pasean por tu casa
esculpida en Isla Negra

yo estoy aquí sentada en esas rocas que dejaste por tu patio
justo enfrente a esa araucarita
¿la plantaste tú?

¡es hermosa Pablo!
dibujada justamente en el lugar perfecto
exacto
sublime

frente a ella un ventanal me saluda

desde dentro de tu casa
hoy tendrías al mar de un lado
y su amado Temuco del otro

pero no estás
ya no estás

y yo aquí sigo absorta
intentando robar parte de ti
parte de lo que un día fue tu hogar
el techo que te protegió
el escritorio que vio el nacimiento de tan bellos versos
que tus manos crearon
manos de un artista que un día pisó ese mismo jardín

y el escritorio llora
sigue llorando como toda tu casa

sus lágrimas han llenado el océano
(ese mismo que te cantaba canciones dulcemente inspiradoras)

¿cómo no inspirarse frente a este paraíso?

es injusto que todos esos majestuosos  árboles vivan más que tú

es injusto que tus ojos no se claven más en esas olas color turquesa
que trae el mar
con poesía que viene de la profundidad acuosa
y es tuya
y es solo tuya

hoy la rapto
la secuestro
la cobijo con mi lápiz en este papel

la gente camina sin percatarse
de cómo cada una de esas paredes
esconde tus palabras
que se escurren y caen
como si huyeran de pupilas lejanas
pupilas sepultadas
justo frente a ese mar

yo intento contagiarme con lo que dejaste
con lo tanto que quedó de ti aquí

Isla Negra sigue de luto
pero yo festejo la vida
y agradezco tener los ojos muy abiertos
como cámara fotográfica
guardando cada pedazo de este tesoro
que vale oro
que vale más que la plata

tesoro que quiere volar lejos
por cada rincón del planeta donde no estuviste
pero deseaste ir

cada mariposa de colores
cada escarabajo
caracola
concha
pide libertad para explorar todo
para cargar con tus maletas y marcharse

llevar tu reflejo a esos puertos distantes que te siguen esperando

porque definitivamente la tierra sigue esperándote

te espera pacientemente inquieta
junto a tu pluma y tinta verde
para pintar verde el mundo

mi mundo
todo mi mundo