Capítulo 54

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

CONTINUACIÓN POV EMMA:

Esa noche Liam dejó que lo ayudara con el trabajo y así pudimos disfrutar los siguientes días, en los cuales asistimos a una especie de baile que se celebró en el barco, conocimos las demás islas, compramos varios recuerdos y detalles para los chicos, tomamos cantidad de fotos, probamos nuevos platos típicos y conocimos personas maravillosas. Este viaje fue de gran ayuda para relajarnos, desconectarnos por un tiempo de la realidad y afianzar nuestra relación; lo bueno es que lo disfruté al máximo, sin embargo todo llega a su fin y es momento de regresar a Atenas, allí pasaremos la noche para al día siguiente viajar de nuevo a Londres.

Aún no se ha hallado información de Kyla, de igual forma los agentes informaron que podemos regresar ya que pondrán patrullas a cargo de nuestra seguridad por si esa chica enferma intenta algo de nuevo. Esa tarde que llegamos del crucero salimos con los chicos de compras y a tardear, hace mucho que no pasábamos un momento tan agradable.  Los chicos entran a probarse ropa, entre tanto yo aprovecho para hablar con Clarisse.

— Tengo una gran duda desde hace varios días, ¿has hablado con Adam?—Cambia la expresión tan rápidamente que su amplia sonrisa es transformada por una mueca de dolor.

— No entiendo a ese chico, viajamos a España y todo estaba excelente, volvimos a Inglaterra y cada día que pasaba se alejaba un poco más... a tal punto que no he vuelto a saber nada de él. No responde mis llamadas, mucho menos mis mensajes.

— Me parece muy extraño, él también es mi amigo y hace mucho que no tengo señales de si está bien o no. Lo que me sorprende mayormente es que no estuvo presente ni siquiera para ayudarles con el proceso de mi búsqueda.

  — Eso es lo que me pregunta cada día, pero sólo nos queda esperar.

La tarde pasa más rápido de lo que nos gustaría y los cuatro volvemos a casa para comenzar a preparar las maletas. Desde que regresamos del crucero no he visto a James, según me dijeron, ha estado todo el día en el aeropuerto encargándose de los preparativos para nuestro regreso y ultimando detalles de seguridad con la policía; pensé que estaría aquí para recibirnos, igualmente estoy segura de que apenas llegue será un huracán de curiosidad por saber eso que dejamos pendiente en nuestra última conversación.

— ¿Amor, estás bien?

— Si, solo estoy algo nerviosa—Mi chico se sienta sobre la cama y me envuelve en sus brazos , permanecemos algunos momentos disfrutando de la compañía del otro hasta que Chloe comienza a ladrar avisándonos que alguien toca la puerta.

Abandono los brazos de Liam y bajo las escaleras para abrir la puerta, al hacerlo me encuentro con un gran ramo lleno de flores y pinceles, detrás se encuentra mi mejor amigo con una gran sonrisa.

— ¡Bienvenida! feliz cumpleaños ángel.

— ¿No crees que es muy pronto?— Le cuestiono 

— ¿Así es como recibes a tu hermano? ¿y lo que me prometiste?. Reclamo ahora mismo mis abrazos— Hace un puchero al tiempo que abre sus brazos en mi dirección aún sosteniendo el ramo en el otro. Salto en su dirección y él me levanta del suelo hasta darme vueltas en el aire.

— Que tal estuvo el viaje? ¿todo estuvo en orden?— Comienza a bombardearme con sus preguntas tal como intuí. En ese momento escucho pasos en la escalera, pero no logro darme cuenta de quien se trata porque estoy todavía abrazada a mi mejor amigo y de espaldas. 

— Estuvo excelente, todo fue perfecto—Respondo regocijada por el calor de sus brazos, aquellos brazos que desde pequeña han sido mi mejor refugio.

— ¿Te encuentras mejor de la "depresión reflexiva" en la que te sumiste?. No olvides que me debes una conversación ángel.

— Lo tengo muy presente héroe y la tendremos.

— Te extrañé mucho, me dejaste algo preocupado el día que estabas triste.

— Ya todo se solucionó y estoy bien, tranquilo. Yo también te extrañé, mucho—Él me sonríe y besa suavemente mi coronilla.

— Ahem... —El incómodo carraspeo de una tos seca nos interrumpe en nuestra burbuja, volteo y veo a Liam apoyado en el pasamanos de la escalera mirándonos receloso, aunque disimula muy bien con su radiante sonrisa—. James, amigos... es bueno verte de nuevo.

— Lo mismo digo, amigo— Mi mejor amigo me pasa un brazo por los hombros posicionándome a su lado y le extiende su mano a mi novio para saludarse con un apretón de manos, Liam se acerca despacio y pasa su mirada rápidamente sobre mí para luego estrecharle la mano al chico.

— Así que pronto será tu cumpleaños... ¿porqué no me lo habías dicho cariño?— Su expresión es algo así como una mezcla de celos con decepción de que James conozca todo de mí a diferencia de él y eso me hace sentir pésima.

— ¿No lo sabías, enserio? ese tipo de cosas son obvias entre parejas—Dice divertido, sé que lo hace por molestar a Liam y lo ha logrado porque si las miradas mataran... mi amigo ya tendría tumba. Ruedo mis ojos y miro directamente a mi chico con expresión de que realmente lo siento.

— Por si no lo recuerdas, estos últimos meses no hemos estado muy cercanos, de hecho dejamos el contacto y cuando quería arreglar las cosas pasó todo este asunto de Kyla. Recuerdo que una vez si lo hablamos, pero con todo este ajetreo no tuvimos casi tiempo de hablar a fondo sobre nuestras vidas— Recalca la explicación para dejárselo claro al loco de la sartén.

— No hacen falta las explicaciones amor, de hecho a mi igual se me había pasado la fecha. Faltan dos días para mi cumpleaños, espero poder pasarlo con todos ustedes en Londres.

— Vas a ver que celebraremos tu cumpleaños con toda la ley y será inolvidable, tengo algo en mente que seguro te encantará— Propone mi chico, le sonrío sinceramente antes de que se marche—. Los dejo, me imagino que tienen mucho de que hablar.

— ¿Todavía le dan celos de mí? 

— Héroe... sabes que es difícil para él y es inevitable, si Kyla y Liam todavía fueran amigos, yo también estaría celosa de ella.

— Pero si le dije que soy como tu hermano— Me hace un puchero—. No quiero que tengas problemas en tu relación por mi causa.

— Con el tiempo él lo entenderá—Le sonrío—. Después de todo, no puedo alejarme de mi molesto hermano.

— Ni yo lo permitiré— Me abraza nuevamente. 

— Lo tengo presente y te lo agradezco— Le devuelvo el gesto.

— Sabes que siempre te protegeré, siempre que lo necesites.

— Por eso eres mi héroe, esto me lleva a la conversación pendiente.

— ¿Que quieres decirme? porque yo también tengo algo que decirte.

— Es que no sé por donde empezar— Intento organizar mentalmente mis ideas.

— Que tal si empiezas con: "James... eres el mejor amigo del mundo y te quiero muchísimo, mejor dicho, te amo"— Me sorprende sus palabras y al ver mi confusión sigue serio, hasta que finalmente no logra aguantarse y estalla en carcajadas—. Sólo como hermanos, si hubieses visto tu cara. Me imagino lo que estabas pensando: "oh no, tendré que volver a mi confusión"— Al decir esto último agudiza su vos intentando imitarme.

— Que susto me diste... ¿qué te parece si vamos al muelle y conversamos allí?— Asiente aún riéndose a carcajadas—. Bien... iré por mis cosas, le avisaré a Liam y nos vamos. Ah y se me olvidaba, gracias por el regalo—Me acerco y le doy un beso en la mejilla.

— Y eso no es todo ángel—Me estrecha en sus brazos, nos separamos y subo las escaleras para avisar a mi novio.

Paso por mi habitación para tomar mi celular, las llaves y también mi botella de agua, luego voy a la habitación de Liam y entro. Está todo en silencio, sólo se puede escuchar el sonido de las gaviotas que entran por la ventana abierta que da al balcón, justo ahí veo la silueta de mi chico que está de espaldas observando el mar. Con cuidado llego hasta él y paso mis manos por su espalda hasta rodearlo completamente.
Se está volviendo una costumbre rodearnos mutuamente por la espalda cuando el otro está solo o distraído, es nuestra manera de sorprender al otro sin asustarlo y demostrarnos cariño.

— Amor— Le susurro y palpo su espalda sintiendo reaccionar sus tensos músculos reaccionar ante mi dulce tacto, parece que al regresar volvió a sumirse en su estresante rutina—. Cielo... tienes que descansar, sé que eres responsable y quieres resolverlo todo, pero también debes tomar tiempo para ti mismo y relajarte.

— Tienes razón, tú más que nadie sabes que es difícil, sobre todo cuando cargué solo con todo esto por tanto tiempo—Mueve de un lado a otro su cabeza tratando de quitarse el estrés.

— Ahora todo es diferente, estamos juntos y llevaremos los problemas ambos.

— Logro porqué James te dice ángel, es una pena que se me adelantara con el apodo.

— No lo lamentes, aún puedes tener uno especial así como yo te encontraré uno a ti... solo debemos esperar el momento indicado para que suceda— Continúo con mi tarea de masajear sus hombros.

Nos sumimos en un cómodo silencio que tiene como fondo el relajante sonido del mar, cuando siento que sus músculos están más relajados pauso mis movimientos y recuerdo el motivo por el que estoy aquí. James ya debe estar cansado de esperarme, es muy impaciente cuando se lo propone.

  — Amor muchísimas gracias, tu masaje ha sido celestial— Su confesión provoca que se me escape una risita.

  — No es para tanto, siempre que lo necesites... ya sabes donde encontrarme. Además es muy fácil pagarme.

—¿Ah si, con qué?

— No lo sé, tengo que pensármelo bien.

— Entonces esperaré, ¿porque llevas todas esas cosas?

— Si, venía a avisarte que James y yo iremos al muelle para charlar un rato, tal vez también comamos algo.

— Ah... ya—La decepción aparece en su rostro—. Espero que se diviertan—Baja su mirada como si momentáneamente el suelo fuese lo más interesante en el mundo.

— Cielo...— Con mis manos levanto su mentón obligándolo a mirarme—. Te amo, sé que esto nos llevará algo de tiempo hasta que te acostumbres que James y yo somos mejores amigos, casi hermanos— Hago énfasis en lo último para tranquilizarlo—. Pero ya te he dejado en claro que te elijo a ti por encima de todo— Seguido de esto beso sus labios con ternura, intentando transmitirle con este gesto todo el amor y seguridad que tengo a su lado.

— Te creo, princesa. Ve tranquila, con esto no me quedan dudas, te amo— Posteriormente vuelve a besarme y salgo de la habitación rumbo a la sala.

Bajo las escaleras y me encuentro a James sentado en el salón jugando con Chloe, me escondo detrás de una columna para escuchar lo que le dice a la cachorrita.

— Parece que tu mamá está muy entretenida allá arriba— Le acaricia el lomo—. Me alegro por ella, después de haber pasado por todo esto por fin puede ser feliz con Liam— Se ríe para si mismo—. Aunque él diga que le agrado, sé que todavía no se acostumbra a que Emma y yo seamos mejores amigos.

La perrita se sube a su regazo y comienza a lamer todo su rostro, mi amigo se deja entre risas y me causa ternura verlo sonreír cual niño pequeño... hace mucho tiempo que no veía esa sonrisa.

— Tranquila pequeña, yo nunca dejaré de ser tu padre—Esto lo dice en voz baja, lo cual me deja algo conmocionada. Él fue quien me regaló a Chloe, si Liam legara a escuchar esto se enojaría muchísimo.

La perrita mueve su pequeña cola y sigue jugueteando con su padre, ellos siempre se han llevado de maravilla y espero que eso nunca cambie, al igual que también pueda aceptar a Liam y sus nuevos hermanastros Gold y Spike. A muchas personas les puede resultar molesto que hable de los perros como si fueran humanos, pero para mí ellos son más que mascotas, hacen parte de la familia.
Salgo de mi escondite y mi pequeña al verme llegar se aparta de James y corre a mis brazos.

— ¿Escuchaste lo que dije?— Asiento—. Debes dejar de hacer eso... no es justo, siempre tomas ventaja—Me río y tomo asiento a su lado.

— Tienes razón, nunca dejarás de ser su padre o más bien su tío, la pobre tendrá un trauma de identidad—Ambos reímos a carcajadas con mi comentario.

— ¿Lista para irnos?— Me extiende una mano y yo la tomo inmediatamente, salimos de casa y caminamos con calma hasta el muelle.

— Héroe, quiero decirte algo.

— ¿Que es, ángel?

— A pesar de que esté con Liam, nuestra amistad y hermandad no tiene porqué cambiar. De hecho... no quiero que eso pase.

— Yo menos, por eso no permitiremos que eso pase—Seguimos nuestro camino y al llegar a nuestro destino buscamos una banca vacía para apreciar el paisaje y poder conversar tranquilos—. Emma—Me saca de mi breve trance—. Mañana ustedes regresarán a Londres y yo a Estados Unidos, por lo que no podré pasar contigo el día de tu cumpleaños. No te preocupes, obviamente nos veremos para navidad, mientras tanto quería que tuviéramos un momento juntos como solíamos hacerlo en los viejos tiempos.

Me levanto de la silla, doy algunos pasos hasta estar en el borde de las tablas que sostienen el lindo muelle, luego me inclino un poco y me siento haciendo que mis pies queden colgando en dirección al mar. James me observa confuso, por lo que palmo un lugar a mi lado invitándolo a que me siga.

  — Si quieres que sea como antes, entonces ven y siéntate— Él imita mi posición—. ¿O es que acaso olvidaste que íbamos a un muelle en Miami? 

 Niega con una sonrisa en su rostro, me rodea con sus brazos y yo recargo mi cabeza en su hombro. Si alguien nos viera en este momento, diría que parecemos dos niños enamorados, sin embargo esto es una costumbre que tenemos desde pequeños y esa es la principal causa de que no nos importe lo que la gente pueda pensar.

  — ¿Recuerdas que Clari y Adam hicieron juntos un viaje a Barcelona?— Menciona de la nada, distrayéndome un poco.

— Si... ¿porqué?.

— Pues... ese es mi regalo de cumpleaños para ti— Le miro fijamente sin entender bien—. Quiero que escojas un destino, sin importar dónde esté e iremos juntos. Liam ya tuvo su turno de compartir contigo, ahora me toca a mí—Le sonrío encantada.

— ¡Nuestros viajes son los más divertidos de la historia! 

— Sabía que te iba a encantar la idea.

— Y no te equivocaste.

— ¿Que esperas? busca una fecha en la que estés libre y te aviso si también lo estoy, elige el destino y listo... nos iremos de aventura.

 — ¡Me canta, gracias mi héroe!— Nos abrazamos con una sonrisa y no puedo más de la euforia—. Te quiero muchísimo y creo que es tiempo de decirte porqué.

— Soy todo oídos, no sabes la curiosidad que tenía por esta conversación— Recuesta su espalda en un palo del barandal del muelle y me mira atentamente. 

— Como te he dicho muchas veces, eres el hermano que nunca tuve— él sonríe conservando el silencio—. Siempre has estado ahí para mí sin importar nada, eres quien me ha apoyado y sostenido en los momentos que nadie lograba entenderme, siempre tu sonrisa, hombros y amistad han estado disponibles para mí y nunca me has reprochado nada que no tenga como justificación ayudarme a crecer y ser mejor persona— A medida que mis palabras avanzan su sonrisa crece—. Quieres lo mejor para mi y me cuidas increíblemente bien, eres mi mejor amigo y mi héroe... pero sobre todo, eres parte de mí.

— Te amo mi pequeña hermana, mi pequeño ángel— Me abraza como nunca lo había hecho, es un gesto de cuidado, amor y familiaridad. Una promesa de que nunca nos separaremos.

— También te amo hermano, mi gran héroe—Momentos así son los que permanecerán por siempre en mi corazón. James de un momento a otro me empuja arrojándome directo al agua—. No puedo creer lo que acabas de hacer, ¿te digo algo súper sincero y así me pagas?

  — Lo siento cariñito, debiste esperarte algo así... era más que obvio. Aún así me quieres.

  — Tonto— Refunfuño. Empapada nado en el cristalino mar y le extiendo la mano para que me ayude a salir—. ¡James, no te quedes parado ahí y ven a ayudarme porque me lo debes!—Parece creerlo porque corre a ayudarme y yo lo llevo al agua conmigo. Una vez dentro no paramos de reír y jugar juntos.

  — Siempre que estoy contigo los viejos tiempos vuelven a mí y me siento en casa— Confiesa al salir del agua para secarnos con la poca luz del sol que queda por el atardecer.

— Fue una tarde muy divertida.

— Creo que cuando volvamos tu novio nos matará.

— Tal vez— Me río a carcajadas. Conversamos otro poco y media hora después vamos a comer hotdogs con papas fritas.

— Parece que hoy es día de tradiciones— Le doy el último mordisco al perro caliente.

— Así es... primero el muelle, luego la broma y por último la comida—Sonríe mirando al cielo, seguramente dejándose inundar por los recuerdos.

  — Creo que deberíamos regresar, se está oscureciendo y aún estamos mojados. No quiero que te enfermes ahora que debemos tomar un vuelo mañana.

Terminamos de comer y volvemos a la casa caminando despacio, aprovechado el corto tiempo que nos queda antes de separarnos por quién sabe cuánto tiempo.

— ¿Cómo están los bebés de Abs y Samuel?— Le pregunto casualmente—. Con todo lo que pasó no había tenido la decencia de preguntar, ni siquiera podía ponerme en contacto con ellos. Supongo que tendré que pedirles una enorme disculpa cuando regrese.

— Los pequeñines están mas que bien, grandes y fuertes. No te preocupes por eso, ellos lo entenderán.

— De verdad lo espero, fue el peor sufrimiento el haberme alejado de ustedes de la noche a la mañana—Antes de entrar a la casa mi mejor amigo me abraza fuertemente y yo le devuelvo el gesto.

— Ángel, gracias por este maravilloso rato que compartimos. Me divertí al máximo, todo fue hermoso.

— Opino lo mismo.

  — Si valoramos nuestras vidas deberíamos dejar de ser tan efusivos y cariñosos delante de tu novio, no quiero morir en sus manos y mucho menos antes de poder cumplir mi sueño de ser piloto— Bromea.

— No seas tonto, tú le agradas— Él continúa la broma tragando fuerte para hacerlo más dramático.

 Las luces de la sala están apagadas ya que Dom y Clari están viendo una película, pero al frente de la piscina hay unas cuantas lámparas encendidas y Liam observa el mar. No entiendo muy bien porqué últimamente está tan obsesionado con este, primero esta tarde en el balcón y ahora de noche.

  — Hola chicos— Ambos me responden con un asentimiento por estar tan concentrados y yo sigo mi camino para ir a saludar a mi novio.

— Creo que subiré a empacar y luego me iré a dormir, mañana nos despedimos dignamente— Sonrío con aprobación en su dirección—. Descansa ángel.

— Igual tú, héroe— Beso su mejilla y él la mía para luego retirarse. 

  

 

 




 


  





 

 







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro