patéticamente loca
creí en la literalidad de tus palabras
"siempre te iré a visitar"

y te esperé

cada viernes por la tarde
con la casa limpia
y una sonrisa gigante en mi cara

y no viniste

nunca pudiste venir

todos los sábados se arrastraban entre lágrimas y pena

pero la esperanza por verte
me devolvía la vida
me devolvía el aire
para una semana más
un mes más
un año más

hasta que mis pupilas se empaparon de realidad
hasta que mi corazón ingenuo
dejó de soñar con cosas imposibles

y cerré mis ventanas
y me cerré con candados y códigos

totalmente preparada
para mi insistente

                 e inminente

próxima decepción