Capítulo 46

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Una de las enfermeras entra a la habitación e informa que puedo ver películas mientras termino de dilatar para distraerme un rato y relajarme para el parto, así que trae algunas y entre ellas escojo "Love Rosie".
Pasadas las ocho llego al tope de dilatación y las contracciones comienzan su etapa de furor. La doctora vuelve a la habitación esta vez para revisar que el útero esté lo suficientemente abierto para que los bebés puedan pasar y una vez se convence de ello, me llevan al quirófano para realizar de una vez el procedimiento.
Me cambian a la camilla del quirófano, Samuel entra junto a mí después de limpiarse bien las manos y vestirse con la bata especial y los zapatos quirúrgicos.

— No te soltaré, tranquila. Todo va a estar bien y por fin conoceremos a nuestras hermosas criaturitas—Me susurra al oído con su mano entrelazada con la mía.

La doctora coloca una sábana que tapa parte de mi vagina y piernas, pero que a ella y los demás médicos, enfermeras y practicantes (entre ellos Clarisse) les permite proceder sin ningún problema.

— Bueno Abi... es hora de comenzar a pujar y traer a estos hermosos bebés al mundo. Necesito que respires profundo y comiences tu trabajo mientras nosotros hacemos el nuestro—Me mira con una sonrisa y asiente con la cabeza para apoyarme después de decir aquello.

Giro mi cabeza hacia mi novio y él aprieta mi mano en señal de apoyo y debo comenzar ha hacer lo que me pidieron, comienzo a pujar una y otra vez repitiendo el mismo proceso cada vez con más intensidad. Me tomo un tiempo para respirar y secar mis lágrimas y vuelvo a comenzar.

El dolor es muy intenso, no lo negaré, pero todo se me olvida cuando se asoma la primera cabeza y siento que sacan al primer bebé que no para de llorar; la doctora se lo pasa a la enfermera que está a su lado para que lo limpie y ella continúa encargándose del segundo, el cual no demora mucho en sacar su cabeza y también llorar sin consuelo. Se lo pasa a la segunda enfermera, corta el cordón umbilical y comienza a limpiar esa zona, suturar y cerrarla.

Las enfermeras limpian con toallitas a ambos pequeños y nos lo traen a Samuel y a mí. Nuestra cara en este momento es completamente tonta, ambos empezamos a hablarles con mimos y acariciarlos. No puedo creer que al fin los tenga en mis manos; vuelven a tomarlos por un momento para medirlos y pesarlos, luego de esto son totalmente nuestros. Yo tomo a el niño y Samuel toma a la niña.

— Son preciosos y no lo digo sólo porque sean nuestros hijos.

— Lo sé, son perfectos.

— ¿Ya decidiste cómo llamarlos?.

— Estuve pensando y al final me decidí por... Leah y Troy, ¿qué te parecen?.

— Me encantan amor—Me sonríe dulcemente.

— Disculpen, sólo quiero informarles que sus familiares y amigos están fuera—Informa la enfermera que se asoma por la puerta.

— Bien, muchas gracias—Samuel recibe a Troy de mis brazos y me deja descansar.

POV CLARISSE:

La enfermera se retira prometiendo ir ha avisarles a Abi y Samuel que estamos acá, pero antes deben trasladarla a una habitación junto a los pequeños. La sala de espera es todo un circo ahora mismo, está llena con toda la familia de Abi y Sam reunida charlando tan duro como si no les importara que están en un hospital, por otra parte, estamos todos los chicos excepto Emma, la cual sigue sin dignarse a contestar los mensajes o aparecer en momentos tan importantes como este.

El procedimiento fue todo un éxito, que más que Abi está sana y salva y no hubo complicación al momento del parto. Por suerte me dejaron asistirlo y así sólo hubiese sido para observar, logré aprender de esto para cuando ya empiece las prácticas.

Estoy tan emocionada por ambos, quiero verlos de inmediato y poder ver bien a mis sobrinos, ya que una vez los sacaron no me dejaron acercarme a ellos; por desgracia tendré que esperar un rato más hasta que toda la familia de ellos entre primero. La enfermera vuelve con la gran noticia de que ya podemos pasar por un grupo de cinco personas.

Los minutos pasan y las personas no dejan de salir y entrar de la habitación que le han asignado a Abigail, intercambiando elogios hacia los bebés y los padres, además de recalcar lo fuerte que es Abi al haber tenido gemelos.
La verdad concuerdo con ellos, no debe de ser nada fácil y mucho menos con lo grandes que nacieron. Según explicó la doctora que asistió el parto, ella tendrá que pasar algún tiempo en reposo y estará adolorida algunos días de más.
Cuando finalmente llega nuestro turno, entro a la habitación acompañada de Dom.

— ¡Abi, Sam... felicidades!—Entro entusiasmada, dejo los regalos y el ramo de flores en la mesa de noche y me acerco para abrazar a mi amiga.

— Gracias Clari. Estoy demasiado agotada, siento mucho no poder recibirte como mereces.

— Déjate de tonterías, debes descansar—Sam se acerca a mí y me da un abrazo, el cual acepto.

— Gracias por venir, en verdad muchas gracias a ambos—Su agradecimiento termina en un abrazo grupal entre él, Dom y yo.

— ¿Puedo acercarme a los bebés?—Ambos padres asienten, Dom y yo nos acercamos. Él carga a la niña y yo a el niño.

— Son hermosos—Exclama Dominic embobado—. Hola preciosos, bienvenidos al mundo. Estoy seguro de que sus padres, abuelos y tíos los cuidaremos lo mejor posible—Les da besos a ambos—. ¿Sabes, amor? esto me deja pensando... ¿cuándo será nuestro turno? quiero tener a seis mini nosotros correteando.

Me pongo roja al segundo, Abi y Sam se ríen mientras que yo estoy sofocada y apunto de entrar en pánico. Ciertamente sí he considerado la idea y quiero tener hijos con mi gruñón, pero a la vez me asusta la idea de que por mi trabajo como médica no tenga mucho tiempo para dedicarles. No quiero ser una madre ausente y sinceramente creo que este no es momento para que Dom me tire una bomba como esta.

— Amor... este no es el momento, luego hablaremos de ese tema—Digo intentando tranquilizarme, puesto que tengo a ambos bebés en mis manos y no tengo forma de darle un zape a mi novio ahora mismo.

— Si, calma saltamontes—Me apoya la pelirroja—. Primero que todo deben planear la boda.

— Si por mi fuera... me casaría ya mismo con esta hermosa chica—Sus palabras logran que ahora mismo las mariposas empiecen a bailar desenfrenadas dentro de mí y que una carga eléctrica recorra mi cuerpo.

— Dom.

— ¿Qué tiene de malo, amor? para nadie aquí es un secreto que te deseo y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. Quiero contarle a nuestros nietos nuestra historia, bailar junto a ti por mucho tiempo más, envejecer juntos y recordar cada mañana el porqué te elegí desde el primer momento.

— Sabes que te amo, pero... aún no estoy lista para dar un paso tan grande en mi vida.

— No quiero que te sientas presionada, sólo quería expresar cuánto te quiero y lo que deseo para nuestro futuro—Se me acerca y me da un suave beso en los labios para luego tomar a los bebés con la excusa de que ya los tuve mucho tiempo y es su turno de nuevo.

— Así que chicos... ¿cómo van las cosas con la paternidad?—Tomo asiento en un sofá al lado de la ventana.

— Pues apenas llevamos unas horas en el juego, así que puedo decirte que aún no me lo creo—Me responde Abi.

— Saben que no están solos en esto y cuentan con el apoyo de todos nosotros—Añade mi novio.

— Se los agradecemos, de hecho todos han estado muy pendientes. Sakura nos envió un mensaje, Adam, Charlie y Alexander se fueron hace un rato.

— Y James mandó un lindo vídeo desde Miami, pero Emma...

— Ah, justo de eso quería hablarles. Me tiene muy preocupada esa rubia teñida, si nos está sacando el cuerpo les digo enserio que la tomo del cabello y traigo de vuelta quiera o no.

— Apoyo a Clarisse, una vez me recupere del parto vamos por ella—Samuel se ríe y sigue el juego pero mi gruñón no, lo noto algo preocupado y decaído.

— Chicos me siento mal, en cierto punto todo esto es mi culpa.

— Dominic no se eche la culpa, fue duro con ella, sin embargo, ella decidió alejarse por su cuenta.

— No. Yo fui el tonto que le dio razones para hacerlo, si le pasa algo... yo no me lo voy a perdonar.

— ¿Sabes que? dame esa estúpida copia de la llave, no soporto esto. Iré a su penthouse de una vez—Me acerco a mi novio y extiendo mi mano, él deposita la llave en esta algo dubitativo—. Extraño mucho a esa pinche rubia, no se esconderá más. Somos sus amigos independientemente de cualquier circunstancia que se presente.

— Te acompaño, después de todo, principalmente es mi culpa por más de que se esmeren en negarlo y la verdad es que también la extraño. Me arrepiento mucho de todo lo que le dije, ella era como mi pequeña hermana molesta—Asiento ante su mirada de preocupación.

— Espero se encuentre bien, cuando hablé con James me dijo que hace ya varios días no hablaba con ella.

— ¿Que más te dijo, Ab?—Indago.

— También mencionó que quería hacer algo especial para su cumpleaños en noviembre.

— Esto cada vez está mas extraño... se supone que estaba muy emocionada por el nacimiento de los bebés y por eso me parece raro que no se haya presentado hoy aquí.

— Esto no puede ser. ¿Ahora qué le voy a decir a Liam si me pregunta por ella? ¿que por mi culpa su "chica favorita" se alejó tanto de sus amigos que ahora ni nosotros sabemos qué pasó con ella?—Dice alterado—. Cuando volvimos de Estados Unidos le prometí a mi hermano que cuidaría la amistad con la rubia a pesar de lo que pasara y... no cumplí mi promesa.

— Amor, ya no haces nada con culparte. Eso lo tendrás que hablar con la rubia y sé que lo arreglarán, por ahora centrémonos en buscarla y dar con su paradero.

Nos despedimos de Abi, Sam y por supuesto los bebés para luego salir en dirección a la residencia de Emma. Cada vez que nos acercamos a su edificio, aumenta mi preocupación; sospecho que algo no va bien con ella y es que Emma puede ser algo orgullosa, pero tampoco hasta el punto de olvidarse de sus amigos por una discusión con Dominic.

Desde hace días que tengo malos presentimientos e intento alejarlos de mi mente, rogando a Dios que mi amiga se encuentre bien. Ella es muy importante en mi vida, sin ella nada es lo mismo y estos días específicamente he estado deprimida sin la loca rubia que alegra mis días con sus tonterías.

Antes de que Dom pare el auto para estacionar, yo ya me encuentro fuera de este corriendo en dirección al ascensor cuando detrás de mi escucho la voz del rubio que enojado me grita por haber bajado de esa manera. Continúo caminando, pero me alcanza y me hace parar en seco.

— ¡Clarisse! está bien que estés desesperada por saber de nuestra amiga, pero cálmate. Amor, no soportaría que algo te pasara y en este momento necesito que estés calmada, ¿qué pensaría Emma al verte así?—Lo miro a los ojos sin poder evitar las lágrimas que corren por mi rostro.

Asiento con mi cabeza y veo la preocupación en su rostro, él besa mi frente, me toma de la mano y juntos subimos hasta el penthouse de nuestra amiga. Introducimos la tarjeta para entrar y una vez allí, nos encontramos con que varias de sus pertenencias están desordenadas y algo sucio también, dando un aspecto de que mi amiga salió apurada y no ha estado aquí desde hace varios días.

Nos dirigimos a su habitación y observamos cómo diferentes prendas están esparcidas por todo el cuarto. No hay rastro de Emma y tampoco de Chloe y eso me asusta en gran manera, ¿a dónde pudo haber ido?.
En Estados Unidos definitivamente no está porque James ya nos hubiera informado si así fuera, sólo me queda esperar que haya vuelto a Colombia, pero una vez llamo a sus padres... me informan que no tenía planes de volver allí y que llevan varios días sin hablar con ella.

Dom y yo nos miramos el uno al otro tratando de pensar en una teoría que explique donde diantres se pudo haber metido la rubia teñida.
Bajamos de nuevo a la planta principal y mi pie casi tropieza con algo suave envuelto en varias prendas, miro aquello titubeante, sin embargo, decido levantar las envolturas y ver lo que se encuentra ahí debajo. Resulta ser Chloe, está totalmente inerte y con sus ojos cerrados.

— ¡Dom!—Le grito a pesar de que se encontraba a mi lado, tal hallazgo me deja algo descompuesta—. ¿Quién pudo haber hecho tal cosa? no creo que haya sido Emms... no, ella amaba a esa cachorrita.

— Dulce... esa no es Chloe—Toma entre sus brazos a la figura peluda—. Es un muñeco, al parecer muy bien hecho.

— Entonces... ¿dónde está...?—Soy interrumpida por el teléfono de mi novio.

El rubio saca el aparato velozmente de su bolsillo y al ver el remitente se pone pálido, voltea a enseñármelo y leo en la pantalla el nombre de: "My bro, Liam", me mira con algo de incertidumbre y sin saber muy bien que hacer.

— Debes contestarle.

— Okay, pero lo pondré en altavoz. Si las cosas se complican, al menos tendré tu apoyo.

<< Liam... ¿que hay de nuevo?>>—Contesta mi novio.

<< Dímelo tú, Dominic.>>

<< ¿A qué te refieres? comienzo a confundirme hermano.>>

<< Pues... haber, ¿has arreglado las cosas con Emma como lo prometiste?.>>

<< Es que yo...>>

<< ¡Espera, no respondas! déjame adivinar... no.>>—Comienzo a notar molestia en la voz de Liam.

<< Pero mira, es que ella...>>—Trata de explicar mi novio.

<< No quiero tus excusas Dominic.>>

<< Ya cálmate, no es para tanto.>>

<< ¡¿Cómo quieres que me calme y te atreves a decir que no es para tanto cuando su pequeña cachorra apareció en mi puerta con una nota atada al cuello?!>>

<< ¿Cómo estás tan seguro de que es Chloe? ¿tú no la conocías, o si?.>>

<< Emma me había mostrado fotos y la mascota responde al nombre de Chloe, además, cuando digo Emma... se vuelve histérica y corre por todo el lugar como tratando de ir a buscarla.>>

— Bueno, al menos sabemos dónde está Chloe—Digo medianamente aliviada.

<< ¿Clarisse, eso que significa? ¿dónde está Emma?>>

<< ¿Qué decía la nota Liam?>>

<< En resumen dice que todo lo que está pasando es porque debo pagar por mis errores, pero no tengo idea de quién me está jugando esta mala broma. Ahora alguno de los dos responda, ¿dónde está Emma?>>

<< No lo sabemos hermano, estamos en su penthouse y no hay rastro de ella. Hemos llamado a su familia y no saben nada, James menos>>

<< Espera... ¿James no está en Londres, qué pasó con ellos dos?—Insiste y Dom se arrepiente de haber abierto su boca, no quiere que se haga ilusiones.

Ninguno de los dos respondemos, le susurro a Dom que debe contarle, de todas formas sé que para él es difícil hacerlo, ya que esto sólo hará que Liam sufra.

<< Clarisse, ya que a mi hermano le tragaron la lengua los ratones... responde tú>>

<< Liam... yo no sé>>

<< Si lo sabes, te conozco desde pequeña. Sé que no quieres contarme por las mismas razones que mi hermano, independientemente de esto, yo confío en ti y necesito saber esto; por favor, por nuestra amistad y por el bien de una de tus amigas, dime>>

<< Ellos terminaron hace un mes, aunque... según lo que James me dijo, siguen siendo mejores amigos>>

<< Por algún momento llegué a creer que se habían escapado en plan romántico. ¿Saben que? ya mismo tomo el primer avión hacia Londres, me vale lo que diga mi hermano. Necesito a Emma, la extraño cada día de mi vida>>

Dominic abre sus ojos como si fuera a echarle gotas y comienza a protestar, su hermano lo ignora e insiste en que ha tomado una decisión antes de colgar la llamada.

— Dominic, Liam tiene razón. Necesitamos su ayuda para encontrar a Emma.

— ¡No, no y no! todo esto es culpa tuya, tú y tu jueguito  de creerte la heroína. ¿Ves lo que causas? por tu culpa ahora mi hermano volverá a ilusionarse y caerá de nuevo en malos pasos. Gracias por joderme un poco más la vida—Me grita. Él nunca me había tratado de esa forma y esto causa que mi genio explote también, sabe bien que también tengo un temperamento fuerte que intento controlar, pero simplemente con esto sólo causa que mi rabia aumente.

— ¿Quién te crees para hablarme de esa forma? ¡a mí me respetas Dominic!. No ganas nada con ocultarle las cosas a tu hermano, al contrario, lo que estás haciendo es causarle más daño; él ya está mayor como para tomar sus propias decisiones y tú deberías preocuparte por tu vida y dejar a tu hermano que viva la suya como se le venga en gana. Yo no me creo ninguna heroína, el caso es que pienso con cabeza fría como tú deberías hacerlo e intento ayudar a tu hermano, lo que al parecer a ti se te ha olvidado—Hablo sin pensar, expulso las palabras que se cruzan por mi mente sin importar que estas lo hieran, después de todo, él no ha hecho más que sobrepasarse.

Su rostro se torna rojo, empieza a respirar repetidas veces para calmarse y yo me asusto por su reacción. Sabe a la perfección que odio las discusiones, específicamente porque crecí viendo a mi padre enojarse y discutir fuertemente con Zoe; su rabia ha llegado a cegarlo a tal punto que pierde el control y dice cosas que no tienen comparación, lo cual ha causado un gran trauma en mí y por ello odio discutir o que me alcen la voz.

— La única que ha provocado aquí que todo se vaya al carajo has sido tú, mi hermano se empezará a hacer ilusiones y cuando eso pase... espero que el peso de conciencia no te afecte tanto—Alza cada vez más la voz, yo me dejo llevar por el impulso y con lágrimas en los ojos me acerco hacia él con intenciones de darle una cachetada. La rabia es tanta que no soporto y lo hago, su mejilla se enrojece por el impacto y yo me dejo caer en el sofá con mis manos tapando mi rostro para llorar sin control.

Dominic se queda pasmado ante mi acto y piensa un rato sobre mis palabras o no sé que otra cosa, puedo ver como cambia la expresión en su rostro y se acerca con lentitud a mi posición.
Mi teléfono comienza a sonar y yo lo contesto buscando una escapatoria de la incómoda situación.

<< Hola>> —Trato de ocultar lo mejor que puedo lo afectada que está mi voz a causa de las lágrimas.

<< Hija, hola. Es que...—La voz de mi padre se oye bastante conmocionada— ¿Estás bien? ¿sabes algo de Thomas?>>

<< Eh... papá no sé de que me hablas, ¿todo va bien?>>—Me pongo en pie y me alejo lo más que puedo de Dominic, saliendo al balcón.

<< Hoy cuando fuimos a buscarlo a la guardería no estaba y nadie ha sabido nada de él, según parece, tu hermano está desaparecido>>

Al escuchar esas palabras algo en mí se quiebra totalmente. Primero la desaparición de Emma, luego la discusión con Dominic y ahora Thom.
Mi padre sigue hablando en el teléfono más yo no oigo nada de lo que dice, mi cabeza da vueltas y siento que mi mundo se ha derrumbado sin piedad; las lágrimas cesan de inmediato, me duele demasiado el pecho y tengo la sensación de querer llorar sin consuelo pero no salen las lágrimas.

Quiero encontrar a mi hermano y dar con su paradero, es todo lo que puedo pensar. A mi mente vienen todos los momentos a su lado, la primera vez que lo cargué, cuando le daba su biberón, lo bañaba y peinaba su castaña cabellera, lo feliz que me sentí cuando dijo sus primeras palabras y dio sus primeros pasos, cuando dijo "sist" por vez primera y lo mucho que se ríe cuando me ve llegar; cada recuerdo duele como si me estuvieran lanzando balas, me quedo parada allí viendo la vista desde el balcón de mi amiga desaparecida y rogando a Dios que no les haya pasado nada malo a ninguno de los dos.

Dominic entra al balcón y sin decir una sola palabra me toma en sus brazos y aprieta fuertemente, yo forcejeo pero por más que lo haga... él no va a soltarme, así que reacciono al shock y comienzo a llorar mientras mis brazos le pegan en el pecho y los brazos.

— ¿Porqué mi hermano y Emma? ellos no merecen esto, no lo merecen. Quiero que todo vuelva a la normalidad, quiero tener a mi amiga aquí para hablar de estupideces y cosas de chicas; quiero tener a mi hermano en mis brazos, cargarlo y escuchar sus carcajadas—Repito lo mismo hasta quedar sin aliento y Dominic tan solo se queda sosteniéndome y dejando que le de cuantos golpes quiera.

De un momento a otro mi cuerpo deja de reaccionar, siento un fuerte mareo y todo da vueltas a mi alrededor; un escalofrío recorre mi cuerpo en señal de que se me ha bajado la presión y necesito tranquilizarme. El gruñón nota mi cambio de temperatura y me conduce al interior para recostarme en el sofá junto a él.

— No quiero recostarme, quiero ir a buscarlos.. quiero tener respuestas.

— Amor lo sé, entiendo la desesperación que sientes en este momento, pero tienes que calmarte. Mira como se te bajó la presión, no quiero que te enfermes ahora.

— No hagas esto Dom, déjame.

— ¿Que no haga qué?

— Lo que hacías desde que nos reencontramos en la reunión de mi padre, tratarme de la peor manera y luego ser lindo conmigo. No lo soporto.

— Escúchame. Admito que soy un idiota, un completo imbécil, pero tú me has hecho cambiar. Me has transformado en un hombre cariñoso, dedicado y todo un caballero, en otras palabras... sacas lo mejor de mí. Por más que me cueste controlar mi temperamento, con tan solo verte a los ojos logro olvidarme de todo y controlarme; por ti trato de ser mejor cada día, tú bien sabes que no soy fácil de tratar, pero tu amor me derrite cada día y lamento haberte dicho aquello. Tú bien sabes lo que somos capaces de hacer por un hermano y me descontrolé, tienes razón al decir que no pensé con cabeza fría y te agradezco mucho esa cachetada, lograste re iniciarme y hacerme reflexionar de inmediato—Se acerca y busca mis labios, pero antes se detiene para decir:—. ¿Perdonarías a este tonto que se muere por ti?

— Claro que te perdono mi tonto, eres lo mejor de mi vida. Aunque en momentos como aquellos que te descontrolas me provoca mandar todo al carajo, nunca me arrepentiría de amarte; haces mi vida cada día mejor—Tomo la iniciativa y lo beso con desespero, durante el beso las lágrimas comienzan a brotar de nuevo.

Dominic me mantiene cerca suyo y me susurra palabras tranquilizadoras que logran calmarme un rato, pero con cada minuto que pasa no paro de pensar en las millones de respuestas que podría tener una simple pregunta: ¿qué les ha pasado?



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro