Capítulo 41

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POV CLARISSE:

Un mes pasó y durante todo este tiempo la he pasado adelantando trabajos de la universidad, ya que Adam me ha invitado a un viaje con destino a Barcelona por una semana.  Claramente tendré que saltarme clases por ese tiempo, pero lo que está a mi favor es que tengo todos los trabajos al día y cuando llegue le pido a alguno de mis compañeros de clase con los que me llevo bien que me presten sus apuntes.

No le he dicho nada todavía a Dominic porque no tengo la menor idea de cómo va a reaccionar y prefiero tantear primero el terreno antes de ir a meter la pata y ganarme una discusión porque ya sabemos lo histérico que suele ser.
Decido enviarle un mensaje y quedarme estos días con él para pasar todo el tiempo posible juntos, así aprovecho también para darle aquella noticia.

Clari: Amor, ¿dónde estás?

Su respuesta tarda en llegar y en el tiempo que espero me pongo a organizar mi armario que está literalmente hecho un desorden, con atuendos que compré ayer regados por todas partes, maquillaje tirado en el suelo y zapatos aquí y allá.

Gruñón: Estaba haciendo unas compras que necesitaba para la casa, ¿quieres pasar estos días en mi pent o voy al tuyo? 🌚

Me apresuro en contestarle.

Clari: Como tu lo prefieras, lo que importa es pasar el mayor tiempo posible contigo ☺️

Gruñón: Pensamos lo mismo princesa, sólo hay un detalle.

Clari: ¿Que cosa?

Gruñón: Pasaremos el tiempo lo más alejados posible de Emma... donde ella no esté cerca.

Clarisse:🤔 ???

La verdad no entiendo su actitud, pensé que para estas alturas  ya habría olvidado el malentendido con mi amiga, pero parece que no.

Gruñón: Sabes lo que pasó 😖

Clarisse: La verdad no sé qué decirte... más bien... escribirte XD

Gruñón: Deberías apoyar a tu novio en este momento.

Clari: Amor no me pidas eso, Emma es mi amiga y no puedo ponerme de parte de ninguno de los dos.

Gruñón: Si... entiendo, por lo menos prométeme que estos días serán solo para ti y para mí.

Clari: Te lo prometo, a menos que me toque cuidar a Thom.

Gruñón: Sabes que me cae muy bien ese campeón y es con el único chico que te comparto.

Clari: Nos vemos en un rato, te amo.

Gruñón: Y yo a ti, un beso.

Dejo de lado el teléfono y continúo con mi tarea de organización.

Sakura volverá a Japón este mismo día, me hará mucha falta.
Vivimos muchas aventuras, disfrutamos el tiempo juntas tal como lo hacíamos en nuestro país natal... simplemente fueron los mejores meses; desde los conflictos con ella y Emma hasta los divertidos y tiernos momentos, todo esto fue muy especial.
Cuando termino de organizar mi armario, voy hasta su habitación y toco la puerta.

— ¡Pasa!—Grita agitada.

Entro a la habitación y la observo empacar sus cosas en las dos maletas que ha traído, no puedo evitar que el sentimiento de melancolía me inunde y sin pensarlo mis ojos comienzan a aguarse; Sak para su labor y me mira por un momento con burla, luego noto que le empiezan a brotar lágrimas y ella intenta secarlas lo más rápido posible. Nunca le ha gustado que la vean llorar.

— Tú y tu sensibilidad Onee, me hiciste llorar también—Ríe mientras seca sus ojos.

— Tú y tu orgullo al no querer demostrar tus sentimientos.

— Ya ves que contigo no soy así, tú logras volverme sensible.

— Si... eso es cierto.

— Espero que te aparezcas por Japón un día de estos que te plazca visitar a tu hermana del alma.

— Ten por seguro que en unos meses serás tú la que tendrá que lidiar conmigo.

— Por mí está perfecto, estaré encantada de llevarte a lugares turísticos, ir a comer juntas mucho sushi y compartir más tiempo juntas. Lastimosamente la universidad no nos permitió compartir mucho, pero me voy feliz por la calidad de tiempo compartido, aunque fuera poco.

— Por eso voy a reservar mis próximas vacaciones para ir a visitarte y disfrutar al máximo. ¿Necesitas ayuda con tu equipaje?.

— Ya estoy por terminar, pero agradecería si quieres pasarme las últimas prendas que quedan en el armario.

Voy directamente allí y tomo las prendas que faltan, las llevo a la cama para doblarlas, luego las meto en la maleta y la cierro.

— Listo, ¿te parece bien ir a almorzar antes de irnos para el aeropuerto? yo invito—Propongo y ella acepta contenta—. ¡Onee se me olvidaba! ayer salí de compras y compré un detalle para ti—Le entrego dos bolsas de regalo.

La primera contiene un chal rojo con zapatos a su gusto y una cajita con pendientes y un collar; la segunda contiene un porta retrato tipo collage, el cual contiene cinco fotos de ambas por dentro, además de eso también hay varios detalles de Inglaterra como recordatorio.

— No debiste haberte molestado Onee.

— Por supuesto que debí, no te iba a dejar ir sin ningún presente de mi parte.

Después de que guarde los presentes en la maleta, llevo todo el equipaje al auto y espero desde mi asiento a Sakura que se ha retardado un poco al terminar de alistarse. La chica viene hacia al auto corriendo, se sube, abrocha su cinturón y enciende la radio conectando su celular para reproducir las canciones japonesas que nos gustan a ambas, incluyendo también algunas coreanas.

Estaciono el auto cerca de nuestro restaurante favorito: "Sushi Tetsu"  y nos adentramos allí, el mesero nos indica una mesa para dos y tomamos asiento. Revisamos el menú por unos momentos, yo escojo sushi de camarones y pulpo y Sak escoge de salmón y atún, de tomar pedimos té tradicional.

— Clarie, quería darte las gracias por tu hospitalidad durante estos tres meses, me sentí como en casa. Lastimosamente no podré despedirme de tu padre y el pequeño Thom, pero espero que tú lo hagas por mí.

— Claro que sí, yo les daré tus saludos en cuanto los vea. Me alegra que te hayas divertido a pesar de todo el drama que tuviste que observar y por supuesto experimentar.

— Es chistoso darme cuenta de cerca que es cierto que tu vida está llena de drama, recuerdo que tú me lo decías y yo creía que era broma. Ahora que me tocó vivir dos de los dramas que ocurrieron en mí estadía, reconozco que es verídico.

— Aunque son dramas que terminan teniendo solución al pasar el tiempo, al menos por ahora lo sabemos llevar.

— Bueno, ya sabes que cuando las cosas se empiecen a complicar me tienes en Japón para escapar por un tiempo de todo.

— Tendré tu invitación en cuenta, de igual manera tú me tienes aquí cuando quieras escapar de la frialdad de los japoneses.

— Claro que sí, siempre que me aburra acudiré a ti.

— Te voy a extrañar mucho, por favor se considerada y no te pierdas mucho a menos que la excusa sea falta de tiempo por culpa de la universidad.

— Lo prometo y espero que tú igual, sueles perderte mucho. Si no es por la universidad es por ese grupito de amigos dramáticos que tienes, ah y por supuesto Dominic que también hace parte del club "los dramáticos".

— ¿Se te olvida que ahora tú haces parte también de nuestro club?—Ella rueda los ojos—. Hablando del gruñón... me acaba de mandar un mensaje diciendo que nos encontramos en el aeropuerto porque quiere despedirse de su querida cuñada.

— Te ganaste el cielo con ese chico, a pesar de sus defectos y errores, se nota que es un buen partido y te adora en gran manera. Voy a extrañarlos mucho, hacen una hermosa pareja—Mis cachetes comienzan a tomar un tono rojizo.

Nuestra conversación es interrumpida por la comida que el mesero ha dejado enfrente de cada una y ambas casi que al tiempo tomamos los palillos y empezamos a comer, en repetidas ocasiones intercambiamos nuestros platos para comer lo que la otra había elegido sucesivamente.

— Es una pena no haberme despedido del resto, en este poco tiempo les he tomado aprecio y por favor  envíame las fotos VIP del nacimiento de los gemelos. Hubiese querido quedarme más tiempo para ser parte de ello, pero mis profesores mandaron la petición de que me enviaran de nuevo a Japón.

— A mí me hubiese encantado que te alargaran el tiempo de las prácticas, pero me siento orgullosa de que estés cumpliendo tu sueño como doctora en historia y tomes éxito en un país tan avanzado y excelente como Japón. En cuanto ese par de pequeños nazca, te lo haré saber con cantidad de fotos.

— Eso espero. También estoy orgullosa de ti, pues te estás formando como una excelente profesional, llena de carisma y sencillez;  estoy cien por ciento segura de que serás una excelente médica. Además ahora estás en Inglaterra, tu siempre soñaste con esto.

— Recuerdo que antes de terminar el colegio estábamos sumidas en un mar de preocupaciones como... lo que pasaría en el futuro, lo que estudiaríamos y si en realidad seríamos buenas en ello, etc. Míranos ahora, aquí estamos.

 — En ese tiempo todo nos parecía que nos estábamos ahogando dentro de un vaso de agua, ahora cuando recuerdo eso me dan ganas de reírme de lo dramáticas que éramos.

— A mi igual, aunque seguimos siendo dramáticas en algunas cosas para ser sincera.

Cuando terminamos de almorzar pago la cuenta y vamos por el auto para manejar rápidamente hasta el aeropuerto, pues Sakura tenía que estar tres horas antes para hacer el chek in.
En las filas donde mi mejor amiga debe registrarse nos encontramos con mi novio, luce algo aburrido hasta que me divisa entre la multitud y se le ilumina el rostro.

— ¡Princesa!—Me cubre protectoramente con sus brazos.

— Hola Dominic, yo también me alegro mucho de verte—Ahí está mi pelinegra amiga y su sarcasmo. Dom me suelta para abrazarla también con ternura.

— ¡Hola cuñada del alma!, vas a hacerme falta aunque no lo creas.

— Awww el gruñón se encariñó conmigo.

— No te burles, tú igual te encariñaste.

— Lo admito, es que eres genial cuñado. Con amar tanto a mi Onee te ganaste mi aprobación.

— Tú igual, gracias por ser tan buena amiga y cuidar todos estos años de mi amada.

— Basta ya, ambos me harán llorar—Intervengo provocando carcajadas de los presentes.

— Tienes una novia muy sentimental, pero vale demasiado la pena. Eso si, te advierto que el mínimo daño que le hagas me lo pagarás y te saldrá muy caro.

— Tantos años a su lado que ya me acostumbré a su sentimentalismo. Lo tengo muy en cuenta Sak... no te preocupes que cuidaré muy bien de mi tesoro.

Sakura pasa a la cabina para registrar su vuelo y entregar su equipaje, la señorita que se lo recibe le informa que en aproximadamente una hora y media debe estar pasando por migración. Durante ese tiempo Dominic nos invita al postre en una de las cafeterías del aeropuerto, aprovechamos para tomarnos fotos y conversar un rato más, esta vez es mi gruñón quien toma la palabra y somete a mi mejor amiga a una serie de preguntas sobre su vida en Japón. 

Cuando ya el reloj da la hora indicada, acompañamos a Sak hasta la salida de vuelos internacionales y allí me despido de ella. El verla alejarse me produce melancolía por lo mucho que la voy a extrañar, Dominic me da ánimos y tranquiliza mientras seguimos despidiéndonos con la mano a través del gran ventanal de vidrio que nos separa. Una vez pasa migración, Dominic me arrastra un poco para emprender el camino de vuelta a casa.

— Voy a extrañar mucho a esa loca—Le comento a Dom mientras caminamos por el parqueadero.

— Lo sé amor, por eso tenemos que reservar un tiempo para ir a visitarla en vacaciones—Dom se acerca para darme un beso, yo me dejo llevar y de un momento a otro me quita las llaves del auto.

— ¡Hey! devuélveme eso—Protesto—. ¿No trajiste tu auto?.

— No y no pienso que manejes de vuelta, debes descansar ya que esta semana ha sido muy agitada para ti.

— Pero manejar me despeja—Él hace una mueca de reprobación—. Está bien, diga lo que diga no cambiarás de opinión.

— Me conoces a la perfección—Quita el seguro del auto y me abre la puerta de copiloto.

— Amo tu caballerosidad—Admiro.

— ¿Solo mi caballerosidad?—Coquetea—Porque en lo que a mí respecta, amo todo de ti.

— Sabes bien que yo también, presumido.

Salimos del aeropuerto y tomamos el carril de vuelta al centro de la ciudad que nos conduce al barrio en el que vivimos. En medio camino me debato entre tocar el tema de la discusión entre él y Emma o dejarlo estar y ya, me decido por sacarme la curiosidad.

— Amor...

— Dime...—Responde atento a la carretera, aunque de vez en cuando aprovecha para tomar mi mano, darme cortos besos y repartir miradas coquetas.

— Tenemos algo en específico de lo que debemos hablar y prefiero que saques toda tu inconformidad y te desahogues conmigo a que sigas guardando rencor en tu interior.

— ¿Te refieres a la discusión con Emma?—Su rostro se torna serio, lo que me preocupa por un momento... no quiero tener una discusión con él. Creo que se percata de esto porque relaja su expresión y me sonríe radiante.

— A eso exactamente me refiero, obviamente si tu quieres hablar del tema conmigo. No te voy a obligar si no quieres.

— Me ayudaría muchísimo desahogarme contigo.

— Entonces te escucho.

— El principal detonante del problema fue ver a mi hermano aislarse de todo, caer en depresión y volverse casi que alcohólico. Cada vez que hacíamos vídeo llamada estaba borracho y con los ojos rojos de tanto llorar, el ver a mi hermano de esa manera y estar lejos de él para ayudarlo me hizo sentir impotente.

— Eso lo entiendo perfectamente, ver el sufrimiento de un ser querido es lo peor; lo que pasa es que me extraña su comportamiento, me refiero a que... Liam había aceptado la decisión de Emma y habían quedado en buenos términos.

— Precisamente eso es lo que no entiendo, por eso me enojé tanto con él cuando fuimos al hospital ese día por el accidente de James. En algún momento llegué a pensar que la llamada de mi hermano era para terminar todo de una vez y expresarle sus sentimientos a Emma en cuanto al dolor que le ha causado y no a que lo dejara estar y actuara como si todo estuviera a la perfección.

— Gruñón, quiero que sepas que yo entiendo tu posición a la perfección especialmente porque yo también tengo un hermano y aunque sea menor, sé bien lo que es uno capaz de hacer por defenderlos y procurar su bienestar. Lastimosamente no podemos vivir sus vidas y decidir por ellos, debemos dejar que ellos mismos tomen sus alas y vuelen; ellos tienen que experimentar por sí mismos todas esas etapas de la vida y nosotros tenemos el deber de estar presentes para ayudarles a superarlas, recoger los pedazos rotos y seguir adelante.

— Créeme dulce que eso ya lo sé, lo que pasa es que a veces me da rabia ver lo normal que se comporta la rubia, como si no le importara, como si con sus acciones no hubiese hecho daño.

— Emma lo menos que quería era causar esto, ella en verdad tiene que cargar cada día con su consciencia como para que le sumes el trato que le diste la semana pasada. Además, nosotros sabemos que ella y él no eran novios antes de la toma de esa decisión.

— ¿Estás diciéndome que estás de su parte?, puede que no fueran novios, pero mi hermano estaba muy ilusionado.

— Amor... no puedo ponerme de lado de ninguno de los dos, en este momento sabes que te estoy dando una opinión completamente neutral, intento considerar ambos puntos de vista. No creo que la única intención de Emma hubiese sido ilusionar a Liam, por lo que ella nos dijo a ti y a mí, estaba confundida.

— Eso no termina de justificarla.

— ¿Por lo menos has intentado hablarle?.

— Sí, la semana pasada en la universidad intenté hablarle y todo terminó peor de como esperaba.

— ¿Se enojó y armó un escándalo en la universidad?.

— Mucho peor, en pocas palabras... terminamos la amistad.

— Tú y mi amiga suelen ser dramáticos, pero... ¿en verdad dejaron que todo se fuera a la borda? Su amistad era muy bonita.

— Yo opino lo mismo, ella fue la primera en integrarme.

— ¿Siempre vas a reprocharme el hecho de que no te integrara? te recuerdo que fuiste un imbécil al principio conmigo.

— Lo sé, yo siempre me voy a juzgar por ello.

— No tienes que hacerlo, eso quedó en el pasado. Todo quedó resuelto en Disney con tu confesión.

— ¿Dónde nos quedaremos, tu casa o la mía?—Pregunta antes de llegar a casa.

— En la tuya, me encanta.

— Tu prefieres la mía y yo la tuya, así somos.

Subimos al ascensor con nuestros cuerpos entrelazados en un cariñoso abrazo, antes paso a mi piso para recoger algunas prendas de ropa para quedarme con él estos días. Inesperadamente Dom se acerca y comienza a besarme alrededor de la cara y las cosquillas y mariposas revuelan de nuevo en mi interior, tal como la primera vez. Simplemente amo este sentimiento.

— Estoy emocionada de ver a Mushu de nuevo, él es un amor.

— Mushu también te ama, de eso estoy seguro.

Corro hacia mi habitación y guardo en un bolso lo más esencial para pasar estos días en su casa, luego bajo de igual manera las escaleras corriendo y lo encuentro recostado en el sofá, me acerco y me recuesto a su lado.

— Ya tengo todo listo, ¿que tienes planeado para hoy?.

— Pasar el día acurrucados viendo Netflix y comiendo chucherías... ¿te gusta o tienes algo más en mente?.

— Suena perfecto, ¿retomaremos nuestra rutina de ir al gimnasio en la noche?.

— ¡Claro!

Nos levantamos del sofá, esta vez para ir a su piso. El salón y resto del penthouse luce impecable y acogedor ya que Dom es algo obsesivo con el orden y la limpieza.
Mushu me recibe maullando y recostándose en mis pies, yo lo tomo en brazos y reparto caricias por su cabecita.

— ¿Ahora resulta que saluda primero a su madre antes que a su padre que lo alimenta todos los días?

— Ya lo sabes, las madres somos primero—Bromeo—. Deja de ser gruñón, tu lo ves todos los días.

Definitivamente pasamos el resto del día viendo película tras película y capítulo tras capítulo de nuestras series favoritas, acompañados de su manta y comida rápida; cuando íbamos en el sexto capítulo de "Teen Wolf" decidimos darle pausa para alistarnos e ir al gimnasio.
Decido que este es el momento indicado para comentarle sobre el viaje, es mejor ahora y no un día antes de irme.

— Gruñón tengo algo importante que decirte, pero no quiero que este sea el detonante de una discusión.

— Sabes que puedes decirme cualquier cosa—Se acerca y me da un beso en la mejilla para darme seguridad y poder continuar.

— El lunes me iré de viaje, Adam me invitó a una excursión turística por Barcelona—Suelto de sopetón.

— ¿Adam?—Inmediatamente se pone serio, sin embargo no muestra ningún indicio de comenzar a discutir—. No quiero sonar posesivo o celoso amor porque no lo soy, pero no logro entender qué intenciones tiene él con ese viaje.

— Lo que pasa es que he dejado algo de lado nuestra amistad y quería que compartiéramos una semana para retomar nuestra relación.

— Por parte tuya tengo la suprema confianza de que no dejarás que intente algo o se sobrepase contigo, pues aquél fin de semana que se fueron a la hacienda quedé totalmente convencido de que nada pasó, pero... esto me parece extraño porque no necesariamente necesita planear un viaje largo para mejorar la relación con su mejor amiga.

— Yo también cuestioné el tema del viaje al principio, sin embargo, tiene razón. Me alejé de repente cuando tengo mucho que agradecerle, él ha sido un excelente amigo.
Te prometo que evitaré al máximo que intente algo y estaré comunicándome contigo, por ahora puedes estar tranquilo de que el viaje es en plan amigos y que no te cambiaré porque en ti encontré todo lo que deseaba.

— Bien sabes que desde que te conocí tuve la certeza de que serías la única mujer a la que amaría con locura hasta el último de mis días. No soy nadie para prohibirte que tengas amigos y te diviertas, pues una relación sana como la nuestra no consiste en eso, sino en la confianza y compartir también tiempo de calidad con nuestros amigos. Lo que si me preocupa es que ese chico vaya a ser capaz de intentar algo.

Después de convencerlo de que no dejaría que esto pasara nos vamos para el gimnasio a hacer nuestra rutina de dos horas de ejercicio, dos horas en las que no pensamos nada más que en lo que estamos haciendo en ese momento y podemos despejarnos de todo por un rato.

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