Contamina todo con veneno

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 La motivación para crear este capitulo fue gracias a otro_comentario Por tus locos trios me inspire para este capitulo =w=Uu Espero que estés feliz y disfrutes de este capitulo especial como todos los seguidores del fanfic Strepper Sonadow Lemon.





Tomaba toda las provisiones que restaban en aquel oscuro refugio que había construido varias semanas atrás para mantenerlos a salvos de los peligros que afrentaban al estar afuera de aquel pequeño sitio donde se escondían. Les indicaba en voz baja a las pocas personas que se encontraban ahí lo que tenían que hacer y cómo hacerlo, entregándoles a cada uno un arma de fuego y deseándoles buena suerte con la mirada.

Varios golpes desenfrenados, en son de llamado, fueron emitidos por el gran portón del garaje, alertando a cada una de las personas dentro de aquel escondite.

- ¡¡Abran la puerta!! – Se pudo escuchar desde afuera una voz ronca y molesta, exasperada por no escuchar respuesta inmediata - ¡Salgan sin oponer resistencia y no habrá consecuencias! – Volvió a hablar aquella persona golpeando un par de veces más.

En total silencio, todos tomaron sus pertenencias en bolsos, preocupados y asustados por lo que fuese a suceder de ahora en adelante con sus perseguidores a tan solo unos cuantos metros cerca de ellos.

- Vayan por las alcantarillas, quédense en los callejones, por las sombras, no se confíen de ellos... - Decía casi en un siseo regañado para que sus órdenes fueran bien recibidas – Y si los acorralan... No duden en usar sus armas... - Dijo esto último con un son de pena, tomando sus pertenencia que ya habían sido preparadas mucho antes para una situación de emergencia, una igual a la que estaba pasando en ese momento.

- ¡¡No lo volveré a repetir!! ¡¡Salgan y no habrá ningún daño colateral!! – Amenazo una vez más el sujeto, lográndose escuchar otras voces opacadas por él, cotilleando entre risas y sonoras carcajadas maliciosas.

Todos los fugitivos tomaron por unos conductos de pozo séptico en desuso, esperando que su líder fuera con ellos, pero tenía que preparar una maquinaria para poder distraer a sus perseguidores. Alisto mechas y pólvoras, tratando de activar el cirquito con unos fósforos, maldiciendo en voz baja por no prenderse de una buena vez el maldito encendedor mientras retumbaba y retumbaba el portón de aquel pequeño garaje, avisando en ser derribado por la fuerza que ejercían en este por los golpes que le proporcionaban desde afuera, frustrándose en desesperación al tratar de encender un mechero, no tardando tanto en prenderlo como ella sintió que fue.

Oprimió el botón en la pared para abrir la compuerta del garaje, corriendo hacia el conducto séptico y cerrándolo tras suyo con una tapa de alcantarillado, huyendo lo más rápido de aquel lugar que fue su casa durante bastante tiempo.

- ¡¡Entren!! ¡No esperen más! ¡¡YA, YA, YA!! – Grito eufórico, luego de poder doblar el pesado metal de la santa maría aun cuando se estaba abriendo, terminaron de descomponer el motor y la puerta consiguiendo hacer una apertura con toda la fuerza bruta involucrada - ¡Tómenlos a todos! – Lograron adentrarse un grupo de hombres y mujeres armados con pistolas tranquilizadoras, cuerdas y grilletes; todos preparados para tomar a varias personas bajo su control, dándose cuenta muy tarde de la trampa que tenía esta al ver como la mecha llegaba hacia una caja repleta de fuegos artificiales apuntándolos - ¡Esperen! ¡¡Todos, abajo!! – Ordeno, lanzándose al suelo, seguido de que una gran explosión de colores y fuego reventara en todo el lugar, lastimando a la mayoría que no tuvieron la suficiente destreza o reflejos para no salir lesionados en aquel jaleo provocado por sus objetivos – Maldición... ¡¡Mierda!! – Dijo luego de ver a toda su pequeña tropa herida y dispersa ante la conmoción, suspirando fuertemente antes de activar su walki toky – Escapo...

Se escuchó un poco de interferencia para luego escucharse un "Bip" del otro lado.

- ... Aah... - Un pesado y gutural suspiro se escuchó del otro lado del comunicador, dejándose por notar lo molesto que estaba ante aquel aviso – Dijiste que ya lo tenías... Knuckles...

- Lo sé, señor, lo siento... - Trago saliva, viendo el desastre en busca de buenas nuevas para informarle a su superior.

- ¿A dónde se escapó? – Pregunto entre dientes molesto, raspando el mueble de su limusina con sus garras.

El echidna rojo busco entre todo el humo alguna salida de aquel lugar, notando que la única vía de escape era en los drenajes.

- Escaparon por las alcantarillas.... – Pensó un poco más, recordando bien los caminos que llevaban aquella zona de la ciudad – El norte y sur están bloqueados por mis tropas, debe de estar por tomar hacia la Av. Roublin...

- Jumh... Bien... - Miro al frente, percibiendo desde hace mucho tiempo las miradas de sus ciervos en espera de alguna orden –...Esta cerca... Nos ocuparemos personalmente de ella... - Sonrió de lado, apagando el comunicador.

Bajo el pálido color amarillo del bombillo, se encontraba sentado, cruzado de brazos en el asiento del automóvil, meditando bien antes de dar otra orden. Soltó un largo suspiro, pasando sus dedos por su sien por el estrés acumulado por la petición de uno de sus esclavos, una petición que decidió aceptar con el pretexto de un trato.

- Vayan a atraparla.

- Si, amo... - Dijeron al unísono los tres erizos, iluminándose sus rostros con sus distintivos colores de ojos, más una chispa de un color fucsia en sus pupilas oscuras.

Con algo de esfuerzo, destapo el alcantarillado, saliendo a hurtadillas sin que nadie la viese, dejando la tapa en su lugar y corriendo entre las sombras hasta llegar a los callejones, esperando no encontrarse a nadie a excepción de su grupo, el cual había dejado tomar la delantera, pidiendo al cielo y la tierra que estuvieran a salvos y que se lograra encontrar a todos en el punto de encuentro donde había acordado.

En sigilo, fue caminando entre los callejones, cuidadosa, algo asustada, pero firme y calculadora ante cualquier señal o ruido del cual pudiera ponerle en peligro; lo que no se esperaba era encontrarse a alguien al final de uno de los callejones, conduciéndola a un entrecruce de caminos.

- ¿Shadow? - Dijo en un tono de ingenuidad, acercándose con lentitud.

El llamado volteo lentamente a la dirección donde lo habían nombrado, viendo durante unos segundos de lado a la gatita morada, mientras esta le miraba a una distancia prudente

- Blaze... Me alegro de verte - Termino de voltearse, mostrando un aliviado semblante, tratando de no alzar mucho el tono de voz.

- Shadow... - Tratando de no alzar tampoco el tono de voz, corrió hacia él, abrazándolo con alivio - Gracias al cielo... Estás bien. No te había visto desde hace dos semanas... ¡Todo se ha vuelto un caos! Por un momento pensé que te atraparon y te convirtieron en un fecundador ¡O en esos sujetos! - Se separaba un poco del otro para verle a los ojos, buscando una previa respuesta en su rostro.

- Sí, no fue nada fácil... Pero aquí estoy - Dijo con un tono de voz alegre y positivo, sonriéndole con cariño a la gatita - No te hicieron nada ¿No? No te han tocado ni han dado feromonas ¿O sí? – Preguntaba ahora con preocupación, revisando con la mirada todo el cuerpo de la gatita.

- No, nada... Con suerte – Dijo con un tono algo triste agachando la cabeza.

- Oh, gracias... - Suspiro, llevándose la mano al pecho, observando nuevamente alegre a la gatita - A Silver le alegrara mucho saber eso...

- ¿Silver? - Espabilo, viendo con impresión al azabache - ¿Él está bien? ¿Está contigo? - Ahora la preocupación pasaba a ella, sosteniendo a Shadow de su chaqueta.

- Si, jajajaja. Esta detrás de ti... - Dicho esto, la gatita se giró, viendo como del mismo callejón donde había entrado salía un erizo albino con una vestimenta deportiva pero casual.

- Silver...

- ¡Blaze! - Grito con alegría, corriendo hacia la gatita para abrazarla, levantándola del suelo para dar un giro con ella mientras la mantenía alzada - ¡Te extrañe tanto! Me alegra que estés totalmente intacta.

- ¡Silver! - Regaño, pero aun impresionada y contenta, aceptando el abrazo mientras la volvían a colocar en el suelo - No hagas mucho ruido... - Observo un poco más a su querido erizo, sonriendo con cariño mientras sus ojos se humedecían - Me alegra tanto que estés bien - Volvió a abrazar al peli blanco, frotando su cabeza en su pecho - También te extrañe mucho... Pensé que jamás volvería verte...

- Oh, Blaze... Que pesimista... Yo, en cambio, sabía que tarde o temprano te encontraríamos - Dijo en un tono algo perverso, pasando su mano en la cintura de la morada, la cual, reacciono asustada, alzando su mirada para ver esos ojos dorados brillando con gran intensidad con una chispa rosada; mostrando una sonrisa pícara junto con dos afilados colmillos de los cuales escurría un líquido viscoso rosado - Soy... Tan feliz ahora... Muy feliz...

De un empujón se apartó del albino, viéndole con temor por su actitud y mirada totalmente diferente a él. Voltio tras suyo, observando a Shadow en busca de ayuda, pero este le dedicaba una mirada igual de pervertida que la de su amado erizo, dejándola en estado de shock por aun no lograr procesar lo que estaba pasando. Al ver como lentamente se acercaban para acorralarla, salió corriendo en dirección a una de las salidas de aquella encrucijada, pero sin siquiera llegar a alguna de estas, fue detenida por los hombros, reteniéndola un abrazo firme de alguien a sus espaldas.

- ¡Blaze!... ¿Cuánto tiempo sin vernos? - Dijo en tono de broma el erizo cobalto, dándole un beso en la mejilla a la gatita que asustada trato de separarse del azul, logrando liberarse y separarse de este, erizada por el miedo - Jajaja, realmente eres adorable. Ahora entiendo porque Silver esta bobito por ti. ¡Mira lo esponjada que estas! ¡Eres demasiado tierna! - Dijo, llevándose sus manos a sus mejillas, mostrando una mirada perdida en perversión y fascinación hacia la gatita.

Temblando y agobiada, miraba a los tres erizos que le habían cubierto las salidas, rodeándola mientras se intercambiaban miradas quisquillosas. Blaze solo pudo soltar un lamentoso suspiro, agachando la cabeza, tomando un recuerdo que resguardaba desde hace días, tomándolo como su arma para tratar de salir de su difícil situación.

- ¿Qué hicieron?... – Dijo casi en un murmullo, en un tono de impotencia apretando los puños - ¿Qué le hicieron a Silver?... – Levanto la cabeza, viendo furiosa a los dos erizos mayores que se sorprendieron tan solo un poco al verla con ese coraje – Ustedes... ¡Ustedes! – Piso con fuerza el suelo, pareciendo que en cualquier momento se lanzaría sobre ambos erizos – Prometieron que lo cuidarían, ¡Prometieron que lo cuidarían!... ¡¡No se los perdonare!!

Tomo carrera para envestir a Sonic, siendo detenida a mitad de camino por Silver, quien le jalo de su brazo, dejándola de espalda hacia él. Le retuvo sus manos con una de las suyas, y con la otra su pierna por si se disponía a golpearle en sus partes bajas, dejando a la gatita con los brazos sobre su cabeza y su pierna izquierda alzada; una posición muy incómoda para ella, pero muy versátil para el albino quien le daba la libertad de apoyarse tras ella mientras acariciaba su muslo sobre la ropa

- ¡Silver! ¡Suéltame! – Forcejeo con todo, perdiendo el equilibrio varias veces por estar sostenida de una única pierna – Esto no está bien, tienes que despertar y luchar contra esto, por favor. ¡Lo que estás haciendo no está bien! ¡Por favor, reacciona! - Regañaba, tratando de no avergonzarse por lo que hacia el otro sin su consentimiento, no pudiendo evitar sonrojarse y esponjarse.

- Blaze, no hay nada contra que luchar... Solo déjate llevar – Sedujo Silver, apoyándose tras Blaze para ir frotando su miembro endurecido en su trasero.

- ¡¡No, Silver!! ¡Detente! ¡No hagas esto! – Grito exasperado, sacudiéndose y tratando de apartar al albino sin éxito - ¡Ellos te hicieron esto! ¡Te controlan! ¡Tú no eres así!

- Te equivocas, Blaze... - Susurro sensualmente en el oído de la gatita, provocando que se esponjara más - Ellos no hicieron nada... - Blaze escucho atenta, viendo de lado al erizo tras suyo, observando una mirada seria... Algo triste... Pero calmada, que de algún modo le proporcionaba tranquilidad a la gatita - Fui yo el que provoco todo esto... Ellos cumplieron con su objetivo... Pero yo... - Se acercó más a Blaze, frotando su mejilla con la de ella - Yo decidí convertirme en esto - dio una lenta y larga lamida en la mejilla de Blaze, sacándola a la realidad, volviendo a un inútil forcejeo de escapar.

- ¡¡SUELTAME!! ¡TU NO ERES SILVER! - Gruño, moviéndose con más fuerza.

- Tranquila, Blaze... No es tan malo una vez comienza - Comento Shadow, acercándose a la pareja, dedicándole una sonrisa tranquila y coqueta a la felina - Ya no hay más opciones... Solo el placer...

- Si. Lo entenderás más rápido que todos nosotros, más si es con tu amado - Comento igual Sonic, acercándose al grupo, viendo de reojo a Silver con total picardía - Sera divertido...

- ¡¡DEJENMEEEE!! ¡¡NO ME TOQUEN!! - Gritaba ahora con euforia, agitándose frenéticamente sin mucho éxito, observando con temor a los dos erizos que empezaban a acorralarla con Silver - ¡¡No quiero que me toquen!! ¡¡NOO!!

- Ya, ya... Tranquila, Blaze. Solo están jugando contigo - Trato de calmar Silver, acariciando a la gatita con su rostro, frotándose en ella - Ninguno de ellos te tocaran... Solo el amo y yo lo haremos - Blaze se asustó más con esa respuesta, erizándose y temblando del miedo al oírlo decir eso - Te haremos totalmente nuestra... Aahhh... Solo tengo que... Convencerte de ello... - Gemía débilmente, acercándose al cuello de la gatita para morderla con sus colmillos, ansioso de inyectar su veneno.

- Silver... - Una voz gruesa y áspera se hizo presente, deteniendo de golpe a Silver por lo opresiva de esta. No sonó molesta, sino de seriedad, provocando que los tres erizos voltearan cuales suricatos hacia la dirección del que llamaba - ¿Qué fue lo que te dije?

- ... Mmmnnn... ¿Traerla totalmente ilesa hacia usted? - Pregunto con una sonrisa tonta, mostrando la lengua como seña juguetona.

- Así es... - El erizo oscuro se acercó más, haciéndose notar con la poca luz que había en ese callejón. Sus ojos jades resplandecían, iluminando su rostro de un verde pasto, observando al grupo con autoridad y paciencia - Tráela a mí...

Silver tomo firmemente a Blaze, casi arrastrándola por la resistencia que oponía para alejarse de aquel ser, aquel sujeto que le daba terror al recordar su rostro, que al reconocer su voz le dieron nauseas por los nervios de estar en el mismo lugar que él, negando con todas sus fuerzas en acercarse a aquel demonio que le había quitado su vida tranquila, aquel demonio que le había quitado a su Silver.

- ¡Vamos, Blaze! Saluda al amo, demuestra cuanto respeto le tienes – Animo Silver, empujando a la gatita al pecho de Mephiles, acorralándola a ella de la espalda, quedando frente al demonio, no pudiendo evitar chocar con el cuerpo del otro erizo frente a ella. Siendo apretujada contra ambos para no permitirle la salida.

- Finalmente... - Dijo el demonio, tomando el mentón de la morada para que le viera directamente a los ojos, mostrando satisfacción por verla tan asustada frente a él – Tengo que decir que estoy impresionado, señorita Blaze... - Dijo Mephiles, paseando su mano en la mejilla de la minina que reaccionaba con miedo - Realmente fue un reto en dar con usted, algo de lo que tengo que admirar. No tenía idea que sería un hueso tan difícil de roer, nunca lo pensé al verla aquella noche en su casa, tan indefensa y asustadiza como se muestra ahora – Sonrió con malicia, al ver la reacción molesta de la gata, soltando leves risas entre dientes, pellizcando su mejilla como si fuese una chiquilla, provocando que esta apartase su rostro de sus manos con molestia - Pero... Mi dulce mascota, te desea demasiado, tanto, que me logro convencer para que te mandara a buscar. Porque hay que ser sinceros, señorita Blaze... - Su esclerótica se pintó de rojo y una sonrisa de penumbras se formó en su rostro sin labios, asustando atrozmente a la gatita que trato de retroceder – De saber que serias un dolor de muelas te hubiera matado aquella noche - Se burló maléficamente, calmando sus risas para continuar con un rostro más sereno – Pero, haría cualquier cosa por mi leal y obediente esclavo ¿No es así, mi mascota?

- ¡Si, amo! Y estoy muy agradecido de que nos dé esta oportunidad, amo... Mi dulce y querido amo - Empezó a menearse y a frotarse contra Blaze, sin apartar la mirada del de ojos verdes, mientras le miraba con mucha emoción, sin importarle como se sintiese la gatita en esa posición.

- Si-Silver... Por favor, para... - Pidió Blaze en un sollozo quebrantado, tomando toda la atención del erizo blanco que cambio su alegre semblante a uno serio y preocupado, volteando a ver a la gatita que tenía aferrada de brazos – Por favor, Silver... Déjame ir... No quiero esto – Levanto la mirada, mirándolo con ojos mojados, entristecida por estar ante el ser que amada corrompido y deseándola verla del mismo modo, junto con el ser al que más odiaba.

- Oh Blaze... No llores – Separo a la gatita del demonio, girándola para que quedara frente a él, consolándola con gentiles caricias en su rostro y limpiándole las lágrimas – Pronto lo disfrutaras tanto como yo... Tienes que hacerlo... - Se abrazó a ella, acercándose a su oreja – Es la única forma de mantenerte con vida – Susurro débilmente, lanzando una mirada tan vacía hacia el resto de los erizos que los rodeaban. Enredo sus dedos en su suave cabello lila, apretándolo entre su puño - Es la única forma de estar juntos - Dijo lo último en un murmullo, hundiendo su nariz en su cabellera, aferrándose más en ella.

- ... No... No puedo, no quiero... No así... - Se apartó como pudo, volteando tras ella para ver con odio hacia el erizo oscuro, el causante de todo esto - Lo que haces no será perdonado, Mephiles the Dark – Se dirigió ante el demonio, con ojos húmedos pero furiosos – Puede que hayas tomado a mis amigos, a mi familia, incluso a mí, pero no podrás con el resto del mundo. Esta ciudad no te pertenece, no puedes tomarlos a todos, porque en cada sitio hay alguien que resistirá ante ti y te destruirá, maldito – Advirtió sin duda en su voz, viendo desafiante al erizo delante ella que solo soltó un monosílabo en tono de risa.

- ¿Con eso te refieres a las personas que huyeron de tu refugio? – Pregunto irónicamente, sonriendo con burla, viendo fascinado el rostro de la gata que palideció ante lo que dijo.

- ¿Qué?... ¿Qué les?...

Señalo con un movimiento de cabeza hacia uno de los callejones, indicándole que se dirigiera ahí. Resguardada o más bien, escoltada por los cuatro erizos, fue por el callejón, saliendo a la calle para presenciar una escena que le haría recordar de lo que había estado huyendo todo ese tiempo, divisando el horror de lo que sucedía con las personas que se resistían hacia su voluntad...

Todos, incluso personas que no estaban con ella en el refugio, se encontraban huyendo, gritando, gimiendo y sollozando por sus agresores, gentes armadas con fusiles sedantes que disparaban a diestra y siniestra a todo aquel que huía de aquel lugar, dejándolos inmóviles en el suelo o convulsionando por las feromonas que eran rechazadas por sus débiles cuerpos. Aquellos que no rechazaban las feromonas quedaban inmóviles con un fuerte dolor en su vientre mientras empezaban a escurrir un líquido rosado por su boca. A estos se les sodomizaba con violencia, arrebatándole sus prendas para ser violados de muchas maneras por varias personas.

La mayoría de los sometidos, estaban ya en un éxtasis, gimiendo y pidiendo más de sus agresores, siendo penetrados por más de uno en plena calle, comenzando a gemir a todo pulmón, satisfechos por las sensaciones que eran otorgadas por la malditas feromonas.

- No... No, no, no ¡No!... - Blaze sin poder soportar por más tiempo aquella escena partió en un llanto, aferrándose en Silver, apartando la mirada hacia ese horrible escenario, ese final del cual iba a ser participe - No por favor... Por favor, no, no, no...

- Lo siento, Blaze. No quería que vieras esto... No aun - Apaciguo sus llantos, acariciándole la cabeza, manteniéndola en un abrazo.

- Tenía que verlo, sino seguiría intentando en escapar y tratar de resistirse ante nosotros - Discrepo Shadow, acercándose a la pareja – Así entenderá que sin importar cuanto huya de esto... Terminará igual como todos - Paso su mano a la espalda de Silver, llevándola lentamente hacia su hombro y luego hacia la cabeza de la gatita, consolándolos a ambos - Solo está la diferencia de que tienes la oportunidad de estar con la persona que amas, tienes la oportunidad de poder estar viva y vivir para estar con él... - Observo por un momento al erizo azul, que le devolvió una sonrisa tierna con mejillas sonrojadas - Pronto sabrás vivir con esto.

No hubo respuesta de la gata lila, solo pequeños sollozos tristes, aun manteniendo su rostro oculto en el pecho de Silver, no deseando escuchar ni ver más del terrible destino que le deparaba, ante este nuevo infierno que surgía de entre las órdenes de un erizo oscuro. Él mismo conversaba con varios de los guardias que cometían aquellas atrocidades, llamando luego a Sonic, entregándole unos objetos en mano, intercambiando miradas como una conversación, para luego montarse en su limusina, en espera de los demás.

- Todo estará bien, Blaze, no dejare que nadie te lastime. Te protegeré, te cuidare, te lo prometo – El albino continuo acariciando la cabeza de la morada, arrullándola con mucho cariño y sutileza, calmando tan solo un poco sus llantos – Todo estará bien ahora, estamos juntos ahora...

- Sera mejor dejar esto por hoy – Comento Sonic, positivo y alegre ante sus palabras – Ya es muy tarde, creo que debería de dormir – Le entrego a Silver un pañuelo, no sin antes remojarlo con el líquido de un frasco oscuro – Los niños pequeños tienen que dormirse temprano.

Silver con rapidez y cautela, coloco el pañuelo en el rostro de Blaze, durmiéndola luego de que esta forcejeara un poco, cayendo rendida rápidamente sobre sus brazos. El erizo que la sostenía al estilo nupcial, la mantenía pegada a su pecho, sintiendo su respirar debilitado por haber llorado, admirándola por tal belleza que traía aun con su semblante entristecido en sueños.

- ... Descansa, Blaze. Mañana será mejor – Comenzó a caminar con Blaze en brazos, topando de frente con Sonic que le obstaculizaba el camino con una sonrisa divertida en su rostro.

- Oni-chan, dije que los niños pequeños tienen que dormirse temprano – Saco otro pañuelo de su bolsillo, colocándoselo en el rostro a Silver, tumbándolo a los brazos de Shadow que lo recibió al verlo caerse de espaldas – Eso te incluye también a ti – Al quedar dormido, Sonic le retiro a la dormida Blaze de su agarre, cargándola dirección hacia la limusina tras Shadow que de igual manera cargaba a Silver.

- No era necesario dormirlo – Comento el azabache, viendo en regaño al azul que andaba en un caminar alegre – Tan solo tenías que decirle que no se podía quedar con ella esta noche.

- Yo si lo vi necesario, después de todo, tú lo criaste y conociéndolo, habría armado un jaleo enfrente del amo al saber que no se quedaría con ella esta noche. Le falta más disciplina – Menciono, dejando a Blaze acostada en uno de las sillas del automóvil – Además, quería hacerlo para molestarlo. Es tan adorable cuando duerme.

- Ah... Eres un caso... - Dijo, dejando igual a Silver en uno de lo muebles dentro del auto.

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- Sonic... Ya, detente - Gruñía Silver, terminando de lavar los platos del desayuno - Ya te he dicho que hoy no haré nada contigo.

- ¿¡Por qué!? Tan mal debes estar por Blaze que no quieres tener sexo conmigo - Bufo Sonic, apoyándose en el posterior de Silver, frotando su entrepierna en el trasero del otro quien llevaba aun su ropa puesta - Todo por querer estar con tú Blaze ¿¡Y yo que!? ¡Estoy celoso, Oni-chan! - Molesto, empezó a envestir con más fiereza, aferrándose de Silver para que no se pudiera ir.

- ¡Shadow! – Llamo en un chillido a su tutor, tratando de deshacerse del azulado.

- ¡Vamos, Oni-chaaaan! Solo una cogidita rápida – Pedía el erizo azul, manoseando el pecho del albino.

- Sonic, deja a Silver - Shadow detuvo a Sonic, tomándole con fuerza de su miembro erecto, jalándolo a otro lado.

- ¡¡Aah!! ¿¡Pero por que la violencia!? - Se quejó, siendo llevado a una distancia prudente de Silver.

- Ya escuchaste que Silver no quiere tener sexo con nadie hasta después de hacerlo con Blaze, respeta su decisión - Dejo de someter el pene del otro en dolor y comenzó a masturbarlo - Además... Quiero hablar contigo de algo importante, así que deja que Silver se vaya...

- Como digas, mi amor jajajaja - Se reía entre gemidos, dejándose tocar por el moreno, viéndolo con una cara abobada.

- Gracias, Shadow-kun - Dijo Silver, despidiéndose de su tutor con un beso largo, dejándose embriagar un poco por la lengua del otro que era introducida para saborear la boca del joven, quedando un tanto atontado, sacándolo de ese trance al recibir una nalgada del mismo - ¡Nyaah!

- Vamos, No pierdas más tiempo, pequeño - Sonrió con picardía, continuando con Sonic en llevar sus dedos en su entrada, provocando que gimiera con impresión, sosteniéndose de Shadow para mantenerse en pie.

- ¡Aahhh! Shadow... Más, más, se siente muy bien - Gemía contento, abrazándose de su pareja, mientras observaba a Silver marcharse - Adiós, Oni-chan, pásala bien ¡Nhaaa! Tráeme una grabación de su reconcilio - Dijo antes de ser mordido por Shadow, siendo estimulado en todos sus puntos más sensibles - ¡¡Aaaahhh!! ¡¡Shadow!! Aun no me has penetrado y ya me quieres volver loco.

- Hmmp - Se burló de la reacción del azul, levantándolo para acostarlo sobre un sofá, desvistiéndose para mostrar su miembro alzado para comenzar. Se acercó al cuerpo tendido de su pareja, dando rápidas lamidas y olfateando el olor del otro - Mmmnnn, si, tienes razón... Estas en celo - Comenzó a morder y dejar chupones en todo el cuerpo de su erizo, provocando que gimiera con gusto por esa atención en su cuerpo.

- ¡Aaah! ¡Shady! Jajaja ¡Mmhaa! Eres tan dulce - Haciendo su escenita de pasión, continuaron sin prestar más atención a su espectador, que sonrió para luego marcharse fuera de su hogar.

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En la limusina, Silver jugueteaba con una copa de champaña y su aceituna sin aun degustar de la bebida; se la había servido el copiloto de la limusina, comunicándole que Mephiles le daba sus felicitaciones, pidiéndole que celebrara con una copa de su mejor Champaña. Sin embargo, Silver aún no tenía su paladar acostumbrado al alcohol, sintiéndose un poco mal por no obedecer esa petición de su dueño.

No tardó mucho en llegar. El tránsito en esos días era totalmente escaso, al igual que el movimiento metropolitano de los ciudadanos; todo se había vuelto más tranquilo después de que la mayoría de los pobladores de la ciudad habían muerto por rechazo a las feromonas, dejando al resto de los sobrevivientes en continuo coito, por lo menos de 5 a 7 veces al día.

Silver se bajó de su transporte, entrando a la enorme mansión de su amo, abriendo las puertas de la entrada como si él también fuese dueño del lugar, marchando en un trote infantil por los pasillos.

- Amo Mephileeeeees~ - Canturreo, buscando de cuarto en cuarto al erizo, encontrándolo sentado en el escritorio de su oficina - Amo Mephiles... - Se adentró al lugar, inclinándose elegantemente, elevando una mano hacia atrás y la otra sosteniendo su pecho, bajando sus orejas como muestra de sumisión - ¿Como esta?

- Silver... Con tu suerte y la de tu querida gatita, me encuentro de buenas... - Contesto, dejando unos papeles en su escritorio.

- Me alegro mucho, mi amo - Volvió a tomar una posición normal, acercándose hacia el veteado con entusiasmo - ¿Y cómo esta Blaze?

- No lo sé - Respondió secamente y sin emoción, viendo sin mucho interés al albino.

- ... Ammm... ¿Cómo no lo sabe, mi amo? ¿No se quedó con ella anoche? - Interrogo con un tono nervioso, retirando la alegría de su semblante.

- Así es... Se quedó aquí, en mi mansión, sin embargo, no conmigo... No creías que pasaría lo noche con alguien a quien no puedo tocar ¿O sí? - Con un tono de burla se levantó de su asiento, acariciando las largas y frondosas púas del oji-ambar, caminando hacia su teléfono local para presionar un botón de llamado - Paso la noche con las sirvientas. Se aseguraron de vigilarla y de que nadie se acercase a profanarla, además de prepararla para el día de hoy.

Inmediatamente, entraron tres mujeres vestidas con trajes de mucamas, muy reveladoras. Una gatita de pelaje totalmente oscuro con ojos azules, una murciélago de pelaje castaño y una pereza joven; todas con magulladuras, golpes, cortes y mordidas muy dolorosas en todo su cuerpo. Las tres se inclinaron en reverencia, saludando a ambos erizos, mostrando en sus rostros cansancio.

- Para antes de que supongas algo... Estas tres sirvientas son nuevas aquí, aún no he podido estrenarlas como se debe, así que yo no les ocasione esas heridas - Menciono con algo de decepción en su tono de voz.

Silver asintió, algo confundido, ya que el único que llegaría a causar un daño así, dejando aún con vida a las víctimas, seria Mephiles, estando de buen humor en la cama.

- La causante de esto fue Blaze - Aclaro Mephiles, dejando impresionado a Silver con la respuesta a su duda.

- Estábamos aseando su cuerpo mientras aún estaba dormida y nos atacó violentamente... Es un milagro que hayamos podido colocarle las prendas que eligió el amo Mephiles... - Comento la gatita de pelaje oscuro, viendo con seriedad al albino.

- Con suerte llegaron los guardias para retenerla un poco... Así no arruinara el trabajo que hicimos, amo Mephiles y Silver... - Añadió la pereza con una mirada tierna, agachando un poco la cabeza con timidez.

- Pero ya está lista para ustedes, amos... - Termino de decir la chica murciélago, con una serenidad en su forma de hablar.

- Es... Un alivio escucharlo... - Dijo Silver, aun preocupado, viendo a Mephiles en espera de su respuesta.

- Mmmm... Puede que sea entretenido... - Se acercó a Silver, pasando sus garras como caricias en todo su cuerpo, provocando que se estremeciera nervioso y excitado - Con suerte, conozco una hierba de gatos que podría gustarle a esta gatita - Burlo, llevándose consigo a Silver.

Finalmente, ambos erizos estaban frente a una puerta de un barniz color azul oscuro, escuchando desde ahí los gritos y quejidos de una chica en particular.

Entraron sin esperar más, encontrándose a una gatita parada de pie, atada de manos con retenedores en sus puños para que no lograse lastimar a nadie con sus garras, también llevaba un collar rojo eléctrico, que hacia juego con sus grilletes del mismo color; estando amarrada con una correa sobre los pedestales de la cama; ella trataba de liberarse, jalando con fuerza la correa.

- ¡Blaze! Mi hermosa Blaze. Que hermosa te vez, pareces una diosa - Observo de pies a cabezas a la gatita que llevaba nada mas una lencería de dos piezas color negro y magenta oscuro, el cual hacia relucir su joven y esbelto cuerpo de adolecente - Realmente te quiero quitar esa ropa, no hace justicia con tu hermoso cuerpo, mi Blaze - Se acercó un poco más a la gatita, recibiendo una rápida y fuerte patada en su estómago, dejándolo sin aire para quejarse, quedándose encorvado por el fuerte dolor.

- ¡NO TE ACERQUES MAS A MI! - Grito, viendo con ojos lleno de furia al erizo frente a ella - Ni siquiera se te ocurra verme ¡Idiota!

- Oh... Interesante... Aun sigues queriendo resistirte a pesar de saber cuál será tu final - Comento Mephiles, viendo con curiosidad a la gatita.

- ¡No me importa nada ahora! No me importa lo que me vayan a hacer ¡No dejare de pelear hasta caer! - Tomo una postura dominante, viendo desafiante a Mephiles que mostro una mueca fastidiada.

- Entonces es verdad... ¿No? - Volviendo a recuperar fuerzas, Silver volvió a levantarse recto, viendo con tristeza a Blaze, que cambio su rostro a uno más sensible al ver lagrimas deslizándose por las mejillas del albino - ¿No soy el mismo Silver del que te enamoraste?

- Silver... No... Tu... - Sin poder dar respuesta, desvió la mirada, retrocediendo para tener su espacio.

- ¡Déjame demostrarte que sigo siendo el mismo! Que sigo siendo el mismo Silver del que te enamoraste... Por favor - Se acercó con una sonrisa triste en su rostro, tomando las manos de Blaze. Saco de su bolsillo una llave pequeña, liberándola de los retenedores y de los grilletes - Todo este tiempo me he preocupado por ti, ya que no te encontrábamos en ningún lado. Incluso pensé que alguien te había tomado y profanado, y cuando te encontramos, me sentí tan aliviado de que-

Fue silenciado con un zarpazo en su rostro, tumbándolo al suelo por el fuerte golpe.

- ¡¡TE DIJE!! ¡¡QUE TE ALEJARAS DE MI!! - Blaze le miraba con ojos llorosos, llenos de una impotencia que le hacía temblar de rabia - ¿¡Cómo quieres que haga esto!? ¿¡Cómo demonios esperas que me dé por vencida!? Cuando los miras con esos ojos... ¡Cuando miras a ese monstruo con esos ojos!... Esa misma mirada con la que me vistes anoche... - Respiro hondo, soltando un ahogado sollozo - No quiero... Mirar a nadie de esa forma como tú lo haces ahora... No con deseos de buscar placer en su cuerpo.

Todos hicieron silencio durante unos segundos, solo haciéndose presente los retenidos llantos de la gatita. Hasta que Mephiles soltó un largo suspiro caminando firme y lentamente hacia la morada.

- Entonces no me sirves... - Sin emociones en sus ojos, alzo su mano frente a Blaze convirtiendo la punta de sus garras en un cristal filoso, pero no le dio tiempo de hacer nada más, pues Silver se colocó en el medio de los dos, protegiendo a Blaze tras suyo - Retírate si no quieres verla morir, pero no me detendrás de...

- Por favor, amo... - Con una voz suave y pulcra, le pidió al demonio frente a él, viéndole a los ojos sin titubear.

Blaze cambio de actitud, notando la seriedad que tomaba el albino, observándole con impresión, devolviéndole una mirada temerosa al azabache por lo que estaba por hacer.

- Sabes que mi paciencia es nula para personas como ella - Dijo, viendo a Silver con molestia, no cambiando de parecer... Hasta que Silver, lentamente se arrodillo frente a él, mirándole suplicante con sus ojo de oro, sonriendo con timidez - Si crees que...

- Por favor, amo... Si no puedo convencerla de esto... ¿Cómo podré hacerlo con el resto? - Termino de decir, jalando con gentileza la ropa de su amo, sin apartar su mirada de sus ojos jades.

Blaze apretaba con fuerza sus puños sin saber qué hacer...

¿Qué hubiera hecho Silver si no hubiera perdido contra este demonio?...

Nada...

No hubiera podido hacer nada. Solo aceptar su destino, aun siendo la propia muerte.

Las palabras de Shadow volvían a su mente, recordando la mirada de este al decirle aquella frase...

"Tienes la oportunidad de estar con la persona que amas".

Comprendía su situación, desde un principio, pero no podía, no podía con eso. Su mente y cuerpo no estaban dispuestos para eso... Pero su corazón... Quería correr el riesgo...

- ...Ah... Solo te daré cinco minutos - Dicho esto, se alejó en una esquina de la habitación, observando al erizo y a la gatita - Ya sabes lo que le espera si no acepta...

Silver asintió, volteando a ver a la gatita, acercándose a ella cautelosamente. Ella reacciono con hostilidad, bajando sus orejas hacia atrás, soltando un bufido mientras se erizaba molesta, pero su amargura fue calmada cuando el albino tomo sus manos, acariciándolas con gentileza, llevándose una a su mejilla herida por el daño que le habían producido. Le dedico una mirada feliz y tierna, ablandando el corazón de Blaze que titubeaba en latir otra vez con amor por esa persona frente a ella.

- Cuando vayas a herir a alguien... No llores frente a esta... Porque no solo lograras herirla físicamente, también le dañaras su espíritu y eso es algo difícil de reparar - Dijo aun con su sonrisa, besando el dorso de la mano de Blaze.

Ella no logro reaccionar, solo se quedó mirando al albino, el cual le ayudaba sentarse en la orilla de la cama

- Jamás pensé que me lastimarías... Yo no soy lo suficientemente fuerte para hacer lo mismo con alguien a quien quiero... Te admiro mucho... De verdad... Te amo.

Blaze abrió los ojos lo más que pudo, incrédula de escuchar esas palabras, a pesar de que ambos conocían que compartían el mismo sentimiento, pero siendo repentino para ella escucharlo para la situación en en la que estaban.

- Blaze... No quiero que mueras... Quiero que te quedes conmigo. Sé que es egoísta de mi parte pedírtelo, no es mi decisión, pero quiero convencerte... Tú también quieres que te convenza ¿No? A pesar de que vayas a odiar en lo que serás después... ¿Tú también quieres intentarlo?- Una vez más volvió a mostrar esa sonrisa, esa sonrisa triste y quebrantada que miraba a Blaze en busca de una aceptación, de una oportunidad que calmase su ser del cruel destino que le esperaba a la gatita si volvía a negar.

Los ojos, ya rojizos de tanto llorar, volvieron a llenarse de lágrimas, viendo a Silver con dolor. Quería aceptarlo a pesar de sus miedos, a pesar de que eso le cambiase, a pesar de que odiase al ser tras ellos que provoco esto... Pero no podía, no lo lograba sacar, solo lograba sacar sus lágrimas como respuesta.

"¿Cómo podría participar en esto? ¿Cómo podría ayudar a Silver, que suplicaba por la vida de ella? Qué clase de amiga era... Qué clase de persona era si no aceptaba a la persona que amaba, la que estaba desesperada por salvarla."

Esos eran los pensamientos que surgían en la cabeza de la felina...

Silver le abrazo, colocando su cabeza en su hombro, acariciando su cabello para calmarla, besando las mejillas de la gatita con ternura, como si entendiese el nudo que tenía en su cabeza.

- Está bien.... Está bien. No tienes que hacerlo si no quieres... Eso no cambiara lo que siento por ti - Se aferró más en Blaze, apretándola consigo, no deseando soltarle por nada del mundo - Estaré contigo... En las buenas y en las malas, como en un matrimonio... Jajaja... Hubiera deseado casarme contigo antes de este momento, pero... No tenemos opción - Se apartó un poco, estando frente a frente de Blaze, sonriéndole con amor, con esa mirada que brillaba con la misma intensidad de siempre.

- No, Silver... - Logro pronunciar con esfuerzo, frotando su frente con la del otro - Si voy a caer... Quiero hacerlo contigo - Sollozo débilmente, tratando de mostrar una sonrisa - Te amo demasiado, tanto que incluso cambiaría por ti...

Sonrió con la respuesta que tanto esperaba, besando con delicadeza los labios de Blaze, besando seguido todo su rostro con felicidad, terminando en limpiar sus mejillas de sus lágrimas.

Blaze sonrió con timidez, decepcionada de si misma por su decisión, pero feliz... Por conseguir... Después de mucho tiempo... A su querido Silver.

- Tendrás que confiar en mí en todo momento... Iré lento hasta que estés preparada... ¿Okey? - Dijo, recibiendo un cabeceo afirmativo de Blaze, que mantenía ahora su cabeza gacha, colorándose desde las orejas hasta los hombros – Gracias, Blaze.

Levanto el rostro de la gatita, uniendo sus labios con dulzura, acariciando la mejilla de Blaze, acercándose más a ella. Las manos de Silver bajaron poco a poco llegando a la espalda y a la cintura de la felina morada, acariciándola con suavidad, logrando relajar su cuerpo con el suave rose de sus manos, provocando que la cola de la morada se alzara apacible por el cariño.

Teniéndola así, avanzo con el beso, pidiendo con gentileza la entrada a su boca con su lengua. Blaze reacciono nerviosa, sintiéndose abrumada, pero aceptando en continuar con Silver, permitiéndole al otro avanzar, cruzando su lengua con la de él tímidamente.

El erizo oscuro respiro con más tranquilidad, satisfecho de ver como la pareja avanzaba, sintiéndose tan solo un poco conmovido por su trágico romance. Observaba con algo de gracia al par que con lentitud avanzaba en tímidas y suaves caricias, actuando inexpertos en cada toque que se daban.

Pronto, Silver subió su mano hacia la cabeza de Blaze, sosteniéndola para lo que iba a hacer. Abrió un poco más sus labios e igual hizo Blaze, dándole oportunidad de pasarle sus feromonas de poco a poco. La gatita se asustó, soltando un bajo quejido por sentir aquel fluido deslizándose por su garganta, percibiendo de inmediato un calor en su pecho y vientre, dejando sus quejas rápidamente, embriagándose ahora por aquella sensación de aquel liquido entrando en su cuerpo.

Silver termino el largo beso, separándose solo un poco, estando apegado aun a Blaze, manteniendo sus labios unidos en un suave rose, observando el fuerte estrepitar de la minina que respiraba forzosamente por las nuevas sensaciones que se apoderaban de ella.

- ¿Estás bien? - Pregunto preocupado, pero sin cambiar la expresión de su rostro fascinado y excitado por la unión de ambos.

- Estoy... Bien. ¿Que fue eso? - Respondió, sin evitar frotar su cabeza con la mejilla del erizo, soltando un dulce ronroneo.

- Son feromonas... Al igual que Sonic y Shadow también las produzco - Acaricio la cabeza de su pareja, pasando lentamente por su espalda, notando como su piel se erizaba, esponjándose mas - De ahora en adelante te gustara recibirlas.

- Me siento... Rara - Los ronroneos se hicieron más audibles, sintiéndose la vibración al tocar a la felina - T-Tengo miedo, Silver.

- No tienes que tener miedo, estoy contigo, no te dolerá nada - Tranquilizo, besando con cariño la frente de Blaze, recibiendo más frotes de la gatita en su rostro.

- Me alegra que lo hayas logrado, Silver - Comento Mephiles, acercándose a la pareja - Pero ya te dije que mi paciencia es poca... - Acerco su mano a la mejilla de Blaze acariciándola suavemente, sorprendiendo a esta por el gesto - Ahora tienes que saber unas cosas, señorita Blaze... - Se sentó al lado de ella, abrazándola tras de su espalda, acariciando sus piernas y su cintura - Uno. De ahora en adelante me pertenecerás a mí, como el resto de mis seguidores - Subió sus manos a los pechos de la gatita y los apretó con fuerza, provocando que soltara un chillido.

- ¡Nyaan! No - Dijo débilmente, temblando sin poder controlarse.

- Dos. Lamentablemente... O para tu fortuna, Silver será el primero en tomarte antes que yo - Dijo, comenzando a pellizcar sus pezones sobre la lencería que tenía puesta.

- ¡¡Ah!! E-espera, no ahí, se siente extraño ¡Haa! - Gimió asustada, estremeciéndose por los toques que le daba Mephiles, mientras observaba a Silver que sonreía coquetamente por ver la reacción de Blaze al ser tocada así por su amo.

- Y tres... Si sobrevives a las feromonas, serás la primera mujer fecundadora... Y eso te convertirá en una princesa ¿No te gusta la idea? - Inquirió, lamiendo lentamente el cuello de la minina, que soltó una largo y tímido gemido, esponjándose completamente por la excitación.

- Aahh. Pe-pe-pero, pensé que ya habían mujeres fecundadoras... ¡Hmm! - Dijo en un tartanudeo mientras temblaba, pero fue acallada por las manos de Mephiles que apretaron sus mejillas.

- No tartamudees aun, mocosa... Ni siquiera te estoy cogiendo - Gruño, asustando más a la morada.

- Veras, Blaze. Mephiles es el único que puede convertir a otras personas en fecundadores. Claro, solo a los que logran sobrevivir, así como Sonic y Shadow, jajaja - Decía, acariciando también el cuerpo de la gatita, pero con más sutileza - Sonic y Shadow pueden convertir a otras personas en seguidores, en "Ferogonias" estas personas solo pueden drogar y embriagar a otras personas con sus feromonas inmaduras, pero no pueden transformar a nadie - Explicaba Silver, pasando una de sus manos por debajo de la ropa de Blaze sintiendo su cuerpo desnudo con sus manos, mientras la gatita gemía y ronroneaba con total timidez, también siendo tocada del mismo modo por Mephiles, que entrelazaba sus dedos con los de Silver entre los pezones de la morada - Ahora de seguro preguntaras, ¿Por qué comenzar contigo? Habiendo tantas mujeres que poder transformar.

- Jajaja La respuesta es divertida - Río el oji-jade, llevando sus manos bajo la panti de la gatita, que grito y se estremeció por el atrevimiento.

- ¡¡Aaaahh!! Por favor - Pidió sin ser escuchadas sus suplicas.

- Jajaja, es cierto... - Se acercó a Blaze, dándole un provocativo pero rápido beso de lengua, pasándole un poco más de sus feromonas que fueron rápidamente recibidas por la minina, separándose para dejar un hilo de saliva y feromonas entre los dos - Porque tu tendrás a nuestros hijos ¿No es así, amo?

- Así es, mi dulce mascota - Sonrió perversamente, lamiendo más la piel de la morada que no detenía ya sus gemidos con un fuerte temblar de cuerpo.

- ¿Q-que? ¿Tus hijos? ¿Sus hijos? Yo no entiendo....

- Serás la primera mujer fecundadora que pueda tener hijos, señorita Blaze. Debes sentirte orgullosa, serás la madre de nuestros hijos - Mephiles susurraba a través del oído de la gatita, con una voz grave y dominante, conmocionando a la felina con su respuesta.

- Yo... No puedo. Ah, no puedo tener aun hijos - Protesto, viendo a ambos erizos, asustada de sus intenciones - Yo solo puedo tener los hijos de Silver, de nadie más.

- Esa ya no es tu decisión, será la de tu cuerpo si acepta nuestra semilla - Sin tomar en cuenta la opinión de la gatita, Mephiles estimulaba el clítoris de la misma con sus garras, sonriendo con malicia por la reacción de la chica ante sus toques.

- ¡¡Nyaaah!! ¡Silver! N-no puedo ¡Ah! Por favor - Pidio, con unas gotitas asomándose por sus ojos ámbar.

- No seas agua-fiesta, gatita - Interrumpió el mayor volteando a la chica para que lo mirase - Quiero probarte ya... - Sosteniendo la mejilla de Blaze en su mano, fue acercándose para besarla, pero fue detenido por esta que le mordio con fuerza la mano, provocándole una gran herida - ¡¡Aaashh!! ¡¡Demonios!!

- ¡No quiero que me siga tocando! - Contesto con un bufido, alejándose del demonio, aferrándose a Silver para refugiarse del demonio - Solo Silver puede - Miraba con ojos molestos a Mephiles, que le devolvía la mirada con mucha más frialdad.

- ¡Blaze! No puedes hacer eso - Tomo a la gatita de sus brazos, viéndola con seriedad, pero con paciencia - No puedes lastimar al amo, solo puedes complacerlo.

Viéndola con ternura, fue acariciándola desde sus hombros, pasando a sus brazos y luego a su cintura, provocando que se esponjara con cada toque, ronroneando fuerte, viendo con un rostro embobado al albino, que sin darse cuenta, fue desatada de la correa y llevada lentamente hasta el final de la cama, siendo acostada sobre las enormes y mullidas almohadas que acariciaban su sensible cuerpo.

- Serás una linda y obediente gatita, Blaze. Me asegurare de eso, y te encantara serlo.

- Silver... Ah... No creo poder ¡Nyan! - Sin dejarle hablar, Silver fue levantando la ropa interior de Blaze, asomándose a ver su desnuda piel - ¡Silver!

- Estas empapada, jajaja - Sonrió pícaramente, viendo a Blaze con bastantes ganas de hacerla suya - haré que lo disfrutes, cada segundo, mi Blaze.

- Tshk... Solo no te tomes toda la noche - Se quejó Mephiles, terminando de regenerar su mano a como estaba antes.

- Amo~ - Canturreo, viendo al de ojos jade - Los gatos no son tan sumisos como los perros... - Comenzó a masajear moderadamente los senos de Blaze, sin apartar la mirada de su amo, escuchando feliz los gemidos de la morada - Tiene que ganarse su confianza, hacer que se sienta segura, complacerla, mimarla, satisfacer todas sus necesidades - Volvía a tomar atención en su minina, retirándole lentamente su sostén negro, logrando ganarse un gimoteo de impresión por parte de Blaze que se coloraba por completa, viendo con vergüenza a su pareja - Tiene que ser sutil e ir lento hasta volverla totalmente sumisa a usted...

Empezó a lamer gentilmente los pezones de Blaze, gimiendo bajo para excitar más a la gatita que ronroneaba y maullaba dulcemente por lo que hacía su amado. Silver pellizcaba suavemente el pezón de Blaze, mientras comenzaba a chupar el que estaba lamiendo, viendo atento los gestos de placer que mostraba la morada.

- No puedo tomar tanto tiempo con alguien de esa manera, me llego aburrir rápidamente - Comentaba Mephiles, acariciando la cabeza de Silver, que ahora igual, soltaba un suave ronroneo - Para eso se tengo a ti, para que la domestiques, mi dulce mascota - Beso con suavidad las orejas de Silver, provocando que gimiera feliz, meneando con emoción su rabo por el gesto cariñoso de su dueño.

- Oh, amo. No lo decepcionare... Se sentirá orgulloso de lo que haré con ella - Continuo con lamer todo el cuerpo de la gatita, como si estuviese dándole un baño con su lengua, haciendo que la chica gritara sorprendida, acompañado con sus gemidos desesperados.

- ¡Silver! ¡Silver! ¡Nyaaan! Tu lengua se siente bien ¡Aah! En todo mi cuerpo - Decía la gatita entre gemidos, acariciando la cabeza de Silver - Estoy muy caliente... Estoy muy sensible... Ah, ahí abajo... Quiero... Quiero que me toques más, mucho más - Tomo un poco la iniciativa, acercándose al rostro de su erizo, besándolo con pasión explorando la boca del otro, recibiendo más feromonas de él.

- Blaze... - Susurro suave y dulce, besando una y otra vez a la morada, llevando sus manos hacia la panti de la felina, jalándola lentamente hacia abajo - Quiero verte completamente desnuda, poder verte por completo, Aah, poder probarte - Se puso de rodillas frente a Blaze sobre la cama, terminando de descubrir la parte intima de la gatita, totalmente mojada, formando un hilo de fluidos entre la prenda íntima y su vagina - Oh, Blaze, te vez tan dulce, totalmente hermosa.

- Silver, Ahh. No digas eso - Dijo cubriéndose su rostro con sus brazos, tratando también de cubrir su parte con su cola totalmente esponjada, agitándose esta con emoción - Es muy vergonzoso, no soy tan bonita.

- ¿Cómo puedes decir eso? Si eres una obra de arte, eres mi princesa, mi reina, mi... - Silver se detuvo en seco con lo que decía, percibiendo un olor extraño pero embriagador para su cuerpo - Jajajaja... - Río abobado, viendo ahora con una gran lujuria a la gatita, que logro ver su rostro por un momento, antes de que el albino se acercara hacia su parte baja.

- ¡Silver! ¡No! - Chillo apenada, observando al peli-blanco.

- ¿Qué es lo que huelo aquí? ¿Hhmm? - Hundió todo su hocico en la vagina de la minina, olisqueando y lamiendo con locura, afincándose en esta como si estuviera desesperado por comerla.

- ¡¡NYAAN!! ¡SILVER, SILVER! ¡¡AAAHHH!! ¡¡Se siente muuuuy extraño!! ¡¡Nhaaa!! - No pudo contener ni un gemido ni grito, su cuerpo sucumbía a un fuerte placer por lo que hacía el albino - Se siente ¡¡AAAHAA!! Muy bien, muy bien... ¡Nyah!

- ¡¡Hmmmn!! Blaze, sabes increíblemente deliciosa, jajaja - Dijo finalmente, separándose de Blaze con su boca empapada de sus jugos vaginales - Has entrado en celo, precisamente ahora... Ahh - Gemía con dificultad, recuperando aire después de hacerle sexo oral a la minina.

- ¿E-en celo? Pero Ah jamás he entrado en celo - Menciono, cruzándose de piernas, cubriéndose con timidez junto con su cola mullida.

- Mmmnn ¿En serio? - Se acercó al rostro de la gatita, viéndole con perversión mientras esta reaccionaba aun con inseguridad - Debiste de entrar entonces cuando te di mis feromonas, mi dulce Blaze... – Dijo, riéndose un poco antes de unirse en otro beso húmedo con la gatita, pasándole aún más feromonas, dejándola en un estado de ebriedad, totalmente absorta de sus sentidos primordiales - Debes de desear ya que te haga mía ¿No, Blaze?

- Si... Ahh, ya quiero, ya quiero... Quiero ser tuya ya, Silver - Pidio con sus ojos llenos de súplica, húmedos y brillosos como cristales, hipnotizando a Silver de maneras que nadie hubiera podido hacerlo como la minina - Quiero sentirte... Dentro de mí... Nyah... Quiero perderme contigo, perderme... Perderme totalmente - Decía embobada, rodeando el cuello de Silver con sus brazos, frotando su rostro con el de él, ronroneando ambos al unísono, besándose con dulzura y desesperación en sus rostros sonrojados.

- Esa es mi Blaze - Termino por retirarle sus pantis, entregándoselos a Mephiles, que al tenerlos en sus manos, percibió el fuerte olor, llevándose la ropa interior a su rostro para inspirar con fuerza el aroma como si fuese la mejor droga que había probado en años - Entreténgase mientras la preparo para usted, amo.

- Increíble... Tengo que conformarme con migajas por esta hembra... Que humillante... - Se acostó en la enorme cama, estando tras la pareja para observarles mientras se retiraba su ropa, quedando completamente desnudo, empezando a masajear su miembro, oliendo la esencia de la gatita a través de sus pantis.

Silver volvió a bajar a la entrada de la morada, viendo con detenimiento la vagina juvenil y virginal de la minina, detallando cada aspecto de ella, curioso, ya que era la primera vez que veía una de cerca, notando ver en esta el himen en perfecto estado y totalmente rosado, derramando en moderadas cantidades un líquido viscoso transparente. Dio una larga lamida, escuchando un gemido placentero e impresionado de Blaze, que ansiosa esperaba más, agitando la cola frente a Silver sin poder evitarlo.

Le hacía gracia como ella reaccionaba, entendía ahora con exactitud esa sensación de control que tenía su amo sobre él cuando lo sometía.

Recorrió con su lengua los labios menores de la gatita, obteniendo cada gimoteo y maullido de su chica como él deseaba, a pesar de que aun en su tono de voz se escuchaba apenada. Solo tenía que avanzar un poco más hasta que dejara de pensar en la razón, solo un poco más, pues deseaba tenerla aun consiente para cuando la hiciera suya. Jugueteo con su lengua y sus labios el clítoris, chupándolo y jalándolo con delicadeza, probando y experimentando más con su primeriza, deleitándose por cada suplicante maullido.

- ¡¡Aaahha!! ¡Para ya! ¡No puedo más! No puedo, no puedo, no puedo, no puedo ¡¡Mmnnyaaahh!! – A pesar de sentirse feliz de lograr hacer gemir a su chica de esa manera, se detuvo para tranquilizarla con sus labios, besándola dulcemente, acariciando su mejilla mientras con su otra mano masajeaba aun el clítoris sensible de la chica – Mmmh Silver... Mmhhh... Es demasiado – Decía cada vez que el albino le daba para respirar.

- No lo será dentro de poco – Se relamió sus labios, viendo con mirada fulminante a la morada – Tienes que tratar de disfrutarlo, Blaze... Aahh... Tienes que dejar de preocuparte. Todo, de ahora en adelante, será nada más para complacerte...

Empezó a retirarse su ropa, dejando para el final su bóxer, mostrándose sin vergüenza ante la minina como se los bajaba lentamente, moviendo sensualmente su cintura, observándola directamente a los ojos con una sonrisa lujuriosa, relamiéndose los labios y mordiéndose estos mismos. Blaze no podía contener su impresión, apenada por ver ese lado de Silver tan vivas, y ella en cambio se sentía tan pequeña ante él. No pudo ver más cuando Silver estaba por mostrar su miembro, sintió una fuerte necesidad de taparse sus ojos, teniendo un fuerte calor en todo su cuerpo, temblando por las sensaciones incontrolables que surgían en su ser.

Silver soltó una suave carcajada, recostándose sobre la gatita, besando y lamiendo su cuello, acariciando todo su cuerpo mientras frotaba su pene en sus labios vaginales.

- ¡Si-Silver! ¡Mniah! – Se destapo los ojos, sintiéndose bien por los frotes en su parte más sensible, soltando ronroneos mientras lamia la mejilla de Silver – No puedo evitar... Sentirme así ¡Hm! Nunca he hecho algo como esto... Ah, lo siento.

- No digas más – Se apartó un poco, viendo alegre a Blaze – Lo haces muy bien... Solo siéntelo – Se froto un poco más en Blaze, haciendo empuje de su miembro en su entrada – Esta así de duro por ti y desea entrar – Miro coquetamente a la gatita bajo de él, rosando su nariz en su frente y en su mejilla, dándole suaves besos – Soy tan feliz... Muy feliz... Solo estando así contigo – Sus ojos se encontraron, marcando un rubor en sus mejillas por un sentimiento que compartían desde hace tiempo – ¿Cómo te sientes, mi princesa? ¿Te gusta lo que hago? – Pregunto con dulzura, moviéndose más en su parte baja.

- Aaha... Si... Me gusta... - Confeso, abriendo mas sus piernas, mirando con timidez a su erizo – Pero... Mmah... ¿Por qué estamos haciendo esto? – Sonrió nerviosa, agitando su cola ansiosa. Silver se detuvo, viendo confundido a la minina – ¿Por qué quiero más? Aah... ¿Por qué quiero... Que me toques más? ¿Por qué quiero sentirte más cerca? Hmm ¿Por qué?... Aahh – Su vista se volvía un poco borrosa, sintiendo un hormigueo recorrer cada centímetro de su cuerpo - ¿Por qué?... ¿Por qué quiero ser tomada? ¿Por qué ya no me importa... Que pase después?...

Silver sonrió de lado, viendo como la respiración de Blaze se aceleraba, subiendo y bajando su pecho por los fuertes jadeos que soltaba la gatita, agitando su cola mientras fuertes temblares la atacaban a cada momento, dejando detrás de estos más empojada a la gatita, más de lo que ya estaba. Acaricio su sensible cuerpo, sonriendo con algo de malicia al ver que ya la chica estaba bastante dopada, gimiendo con el simple tacto del otro.

- Ya estas lista... Ahora – Con su dedo índice, empezó a empujar con gentileza la entrada de Blaze, viendo como ella chillaba nerviosa por lo que hacía – Blaze... - Se acercó hasta estar frente del rostro de la morada, entrecerrando sus ojos, viéndola como si le diese pena tener que desflorar esa bella orquídea delante de él – Siempre querrás más y más de esto... Aprenderás y te acostumbraras como yo... Solo acéptalo... - Con mucha lentitud se iba acercando para encontrar sus labios con los de ella.

- ... Silver... - Cerro con fuerza sus ojos, tomando aire como podía – Por favor hazlo – Beso al albino, como si fuera su primer beso, moviendo torpemente sus labios por sus movimientos estrepitosos, sintiendo como algo más grande se afincaba en su pequeña entrada. Gimoteo asustada al sentir que esta la presionaba, lento pero constantemente, hasta que este logro entrar en ella, sintiendo un molesto ardor y dolor - ¡¡Ah!! Si-Silver...

- Un poco más... - Arrullo acariciando su cabeza y besando con sutileza su nariz.

- ¡Mmmhh! – Trato de aguantar, pero la molestia se hizo mayor cuando Silver entro completamente dentro de ella - ¡¡NYAH!! – Chillo, abriendo por completo sus ojos, aferrándose con sus garras en la espalda de Silver, como si se fuese a caer de no hacerlo – Duele...

- Jajaja, si, duele – Concordó, sintiendo las garras siendo clavadas en su piel - ¿Estas bien? – Al igual que la gatita, su respiración era agitada, como si trataran de retener algo muy fuerte en ellos.

- Eso creo... Pero... Me empiezo a sentir bien – Se aferró más a Silver, haciendo que este se hundiera en el cuello de Blaze, de lo cual aprovecho y empezó a besar, dando lamidas y pequeños chupones – Silver... Puedo sentirte, ahaa...

- Yo también – Dijo contento, empezando a moverse lentamente, primero recorriendo el interior de Blaze, moviendo su miembro de lado a lado, para sentir lo muy apretado que lo tenía, ganando gemidos por parte de Blaze – Siento como me succionas por completo – Salió por un momento y volvió a introducirse, siendo recibido con un fuerte rasguño en su espalda y un placentero apretón en su pene - ¡AAH! – Gimió, no logrando satisfacerse con eso, volviendo a repetir la acción varias veces más - ¡Oohh!... ¡Blaze!

- ¡¡Mnhaaa!! No tan... Fuerte – Pidió, envolviéndose como podía en Silver, siendo envestida un par de veces más antes de darle un descanso – Ah... Ahh... Se siente... Extraño – Su frecuencia respiratoria aumentaba con más, teniendo que buscar alguna manera de calmarse – Esto es molesto... No puedo controlarme. Quiero más, Silver, por favor... No me siento bien cuando te detienes. Continua aun si me duele, por favor – Volvió a pedir, decidida, tomando con sus manos la almohada donde se recostaba – Tratare de aguantar.

- Como órdenes, mi princesa – Beso su frente, apoyándose de la cama con sus manos, para luego comenzar con una velocidad rápida en su ida y ven, logrando saciar esa parte de él que deseaba tomarla ferozmente – Aah Haaa... Que bien... Se siente...

- ¡Mmm!... - Aguantaba como podía, apretando con fuerza la almohada bajo de ella, sintiendo un dolor mesclado con placer que no terminaba de hacer armonía en su cuerpo. Aun no estaba del todo acostumbrada, pero la mantenía calmada de esa extraña sensación, era lo único que quería - ¡Aahhg! – Se quejó, sin poder contener su gimoteo, viendo apenada a Silver que se había detenido – Estoy bien... Solo...

Fue acallada por las fauces de Silver, que mordió violentamente su hombro, inyectándole feromonas puras.

- ¡¡AH!! ¡¡Silver!! ¡¡Mmmh!! – Se agito fuertemente mientras sentía como Silver aún se aferraba a ella, dando unas fuertes empujadas en su parte baja, apoyándose de ella lo más que podía - ¡¡Silver!! ¡Duele! Duele... Aaahh Nha... - Soltó un gran suspiro acompañado de un gemido, sintiendo otra vez esa sensación extraña en su pecho pero con mayor intensidad, siendo sacudida por un fuerte temblor - ¿Qu-eh? Aaahh... Silver, jaja... Me siento súper extraña – Sin darse cuenta, su saliva empezaba a escurrir de sus labios, combinada con un líquido rosado y sus ojos desprendía un fuerte brillo que iluminaba su rostro totalmente rojo.

Silver retiro sus colmillos, dedicándole una sonrisa mordaz a su amada, que sonrió algo atontada por la droga en su sistema.

- ¿Si? Dime que tan extraña te sientes – Comenzó a envestir rápido y fuerte, escuchando atento los gemidos incontrolables de Blaze.

- ¡¡NYAAN!! ¡¡Muuuy extrañaaaah!! – Hecho su cabeza hacia atrás, volviendo a sostenerse de Silver desde sus brazos. No podía creer la magnitud de ese enorme placer con tan solo pasarle ese veneno. Trataba de mantener su mirada en el erizo arriba suyo, pero cada penetrada la hacía retorcerse del gusto, torciendo la mirada al no poder contenerse más - ¡¡HAAAA!! ¡¡NHAAN!!

- Aaah Vamos, Blaze... Dime que tan extraña te sientes – Volvió a insistir, mejorando las envestidas, sonriéndole perversamente a su gatita – Quiero que me digas cómo te sientes.

- Me siento ¡¡MMHHHAA!! ¡¡MUY BIEN!! ¡Nyaaahh! Como si... ¡¡Aah!! ¡Estuviera en las nubeeeeh! – Su espalda se arqueo por un fuerte empuje de Silver, no logrando articular otra palabra más, soltó balbuceos mientras era aún envestida rápidamente por el albino. Su mente ya había sido dominada - ¡¡Mnahhh!! ¡Rigcooo! ¡Bieen! ¡¡HAAHA!!

- Jajaja, perdóname Blaze. No pude evitar... ¡Aaaah! Romper tu mente así de fácil... - No se limitaba con tan solo sus envestidas, acariciaba los muslos bien contorneados de la morada, apretando sus glúteos con fuerza, sonriendo por provocar un gimoteo más fuerte de la chica – Ya no podía resistir más, todo mi cuerpo pedía que te hiciera mía, quería verte así, así como te vez justo ahora, mi princesa.

Se apoyaba aún más, haciendo chocar pieles con la de la felina, que recibía gustosa cada empuje en su interior, sintiendo como si algo nuevo brotara en ella. No paraba de salivar en su boca, apenas si escuchando y viendo a su amado mientras iba ahora con mayor fuerza sobre ella; con suerte para este punto, ella ya no sentía nada de dolor, solo un indescriptible placer que la envolvía con fuerza, no permitiéndole tomar cordura ahora de lo que pasaba; lo único que podía hacer era sentir y sentir todo en su cuerpo en un estasis, no pudiendo contener sus lágrimas por lo que le hacían experimentar.

- ¡Aahaaa! ¿Te guhta, Silver?... – Pregunto, mirando al erizo sobre ella con unos ojos llenos de pura perversión, sonriendo levemente con su lengua afuera, escurriendo bastantes feromonas de ella - ¿Te guta? ¡Mnyah! ¿Verme así?

Como si una mecha se hubiera encendido, el albino no pudo contenerse más. Clavo sus labios en la minina, combinando sus feromonas en un beso arduo, ahogando los gemidos de ambos mientras Silver llevaba su velocidad al límite, apoyándose como podía de sus piernas, alzando el torso de la gatita en un abrazo mientras se acercaba al climax.

- ¡¡AAHH!! ¡¡BLAZE!! ¡SI! ¡Nhaaah! ¡Me encanta verte así! ¡¡Mmmh!! ¡Amare hacerte poner esa cara cada vez que te haga mía una y otra vez! – Él mismo ya no podía contenerse más, babeaba saliva combinada con sus feromonas, derramándolas en el pecho de la gatita sin poder evitarlo, viéndola con tanta admiración que no hallaba el cómo detener lo que sentía - ¡Voy! ¡¡Nng!! Voy a depositar mi semilla dentro de ti.

- ¡S-SILBHER! – Apenas pudo pronunciar cuando volvió a centrar su mirada perdida en su chico, rodeándolo con sus brazos – Lléname ¡¡Nhan!! Por favor... Ahaaa.

- Sí, mi princesa, si – La sostuvo fuertemente en sus brazos, estando lo mas unidos posible, finalizando en un par de envestidas más, llenando a la felina morada con una buena cantidad de semen - ¡¡Blaze!! Aahaaa ¡Se siente bien!

- ¡¡Mmhhaaaa!! ¡¡Nyaaahaa!! Puedo... ¡¡MNAH!! Puedo sentirlo – Sonrió, frotando su rostro en la mejilla de Silver, ronroneando fuertemente, dejando de jadear – Aaahh... Silver... Te quiero...

- Yo... Ahaa... También te quiero. Jajaja... - Río un poco, volviendo a tomar un poco de estabilidad en su cuerpo, apartándose solo un poco para ver cómo estaba Blaze – Lo hiciste muy bien... - Beso sus mejillas con gentileza, apaciguando sus respiraciones sin apartar sus miradas uno del otro.

- Finalmente... - Dijo Mephiles, haciendo presente su voz luego de estarlos viendo atento en su primer acto sexual - ¿Lo disfrutaste, mi mascota? – Pregunto, colocándose al lado de Silver para acariciar su cabeza.

- Si... Amo – Respondió algo agotado, aun necesitando recuperar aire – Solo hubiera experimentado algo tan bueno con Blaze, es demasiado buena – Comento, observando a su gatita que le devolvía una tierna sonrisa, igual agotada.

- Eso lo comprobare yo, si no te importa – Sutilmente, aparto a Silver de Blaze, logrando ver como desde el pene de Silver se delineaba un camino blanco, por aun derramar de su esperma – Jump... ¿Aun? – Vio la entrada de Blaze que soltaba igual una cierta cantidad del semen del albino – Así de buena debió de estar... - Aquello había provocado que ambos jóvenes se estremecieran, pues habían dejado un gran lio de fluidos en la cama, sintiendo ahora sus partes más sensibles de lo que estaban hace unos segundos – Mmmm, ansió por probarte, gatita... - Se coloco frente a Blaze, dejándola nerviosa por lo que planease hacerle.

- Si-Silver... - Llamo a su erizo, temerosa del demonio frente a ella – No quiero.

- Vamos, solo necesitas un incentivo – Mephiles toco la parte sensible de Blaze, viendo como esta dio un pequeño salto, gimiendo bajo por el toque – Puede que Silver haya sido el primero en tomarte, pero yo soy tu amo, y disfrutaras más que con nadie hacer esto conmigo... - Se fue acercando con su pene erecto hacia la entrada húmeda de Blaze, pero apenas pudo esquivar un rápido zarpazo de la gata.

- ¡Dije que no quiero! – Se sentó, arrinconándose en la pared, viendo furiosa al ojos jade – Nadie puede compararse a Silver y menos tu – Regaño, viendo con ojos afilados a Mephiles, que gruño cual bestia por su respuesta.

- Silver... - Se cruzó de brazos, viendo molesto a la morada – Sera mejor que controles la boca de esa gata antes de que lo haga yo...

- ¡Si, amo! – Rápidamente se coloco al lado de Blaze, abrazándola, lanzándole una mirada llena de reproche – Blaze... ¿Qué te dije hace rato? No puedes lastimar al amo – Gruño, apretando las mejillas de Blaze, haciéndole sacar una trompetilla.

- Silver... No voy a poder hacerlo... - Desvió la mirada con seriedad, dejando desconcertado a Silver por su comportamiento tan cuerdo – Y no pienso llamarlo amo... - Miro molesta al erizo veteado, sin una pisca de empatía.

Había provocado al demonio, lo suficiente para que este se abalanzara sobre ella arrinconándole con sus brazos a cada lado... Hubiera sido bastante intimidante de no ser que Silver se había colado en el medio de los dos, viendo con algo de miedo a Mephiles, en cambio Blaze, estaba bastante incomoda por esa extraña posición en la que se encontraba.

- ¡Quítate, Silver! – Reclamo Mephiles pero Silver solo sonrió con temor, agachando sus orejitas sin obedecer al azabache.

- ¡Di-dije que la convencería!... – Excuso, alejando a Mephiles sobre ellos dos – Cumpliré con mi palabra, amo...

Un solo y molesto gruñido salió de la boca del de ojos jade, teniendo que volver a darle espacio al par para poder hacer lo que le placiera.

- ... ¡¡Blaze!! – Silver regaño esta vez molesto, viendo con poca paciencia a la morada - ¿Estamos en esto o no? – La morada no contesto, se limitó a girar su cabeza hacia otro lado, viendo con menosprecio ahora a Silver, sin decirle nada aun - ¿Con que esas tenemos? – Tomo a Blaze de la cintura, colocándola sobre sus piernas, rosando sus partes íntimas mientras la colocaba sentada sobre él.

- ¡Nng! – Se quejó, sin querer volver a gemir delante del albino - ¡No quiero!

- No puedo creer que te sigas negando... - Apretó el trasero de Blaze con bastante fuerza, solo obteniendo un leve gimoteo de esta – Después de tantas feromonas deberías estar pidiendo como loca mucho más de lo que te he dado, pero mírate, estas tan firme y consiente como si no te hubiera follado hace un momento – Llevo un dedo a la vagina de la minina, consiguiendo esta vez una mejor reacción de esta, viendo con burla como esta se retorcía impotente – Así es, se una buena gatita.

- Mmmm No... ¡Aah! – Se mostraba en su mirada frustrada como trataba de evitar todo ahora, luchaba contra la sensación, pero para Silver era algo de lo que disfrutar – Jamás podría sentir con él lo que tú me haces sentir – Bufo, mostrando un puchero a su pareja, que entrecerró los ojos y soltó un monosílabo, sonriente por algo.

- Es lo que crees... Pero voy a tener que demostrarte lo muy equivocada que puedes estar, Blaze – Recostó a la minina, quedándose encima de ella, acorralándola con sus brazos, llevando su mirada pervertida tras de él, observando al veteado en espera – ¿Podría ayudarme a que entienda de sus capacidades, Amo? – Contoneo su rabo, llevándose unos dedos a la vagina de la morada, nada mas para remojarlos en sus fluidos, provocando un fuerte estremecer de la gatita que aun no comprendía lo que hacia el otro.

- ¿Hmm? – Mephiles observo atento, complacido de ver como el erizo frente a él se lubricaba su entrada, abriéndose para él con una mirada ansiosa, apaciguando la ira del demonio que tenía ante el irreverente comportamiento de la chica – Jaja... Lo haré con tal de complacerme de esta inaudita espera – Se acercó a gatas donde Silver, retirándole las manos de su entrada, pasando su larga y serpenteante lengua por sus glúteos, terminando de introducirla en el peliblanco.

- ¡¡Ahhh!! ¡Amo! – Gimió con gozo, arqueando su espalda y echando atrás la cabeza, resollando fuertemente al sentir la lengua del otro recorrer su interior – ¡Oh, mi amo! Si... Haaa... Demuéstrele lo mucho que me complace – Movió sus caderas, frotándose con el cuerpo de la gatita bajo suyo, dejando a la chica atónita por lo que estaban haciendo frente a ella – Mmmhh... Aaah... Deberías de sentirlo, él sabe dónde tocar para hacerte- ¡¡Nhaaa!! – Soltó un chillido, retorciéndose placenteramente, jadeando cual canino sediento, gimoteando por lo que provocaba el demonio en su parte posterior – A-amo, por favor... Es insoportable, imposible de aguantar... Penétreme de una vez, por favor.

- ¡Si-Silver! No digas cosas así, es muy vergonzoso – Dijo sin poder dar crédito a sus ojos al ver a su amado de esa manera sobre ella, volviéndose un desastre con tan solo el uso de la lengua del demonio – No dejes que te ponga así...

- Oh, imposible, mi vida – Se incorporo como pudo, viendo a la chica que mostraba nuevamente inseguridad en sus ojos – Ya no puedo controlar nada cuando él me toma ¡Ump! – Se erizo un poco al sentir el choque del miembro del otro dar contra su posterior, temblando levemente por el frote de este en su entrada – Ah... Simplemente es inevitable no disfrutarlo... - Imitando los gestos de su gatita, se froto contra ella, lamiendo su cuello, ronroneando fuertemente sin apartar su vista de los ojos de Blaze, que se agitaba por cómo se desenvolvía Silver ante lo que hacía el veteado con su cuerpo.

- ¡Nya! ¡No! ¡Silver!... Haaa... Asi no – Temblaba con cada caricia y lamida que le daba Silver, abriéndose involuntariamente para apegarse más al otro, quedando unidos a la vez que el veteado llevaba sus manos al pecho de la morada, masajeándole sus pezones con tal sutileza que la impresiono al darse cuenta de sus acciones – Mmh, n-nhg no... No toques ahí – Apenas pudo decir con un temblar en su voz.

- Calla, pequeña – Mando, reposando su mentón en el hombro de Silver, mordisqueando y lamiendo su cuello para dejar que el albino gimoteara por la atención que le daba, mostrando ante la gatita quien llevaba el control en la situación en la que estaba – Aprende un poco de él, mira como lo disfruta ¿No es así, mi mascota? – Pregunto con picardía, mordiéndole la oreja, marcándolo con sus colmillos para dejar en la piel del otro un rastro de sangre y de una sustancia rosa.

- ¡Mmmaahh! ¡Si, amo! Lo disfruto muuuuuuucho~ - Respondió, dejando escurrir entre la comisura de sus labios un delgado hilo rosado, perdiendo rápidamente su compostura – Y Blaze también lo disfrutara mucho, mucho, mucho, mucho, muchooo~ - Empezó a pellizcar y a masajear los pezones de la gatita, manteniéndola sumisa como lo estaba hace unos minutos.

- ¡Aah! Por favor... No... No más... - Con sus débiles intentos trataba de limitar sus gimoteos, aferrando sus manos a las sabanas de la cama, cerrando con fuerza sus ojos, pero apenas pudo negar de todo ello cuando fue besada por Silver, atándola con movimientos apasionados contra sus labios, complaciente a toda necesidad que pidiera la minina, aferrándola a ese momento que entre ellos dos le ofrecía – No voy a poder... No voy...

- ¡¡Aahaaa!! ¡Ah! ¡Amo! – Chillo con un gemido, siendo sorprendido por la fuerte embestida que le dio el veteado sin previo aviso, lastimándolo tan solo un poco al introducirse de golpe en el peliblanco – Sea más cuidadoso, por favor.

- ¿Cuidadoso? – Dijo en tono irónico, tomando a Silver del cuello brutalmente para acercarlo a su rostro - ¿A quién tratas de engañar? ¿A tu querida novia? Te encanta cuando soy rudo contigo – Rápidamente embestía al joven erizo, aferrando sus garras en su cintura, juntando más su pelvis con sus glúteos, contoneando cada empuje en su entrada, liberando en cada bocanada de aire de Silver un gemido acorde con cada golpe que recibía.

- ¡Ah ahh haa ahhaa haa! Si amo... Lo adoro oh ¡Ah! – Apenas podía hablar, entre cortando cada oración por la fuerza que ejercía el demonio con cada penetrada – Adoro todo lo que me hace... ¡¡Mmmhhaa!! Sentir – Se recostó completamente de Blaze, acariciándola y besándola ahora de manera torpe, dejando un rastro de saliva por donde plantaba cada beso.

- Silver... Haa... Tienes que contenerte... Si no lo haces yo tampoco pod-¡Mh! ¡Ah! – Dejo escapar un gemido al sentir el rose del miembro del joven erizo en su entrada vaginal, viendo a su querida chica con un rostro deshecho en placer, sudoroso y lleno de lágrimas, pero totalmente feliz y ansioso por ver a su amada unirse igual que él – Mhaa, no, no... Tengo que... Tengo que...

Silver la envolvió en sus brazos, logrando fácilmente introducirse en la gatita, corrompiendo nuevamente la mente de la joven minina que no pudo contener más y se envolvió en el albino, tratando de mantener aunque fuese un poco de su cordura, pero apenas dentro, Silver empezó un rápido vaivén, sin permitirle ni un segundo más para que la gatita pensara en lo que era correcto y no, privándola de sus sentidos nuevamente, consumiéndola otra vez en el placer que le daba al tenerla sometida en sus penetraciones.

No sabía ni en qué momento empezó a gritar y a soltar alaridos totalmente perdidos en la satisfacción que llegaba a sentir con esas manos recorriendo su cuerpo, con aquel miembro masculino friccionando dentro de su cavidad vaginal con perfecta fluidez, con aquellos gestos obscenos que le dedicaba su pareja acompañados de gemidos indecentes que le hacían calentar más; comprendiendo finalmente, aquel placer inevitable con el que se estaba enfrentando, cayendo al final de cuentas que sería una vil tortura tratar de combatirlo, un masoquismo del cual no estaba preparada... Aun...

- ¡¡NHAAAAN!! ¡SILVER! ¡SILVER, SILVER, SILVER! – Deseaba decir más, deseaba expresar lo bien que se sentía, pero lo máximo que podía hacer era nombrar a la persona que la llevaba a aquel paraíso del cual estaba viviendo - ¡Nyah! ¡Nyaaan! ¡MAS! Más... Por favor más...

- Si... Ah... Mi princesa – Comenzó a menearse de un lado al otro, chocando su pene con las paredes vaginales de Blaze, haciéndola retorcer bajo de él mientras le besaba las mejillas y jugueteaba con su orejita, dándole pequeñas mordidas – Mi dulce princesa, me alegra taaanto que lo estés gozando como yo – Dijo pícaramente, meneando bien sus caderas, para su vez, auto penetrarse con el miembro del veteado, complaciéndose al mismo tiempo ambas partes sensibles.

- ¡Aaah! Muévete más, más – Ordeno el demonio, golpeando con fuerza el trasero de Silver, acatando su orden acompañado de un gemido, envistiendo rápidamente a la minina, siendo penetrado a su vez por el pene del otro – Mmh... ¿No te encanta, Blaze? Hace que se sienta tan bien que te abre el apetito... ¿No se te antoja comértelo? – Inquirió, mordiendo fuertemente el brazo de Silver, dejándole una herida sangrante provocada por su amo, pero el albino tan solo gemía con más gusto por ello, sin sentir siquiera el dolor – Haahaa... Se siente tan bien... Que incluso piensas que no es suficiente... - Se recostó más de Silver, quedando cara a cara frente a Blaze, sonriéndole perversamente, rosando sus dedos con los labios de la chica que no podía retener ni el más pequeño gemido, manteniendo su boca abierta - ...¿Te estas sintiendo bien?... – Sin dejarle responder, se acercó para arrebatarle un beso rápido a la chica, que gimió bajo este, disfrutando la lengua del otro recorrer su boca, dejando una estela de feromonas al separarse, que le dejo con ganas de mas – Jajaja... ¿Quieres un poco más de leche de tu chico, gatita?

- ... Hmm... Ummm ¡SIEE! Quiero más leche, leche para mi... - Apenas pudo decir con mucho esfuerzo, tomándole toda su capacidad a ese punto para poder responderle al veteado – Silver~ ¡Aaahaaaaa! Llena... Lléname... ¡Mhn! Lléname mhas~

- Ahaaa... Blaze... - Igual extasiado en aquel placer, su cabeza no estaba al tanto de lo que decían entre ellos, apenas reconciliando la atención en su amada, sin detener sus movimientos que lo que hacían era aumentar de más en mas – Blaze... Baze... ¿Mhas rhapido?

- Córrete de una vez y llénala – Mando el azabache, apretando los glúteos del albino, aumentando igual su velocidad en penetrarle.

- ¡¡AAH!! ¡SI! ¡Si, amo! – Sintiendo aquel incentivo tras suyo con mayor fuerza, le fue fácil correrse en un par de envestidas más, rebosando la vagina de Blaze hasta dejarla escurrir en su corrida - ¡¡Mmmh!! ¡Se siente bien! Se siente bien, bien, bien, bien...

- ¡Silver! Rico~ Muy rico ¡Nyan, nyaaa, nhan! – La felina se meneo bajo Silver, sintiendo con detalle como el miembro del otro temblaba y se agitaba dentro de ella hasta depositar la última gota de su segunda corrida – Es mucho, mucho~ Se siente tan bien... Ah... Muy bien – Ronroneo, lamiendo el rostro del erizo sobre ella, sonriendo bobamente al estar al igual que él, totalmente sensibles como para retirarse el uno del otro.

- Mmmm, Vaya... que desastre se han vuelto tan pronto – Comento Mephiles, saliendo de un solo golpe de Silver, dejando un poso de semen al salir de su entrada aún abierta.

- ¡¡Aaahhaaaa!! ¡Nhaaa! – Chillo al sentir como se iba desbordando la corrida del otro de su entrada – Amo, amo, amo~ Haaaa, es muuuuucho, mucho.

- Apenas fue una precorrida, mi dulce chico – Canturreo, acariciando la cabeza del joven – Vamos, aun no estoy satisfecho – Se sentó sobre la cama, masturbando su miembro aun duro y rígido.

- Lo estará, amo~ - Tomo a Blaze en brazos, que aun temblaba y se mantenía embriagada por el reciente climax, mirando con ojos agotados al albino que la mimaba con besos y caricias, distrayéndola de lo que estaba haciendo, dejándola de espaldas sobre las piernas del demonio, notándolo ya cuando rosaron sus partes íntimas entre si – Ambos lo estarán~

- ¿Nyaah? – Exclamo agotada, alzando la mirada para topar con los ojos jades del veteado, mirándola tras su espalda mientras le acariciaba su cintura con sus garras, provocándole escalofríos con el solo toque con sus manos – Nngh Silver... - Llamo, mostrando suplica en sus ojos al ver al albino frente a ellos, observándolos con una sonrisa ladina.

- Está bien, Blaze. Estoy aquí, no tienes nada de que temer – Le beso en su frente, dulce y lentamente, acariciando sus mejillas para que fuera relajándose – Todo estará bien... Tienes que disfrutarlo tanto como yo... Déjate llevar...

Beso sus labios, entregándole una alta cantidad de feromonas para volver a dejarla en un estado dopado, pasando su beso junto con Mephiles, cruzándose con los labios de la pareja para terminar besando a la felina que no se percataba con quien estaba compartiendo ese duradero y mordaz beso, recibiendo más feromonas, esta vez del demonio que la atiborraba en ellas, separándose para presenciar como la gatita perdida en lujuria quedaba tímida al ver con quien estaba disfrutando ese beso.

- Mírate nada más, eres una dulce gatita después de todo – Empujaba con su miembro en la entrada de la minina, ganándose débiles gemidos de esta acompañados de ronroneos - ¿No quieres que te complazca? ¿Qué te complazcamos ambos? – Susurro en su oído, suave y tranquilo, frotando su mejilla contra la de Blaze, acariciándola, incitándola a que continuara ella misma – Solo tienes que pedirlo... Como una buena chica, como una dulce gatita... Como una obediente esclava.

- Aahh... Yo... - Todo su pelaje se erizo, esponjándose de manera tierna al sentir no solo las caricias del azabache sino las del albino, convenciéndola injustamente de aceptar con todo lo que desearan hacer con ella – Yo quiero... Ah... Yo quiero... - Dio un débil gimoteo, frotándose con el cuerpo del erizo bajo de ella, cual minino en busca de cariño – Quiero más... Por favor...

- Jajaja. Di las palabras mágicas, mi amor – Le corrigió el albino, dándole un beso en su mejilla, pasando sus uñas en un suave deslice por sus muslos.

- ...Por favor... Quiero más, mi amo – Ronroneo, lamiendo el mentón del veteado, siendo recibida por otro beso de este, tomando sus piernas para levantarla y entrar lentamente en ella – Ah... ¡¡Nnnaah!! Es... Es muy – Al entrar completamente dentro de ella se escuchó un chapoteo por el resto seminal dentro de ella, incitando al demonio en no detenerse, sacando y volviendo a meter por completo su miembro dentro de la felina - ¡¡Aaah!! ¡Nhaaah! ¡Me-Mephiles! E-espera... ¡¡MMHHG!! Es muy grande.

- Jaja... Se siente increíble – Sonrió complacido, sacando y volviendo a introducirse en ella, fascinado por el dulce sonido que hacia la gatita al sentir una y otra vez su interior siendo llenado por su miembro – Estas tan apretada... Haaa... Sera un gusto terminar de abrir tu dulce flor – Susurro, apretando con sus garras los muslos de la chica, que ya se dejaba tocar sin algún reproche, maullando fuertemente complacida al ser penetrada de esa manera – Mmm... Aaaha, se siente tan bien... Hacerlo con una jovencita tan inocente como tu... Ah, que dulce... Tan dulce... Es demasiado empalagoso...

Mephiles se relamió los labios, abriendo bien su boca para encajar sus colmillos en la piel de la chica que grito adolorida, pero luego callo su lamento con un resoplido gimoteo, relajando todo los músculos para dejarse tomar por completo por penetraciones rápidas y fuertes del demonio, soltando gruñidos cual bestia, aferrando sus garras en el cuerpo de la minina, terminando de hacerla suya a su muy conocida manera de tomar a las personas con su gran virilidad.

Silver observaba totalmente entretenido, masturbándose e introduciendo sus dedos en su entrada, gimiendo bajo para poder escuchar a la perfección aquellos sonidos que provocaban sus dos personas favoritas teniendo sexo frente a él, deleitado por ver como ya su chica estaba disfrutando lo que su amo le provocaba. Le calentaba enormemente verlos a ambos así.

- Mmmh... ¿Te gusta lo que estás viendo? – Pregunto Mephiles, llevando su mano a la boca de la chica, mostrándole a su amado erizo como la felina estaba fuera de sí, manteniendo su lengua afuera, babeándose encima, derramando finas lagrimas por sus mejillas, sin poder centrar su vista perdida en el estasis que experimentaba – Ya está totalmente sumisa, jajaja. Adoro corromper de esta manera a mis nuevos esclavos.

- Ella será más que eso, amo – Se acercó al par, rodeándolos en sus brazos, besando a Mephiles y seguido a Blaze, que forzadamente mantenía su mirada en el albino – Sera una princesa... - Beso sutilmente la nariz de la morada, haciendo que reaccionara para escuchar las palabras de su amado – Sera mi reina...

El joven erizo descendió lentamente, dejando un camino de besos por todo el torso de la minina hasta llegar a su vagina, donde era penetrada a una buena velocidad por el veteado. Tenía la mejor vista de donde ocurría la razón de tantos maullidos y gemidos de placer, una detallada y perfecta vista, siéndole tan apetecible, tanto para saborearlo, pasando su lengua desde la base del miembro de su amo hasta el clítoris de su princesa; el sabor de sus fluidos combinados hacían desatar un enorme calor en su pecho y pelvis, tanto que comenzaba a sudar y a jadear por la gran hipertermia que pasaba por su cuerpo, sintiéndose tan complacido con tan solo ver y saborear un poco de ambos.

- ¡¡Mmmaaahnn!! ¿¡Ahaaa!? Si... Silver... - Gimoteo la felina, rodeando sus brazos en el cuello del demonio tras suyo, moviendo fervientemente su cadera – El pene del amo Mephiles... Ahaa... Se siente muy bien... ¿Esta mal... Que me guste taaanto? – Pregunto, mostrando una sonrisa nerviosa al erizo frente a ella que sonrió de manera pervertida.

- Para nada, mi princesa, es más. Has de alabarlo por tal honor y satisfacción que te está dando – Beso el vientre de la chica, sin apartar la mirada de sus ojos, dedicándole una sonrisa lujuriosa – Tienes que complacerlo igual...

- Juju... Asi es... A tu amo le gustan los esclavos obedientes y leales – Añadió Mephiles, besando la herida que había dejado en la felina – Demuéstrame lo muy agradecida que estas.

- Mnaah, aahhaa, amo... ¡¡Mhh!! ¡Aah! – Sus piernas temblaban en ese punto, dando brincos sobre el demonio que la alzaba desde sus glúteos, haciendo más versátil penetrarla tan rápido como le complaciese – Amo Mephiles, Nhaaa... Su pene se siente muy bien, me hace sentir muy bien, Amo...

- ¿Si?... – Aumento su velocidad, abrazando a Blaze junto a sus piernas alzadas, penetrándola tan profundo que llegaba a chocar su glande con el útero de la minina - ¿Mucho mejor que Silver? – Pregunto burlonamente, recibiendo como respuesta un fuerte apretón de Blaze, que volteo a verle con ojos molestos.

- Amo... - Musito con un tono arisco en su voz, pasando sus garras por la piel del demonio hasta llegar a sus brazos que la retenían posesivamente – Ahh... Aun... Si se siente bien y ¡Nnh! Sea más grande... No podrá estar sobre Silver... - Apretaba sus labios para no liberar ningún sonido placentero, tomando seriedad en sus palabras, observando al erizo de ojos dorados delante de ella, sonriéndole con amor – Jamás, podría... Amo ¡Kya! Aun si me hace correr ¡Aaaahhhh! – Claramente, con aquella repuesta insatisfactoria de Blaze, el demonio tomo riendas para hacerle tragar sus palabras, tomando una endemoniada velocidad junto con movimientos fuertes y fluidos para hacer perder la cabeza de la morada.

- Prefiero escucharte balbucear incoherencias – Dijo con amargura, apretando con fuerza el trasero de la felina, marcándola con sus garras a la vez que creaba tentáculos para que fuesen apretando los pechos de la chica.

- ¡¡NYAH!! ¡¡AHAA!! ¡AMO! ¡AMO! – Siendo atormentada por tantos estímulos que desataban aquel frenesí de placer en su cuerpo sensible, no podía aguantar más en gritar, perdiendo así de fácil su mente - ¿Por qué? ¿Por qué es tan cruel? ¡Mnaahh!

- Amo, deje sus celos de lado - Silver se acercó más, acariciando el rostro de Blaze mientras miraba directamente a Mephiles – Tiene delante de usted a dos esclavos leales y serviciales – Beso los labios del veteado pero sin recibir un beso devuelta de este – Jijiji... Tan solo quiere verla volverse una buena putita para usted... ¿No es así, amo?

- Jmmp – Gruño bajo, golpeando con impresionante fuerza a la minina que brincaba alto por cada envestida.

- ¡¡Ah, ah, aahh, ah, haahaaaa, ahh!! ¡Amo!... ¡Nhaan! ¡Amo! – Gritaba la pobre chica que no resistía por más tiempo, acercándose a su clímax, tratando de aguantar hasta sentir la corrida de su dueño - ¡Por favor! ¡No aguanto maaaahh!

- Tal vez lo haga... Y lo haré... - Golpeo una vez más, llenando la cavidad vaginal de la felina de su semilla, escuchando un armonioso gemido agotado, aliviado de haber llegado junto con él en aquel torturador pero adictivo coito – Aun si me tome toda la noche...

- Aaahh... Aaaahhhhaa... Silver...

- Eso es, buena chica, Blaze – Apremio Silver, recibiendo a Blaze en un abrazo, aun estando unida a Mephiles – Lo hiciste muy bien... Realmente bien – Mascullo, acariciando el pelo despeinado de la felina acorrucada entre sus brazos - ... ¿Quieres más?

- ... Si... Mhhaas... - Se incorporó como pudo, sacando el miembro del demonio en un solo jalón, provocando que una gran cantidad de esperma se desparramara en la cama, dejándola por un momento tumbada con el pecho hacia abajo sobre las sabanas para recuperar estabilidad de sus fuerzas – AH... Aaahh... Mi cuerpo... Se siente tan bien... Es extraño... Muuy extraño... - Su pelaje se erizaba de punta en punta, elevando su cola totalmente en alto, enroscándola varias veces mientras se agitaba rápida en la punta de esta – Quiero... Mucho, mucho, mucho más... Ah... Pero no puedo... Pararme... Mis piernas no paran de temblar – Confeso con sus orejitas bajas, sonriendo apenada hacia el albino que sonrió agraciado por verla de esa manera.

- Jajaja, está bien, puedes tomar un pequeño descanso... - Se acercó a la tumbada gatita, acariciándole tras de su orejita, sin poder apartar la vista del desastre que se había vuelto su chica – Mientras, puedes hacer algo con esa linda boca... - Mostro su pene delante del rostro de la chica, tomando rápidamente su atención como si fuese un gran premio delante de ella - ¿Tienes hambre?... ¿Quieres un poco de leche, gatita? – Golpeo suavemente su miembro en el rostro de la chica, ganándose un maullido dulce antes de que se llevara su pene a su boca – Aaah... Eso es, buena gatita... Haa...

A pesar de su total inexperiencia en el sexo oral, daba todo de sí para hacerlo lo mejor para el albino, moviendo de lado a lado su cabeza, masajeando con su lengua el vigoroso miembro y tratando de introducirlo completamente, pero apenas podía, ahogándose varias veces y teniendo que retirarlo de su boca para tomar un respiro con fuertes jadeos combinados con gemidos, solo para que le volvieran a introducir el miembro en su boca, forzada por el albino desesperado por más.

- Parece que tiene bastante talento – Comento Mephiles, sobando su miembro al verlos tan entretenidos entre si – Lo hace tan natural.

- Aaahhha, si... ¡Mmh! Se siente increíble – El albino dejaba su boca abierta con su lengua colgando, derramando las feromonas sobre su pecho desnudo, deslizándose hasta llegar a su vientre donde la felina iba aumentando su velocidad y sus movimientos desesperadamente – Jajaja ¿Tienes tanta hambre? ¿Estas desesperada por mi leche, mi gatita?

- Mmmh ¡Sí! Quiero más leche, leche, leche – Dijo rápidamente, volviéndose a introducir el miembro del otro, viéndole con suplica en sus ojos ámbar.

Mephiles y Silver rieron en unísono, acariciando el cuerpo de Blaze por verla ya ensimismada en aquel punto sin retorno, esa insaciable sed de placer del que eran conocidos todos los fecundadores.

- Mmm... Un poco más, mi princesa... Nhan... Solo un poco más~

- Aún queda mucho por dar... - El veteado continuo abriendo el trasero de Blaze, revelando su vagina rebosando en esperma y su ano aun virgen de sus perversiones.

- ¡Mmmh! – Gimoteo bajo el pene en su boca, mirando tras suyo lo que le hacia el otro erizo sin permiso.

- Creo que será justo tomar tu ultima virginidad ¿No es así? – Rió con una sonrisa siniestra, pasando su lengua desde el genital de la chica, hasta su entrada anal, besando esta para provocarle un fuerte escalofrió a la morada – Solo tengo que advertirte... Que no seré suave...

- ¡¡Mmh!! – Sin lograr retirarse el miembro del otro, se asustó, chillando temerosa.

- Tranquila, mi princesa... Aaahaaa... Te encantara – Tranquilizo Silver, afincando la cabeza de la minina para que no se detuviera con la mamada que le estaba realizando – Solo respira profundo, relájate y... - Apoyo por completo la cabeza de la minina, haciendo que se tragara completamente su miembro mientras le ayudaba al demonio abriendo la entrada anal de la felina con sus dedos para que de un golpe la penetrara completamente hasta llegar a chocar sus pieles.

- ¡¡¡MMMHHH!!!

- Eso, es... Ahha... Como una inyección – Rió con lo dicho, retirando su miembro de la boca de la morada que se había atragantado, tosiendo varias veces antes de que su segundo de respiro le fuese arrebatado por el demonio que comenzó a envestir con bastante fuerza, haciendo resonar las pieles tan fuerte que hubiera pensado que le estaban golpeando con una tabla.

- ¡¡MHAAAAAAH!! ¡SILVER! ¡SILVER! ¡AAAHHAA! ¡ES MUCHO, MUCHOOO! – Chillo derramando lágrimas, sintiendo el dolor y el placer fuertemente en su entrada, perdiendo toda voluntad de detener aquella malicia que le hacia Mephiles en su pobre y ya no virgen trasero - ¡¡NYAAAAA!! ¡NHAN! ¡AMO, MEPHILES! ¡POR FAVOR!

- ¿Si? Mnh. Dime que te atormenta, mi dulce esclava – Pregunto, tomando los pelos de la minina, jalándole con fuerza - ¿Lo estas disfrutando?

- ¡AMO! ¡AHAAAA! Por favor... ¡¡MNNHG!! ¡Más despacio, por favor! – Suplico con su voz ya ronca de tanto gritar.

- Oowww, ya, ya, ya – Se recostó sobre su cuerpo, disminuyendo la velocidad y en cambio aumentando las fuerza en como clavaba su pene dentro de ella – Consiente a tu niña para que deje de llorar – Mando a Silver, guiando a su vez a Blaze a volverse a introducir el pene del albino en su boca.

- Haaa... Amo... Princesa... - Acariciaba la cabeza de Blaze, pasando sus manos por sus orejitas y mejillas, sintiéndose bien al ver el rostro de su amada bañada en lágrimas y saliva, mostrando una mirada cansada pero aliviada por haber vuelto al ritmo que su cuerpo toleraba – Estas tan linda... Tan hermosa... De tan solo verte me voy a correr.

Blaze gimió y ronroneo bajo el pene de Silver, viéndole con cariño, moviendo su cabeza para ir moderadamente tragándose su miembro, llegando a tomarlo por completo hasta su base, sintiéndose orgullosa de poder hacerlo como era debido, sonriendo débilmente para su amado que le devolvía una sonrisa más pervertida.

- Eso es... Así... Abre bien, mi gatita~ - Separo a Blaze de su miembro, sosteniéndole desde la frente para no permitirle a la otra seguir chupando, mostrando de la otra parte desesperación por continuar – Ahí viene tu leche... Ahhaa... Disfrútalo mi princesa – Disparo una buena cantidad de semen caliente directamente en la boca de la chica, llenándole también en su rostro - ¡Mmh! ¡Aah! Jajaja... Haaha...

- Lecheee, lecheeh, caliente... – Balbuceo, ronroneando fuerte, lamiéndose los labios y frotando su cabeza en el pecho del erizo veteado sobre ella – Lecheee... Quiero leche calihente del amo también – Pidió con voz quebradiza, maullando dulce, dejándose recibir feliz cada penetrada del demonio – Lléneme ¡Nyan! Cuanto quiera, amo, ¡Oh! Por favor... ¡Mmhaaaaa!

- Muy buena chica, jajaja... - Con sus manos sostuvo la cadera de la minina, introduciéndose fuerte a una rápida velocidad y retirándose lento, haciendo esto una y otra vez, soltando gruñidos en cada envestida que daba – Te voy a dejar tan llena... Que tu vientre se va a hinchar de tanto semen que te voy a dejar... Ah... Serás una linda y dulce dona feliz, gatita.

- Un dulce dona, Mmhh, muero por probarla – Comento Silver, acercándose a los labios de Blaze, comiéndosela de manera desesperada, lamiendo sus labios, sus mejillas, limpiando su semen del rostro de la chica - ¿No quieres ser una dulce dona rellena, mi princesa?

- Seii... Una dhona relliena, dona, dona relliena, rellena de toda la leche del amo y Silver... ¡Mhuaa!... ¡Quero! Quero ser rellenadhaaha, llenada, llena... – Decía perdida en sí, sintiendo como el pene del otro iba palpitando dentro de su culo, siendo llenada de un disparo caliente que sintió en cada centímetro de su cavidad, gimiendo en alto por aquella maravillosa sensación que le daba al sentirse rebosada hasta el punto que toda la corrida del demonio sobre salía de su ano aun con su miembro dentro de ella - ¡Oh mi amo! Nyaaaaahaaa... Amo su pene, lo amo... Lo amo... Nyiaaahhh...

- Mmmhh... Aahhaaaaa... Ah... Demonios, si... - Gimió bajo, meneándose un poco dentro de ella, volviéndose acostar sobre esta, ronroneando igual y lamiendo la oreja de la minina – Estuvo bastante bien... Muy bien – Resolló viendo a Silver con poco interés – Estuvo incluso mejor que tu culo, jajaja – Dijo para molestar al albino, pero este solo rio sacándole la lengua.

- Eso lo comprobare yo, sino le molesta, amo – Burlo, besando al demonio en los labios, animándolo a salir de la gatita que chillo al ser despojada del veteado, temblando fuertemente y retorciéndose hasta quedar boca arriba, jadeando y gimoteando con una leve sonrisa.

- Mi cuerpo se sente muuuuuy bien, jajaja – La pobre gatita se meneaba de un lado al otro, viendo a Silver con deseos de proseguir, levantando sus piernas y brazos, abriéndose toda como una cachorra juguetona – Hazme sentir bien, Silver... Por favor... Quero sentirme bien contigho... - Pidió agitando su cola fuertemente, con ojos grandes y perdidos de razón.

- Oh, mi princesa, mi princesa – Se abalanzó sobre ella, quedando cerca de la vagina de Blaze, pasando su lengua rápidamente con largas lamidas, siendo igual, succionado su pene por la misma que gemía junto con su pareja al estar en posición de "69" – Estas tan deliciosa, te adoro tanto...

- Que conmovedor. Se ven tan tiernas mis mascotas dándose tanto cariño entre si – Mephiles, acaricio la cabeza de Silver, pasando sus manos por todo su cuerpo, llegando hasta la gatita para acariciarle igual en su cabeza – Pero me están dejando de lado, mis lindos esclavos traviesos – Se levantó de la cama, quedando de pie al lado de esta, agitando su miembro levantado, duro aun para proseguir por mucho más.

Con eso dicho, llamo la atención de la joven pareja, girando a ver aquel trozo de carne estremeciéndose delante de ellos, teniendo de repente una fuerte y desesperada sensación de ir a probarlo. Los dos, con frotes y roses cariñosos como si ambos ahora fueran una pareja de felinos, se acercaron a la orilla de la cama, mirando embelesados el pene de su amo recubierto en líquido seminal que goteaba aun en su punta.

- Supongo que mi linda mascota muere por tener un poco de leche también ¿No es así? – Dijo pícaramente, acariciando a Silver que cabeceo afirmativamente, viendo a su dueño con mucha emoción.

- ¡Si, amo! ¡Si! ¡Nyan! ¡Quiero leche! – Imito el comportamiento de un gato, posando sus manos cual minino, agitando su rabo en espera del permiso del veteado.

- Y tu aun tienes hambre... ¿No es así, Blaze?

- ¡Si, amo! ¡Mucha! Denos de comer, por favorrrr – Pidió con ojos brillantes, hermosos, ronroneando con fervor a la vez que frotaba su rostro con el de Silver, haciendo una adorable escena para Mephiles que rió con una leve carcajada, sonriendo con aquellos colmillos filosos y voraces por las suplicas de sus esclavos.

- Pues coman... - Dijo apenas, y ambos empezaron a lamer y succionar su miembro desesperadamente - Tomen todo lo que quieran, mis gatitos.

- Amo Mephiles... Mmmhhh... Sabe tan bien... Ah – Comento Silver, jadeando contra el pene en su boca.

- Su olor es muy fuerte... Me encanta... Nmmh – Añadió Blaze, chupando los testículos del demonio.

La joven pareja ahogaban sus gemidos contra aquel miembro grueso y palpitante, apenas tomando un momento para respirar, sintiéndose como una pérdida de tiempo por quitarles segundos para saborear y probar a su dueño. Jugueteaban con sus lenguas contra el glande del demonio y se turnaban uno a uno para introducirse todo el pene hasta sus gargantas, emocionados por como este temblaba y palpitaba con cada mamada que le realizaban, esperando ansiosos por la corrida caliente que se les había prometido.

- ¡Amo Mephiles! – Dijo Blaze en tono de reclamo hacia Mephiles - ¡Danos leche!

- ¡Si, amo! Voy a desfallecer si no lo tomo ahora – Dramatizo Silver, masturbando con sus dos manos al demonio, permitiéndole igual a Blaze masajear sus testículos - ¡Por favor, amo!

- ¡Amo!

- Stk stk stk... ¿Qué voy a hacer con estas mascotas desesperadas? Jajaja – Se burló, acariciando las cabezas de ambos, viéndoles con una sonrisa compasiva – Tal vez pueda entretenerlos a ambos hasta que esté listo... - Así, creo varios tentáculos introduciéndoselos a ambos jóvenes que exclamaron atónitos por lo repentino, soltando luego un largo y dulce gemido por sentir más de un tentáculo en sus entradas moverse de manera escurridiza - ¿Les gusta así, mis mascotas?

- Siiii... Amooo – Respondieron al unísono, continuando con la oral que le estaban haciendo a su dueño.

- Oooww... Ahora no puedo dejar de pensar en Sonic y Shadow. Como me gustaría que estuvieran con nosotros. Tendría por lo menos a esas dos malditas perras masoquistas – Dijo pensativo, tomando con uno de sus tentáculos su celular que tenía en un mueble - En cambio me tengo que contener con ustedes dos... - Se quejó, tomándole una foto a los jóvenes de ojos ámbar, mandando seguido la foto a un grupo de chat – Que mueran en envidia esos prostitutos al ver tan tiernas cositas mamándome los huevos – Rió egocéntricamente, envistiendo de un golpe en la boca de Silver, provocando que se ahogara con tremendo trozo de carne que apenas pudo sacar de su boca para respirar, haciendo igual con Blaze que regurgito por lo poco, tosiendo abrumada con ojos cargados en lágrimas – Jajaja. No puedo contenerme tanto, después de todo... ¿Eh? – Su mensaje fue respondido y al verlo, mostro un rostro amargado y molesto al ver que Shadow y Sonic le habían respondido con varias fotos de ambos teniendo sexo desenfrenadamente, dejando de ultimo una foto con ambos erizos marcados con mordidas y rasguños, con sus entradas llenas del semen de cada uno – Malditos... Jajajajajaja...

- Mmmhh ¿Amo? – Pregunto curioso Silver, deteniéndose para ver qué era lo que le remordía al demonio.

- Esos malditos... ¡Los voy a follar hasta que no se puedan levantar por dos semanas! – Gruño eufórico, introduciendo más tentáculos por las entradas de Silver y Blaze, creando otros tentáculos para estimular los pezones de cada uno.

- ¡¡Nyaaahhh!! ¡Amo Mephiles! ¡No puedo....! – Apenas Blaze abrió la boca, el demonio introduzco su pene violentamente, corriéndose casi de inmediato en su boca - ¡Ah! *cof cof cof* A-amo...

- ¡Amo, no-

Silver apenas pudo hablar cuando el pene del otro se volvió a introducir en su boca, envistiéndole varias veces hasta correrse igual, derramando el resto en todo su rostro y cuerpo; todo esto solo para luego tomar varias fotos de Blaze y Silver, desorientados por la violenta posesión de sus bocas para complacer los celos del demonio que envió todas esas fotos hacia Shadow y Sonic, dando como finalizado un gruñido.

- Ah... Ah... ¡Mephiles! – Regaño Silver furioso, apretando los puños con un ceño molesto – ¡Prometió no ser violento!

- Pues a tu novia le gusto ser tratada así – Le mostro una de las fotos que tomo de Blaze, mostrando como sonreía desorientada, extasiada con el semen en su boca desparramándose hacia su mentón.

- Blaze – Llamo Silver, volteando a ver a la gatita con impresión.

- L-lo siento-o... Ahha... S-se est-ta moviendo mu-u-ucho dentro de mi... ¡Nhg! Mmmhaa... - Agacho la mirada apenada, sobándose su vientre con los tentáculos del demonio aun dentro de ella – ¡¡Aahh!! Se ret-tu-tuersen muu-u-uucho jaja... Jajajaaaaahh – Dijo débilmente, temblando mientras se esponjaba – Me voy a correr...

- Blaze... Jajaja, eres una perverti- ¡¡NYAH!! – Mas tentáculos de Mephiles fueron introducidos en Silver, quedando así en pareja con la misma cantidad que Blaze, moviéndose mucho más rápido y violento, masturbando su pene con otros más, dejando al albino sumiso y rendido ante las múltiples penetraciones en su culo - ¡¡Aaaaahaaaah!! ¡Amo!... ¡Oh dios! ¡Se siente tan bien! ¡¡Mhaaa!! ¡Haaa! – Chillo, levantando su rabo y manteniendo su pecho pegado en la cama, arqueando su espalda por la electricidad que recorria su cuerpo - ¡No pare por favor! ¡Nhaaan! Se siente muy bien, se siente increíble.

- Silver... Gimes tan dulce, eres tan lindo... - Dijo Blaze, acercándose para besarlo, llevando sus manos para acariciar su cuerpo – Eres taaaan lindoou, jajaja...

- Mi princesa~ tu también eres leeendaaahh haahaaa... - Le devolvió el beso, abrasandose con ella, sintiendo su pecho caliente contra el suyo, respirando forzadamente ante aquel atador beso del que no deseaban separarse, gimiendo bajo de este, acompañándose de caricias en todo sus cuerpos – Te amo... Te amo mucho...

- Tu cuerpo... Está muy caliente y sudoroso... Jijiji – Beso su cuello, lamiéndolo para luego dejarle una mordida picara a su querido erizo – El amo tene razón, jajajaja, sabes delici-o-osoh – Rió atontada, apenas escuchando el sonido de la cámara que tomaba fotos de ambos, volteando a ver al erizo de ojos jades que se mantenía totalmente concentrado, tomándoles fotos en varios ángulos – Amo~ Usted tamben debe de sahaber delicioso – Le coqueteo con la mirada, apretando con sus manos el trasero de Silver para liberar de sus labios un gemido asustado – Venga con nosotros, por favor, amo.

- Mmmm... Mejor terminen de correrse de una vez – Aumento la velocidad en los tentáculos, agitándose dentro de Blaze y Silver, mientras que los que masajeaban sus pesones y genitales apretaban con más fuerza – Necesito buenas fotos para estos dos bastardos.

- ¡¡MMMNNHAAA!! ¡ES MUCHO! ¡AAHAAAA! ¡ME VOY A CORRER, ME VOY A CORRER! – Silver se agito, moviendo sus caderas adelante y hacia atrás, perdiendo la visión por un momento antes de correrse en toda la cama y en el pecho de Blaze, soltando un alarido de alivio, gimoteando débilmente por haberse liberado de aquella presión contenida en su vientre – Aaaha... Haaa... Que ben... 'Esintio... Amo...

- ¡¡Aahhh!!... ¡¡NYAAAAH!! ¡¡Nhaaaaaahh!! – La minina tembló hasta la última fibra de su cuerpo, llegando a correrse en un disparo de jugo vaginal, manchando igual el cuerpo de Silver - ¡Aaah!... Aaahhhh... Delicioso~ Jajaja.... – Se tumbó en la cama, sintiendo como los tentáculos eran retirados de ella, logrando tomar un respiro luego de aquella agotadora eyaculación.

- Magnifico. Ambos salieron de envidia – Dijo Mephiles, revisando las fotos – Pero la noche es larga, podemos tomar muchas más... - Tomo a Silver de sus brazos, cargándolo en un abrazo, viéndole directamente a los ojos mientras se acercaba a sus labios – Muchas, muchas más...

Sus bocas se fundieron en una, combinando sus feromonas para ir tomándolas prudentemente, separándose tan solo para poder probar algo más, dándose dulces y picantes mordidas en sus labios, cuello y hombros, volviendo a retroceder en su sendero de marcas para volver a probar la lengua del otro.

- Amo Mephiles... Ah...Muchas gracias por esta noche. Tenemos taaaaaanto que agradecer... - Dijo Silver, siendo marcado en su bíceps por los colmillos de Mephiles - ¿Qué le gustaría que hiciera por usted?

- Hmmm... Interesante propuesta, mi Silver... - Volteo a ver dónde la minina, que apenas lograba tomar estabilidad para apoyarse de sus manos y ver como ambos erizos continuaban sin ella – Quiero ver algo... Entretenido...

Blaze acariciaba su cuerpo sensible, bañada en semen por todo su pelaje lila, aun sintiendo ese persistente calor en su pecho y vientre, asustada e impresionada de como aun ansiaba continuar. Levanto la mirada cansada, viendo como ambos erizos se cotilleaban cosas entre sí, sonriendo devuelta a ver a Blaze observándolos con aquellos ojos débiles y brillantes.

Silver camino a gatas sonriendo de manera peculiar hacia su chica, que intimidada, se enrosco con su colita, viendo aquellos ojos dorados brillar de esa manera hacia ella.

- Blaze... - Llamo con una voz seductora, confundiendo por poco a la gatita que pensó que se trataba de alguien más por aquella voz tan profunda y ronca de quien escucho venir su nombre – Vamos a jugar un juego~ - Sonrió mostrando los dientes, mientras que varios tentáculos retuvieron los brazos y piernas de Blaze – Vamos a ver qué tan resistentes eres, jijiji ¿De acuerdo?

- ¿Nyah?... ¿Mephiles, Silver? Hhm ¿Qué van a hacerme? – Pregunto tímidamente, pero excitada de cómo iban sonando las cosas por Silver.

- Jijijiji... - Oculto su sonrisa llena de artimaña tras su mano, bajando a la entrada vaginal de Blaze, presionando su vientre para observar como aun salía líquido seminal dentro de ella – Wow, realmente logramos hacerte una dona, mi princesa – Beso sus labios vaginales, introduciendo su lengua tan profundo como llegase, moviendo su boca para hacerle un masaje a su vulva vaginal.

- ¡¡Aah!! ¡Silver! Aaaahhh... A-aún estoy muui senhible.... Haaaha... No puedo durar por tanto yaaaaahh ¡Nyaaaan! Ya no puedo controlar mi cuerpo.

- No te vayas a correr aun – Dijo Mephiles, acercándose con una caja en manos, dejándola al lado de la gatita sobre la cama – Es tu primera orden a acatar... - Continuo diciendo con un rostro frió usando un tono más serio y mandatario, ablandando la mirada luego para pasar su mano como una caricia en la mejilla de Blaze – Una orden de tu amo que cumplirás hasta que yo te indique lo contrario – Su mano descendió, pasando por los senos de la morada hasta llegar a sus piernas, acariciándolas y apretándolas como un masaje, acercando su rostro junto a Silver para ir lamiendo también su vagina.

- ¡¡Amo!! ¡Nnnnh! Aaahhaaa, me gusta... Me gutha... Haaa – Aun si lo hubiera querido evitar, sus piernas eran sostenida fuertemente para que quedara abierta de en par en par, permitiéndoles a los dos erizos lamer y chupar toda su esencia vaginal, encarnados en aquel pecado que les hacia surgir al probar aquellos jugos combinados de ambos en el celo de la minina – Me guta como me hacen sentir... Mis amos... Mhaaa... Estoy siendo mimada por mis dos amos...

- Escúchala, ya no sabe distinguir entre los dos quien es el amo... - El azabache se levantó, lamiendo la boca de la gatita que apenas pudo devolverle aquel beso de lengua – Creo que debería de demostrarle quien es.

- Solo déjala así un poco más, Amo – El albino seguía con su oral, estimulando con las yemas de sus dedos el clítoris de la chica – Quiero probar más de su corrida...

- Ya lo podrás hacer – Le interrumpió colocando la caja frente a su rostro, entregándosela para que la abriera y sacara su contenido – Que comience el juego primero.

- Jajaja, Si, mi amo~ - Con un rostro pervertido, le devolvió la mirada al demonio, mirando igual a la gatita que esperaba más de esos mimos que le estaban entregando – Esto te va a encantar más a ti que a nosotros, mi princesa – Saco de la caja varios objetos cilíndricos y ovalados de diferentes calibres, junto con un dildo duo de color rosado.

- ¿Qué?... ¿Qué son esas cosas? – Pregunto ignorante la joven gatita, temblando insegura de lo que planeaban.

- Jajaja. Solo algo que te volverá casi tan loca como lo que te hace sentir nuestros penes juntos, gatita – Respondió Mephiles, abriendo con sus manos los labios vaginales de Blaze – Introduce el primero, mi esclavo.

- A la orden, amo~ – Metió el primer objeto ovalado pequeño dentro de la cavidad vaginal de Blaze, escuchando un chillido asustado de ella por lo que le introducían - ¡Uno! – Tomo otra más y lo metió igual en la vagina, notando el temblar en las piernas de la morada – Dos... - Introduzco otro más, empujándolo muy profundo, provocando el gemido temeroso de la gatita - ¡Y tres! Vamos con tu culito~

- Te tardas demasiado. Dame acá – Tomo tres de aquellas esferas redondas metiéndoselo de una sola vez en su ano con ayuda de uno de sus tentáculos.

- ¡¡NHAAA!! ¡Ahh!

- Amo Mephiles – Regaño con la mirada.

- ¿Qué? Le gusta – Tomo de ultimo el dildo duo, rosando las puntas en las dos entradas de la gatita - ¿Lista, Blaze?

- Mmmmhh... Si, amo... Estoy lista... - Respondió con su voz temblorosa, sonriendo nerviosa al ver aquel objeto en su entrada, siendo sostenido por las manos de Mephiles y Silver.

- Pues, Aquí vamos – Junto con Mephiles introdujeron el objeto, teniendo como respuesta un placentero sonido de Blaze, maullando suave mientras ronroneaba excitada – Esooo~ Buena gatita. Eres una buena gatita ¿No?

- ¡Si! Soy una buena gatita, una muy buena gathita... - Ronroneo, deseando moverse más, pero siendo limitada a mantener sus brazos sobre su cabeza y sus piernas extendidas de un lado al otro.

- Así es. Eres una buena gatita, y también una buena y linda putita ¿No? – Añadió Mephiles, masajeando el clítoris de la minina con sus manos juntos a Silver.

- Si, amo, soy una bwena y linda putita – Meneo su rabo rápidamente, emocionada porque le penetraran con aquel objeto extraño dentro de ella – Por favor... Quiero sentir mhas, mhaa, maaaas.

- Lo siento, mi princesa, pero ese es el juego, jijiji – Silver tomo un adhesivo, colocándole pequeños vibradores sobre los pezones y cliptoris de la gatita, sosteniendo también el consolador desde su base para que no se saliese – Te quedaras ahí tan solo viéndonos coger delante de tus bellos ojos sin poder probar nada – Le mostró la lengua en burla con una pizca coqueta, siendo rodeado por los brazos del azabache que igual la miro burlón.

- ¿Q-que? Pe-pe-pero amo... Yo... Yo quiero más... - Pidió con ojos grandes y cristalinos, viendo con ruego a ambos erizos.

- Lo siento, mi dulce mascota. Pero quiero verte totalmente corrompida.

Roso sus dedos en el mentón de la felina, alejándose para tomar en Brazos a Silver y comenzar a besarle con locura en sus labios, dejándose escuchar los chupones que dejaban tras cada separación de sus bocas, bañadas en sus feromonas, viendo de reojo a la minina que temblaba y los observaba desesperada.

- ¡Silver, Amo! Aaahh... ¡Por favor! Yo también quiero – Trato de forzar el amarre de los tentáculos sin conseguir nada, temblando con impotencia - ¡Ah! ¡Por favor! ¡Nyah!

- ¿Qué dices mi esclavo? ¿La ayudamos un poco? – Inquirió Mephiles, sonriendo de orea a oreja.

- Sí, quiero un poco de música de fondo – Tomo un control dentro del cajón, apuntándolo dirección donde Blaze para activar todos los vibradores dentro y fuera de ella.

- ¡¡Nha!!... ¡¡NYAAAAHHH!! ¡¡OOOHH!! ¡WOW! ¡Se siente bien, se siente muy bien! Jajajajaja ¡GRACIAS! ¡GRA'IAS! ¡AHH! – Al sometérsele aquellas vibraciones en sus partes más sensibles solo pudo temblar y temblar, agitando todo su cuerpo y su pelaje, salivando una gran cantidad de feromonas, perdida en aquel mundo de satisfacción donde era recibida - ¡Oooooohhh! ¡Necesito que me penetren ahora, por favor! ¡Por favor! ¡Amos!... ¡Nhaaan!

Tan solo escuchando, continuaban con sus caricias y sus manoseos en todo sus cuerpos, lamiéndose, mordiéndose, buscando con ansias más besos del otro con más feromonas para compartir, bañando sus labios y sus mentones en ellas, derramándolos en todo su cuerpo que era restregado por besos de cada uno, dejando rastros en sus piel de aquella sustancia rosada.

Era tan carnal aquella vista, aquella sensación del que era privada la pobre minina que no pudo dejar de verlo tan excitante, tan prohibido, que de tan solo verlos y escucharlos le revolvía la mente con sucias ideas eróticas, ideas que le hacían sentir bien y deseaba poder realizarla con aquellos dos erizos, incluso con los otros dos faltantes, Oh, deseaba hacerlo con muchas personas. Reconoció aquel deseo del que temía al estar consiente... Pero ya no le importaba, ya la moral no existía, siempre y cuando estuviera con su amado Silver, siempre y cuando compartiera con él aquellas sucias fantasías... Todo estaría a la perfección.

- Mírala, como lo disfruta – Dijo Mephiles, sonriendo de lado dirección a la gatita, haciendo que igual Silver volteara a verla, sonriendo con aquella vista de esa inocente gatita corrompida en la lujuria, gimiendo dulce y suave, arqueando su espalda por sentir los vibradores dentro de ella vibrando y moviéndose unos con otro; aquella ya no tan inocente gatita derramando de su boca semi-abierta grandes cantidades de feromonas - ¿Qué tal si ya le ponemos la cereza a este dulce pastel?

- Haga los honores, amo – Silver le entrego el control a Mephiles, meneándose por ver como su chica perdía el control.

Al apretar el botón, el consolador empezó a moverse en modo lento, dándole un aliento a Blaze para poder gemir en alto, feliz de sentir algo penetrando en sus dos cavidades. Maullo y resolló contenta, sonriendo atontada, dopada hasta dejar su mente nublada, solo logrando percibir aquellas satisfactorias vibraciones en sus puntos más sensibles, ahogándose en un calmado placer que la mecía con tranquilidad.

- Aaaahhaaa... Gracias, gracias amos ¡¡Mmmmhhhh!! ¡Se siente increíble! ¡Me gusta! ¡Me gusta mucho! ¡Ooooh! ¡Adoro este juego! – Maulló contenta, agitando su cola de un lado al otro, dedicándoles una sonrisa pervertida a los dos erizos.

- Qué bueno que lo estés disfrutando, princesa... Pero yo lo disfrutare más ahora – Silver masajeo el rígido pene de Mephiles, dejando caer sobre este un hilo de su saliva combinada con feromonas, lubricándolo bien antes de que el demonio lo tomara violentamente de sus piernas, cargándolo para clavarle de un golpe su duro miembro - ¡¡Kyaahh!! ¡¡Ahhaaaaa!! ¡Oh, Mephiles!... Si... Cógeme duro, por favor.

- Pensé que no querías que fuera violento – Empezó a sacar y meter lentamente su miembro dentro del culo de Silver, abrazándolo hasta estar cara a cara.

- Si quiero, si quiero ¡Nyaah! Sabes que no pienso bien sino me estas cogiendo – Dijo mostrando un puchero suplicante, moviendo por el mismo su cadera para sentir mejor el pene del otro recorriendo en su interior.

- Tienes razón, jajaja. Déjame aclarar tu mente entonces...

Apretó con fuerza el trasero de Silver, abriendo más su culo para las rápidas envestidas que le daba a su pequeña entrada, marcando tan fácilmente su piel con sus uñas, dejando delgadas líneas que derramaban rojo de sus aberturas. Sin poder delimitarse a eso, uso sus tentáculos para golpear su tersa y blanquecina piel, dejando tras cada golpe y corte un morado con raspones, escuchando por su esclavo un dulce coro perdido en el placer, entonando sus cuerdas vocales asta desafinarlas en un grito desenfrenado por la dulce sensación que su cuerpo masoquista le daba como respuesta a tanto dolor

- Hhhmm ahhaaa... Dime como es que te gusta – Ordeno el demonio, sonriendo de manera egocéntrica.

- ¡Me gusta ser maltratado por mi amo! ¡ME ENCANTDA! ¡Lo adoro! ¡Haaa! Adoro que me coja duro, amo como me trata inferior a usted... Nyaaaaahhh Adhoro... Adhoro...Haaaaahaaha – Su mirada se torcía, su boca no podía articular bien las palabras, su cuerpo se estremecía con cada entrada y salida de aquel pedazo de carne en su culo de prostituto, y como siempre, entre los tres esclavos de Mephiles, siempre era el primero en ser corrompido fácilmente – Amoooooohhhh ¡AAAHA! ¡Zhu pene me esta abiendo basdanteeeeehheheeeh! ¡¡MMMWWAAAHH!!

- Silver~ Nyaaahh, quiero ver tu cara... ¡Haaaa! Tus gemidhos son tan dulces que me hacen mojar aquí abajo ¡Nhan!... Quiero sentirte, quiero que me cojas también ¡Por favor! – Pidió la minina, forcejeando débilmente.

- Lo siento, pero de eso se trata... Mmh... Ver cómo te desboronas al ver a tu Silver convertirse en lo que es – Respondió Mephiles, viendo con malicia a la morada, recorriendo con su lengua el cuello del albino, tomando el control para aumentar la velocidad de los vibradores y del consolador – Lo único que puedes hacer es observar y recibir tu penitencia como una obediente esclava – Roso sus colmillos sobre la piel de Silver, dejando escurrir aquella feromona cargada de sus dientes – Díselo, Silver. Lo que tienes que hacer tú en cambio.

- ¡¡AAHAAAAA!! Tengho... Tengo que convertirme en la sucia puta de Mephiles ¡¡Mmmha!! Delante de mi dulce princesa – Contesto, arqueando su espalda por sentir las penetraciones más profundas, golpeando sin piedad su próstata - ¡¡NYAAAAAN!! Tengho que... Que... Aaaahhh dejarme coger ¡Mmnnaaaah! Comho el juguete sexual que soy... Yiaaahh... ¡¡Hhaaaa!! No pue'o – Puso los ojos en blanco, temblando fuertemente por sentir su corrida venir.

- ¡Vamos! No te vayas a correr aun – Gruño Mephiles, introduciendo un tentáculo en la uretra de Silver, provocando un agudo grito del mismo por la penetración de su pene – No sería justo para tu querida Blaze que tampoco se puede correr.

- E'... E' cierto... Mmmhaaaa... No pue'o... Correrme sin mi dul'e princesitaaaaaahaahahaaa – Balbuceaba, aferrándose fuertemente de Mephiles, echando su cabeza hacia atrás para ver a la gatita viéndolo con mucha excitación.

- ¡Eso es! Buena y obediente puta ¡¡Aha!! ¡¡Grrr!! – Mephiles tumbo a Silver sobre la cama, golpeando con más fuerza sobre su trasero, haciendo resonar sus pieles acompañado de sus jugos seminales - ¿Quién es mi obediente esclavo?

- ¡IO! Yio soy su obeiente escavo ¡HAA! Soy su juguete sexual... Soy su lindha mascota y su sucia putita, amo ¡¡NHAAHH!! – Le sonreía lascivamente a su dueño, rodeándole con sus brazos en busca de unir más sus cuerpo - ¡Cójame mas, amo! ¡Mas, mah, maah! ¡MAS! ¡Solo lléneme to'o lo que quera! – Grito desesperado, mirando directamente al veteado sobre él.

- Si... ¡MMHHA! Me encantas cuando me lo pides así, Haa... - Unió sus labios con los del menor, aferrándose con euforia sobre su cuerpo – Eres mío... Aaaah... Tan solo mío.

- Todho tuyo, amo~

- Silver ¡Ooohhaa! Mephiles~ - Blaze igual de conmocionada empezó a estremecerse por aquel panorama tan tentador y admirable.

Con un simple golpe termino de llenar el agujero de Silver, gritando fuerte con gruñidos guturales, depositando grandes cantidades de esperma en su ano, tumbándose luego sobre Silver por el fuerte agotamiento que empezaba asentir.

- Amoooo~ Aaahhh... Yo... Yo tamben queroooohhhh ¡Ah! – La minina aun siendo masturbada y penetrada con los juguetes sexuales, los miraba hambrienta, no logrando apartar la vista al ver a su amo moviendo lentamente sus caderas para frotar más su pene dentro de Silver, el cual estaba jadeando, temblando con cada bocanada de aire que tomaba, aferrado aun del azabache – Silver... - Llamo con impotencia en su voz, teniendo un respuesta del albino con una sonrisa inundada en la satisfacción, burlándose de ella con aquellos ojos lujuriosos - ¡Ya no puedo soportar más! ¡Cógeme de una vez por favor!

- ...Jejeje... ¿Taaaaaaaaaanto lo quieres? – Pregunto, acariciando el cuerpo del erizo acostado sobre él, meneándose ambos aun unidos.

- ¡Si! ¡Por favor! Quiero que me llenen más, Mmmh, Quiero sentirlos más ¡Haaahaa! Quiero sentir sus penes dentro de mí, por favor, amooooos~ ¡Mmwwaaah!

- ¿Qué dice amo? ¿No las cogemos ya? – Silver peino las púas del demonio y este solo volteo a Silver boca abajo sin salir de él, colocándolo en posición de cuatro - ¡¡Nyaaaan!! Amo~

- Ahhh... Digo que no gime lo suficientemente desesperada para quererlo tanto – Con su mórbida sonrisa volvió a las atroces envestidas en el posterior de Silver, dejándolo aturdido en la cama con cada una de ellas – Mira a Silver, aprende de él.

- ¡¡AAAHAA!! ¡OOHH! ¡¡MHAAAAAS!! ¡MAAAAHAAA! ¡Mmmmnnn! ¡MNNAHHH! – Su mirada perdida por aquella ráfaga de penetraciones, se nublaba por completo, dejándose dar tan fuerte como lo deseara el demonio – Nece'ito mha... ¡ASIIIIIIIII! ¡AAAHHHH!

- Ahaaaaahaa Nyaahh, por favor... Yo también quiero sentirme así de bien... Como tu Silver haa... Por favor amo...

- Baaaazeee... Solo necehitas pedirlo como ¡¡Nhaaa!! Si puderas morir sin esoooo~ Ooohhh ¡¡MMNAAHAA!! Justo... ahhhasi... - El peli blanco levanto más su cadera, siendo efectuada bien las penetradas en su punto G en esa posición, provocando que lagrimas se escurrieran por sus ojos brillantes a la vez que de su pene escurría liquido pre seminal de entre el tentáculo que se mantenía penetrándole la uretra - ¡¡NHAAN!! ¡AMO MEPHILES! ¡DEME AHÍ! ¡AAH! ¡No pare, no pare, no paheeeee! Jajajajajaahh ¡HAAA! Siento que muerooo ¡¡MMMMHHHG!! ¡¡POR FAVOR!!

- ¡Oh esclavo! Ahh... ¿Te gusta que golpee tu próstata? ¿Hmm? ¿Te encanta que mi pene lacere tu ano? Aaahaa, jajajajajaja – Carcajeaba con un tono perverso, rodeando el torso del joven con sus brazos para acercársele a su oreja sonrojada – Solo eres mi objeto de placer, solo sirves para complacerme. Realmente no tienes que disfrutarlo... - Empujo profundamente con todas sus fuerzas, logrando sacarle el aire al albino que tuvo que aferrarse de las cobijas sobre la cama.

- ¡¡AAHHH!! ¡AAAAAHHA!

- Solo tienes que ser un buen depósito de mi semen, jajajaja, eres solo una puta hambrienta de mi pene, no te tengo que complacer... – Clavo sus dientes sobre el lomo de Silver, jalando su piel despiadadamente – Así que deja de pedirme cosas, perra. Solo me satisfaré a mí mismo.

Y en vez de tomar aquellas palabras frías y egoístas como desaliento y negación, solo hizo enloquecer más al peliblanco, sintiéndose tan bien por escuchar esas palabras del único dueño de su cuerpo, aquel que sin mentir, había dicho lo que realmente pensaba; solo le excito la mórbida idea de servir de placer para él y solo para él, provocando un brote de nuevas sensaciones que le auto complacía con tan solo obedecer, con tan solo acatar a lo que dijese y pidiese aquel ser que lo mantenía en aquel limbo de pecado carnal.

- Si~ Aaha ¡SI, AMO! Por favor... Tome to'o lo que quiera de mí, Nhaah, solo importa que se satisfagaah. Solo usemeeeee~ Usemeeeeh ¡¡HAAA!! – El joven erizo se retorcía a gusto, no logrando correrse, solo llegando a un clímax momentáneo antes de seguir con la labor que pedía su cuerpo insatisfecho por su llegada - ¡Aun si no puedha más! ¡Usemeeh!

- Jajajajajajaja, si, si, si, si, ¡Si! ¡Eso es! ¡Mh! – El demonio babeaba sin importar el desastre que hacia sobre Silver con su saliva, contento de tener a su esclavo favorito de esa manera - ¿Lo ves? ¿Entiendes ahora, gatita?... Ahhhh – Observo con aquellos jades filosos a la minina que se complacía igual al ver al albino de esa manera – De ahora en adelante, solo sirves para una cosa, jajaja... - Se acercó a los labios de Blaze, lamiéndolos primero antes de unirse a estos en un beso que compartía sus feromonas, aumentando discretamente la velocidad de todo los juguetes sexuales a su máxima capacidad, escuchando bajo su beso el fuerte y agudo gimoteo de la morada – ... Para complacerme... - Libero los labios de la otra, dejando que gritara y maullara todo lo que quisiera, no pudiendo detener aquel mar de vibraciones y estimulaciones dentro de ella – Solo sirves para complacer mi apetito, mis deseos, mis mañas, mis adicciones, mis fantasías más oscuras, para nada más.

- ¡¡SI!! ¡Si, amo! ¡Solho lo complaceré! Para eso sirvo aho'a, para nada maaaah ¡Mhaaaau! Solo complacerlo... Amooooohh ¡¡HAHAAA!! – Sus dos entradas derramaban liquido seminal con aquel dildo penetrándole y su cuerpo se contorsionaba como si aclamaba aquel fin de su doloroso placer - ¡¡AMO, AMO!! ¡ADOORO COMPLACERLO! ¡QUERO COMPLACERLO! Siempre... ¡¡Nyaan!! Siempre, sempre, sempre, siempre...

- Siempre... Jejeje... - Mephiles se relamió sus labios, liberando su tentáculo dentro del pene de Silver – Y ya que se han comportado como unos buenos esclavos, permitiré tan solo satisfacerlos un poco – Acerco más a Blaze para poder ir comiéndola a besos, retirándole el dildo y todos los vibradores con sus tentáculos para que Silver fuera lamiéndole su vagina – Pueden correrse cuanto quieran, o más bien, cuanto puedan... - Su velocidad al adentrarse en el albino se volvió endemoniadamente veloz, maltratando su entrada y sus glúteos con cada ida y venida de sus envestidas.

- ¡¡GRACIAS!! ¡Gracias, amo! ¡Lo amo, lo amo! ¡¡NHAAAA!! ¡¡AAHH!! – Dijo Silver aun con su boca en los labios vaginales de Blaze.

- ¡¡MMMMHH!! ¡Ah! Aahhhh Amo... ¡Mnnh! Lo amo también, lo amamos, Mmha ¡KYAAH! – Logro igual decir cada vez que el demonio le permitía un segundo de respiro de sus besos – Me quiero correr... ¡AH! Me voy a correr ya no puedho aguantaaah.

- Bien... Bien... BIEEEENNN~ - Su miembro aclamaba por terminar, palpitando y agitándose dentro del culo de Silver, sintiéndose para él como deliciosas punsaciones en su vientre y testículo, pidiendo por botar otra carga de su semilla dentro del albino - ... Aaahaahaaaa... Se un buen chico y recibe hasta la última gota – Con varios movimientos rápidos se fue corriendo dentro de Silver, esta vez lentamente y en grandes cantidades, permaneciendo sus penetraciones por un largo rato.

- ¡¡¡OH POR DIOS!!! ¡¡OH AMO!! ¡¡AAAHHAA!! Mmmm~ Jajajaja, se lo agradezco muuuucho~ Que bien se siente mi culito lleno~ Lleno, lleno, lleno de usted... - Silver se fue corriendo igual, metiendo a la vez sus dedos dentro de Blaze, tocando inmediatamente su punto G, golpeándolo tan fuerte y tan rápidamente que hizo que se corriera en su cara.

- ¡¡NYAAAN!! ¡HAAA! ¡SILVER! ¡Ooooohhhh! Te estoy ensuciando, perdoon ¡¡MMMH!! ¡Pero no puedo pa'ar! ¡Aah! – Silver sonrió, abriendo su boca con su lengua hacia afuera para tomar de esa moderada corrida de la gatita, tomándosela para luego besar la vagina de su chica como un consentimiento – Silbe... Aahhha... Gracias... Gracias amo Mephiles y amo Silver... Uuuhh... Estoy feliz de haber sido complacida por mis amos.

- Yo... También... Amo... Soy muy feliz de ser su esclavo...

- Mmm... Me alegra – Dijo no muy emocional, saliendo de Silver.

- ¡¡Mmh!! ¡Ooohhhh, diablos! Que bien, que bieeen~ - Sacudió sus púas, erizándose por aquello, levantándose y tropezándose hasta abrazar a Blaze, siendo liberada de los tentáculos – Todo esto hizo que se me antojara hacer un sandwich~ Jajaja ¿No se te antoja, mi princesa?

- ¿Uh?... ¿Un sándwich?... – Su cara sonrojada mostró confusión, inclinando su cabeza de lado – Pero... ¿No quieres continuar? ¿Tienes hambre?

- ¿Qué? Jajajaja – Sin guardarse las risas ante la ironía de aquella respuesta, abrazo con más fuerza a la gatita, frotando su nariz en su cuellito, apenando a la morada – Eres taaaaaaaan tierna, mi Blaze.

- Jajajaja, será mejor que le enseñes a lo que te refieres realmente – El veteado se levantó de la cama, acercándose a un escritorio para servirse un vaso con agua, revisando a la vez la recolecta de fotos que había tomado – No tardara mucho en conocer cada insinuación sexual. Hay que aprovechar esa inocencia – Sonrió coquetamente, llamando a ambos jóvenes con un movimiento en su dedo índice.

Los de ojos ámbar quedaron sentados a orillas de la cama, esperando alguna otra orden del demonio. Observaron atentos como el veteado se sirvió otro vaso con agua para entregárselos, retirándolo rápido antes de que alguno de los dos lo tomara, soltando un par de risas juguetonas mientras se llevaba un dedo a su labio inferior, con una idea sucia en mente.

Tomo parte del agua del vaso, llenando sus mejillas de esta para luego acercarse a Blaze, besándola, haciendo que se bebiera todo el líquido de su boca hasta escuchar a la otra gemir contenta y satisfecha. Tomo el resto del agua del vaso, haciendo lo mismo con Silver.

- Aahh... Más... Por favor más, amo – Pidió Silver, sosteniendo los brazos del de ojos jade, desesperado por tomar más de sus labios.

- Por favor, mas, amo~ - La gatita lamio la mejilla de Mephiles, mostrando una mirada sedienta de algo mucho más que agua.

- Mis dulces y exigentes mascotas... - Tomo más agua directamente de la jarra, entregando aquel líquido a los labios de Silver, tanta, que parte de esta de desbordaba de sus labios, bañando un poco la piel del albino – Tan sedientas, tan hambrientas, sin poder parar, sin poder saciarse... Jajaja, es tan divertido

Tomo más agua hasta llenar sus mejillas, pasando donde Blaze, entregándole lentamente del líquido con aquel beso, escuchando la cansada y forzada respiración de la minina desesperándose por tomar mucho más. Se separó de ella, mirándola desde arriba mientras que con sus dedos abría los labios de la chica, permitiéndole dejar caer el agua de entre sus labios hacia la boca de la otra, bebiendo difícilmente de esta manera, pero otorgándole al demonio una vista libidinosa de la morada, siendo condescendiente, tomándose todo lo que podía.

- Eso es, buena gatita – La volvió a besar, mordiéndole los labios, llevando sus bocados de piel al cuello y pecho de la chica, dejando grandes chupetones en su cuerpo.

- Amo~ Es tan bueno conmigo, es tan indulgente – Acariciaba la cabeza del mayor, gimiendo suave, feliz, ronroneando por cada marca que le dejaba el otro – Todo lo que me da se siente bien...

- Mi princesa... – Silver igual empezó a morder el cuerpo de la felina, dejando chupones junto con Mephiles, tomando toda su atención en la gatita – Me encanta tu cuerpo, me encanta escuchar tus gemidos, me encanta cogerte... - Levanto a Blaze desde sus piernas, cargándola para sentarla sobre sus piernas – Adoro tocarte, cada centímetro de tu cuerpo me enloquece – Recorrió sus colmillos con un sutil rose sobre la piel morada de la gatita, ronroneando dulcemente para ella.

- Silver, también me encanta tu cuerpo, me encanta todo de ti, Nya... Te amo mucho, te amo...

Blaze Se giró hacia el albino, besándole con algo de torpeza, pasando luego a un beso más apasionado y amoroso, acariciando la mejilla de su pareja con mucho cariño, amando cada segundo al estar así con su chico, pero siendo interrumpida groseramente por Mephiles que la tomo de sus mejillas para que girara a verle, robándole un beso furioso, envidioso, introduciendo su lengua en la boca de ella sin apartar su mirada de su asustadiza reacción.

- Oh, amo. No tiene remedio con sus celos – Comento burlonamente Silver.

Tomo las mejillas de Mephiles para apartarlo de Blaze, besándolo ahora a él de la misma forma en como lo hacía con la morada, atándolo fuertemente a sus labios, enredando sus lenguas vorazmente frente a los ojos de Blaze, que no puso evitar acercarse para igual enredar su lengua con la de los dos erizos para saborear de ese beso tan ambicioso del que se estaba perdiendo.

Mephiles se tomaba de su tiempo para compartir con cada uno la unión de sus labios, y ambos jóvenes hacían igual, lamiéndose, mordiéndose, les era inevitable, irresistible, sobre todo a ese punto.

- Blaze... ¿Lo disfrutas? ¿Realmente lo disfrutas? – Beso los hombros de su chica hasta llegar a sus brazos, punzando la entrada posterior de la minina con su miembro.

- Silver ¡Mmh! – Apenas el demonio la dejaba hablar, tomando cada vez que podía un beso de esta – Lo disfruto porque lo estoy haciendo contigo. Realmente... Disfruto tener sexo de esta manera contigo...

- Y lo disfrutaras más ahora, mi princesa – El albino penetro lentamente el ano de Blaze, abrazándola fuertemente al estar introducido por completo en ella – Aaah ¡Nhaah! Lo disfrutaras mucho, mucho.

- ¡Ahha! Si... Lo disfrutaremos, mi amor – Sin ayuda ella comenzó a elevarse y a decender para clavar el miembro del otro dentro de ella, agitando su cola tiernamente por sentir al otro tan dentro de ella, abriéndose paso en su entrada posterior – Aaha... Es increíble... No me canso de sentir tu pene dentro de mí.

- Espero que sea igual conmigo, esclava... - Mephiles ayudo a Silver a levantar a la gatita, cargándola ambos al estar parados – Suplica – Mando, golpeando su pene en la vagina de la chica.

- Amo~ ¡Haa! Por favor penétreme, satisfágase con mi vagina ¡Nha! Por favor – Meneo su lengua fuera de su boca, seduciendo de manera impresionante al demonio, que con tan solo verla la atravesó fuertemente con su pene, iniciando con rápidas penetraciones sin piedad - ¡¡OOH!! ¡Di-diablos! ¡Aah! Gracias amo, gra-¡AAH!

Sin quedarse atrás, Silver también empezó a envestir rápidamente, gimiendo bajo con cada entrada y salida de su órgano genital del culo de Blaze, entonando sonidos roncos, sinfónicos como si estuviera llegando a otro nivel de su capacidad en tal gozo; aferrándose, apretando, tomando posesivamente el trasero de la minina, como si de eso viviera ahora.

Mephiles noto las acciones del albino, gruñendo dominantemente por verlo de alguna manera desafiante por como hacia derretir a la gatita bajo sus penetraciones fuertes sin sentido.

- ¡¡Mniaahh!! ¡¡AH!! ¡Silver!... ¡Más!... Aahahaaaaa~ Me encanta como me metes tu pene así, así, as'i~ Ooh~ - La cabeza de la morada se balanceaba de un lado al otro, como si aquellas envestidas le arrebataran la conciencia con cada ida y venida, sintiéndose como si estuviera un carrusel que le mantenía en aquel entretenido y sensacional placer – Oh... Yo... ¡¡Aaahh!! ¡Mmmmh! Siento que muero, muero, esto es demasiado bueno, aahh ¡¡NNGAH!! No puedo con tantdo ¡¡Haaaaaa!!

- Mi princesa... Necesitas soportarlo por mas, Ah, puedo llevarte mucho más lejos... - Se inclinaba para tomar un buen impulso cada vez que la penetraba, golpeando fuertemente hasta estar totalmente dentro de ella, chocando sus testículos con sus glúteos en total complacencia para si mismo al sentirla tan apretada, tan cálida, feliz por escuchar igual a la minina maullando por cada entrada y salida de él – Puedo volverte loca, Mha, tanto que no recordaras cómo te llamas.

- ¡Aaahh! ¡Silver! Si, por favor ¡Nyah! Solo... Aaaha... Solo necesito saber que soy tuya ¡Mhhah!

- ... ¿Así?... – De un momento a otro las envestidas del demonio se volvieron agresivas, no teniendo nada de piedad en penetrar con todas sus fuerzas a la morada, dejándola sin aire en sus pulmones con la fuerza en cómo se adentraba en ella, introduciéndole un tentáculo en su boca para que sus gritos fueran silenciados – Creo que ya empezaste a olvidar algo...

- Mephiles, deja de-

- ¡Para ti es amo! – Gruño molesto, introduciendo un tentáculo dentro de la entrada de Silver, consiguiendo callarlo de inmediato, dejándolo temblar ante las penetraciones que recibía – Antes de que te pertenezca esta mocosa, me pertenece a mí, e igual tu...

- A-amo... ¡Haa! – Silver ante la demanda que volvía a imponer el erizo oscuro, temblaba, pero más con impotencia que por cualquier otra cosa, devolviéndole a su dueño una mirada amargada, no deteniéndose en las envestidas que le daba la gatita entre sus brazos – Es... Es mía... Aaahh, mía...

- ¿Tuya? – Pregunto con ironía, cambiando sus penetraciones a unas más lentas, profundas, complacientes para la minina, masajeando su cuerpo sensible con sus manos y tentáculos, dedicándole dulces caricias al rostro de Blaze, liberando su boca para que pudiera gemir en gozo – Dime mi dulce mascota... ¿Te gusta así?

- Mmmh ¡Si! Me gusta, amo ¡NHHA! Realmente... Me gusta~ - Respondió, casi ida por tan exuberante deleite.

- Jajaja, muy buena gatita – Ambos erizos penetraban a la gatita, recibiendo caricias y masajes de ambos, la mantenían perdida en el placer, no hallando manera de permanecer cuerda – Dime Blaze... ¿A quién le perteneces?

- A... A... ¿A quién? – Pregunto con una sonrisa perdida en la satisfacción, rodeando al demonio con sus brazos, recibiendo un cabeceo afirmativo del veteado en espera de su respuesta – A ustedes... Amos.

- Creo que no estas comprendiendo... - Mephiles aumento la velocidad, dando fuertemente en el punto G de la gatita, reteniéndola de los brazos para mantenerla tan pegado a él para clavar por completo su pene dentro de su vagina. Silver no se quedaba atrás, molesto por aquella posesión de su amada, igual aumento su velocidad, besando y lamiendo el cuerpo de la otra, viendo desafiante al de ojos jades - ¿A quién de los dos le perteneces? Solo a uno, gatita... ¿O crees que realmente te compartiría con mi esclavo? Solo le puedes pertenecer a alguien superior – Entro con mucha fuerza, viendo directamente a la felina que dejo escapar un alarido por el dolor.

- ¡¡Aahaaa!! ¡Amo! Yo... No puedo... Ah – Débilmente dejaba el agarre en el veteado, sosteniéndose ahora de Silver que la arrullaba con besos y suaves caricias – No... Aah... Puedho...

- Responde, esclava. Dime a quien le perteneces – Exigió, tomando a Blaze de su cabello, haciendo que lo viera.

- Me-Mephiles... Tu... Tu ereh-

Antes de que terminara de decir algo, Silver salió de ella, solo para meter su pene en su vagina, cortando la frase de Blaze para que fuera remplazada por sus gemidos, ronroneando junto con resoplidos satisfactorios, perdiendo así la idea de lo que iba diciendo.

- TÚ, eres, ¡Mía! – Silver tomo a Blaze de una mordida, jalándola hacia él, sacando sus garras para apresarla fuertemente a él y a sus envestidas – Mía, mía, mía, mía, mía.

- ¡¡NYAAAAH!! ¡SILVER! ¡MMHAAHA! ¡SI, ASÍ! Por favor... ¡¡Ha!! ¡Maahhh! ¡Más!

- Silver... Detente, ahora – Molesto y aun sin detener su ida y ven, hacia competencia con el joven erizo, lanzándole una mirada fría por estar desafiándolo – No quieras tomar el control, tu pequeño desobediente – Con varios tentáculos ato los brazos y piernas del peli blanco, envolviendo su cuello y parte de su cabeza con la misma sustancia de la que está hecho sus tentáculos – Deja de jugar con mi paciencia.

- Amo Mephiles... ¡Ngh! – Su cuello era fuertemente apretado, sentía como su cabeza le dolía con aquel material apretándole con fuerza, inmovilizándolo – Lo siento mucho, amo... Aah... Pero no puedo detenerme... - Aun así, volvió a envestir a una mayor velocidad, abrazando a su chica, viendo al veteado con una sonrisa perdida en la lujuria – La quiero solo para mí, para mí, para mí, parha mí, miiii... Aaahh – Sentía como el tentáculo se introducía mas en él, apretando contra su próstata y su estómago, impidiéndole pensar bien – Es... Mía... Amo, solo mía...

Silver no podía contenerse ya, dejaba salir de sus labios gemidos ahogados en sus gritos descontrolados, no dejando de abrazar a su chica que igual no podía más que gemir junto con su amado, abrazándolo con sus brazos, enroscando su cola en él, meneando sus carderas fervientemente al sentir aquellos empujes de ambos miembros en su cavidad vaginal, abriéndola tanto, pero sintiéndose tan bien para ese punto en su ya sucumbido cuerpo por tantas feromonas en su sistema, transformándola en una criatura hambrienta de sexo, perdiendo conexión a su mente a toda la razón.

Por un momento el demonio pensó en parar, pero... Al parecer él tampoco podía. A pesar de tal desobediencia de su esclavo más preciado, la excitación de verlo así de altanero, tomando lo que deseaba por encima de los deseos de su dueño, le excitaba inevitablemente; Por supuesto que lo castigaría después, oh, lo maltrataría tanto que al pobre erizo plateado le seria torturador y se lamentaría de haber ido a la contraria del demonio... Esa idea le emocionaba.

- Eres una maldita perra desobediente – Insulto, enredando el cuerpo de la gatita y el del joven erizo en sus tentáculos, provocando que ambos exclamaran extasiados por sentirlo tan unido a ellos – Solo me pertenecen a mí – Ya no le era necesario cargar a la gatita con sus brazos, los tentáculos lo hacían por él. Paso sus garras por los rostros de los jóvenes, tomando su atención para que pudiera centrar sus vistas agotadas en él, observándolo con dulzura y perversión – Sus cuerpos, sus mentes, sus almas... ¡Todo me pertenece a mí!

Se aferró de ellos, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás, sintiendo el miembro del otro frotarse contra el suyo dentro de aquel agujero apretado donde estaba, aguantando como podía por no terminar aun, no así de fácil.

- Son... Míos... Ahha... Míos. Lo quieran o no.

Inmenso, satisfactorio, dulce, condenado placer, recorrían en los cuerpos de cada uno de esos fecundadores en aquel máximo coito; el debate entre quien tenía a quien se iba perdiendo con cada movimiento que ejercían entre ellos para sentirse bien.

El demonio, señor de aquel nuevo mundo que se creaba ante sus pies, le era inevitable sentir avaricia, envidia, deseo de hacer todo suyo y nada más que suyo, y ese mismo pecado resurgía en uno de sus esclavos, el más inocente y tierno de todos... Su favorito... Solo que en cambio a su superior, solo deseaba con la misma intensidad una sola cosa, y era aquella gatita entre sus brazos... Maullando, gimiendo, llorando por aquel infinito gozo del que vivía con el amor de su vida.

El no deseaba su mente, no deseaba su cuerpo, no deseaba más que su corazón y hacerla sentir esa satisfacción por siempre con su cuerpo, amando cada vez al ver como llegaba al clímax por tan devota entrega de felicidad en el sexo, nada más... Deseaba eso, en ese momento... Pero su cuerpo y su cabeza no se coordinaban en tomar lo que su corazón deseaba, la maldita excitación y las feromonas lo hacían desear el doble, el triple de lo que en realidad deseaba... Necesitaba hacerla suya y solamente suya en todo sentido.

- ¡Blaaaze! ¡Blaze!... ¡Hhaaa! Mía, mía, eres mía – Gemía perdido en la electrificante sensación que le daban en su entrada y pene, sosteniendo a la minina lo más cerca de él – Eres solo mía... Miaaah – Entrando una enorme somnolencia en su cuerpo, tomaba toda su energía en sus penetraciones, sin siquiera notar como instintivamente abría lentamente su boca, incrustando sus chorreantes colmillos de veneno en el hombro de la morada, sonriendo al oír su grito doloroso – Mmmmhh, mhia...

- Silber... ¡AAHH! ¡Silver! Soy tuya, soy tuya, sola, solamente tuiaaaah haaa – Con su voz ronca, apenas podía hablar, sosteniéndose del albino desesperada por sentir que pudiese morir si no lo hacía, dejándose introducir aquellos miembros masculinos como si fuese la entrada a su paraíso cada vez que sentía el movimiento del otro dentro de ella – Ya quiero... Aaahh... Ser la madre de tus hijos... Haaaha...

- Si, si... - Se movía sin descanso, sintiendo próximo el final de su desesperada fornicación – Vas a ser una hermosa mamá, mi princesa ¡Nhha! te voy a llenar ahora, para que seas mamá ¡Nmma! – Sus movimientos ahora se volvían desenfrenados y descoordinados, como si ya lo que controlara sus envestidas fuera una descarga eléctrica con alto voltaje, perdiendo su mirada en la nada e igual hacia la minina al ser tomada de aquella manera – Serás, aaahhhaa... Una leeeendha ¡Ha! Mamaahhh, mmhaa – Las lágrimas se derramaban por sus mejillas rojizas hasta llegar a su mentón, combinándose esta con su saliva y feromonas, plasmando esta imagen en los ojos del demonio.

- ¡Por favor! ¡NMMAAAHA! ¡Hazme mami! ¡Préñame, préñame, préñame! Aaaaahhh – Suplicaba desesperada, arqueando su espalda por su llegada ante el clímax.

- Mal... Maldición ¡AAAH! – Mephiles al sentir como se apretaba más la morada en su pene, sintió como si le asfixiase, apresurándose en moverse más rápido, descargando su euforia en una feroz mordida en el otro hombro de la chica, inyectando al mismo tiempo su semen y su veneno, aferrándose con locura del cuerpo de la minina que grito a todo pulmón.

- ¡¡HAAAHAAA!! ¡BLA-BLAZE! – Como si fuese instintivo, volvió a morder a la morada, siendo mordida al mismo tiempo por ambos erizos, e igual siendo llenada en su vientre por todo el semen que restaba en ellos, tanto así para que su vientre aumentara ligeramente de tamaño, tomando hasta la última gota de líquido seminal.

- AAAAHH... Nyaaaaahh... Silver... Mephiles... - Comenzó a vibrar fuerte por sus ronroneos, agitándose por la conmoción de estar agotada y satisfecha – Estoy llena, llena, jajaaaa... Muy llena.

- ... Ahaa... - Mephiles libero a Blaze de sus fauces, teniendo la respiración agitada, sudoroso por el agotamiento de aquel frenesí del que experimento – Fue... Haaa... Se sintió muy bien... - Dejo reposar su frente en el hombro de la gatita, resoplando fuerte.

- Fue más que eso... Nhaaah... - Beso el cuerpo de la débil chica, dando suaves lamidas a su cuerpo sudoroso – Estuvo asombroso... Muero por volverlo a ha-

Tal vez por un mal agarre o por causa de la felina, esta se terminó desplomando sobre Silver, teniendo que tomarla rápidamente, saliendo ambos erizos dentro de ella para que no cayera al suelo, consiguiendo a causa de eso un leve gimoteo cansado de la morada. Silver preocupado sostuvo a Blaze de sus brazos tratando que volviera a tomar la conciencia en sí.

- ¡Blaze!... ¡Blaze! No, no te duermas... No cierres los ojos... Tienes que aguantar – Decía temeroso, sabía que la gatita había tomado una muy peligrosa cantidad de feromonas y así como estaba podía no volver a abrir los ojos - ¡Amo!

- Dámela – Mephiles cargo a la chica en brazos, dejándola sobre la cama, escuchando un zumbido de su celular, viéndolo rápidamente – Ya viene la ayuda.

- Que... ¿¡Qué he hecho!? – Paso sus manos por sus mechones, mostrando pánico en su rostro, acercándose a la minina que le costaba respirar, alzando el pecho desesperada por oxigeno – Blaze, Blaze, todo va a estar bien, te lo prometo.

- Silver... Tengo mucho calor... Mucho... - Tosió un poco de feromonas, manchando sus labios de rosa – Quiero... Que te quedes a dormir conmigo... Quiero dormir en tu pecho...

- Si, Blaze, me quedare contigo.

- Déjala ahí, no estas ayudando - Regaño el demonio, jalando a Silver del brazo.

- ¡¡Déjeme!! – Con un fuerte golpe se soltó del veteado, viéndole desesperado, con miedo de que algo le pasase a su amada - ¡Hágame todo lo que quiera luego, pero no la dejare sola! – Se acostó en la cama junto a la chica, arrullándola en sus brazos, dejando que reposara su cabeza en su pecho – Todo estará bien, todo estará bien... Perdóname...

- Silver... Mañana... Continuamos... Necesito descansar... Me cuesta... Respirar...

- ¿Blaze?... ¿¡Blaze!?...

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La desesperación de buscar algo de beber fue lo que le devolvió a la conciencia, abriendo los ojos para comenzar con su rutina de ahorrar la poca cantidad de agua y comida que siempre suministraba para su refugio como hizo durante dos semanas... Solo que no se había dado de cuenta que ya no estaba en su refugio...

Un techo diferente, paredes diferentes, más iluminado, más bulloso, escuchaba un molesto pitido, típico de hospitales... Estaba en una clínica. Se incorporó sobre la cama, tomándose de la frente algo mareada; su respiración estaba agitada, jadeaba demasiado, un fuerte calor la invadía y una extraña pero familiar sensación recorría las partes más sensibles de su cuerpo. Ignoro todo eso, comenzando a ver su entorno, recorriendo la mirada por la habitación hasta topar con un erizo albino sentado al lado de su cama, reposando sobre la camilla de brazos cruzados, llevando en su cara unas ojeras oscuras, notándose cansancio en su rostro.

Blaze se quedó estática, tratando de armar el rompecabezas que tenía en su cabeza desordenada.

¿Por qué estaba en un hospital?

¿Qué hacia Silver ahí?

¿Había tenido algún accidente?

¿Todo había sido un mal sueño?

...

Parpadeo varias veces, respondiéndose esa pregunta por aquella sensación que volvía a golpear en ella... Recordó todo... Todo volvió en ella con sumo detalle, llevándose su mano a la boca, tratando de cubrir algún sonido de impresión para que el peli blanco no despertara.

Volvió a ver a su alrededor, temerosa de que lo único que no recordaba era la razón del por qué estaba ahí. Su cuerpo le dolía levemente, tenía marcas de mordidas, chupones y rasguños en todo su cuerpo, pero no veía eso como una razón para estar hospitalizada, sentía orgullo al tenerlas en todo su cuerpo, ronroneando a gusto por ello, lo cual hizo despertar súbitamente al erizo al lado suyo.

- ¿Blazeh?... – Llamo con su boca llena de baba, aun adormilado.

- Buenos días, Silver – Sonrió dulcemente, esponjándose al ver de esa manera a su chico. Le parecía totalmente tierno – Quería que durmieras un poco más...

- ¡¡Blaze!! – Se espabilo, lanzándose a abrazar a la gatita que chillo asustada por lo repentino - ¡Blaze! Oh, gracias al amo, ¡Estas bien!

- Si, perdona por preocuparte – Froto su rostro con la mejilla del erizo, ronroneando fuerte.

- Está bien, no fue tu culpa. No debí inyectarte tantas feromonas puras – Se rasco la cabeza, viendo apenado a la morada – El amo y yo lo sentimos mucho, mi reina.

- No tienen porque – Se sonrojo hasta las orejas, viendo algo tímida al albino – Fue realmente fantástico – Beso los labios del otro, siendo recibida con besos más voraces, envuelta en los brazos del erizo, separándose para calmar aquella ansiosa sed de sexo – Pero... ¿Realmente funciono?... Soy... ¿Una fecundadora?

- Jajaja, la más hermosa que pueda existir – Con su pulgar levanto el labio de la chica, observando sus finos colmillos – Pero solo mía ¿Eh? – Se volvió a lanzar sobre la gatita, tumbándola sobre la cama para llenar su cuerpo de besos – Eres mía, mía, mía nada más.

- ¡Silver! Jajajaja ¡Si! Si soy tuya, de nadie más – abrazo el tierno erizo sobre ella, llenándole de besos igual, volviéndose a separar para alejar el deseo de continuar.

- Así es... - Se llevó el dedo índice a sus labios, en señal de silencio – Ni siquiera del amo, no se lo digas – Sonrió maliciosamente, abrazando fuertemente a la minina - ¡Mía!

- Jajaja... Silver... - Interrumpió, mirando hacia otro lado, pensativa de otras cosas, tomando la atención del chico. Se llevó la mano a su vientre, frotándose suavemente, aun con la mirada perdida, girando a ver al erizo en busca de respuesta - ¿Ahora estoy?...

- Si – Sonrió contento, agitando su colita con emoción – De seguro mío, y nada más que mío – Mordió con sutileza la mejilla de Blaze, soltando suaves ronroneos.

- ... Ya... Veo...

- ...¿Qué te preocupa?...

- ... - Blaze levanto la mirada con un rostro afligido – Mi mamá, mi papá... Mis amigos... Ahora soy como ellos... Ahora soy como tu... - Sonrió débilmente, acurrucándose en el pecho de Silver – Puedo estar otra vez con todos ustedes... Como si nada hubiese pasado – Cerro los ojos, suspirando cansada – Pero no es así. Aun... Si esto de alguna manera me llegue a gustar, aun si a los demás también... No quiero esto para mis hijos...

- Blaze...

- Este no es un mundo para ellos y lo sabes... - Volvió a suspirar, mostrando amargura en su rostro – Realmente... No deseo tener este bebe ahora... Pero... Siento que ya lo amo, solo porque me emociona la idea de que sea tuyo – Se recostó en el hombro de Silver, bajando su mirada a su vientre, frotándolo como si ahora llevase un mundo dentro de ella - ... Aunque sé que igual lo amaría si fuese de él... Es mi bebe.

- Blaze... - La rodeo con sus brazos de manera protectora, reposando su mentón en su cabeza - ¿No quieres que él bebe viva en el mundo de Mephiles? ¿Es eso?

- Si... No quiero que nada malo les pase. Sería inevitable eso si están aquí... Cerca de él...

- Entonces ya está – Aplaudió sacando a Blaze de su estado – Cuando tengas al bebe nos vamos de aquí – Sonrió de manera risueña, acariciando los cabellos de Blaze.

- ¿Qué? ¿Solo así? – El albino afirmo con un cabeceo – Silver... Si me fue imposible a mí ocultarme de ustedes... Si lo fue para ti y Shadow ¿Cómo crees que lograremos escapar?

- Porque tendremos al bebe – Respondió, palmeando la cabeza de la morada, levantándose de la cama para tomar su celular.

- Silver, hablo muy enserio.

- Y yo también – Se giró a verla con una cara poco expresiva – Eres mi reina, tus deseos son mis órdenes y nuestro hijo es lo más importante ahora – Termino de enviar un mensaje, guardando el celular en su bolsillo – Si dices que este mundo no es para nuestro bebe, es porque no lo es, y no dudare ni fallare en alejarlo de Mephiles – Su suave rostro mostró seriedad, notándose maduro ante el tono en como hablaba – Solo necesito que confíes en mí, como antes.

Quiso protestar, pero tan solo ver esos ojos filosos, oscurecidos, sabía que no había que dudar, no había que temer...

Recordaba muy bien cuando Silver había ido con ella luego de un malentendido que había tenido con Sonic, él había llegado a su casa, pidiéndole eufórico el arma de su padre, pues deseaba asesinar a aquel demonio y al erizo azul que se había apropiado de su pobre inocencia, todo aquello que lo hacia aquel erizo puro del que se enorgullecía ser, pero ahora solo era un erizo roto en todo sentido, tan roto, que apenas se había podido mantener en pie por tantas blancas mentiras depositadas por todos a los que amaba y por sí mismo. La única persona que jamás le mintió, que dijo toda verdad buena y cruel, fue ella, que en aquel momento le hizo cambiar de opinión, atacándolo en su débil corazón para que se retractara de aquellas acciones que deseaba desencadenar para liberar aquel dolor del que era constantemente atormentado, solo para que no dañara a los que amaba.

Blaze paso sus manos por sus muñecas, retirándose la vía donde le era suministrada hidratación, levantándose de la cama, temblando a mas no poder, sintiéndose caer de no ser por Silver que la tomo para que se apoyara, entregándole un vestido floreado para que se vistiera.

- Elegí este especialmente para ti, mi reina – Dijo con su dulce sonrisa, mostrándole el vestido con una falda en vuelo y con un hermoso escote en forma de corazón – El amo Mephiles desea verte, ya ordeno que te dieran de alta... - Dijo esto último algo molesto.

- Está bien... - Acaricio la mejilla del erizo sonriéndole con amor para que mostrara mejor cara – Amm... ¿Podrías dejarme un momento para cambiarme?

- ¿Por qué? – Pregunto curioso, provocando un fuerte sonrojar de la morada - ¿Ah? ¡Ah! Jajaja, mi dulce reina, no tienes por qué avergonzarte, conozco cada centímetro de ti ahora – Con su dedo levanto la mirada de la gatita, relamiéndose los labios, dedicándole una mirada picara, pero Blaze solo respondió con un gruñido, esponjándose por completo – Jajajaja, está bien, te dejare un momento...

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- Bien, luego de su chequeo se encuentra en totalidad en perfectas condiciones, solo tiene que firmar este resumen de egreso y podrá irse luego de que me den el sello de aprobación – El doctor le entrego a Blaze una carpeta con papeleo, la cual leyó para luego firmarlo, devolviéndoselo con una dulce sonrisa – ¡Muy bien! Ya sabe. No vuelva a tener sexo por más de dos horas sin tomar suficientes líquidos, por lo menos tres o cinco vasos de agua, y no, el semen no te ayudara a reponer electrolitos – Dijo como una grabadora que volvía a repetir lo mismo que le decían a los cientos de ferogonianos que pasaban por el hospital por emergencias – ¡Que tenga buen día! Y si desea alguna vez venir en busca de calmar las hormonas elevadas por falta de sexo, el personal médico la ayudara gustosamente para reponerla de inmediato – Termino de decir, observando como Silver tomaba el brazo de Blaze con fuerza, alejándola de aquel sujeto - ¡Hasta pronto!

- Jajaja Silver – Rio la morada, viendo el rostro frió de Silver dirigido hacia aquel doctor – Te quejas de Mephiles y tu podrías estar peor, jajaja.

- Jaja, no es gracioso – Dijo mostrando un puchero cruzándose de brazos – Más de una vez aquel sujeto se coló en medio de la noche a tu habitación para inspeccionarte.

- Silver, él es doctor, se supone que es su trabajo, aun si es un ferogonia.

- Sí, pero los doctores no van a revisar a sus pacientes con su pene al aire mientras le abre las piernas para penetrarles – Protesto, viendo amargado el rostro de la gatita que se asustó por lo comentado – Creo que lo golpee más de siete veces con cada vez que trato de meterse en la noche...

- Oh... Lo siento, por eso no dormiste... Y estás cansado por tratar de cuidarme... Lo siento – Agacho la cabeza apenada, deteniendo su caminar hacia la salida.

- ¿Qué? ¡No! Tranquila – Le tomo de las manos, besando su nariz de manera suave – Era cuidar de ti o quedarme con Mephiles y que me castigara durante estos dos días, preferiría un millón de veces más cuidarte a ti – La acerco hasta apegarla a su cuerpo – Porque solo eres mía.

- Jijiji, Silver – Agito su cola contenta, sonriéndole al albino.

- ¡¡SILVER, BLAZE!!

La pareja volteo donde fueron llamados, observando a Shadow y a Sonic en la entrada del hospital, en particular a Sonic, corriendo directamente hacia ellos con los brazos abiertos. Blaze algo penosa abrió los brazos un poco para recibirlo, pero fue dejada de lado al ver como Sonic paso de lado de ella, lanzándose hacia Silver, casi hasta caer en el suelo si no hubiera sido por su buen equilibrio.

- ¡¡Silver!! – Beso los labios del menor, enredándole en sus brazos para apegarse al cuerpo de este, manoseándolo con perversión hasta separarse de aquel beso que les había quitado el aire – Te extrañe, Oni-chan.

- Oni-san, ahh... No puedes lanzarte así todo el tiempo, tontito – Silver apretó el trasero del erizo azul marino, obteniendo un dulce gimoteo juguetón del otro.

- Oh, perdona – Roso su nariz con la de Silver, pasando sus manos por la larga melena del albino – La próxima vez solo te bajare los pantalones y te penetrare en seco.

- Tonto – Refunfuño, viéndole molesto - ¿Qué no piensas saludar a mi reina?

- ¡Oh, cierto! – Sonic se giró hacia Blaze, jalándola del brazo sin que esta lo previera, besándola igual de apasionado como a Silver, enredando su lengua con la de ella para separarse, dejando un hilo de saliva entre ellos – Hola, Blaze~ ¿Cuánto tiempo?

- Aah... - Sin palabras, la pobre solo se esponjo frente al marino, sonrojándose completa por aquel gesto no tan común para ella – Me...Me... Me besaste mucho... Y de lengua... aún tengo saliva tuya en mi boca – Se llevó las manos a las mejillas, entando en shock por lo que hizo el erizo.

- Jajajaja ¿No te gusto? – Se volvió dónde Silver, riéndose aun de la gatita – Es tan tierna como tú, Silver. Muero por comérmela esta noche.

- ¿¡Eh!? ¿¡Esta noche!? – Se esponjo más, viendo intimidada a los dos erizos - ¿Con los dos y el amo?

- Con los tres y el amo – Corrigió Shadow, posándose tras de Blaze, asustándola, provocando que diera un leve brinco girándose para verlo. A diferencia de Sonic, él se inclinó un poco, besando suavemente los labios de Blaze, sonriéndole encantadoramente sin apartar sus ojos de ella – También muero por probarla, señorita Blaze.

La respuesta de Blaze fue retroceder hasta estar con Silver, escondiéndose en su pecho mientras observaba al par de erizos frente a ella, sonriéndole con lujuria, extrañados con aquel comportamiento mojigato de una fecundadora.

- Tenles paciencia, Blaze. A diferencia de Mephiles, estar con ellos se siente más dulce y menos violento – Acaricio los hombros de la morada animándola a dejar sus inseguridades.

- Jajaja, jamás había visto a una fecundadora tan tímida, es tan adorable – Sonic se meneo ansioso, viendo con entusiasmo a la chica.

- Si, puede que sea bueno. Puede controlarse mejor que los demás – Shadow sonrió, acercándose a Blaze – Pero desde aquí olfateo que aun estas en celo... Jajaja, ni siquiera yo podré aguantar en tenerte. Con dos fecundadores en celo, solo hace que desee hacerlo aquí mismo – Le dedico a la minina una sonrisa llena de perversión, limpiándose los labios de la feromona que escurría entre estos.

- ¡Si, si, si! ¡No las debes, Oni-chan! Hay que hacerlo entre todos – Refunfuño Sonic, acercándose igual al resto.

- Solo si Blaze lo quiere – Dijo con seriedad, girando a ver a Blaze con una sonrisa - ¿Qué dices mi reina?

- Yo... - Observo el tranquilo rostro de Silver, dándose cuenta de que este no mostraba aquellos celos irracionales de un fecundador, tomando confianza para acercarse a los otros erizos – Si... Después de todo, tengo que saber que tan bien lo hacen para que mi Silver haya deseado quedarse con ustedes – Sonrió con picardía, acariciando los mentones de ambos erizos, viéndoles divertida por sus reacciones de sorpresa – Vamos... Hay que recuperar los días perdidos.  

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