Narra Anahí

Franco se ha aprovechado de la situación, me besa cada vez que estoy desprevenida, de alguna manera me siento mal nunca había aceptado algo así, es un trato raro.

-Por favor dime que lo que me dijeron es verdad.- llega Clary a mi lado.

Estoy en la última clase de el día y la comparto con mi querida prima Clary, ella estudia teatro.

-Que te contaron.

-Que estas con el chico más guapo del instituto.- nótese su emoción.

-Se puede decir que si.

-Nunca pensé que estarías con Franco.

-La verdad es que quisiera estar con otro, Franco es mi falso novio por estos días.- pienso en el estúpido.

-No entiendo nada de lo que me estas diciendo.- me mira con el ceño fruncido.

Le cuento  todo lo que ha pasado con Aaron y como llegué a aceptar ser la novia falsa de Franco.

-Entiendo, pero por qué no tratas de que se lleven mejor.

-Ojalá fuera tan simple como decirlo, es un reto no pelear con él.- me pongo triste.

No me gusta pelear con la gente que estimo.

**

Por fin terminó la jornada, son las 8 de la noche, me voy a buscar mi moto.
Me estoy subiendo a ella cuando veo que llega Franco a mi lado.

-No te despides de tu novio.- ríe.

-Perdón mi bello novio, lo olvidé soy muy despistada.- exagero la frase.

En ese momento llega Aaron a su moto con un cigarro en la mano, suspiro por ese bombón.

-Nunca se te puede olvidar algo así.- me da un beso en la mejilla.

Aaron nos está viendo, lo puedo notar por el espejo de mi moto.

-Ven acá.- lo tiro hacia mi y le doy un beso en los labios, el estúpido pone una cara de asco.

Me toma de la cintura intensificando el beso.

-Consiganse un hotel.- habla subiendo en la moto.

-Y tu por qué te metes.- se da vuelta para mirarlo.

-Puedo decir lo que yo quiera, acaso no has oído hablar de libertad de expresión.- toma el casco.

-Hijo de puta.- murmulla entre dientes

-Perdona, que has dicho.- se baja de la moto.- A caso conoces a mi madre para decirme que soy un hijo de puta.

-Ya vasta, Franco vámonos no vale la pena pelear con él.- lo tomo del cuello, está furioso.

-Eso, mejor hazle caso a tu noviecita, antes que te rompa la cara.- me mira Aaron enojado.

En los problemas que me meto por los hombres, no sirvo para una relación.

-Aaron ya vasta por favor, vete de aquí no quiero problemas por tu culpa ni mucho menos ahora.- levanto mi tono de voz.

Me mira y mueve la cabeza en forma de negación.

-Él fue quien me dijo, hijo de puta o acaso fue mentira.- apunta a Franco con su dedo.- Te da miedo repetirlo?.

-No quiero malgastar mis palabras en un idiota como tú y por lo visto un muerto de hambre.- lo empuja.

-Te lo has ganado cabrón.- le da en toda la boca.

Tomo a Franco, y lo miro a los ojos.

-No le pegues a esta cosa, no te metas en problemas, vámonos, te curare esa herida.

-Te lo cobraré.- lo amenaza.- No te pego sólo por Anahí.

-Largo de aquí Aaron, eres un hijo de puta, de seguro tu madre es una ramera.- escupo furiosa, no lo soporto, se ha pasado.

No dice nada y se marcha en su moto.

Creo que metí la pata hasta el fondo, como se me ocurre decirle algo así.

-Quien era ese imbécil, lo conoces.

-Comparto unas clases con él y es tú nuevo compañero.

-Joder, de seguro vamos a volver a pelear.- suspira.

-Relájate, sólo no lo tomes en cuenta, no debes tener problemas.- le limpio el labio.

-Bueno, mejor me voy. -me da un fugaz beso en los labios.- Gracias por no dejar que me ensusiara las manos con él, eres una buena chica.

-Adiós guapo.

Me marcho del lugar a toda velocidad, quiero olvidar ese episodio, como pasó por mi cabeza decirle una locura como esa a Aaron, aunque se lo ganó pero con una madre no sé mete.

Narra Aaron

No aguanté que Franco me dijera eso, se mereció ese puño es su cara. Pero que Anahí me haya dicho que mi madre era una ramera me dolió en el alma, conmigo se pueden meter pero con mi familia si que no, eso no lo soporto jamás.

Mi madre murió cuando tenía sólo 5 años, fue el peor día de mi vida no entendía nada de lo que estaba pasando, murió de cáncer en el cerebro, ella luchó hasta el último día por mantenerme a mi y a mi hermana bien, a mi padre lo mataron cuando tenía 5 años igual.
Ese fue el peor año que tuve, mi padre y mi madre muertos, mamá me hizo prometerle en una carta que me dejó que nunca dejara de luchar por lo que quiero, así como lo había echo ella por nosotros. Estoy intentando hacerlo pero se me está haciendo muy difícil estudiar y trabajar.
Por el momento tengo que buscar otro trabajo para pagar el colegio de Martina y arreglar la casa que cada día se está volviendo más vieja. Extraño demasiado los pocos momentos en los que tuve una familia bien conformada, sólo quedaron los vagos recuerdos y algunas fotos viejas.