bofetada con todas mis fuerzas.- No te das cuenta del daño que me estás haciendo, causaron mi accidente, amenazaron a mi padre y ahora le piden un dinero a Aaron que jamás ha tenido, te odio maldito infeliz, por tu culpa casi muero.- lloro de rabia.

-Vente conmigo y no te harán daño, es simple.- encoje sus hombros como si nada.

-Como quieres que me valla contigo si no te amo, entiendelo enfermo de mierda, ni siquiera te estimo, por tú culpa estoy en silla de ruedas.- ya no aguanto este agobio.

-Perdón la cagué, estaba desesperado, ya no sé como acabar esto, se me escapó de control, inventé cosas que no debí.

-Si tienes al menos un poquito de dignidad, habla con la policía de esto y hazte cargo de tus actos.- seco mis lágrimas.

-Si quieres estar bien vente conmigo, te juro que no te pasará nada.

-Te voy a poner una denuncia por acoso idiota, le diré todo a la policía para que te pudras en la cárcel.

-Tú haces eso y yo mato a Aaron.

-Mátalo, yo y él hemos terminado, ya no me importa, ni aunque mates a todo el mundo, yo no voy a estar con un patán como tú.- saco los frenos de mi silla para irme.

-No te creo, tú y el maldito que mató a mi hermana siguen juntos.

-No estamos juntos, pregúntale a quién quieras, además tú mataste a tu hermana, nadie mas que tú y solo tú y vas a hacer lo mismo conmigo, deja a mi familia en paz, tú problema es conmigo y el imbécil de Aaron.

Perdón Aaron, pero tengo que fingir.

-Mi hermana murió por culpa de ese estúpido que sólo quería dinero. Tú vas a estar con migo o te haré mucho daño.- me toma del brazo y me besa.

-Sueltame.- le doy otra bofetada y salgo lo más rápido que puedo del lugar.

Me pongo a llorar como loca, hace unos meses mi vida era normal y ahora está todo patas arriba. Todo por enamorarme de ti Aaron.

-Anahí que te pasó.- dice Clary llegando a mi lado con las bolsas de ropa.

-Es Alex que no me deja en paz, quiere matar a Aaron.- hablo entre lágrimas.

-Vamonos a casa, es peligroso ese tipo.- toma Sole mi silla de ruedas.

-Llevenme a mi departamento, quiero estar sola, necesito pensar.- limpio mis lágrimas.

-Te entendemos, hay que denunciar a Alex, es mi primo pero es un acosador.

-No o va a ser peor.- me toma la cabeza.

Esto es malo para mi bebé, se supone que no tengo que vivir emociones fuertes ni preocupaciones.

**

Por suerte tengo guardadas las llaves de mi departamento, entro en él y es muy grande, tiene un balcón increíble, tres habitaciones, la principal que es la mía tiene baño, la cocina es espaciosa y la sala de estar es bastante amplia, la verdad es que parece casa. Amo a mi familia.

-Es muy lindo.- Sole mira a todos lados.

-Es genial, ahora van a tener privacidad tú y Aaron.- ríe Clary.

-No sé que haría sin ustedes.- las abrazo.

-Bueno nos vamos, cualquier cosa nos avisas.- comenta Sole y Clary.

Me gano sobre la cama, descubro mi pancita y pongo mi mano sobre está.

-No tienes ni idea de todo lo que está pasando aquí mi bebé, tú padre está amenazado al igual que yo por un idiota que no tiene idea de lo que hace.- de nuevo caen mis lágrimas, necesito a mi estúpido.- Ojalá que tú no tengas ningun problema y sea error de las máquinas, te amo mi bebé, bueno ahora me voy a arreglar para tú padre.

Me doy una ducha caliente, seco y aliso mi pelo, me coloco un lindo vestido que hoy he comprado, de seguro a Aaron le gustará, pinto mis labios de color rojo, delineo mis ojos y listo, me veo genial.

Hora de cocinar, me dispongo a hacer una lasaña.
Sigo las intrusiones al pie de la letra y parece que me está resultando.

**
Pongo velas en la mesa del balcón. Todo ha quedado genial.

Mañana le contaré a mi estúpido todo lo que hoy pasó con Alex, no quiero arruinar esta noche.

Ahora sólo tengo que esperar que Aaron llegue y parece que adivina mi pensamiento, tocan la puerta.