Capítulo 56

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POV EMMA:

Una vez nos encontramos en la sala de espera, tomamos asiento. Clarisse se recuesta en los pies del gruñón y yo recuesto mi cabeza en el hombro de mi amado aún pensativa en los mismos temas de esta mañana que no pueden parar de rondar en mi cabeza. Liam me levanta la cara con delicadeza obligándome a mirarlo.

— ¿Que tienes princesa, que es lo que te tiene tan pensativa?—Se acerca más a mi cara y me besa con dulzura

— Estaba pensando en que ahora nuestras vidas vuelven a la rutina, James se marchó para seguir su carrera y tu irás a Londres—Muevo un poco mi rostro para juntar nuestros labios—.  Pero, pronto tendrás que volver a Los ángeles—Le digo triste mientras hago un puchero.

— No te preocupes por eso, por ahora concentrémonos en aprovechar el tiempo que nos queda y que cada día traiga su propio afán—Besa nuevamente mis labios y al separarnos, ambos sonreímos embobados. 

— ¿Cómo van las cosas en el paraíso?— Bromea Dominic centrando toda su atención en nosotros, la castaña se endereza en su asiento y también se queda observándonos con una sonrisa.

— Perfectamente— Respondo divertida.

Los cuatro esperamos por una hora más hasta que llega nuestro avión, la verdad es que las siguientes horas son bastante normales, aunque también agotadoras. El vuelo se me hace muy largo y el no tener escalas lo hace más estresante, no he dormido prácticamente nada pensando en que pasará una vez lleguemos.

Me levanto de la cómoda posición entre los brazos de mi novio y reviso la hora en su reloj de muñeca, son las 2:30 a.m, vuelvo a descansar mi cabeza en su pecho y me tomo un momento para observar dormir a Liam. Luce muy relajado y tierno.
Horas atrás subimos el apoya brazos que separa nuestros asientos y nos acurrucamos junto a Chloe, la perrita se lleva muy bien con él, sobre todo porque el chico adora los animales, en especial los perros.
El chico me abraza con uno de sus brazos y con el otro a Chloe, es una escena hermosa, tanto que me animo a sacar mi celular y tomar una foto pidiendo al cielo que ni Liam ni la cachorra se despierten por el flash.

...

Llegamos a Londres el sábado temprano y el resto del día pasa entre ajetreos y saludos por parte de Sam, Abi, Charlie y Alex. Según me dijeron, tienen algo preparado para mañana por mi cumpleaños y la ansiedad por mi parte no puede ser más grande.

En la noche aprovecho para ordenar mi penthouse, ya que lo había dejado abandonado desde el secuestro y todo está literalmente patas arriba; una vez todo está limpio y en su estado natural, subo a mi habitación y desempaco mi equipaje mientras que Liam se instala en la habitación de huéspedes. Es algo extraño que sea él quien la ocupa en vez de James, pero me alegro mucho de que al fin estemos juntos y ser su novia para mí es un placer.

— ¿Que te apetecería cenar? —Me giro hasta ver la cabellera rubia de mi chico asomada en el umbral de la puerta.

— Me has asustado — Sonrío —. No lo sé, ¿quieres que preparemos algo?.

— ¿Tan concentrada estás?  —Entra en la habitación y me rodea con sus brazos dándome calor —. Me parece buena idea preparar algo, a menos que tu quieras otra cosa.

— Si me gustaría, ¿que tal un plato típico Colombiano? sé hacer una bandeja paisa deliciosa.

— Me encantaría, sobre todo conocer más a fondo la sazón de tu país natal de tu madre y tus raíces.

Preparo la cena con un alegre y ansioso Liam sentado en la barra de la cocina haciéndome compañía al tiempo que ambienta el momento con una playlist que creamos los dos una de las noches en Grecia. Centro toda mi atención en mezclar bien os ingredientes y seguir la receta al pie de la letra.

— ¿Porqué tan seria, hermosa? —Levanto una ceja intentado imitarle pero fallo en el intento, lo que provoca risas por parte de mi amado —. No te preocupes, quizás el arte de alzar las cejas no sea lo tuyo... al menos tienes otros atributos.

— No estoy seria, sólo estoy en "modo trabajo" y cuando me concentro en algo mi rostro se torna neutro, no significa que esté enojada — Tomo la cuchara y se la lanzo juguetonamente.

— Lo siento señorita "ocupada", con mucho gusto la dejaré concentrarse y seguir con su labor —Atrapa el artefacto y lo vuelve a posicionar en el lugar que se encontraba antes de ser lanzado.

Continúo mi labor sin mas interrupciones de mi aveces intenso novio, quien de vez en cuando se pone a tontear y provocarme para que me distraiga y relaje un poco el rostro que sigue serio, hago mi mayor esfuerzo por ignorarle y si se acerca tengo lista mi cuchara como defensa.

Una hora y treinta minutos después, cuando el rubio está por desmayarse del hambre, sirvo la cena y nos sentamos en la mesa para disfrutarla en la mejor compañía.

Es tan genial el hecho de poder hablar de cualquier tema sin tapujos por el hecho de que sabes que no te va a juzgar y respeta cada parte de ti, es que incluso los silencios son cómodos a su lado porque la química y la confianza es tanta que el solo hecho de estar junto a él me hace sentir cómoda y segura.

Una vez leí que una de las cosas que confirman que una relación (sea amistad o noviazgo) es duradera, es que hasta los silencios son cómodos y relajantes; nada comparado con esas relaciones en que no hay suficiente confianza ni química, tornándola algo forzada. Y la verdad así de segura y confortada me siento con Liam y mis amigos, ya que con ellos puedo ser yo misma, hablar de cualquier cosa sin temor y con confianza porque sé que ellos siempre van a estar ahí para apoyarme y seguirme la corriente en una que otra tontería e incluso todas.

Al parecer el cumplir 18 años mañana me está afectando, debido a que el sentimentalismo volvió a mi vida y aparte siento que ahora literalmente tengo una responsabilidad sobre mis hombros. A pesar de ser independiente, sigue sintiéndose extraño vivir lejos de mi familia... si no fuera por la gran familia que me acogió acá en Londres (los chicos) no sé que sería de mí ahora.

Una vez la cena finaliza, mi chico se encarga de dejar todo en orden mientras que yo sólo dejo caer mi cuerpo en el sofá, agotada por los acontecimientos pasados durante todo este tiempo. Lo cierto es que me vendría bien un descanso después de todo este drama, pero lo único que ocupa mi mente es lo mucho que deseo que Kyla pague por todo el daño que ha causado junto con la persona o personas que utilizó para esto. La policía sigue investigando de que chico se trata y, hasta el momento no han podido dar con su paradero.

— ¿Estás bien amor?—Se deja caer a mi lado.

— Estoy algo agotada, aún me cuesta creer todo lo que ha pasado en este mes, son muchas emociones mezcladas que no sé como manejar.

 — Entonces permítete ayudarte a manejarlas, aquí estoy y no tienes que manejar nada de esto sola.

— No me parecería para nada justo dejar todo el peso encima tuyo, a veces es mejor soportar las cosas por cuenta propia. 

— No lo considero de esa forma, no tienes porqué hacerlo. Déjame ser tu apoyo.

— Desde hace mucho ocupas ese título amor, de hecho te lo agradezco—Me refugio en sus brazos y él comienza a masajear mis hombros para quitarme la tensión que llevo acumulada.

— Sabes que me puedes contar lo que quieras y en el momento que sea, por ahora vamos a dormir que hay que reponer energías para lo que nos espera mañana.

— Tienes razón, por cierto... ¿cuándo piensas traer a Gold y Spike de la casa de Dom para que se conozcan con Chloe?.

— Supongo que mañana será su traslado— En cuanto termina de responder se agacha para que me suba a su espalda, me lleva a caballo has la habitación  y luego nos tumbamos juntos en la cama. No hay nada como sentir su calor y confort que este me proporciona. 

La noche pasa tan ligero que no parece que hubiese dormido ocho horas sino dos, a pesar de eso me siento relajada y dormí como un bebé. Me giro en mi posición y quedo frente a frente con el rostro de Liam, quien luce totalmente tranquilo; ver su rostro me hace sonreír ampliamente y no evitar desear seguir despertando de esta forma el resto de días que me queden.

No me aguanto las ganas y comienzo a acariciar su cabello, esto provoca que el abra sus ojos y se quede mirándome fijamente. El día comienza con un beso de buenos días y un desayuno delicioso hecho por el chico aquí presente, quien se quiso lucir y traérmelo a la cama; una vez terminamos cada uno va a bañarse.

Una vez lista escojo el oufit del día, pues este es un día especial. Como no sé que tienen preparado los chicos, escojo un pantalón café con una camisa floreada estilo vintage, unas botas de un color un poco más claro que el pantalón y una chaqueta de camuflaje. Recojo mi cabello en una coleta que adorno con un moño a juego con el oufit y me maquillo tenuemente.

— Emma, amor ya es hora— Protesta Liam algo exasperado por mi demora.

— Espera, cinco minutos más y termino.

— Eso dijiste hace un rato, cinco minutos para ustedes son como cinco horas.

— No seas exagerado, ya casi termino— Retoco los últimos detalles y salgo de la habitación directo al pasillo donde un frustrado Liam me espera.

— ¿Lista? no entiendo porqué te preocupas tanto si siempre luces hermosa.

— Eso no es cierto, lo dices porque eres mi novio— Ruedo los ojos en broma.

— No... como hombre te lo dijo, es más, puedo ver el efecto que causas en los de mi especie, así que créeme que no lo digo por compromiso— Se acerca para susurrarme al oído—. Eres preciosa y cualquier hombre lo ve, lástima que no todos corren con la suerte que yo no tengo—Me sonrojo en gran manera, es incómodo sobre todo cuando no lo puedo controlar y me sonrojo por cualquier cosa.

— Ahora... princesa, ¿lista para la sorpresa?— Asiento, Liam se aproxima a mí como si fuera a abrazarme, pero para mi sorpresa me tapa los ojos con una venda de color negro—. Lo siento, esto es parte de la emoción del día.

— Con tal de que no me dejes caer todo está bien.

— Nunca lo haría, estás segura en mis brazos.

Con los ojos vendados me conduce hasta el auto, el recorrido dura media hora por que al parecer hay mucho tráfico, sin embargo al fin llegamos a nuestro destino porque las ansias y curiosidad me ganan en este momento.

— ¿Lista cielo?

— Si, ¡estoy muy emocionada! 

Liam me ayuda a salir del auto con cuidado y nos quedamos parados al lado de este esperando a alguien, las ansias por ver la sorpresa que me tienen preparada comienzan a ser más fuertes mientras trascurren los minutos de espera. Al finas llegan las personas que esperábamos y resultan ser nada más y nada menos que Clarisse y Abigail, me sorprende que la pelirroja haya venido con la responsabilidad que tiene ahora, aunque según dijo, se tomó un descanso con Samuel y dejó a los bebés con sus padres para disfrutar este día junto a mí. 

— ¡Emms!— Me abraza emocionada Clarisse—. Feliz cumpleaños y bienvenida al club de los legales al fin.

— ¡Clarie! me alegra mucho verte, gracias por estar aquí.

— ¿Cómo no iba a venir?— Me tomas las manos para ayudarme y Abigail se une tomando la otra, ambas dejando a Liam a un lado y el no parece refutar.

— ¡Abi! ¿y los bebés?

— Ellos están bien al cuidado de sus abuelos como te dije hace un momento, por Sam y yo estamos tranquilos y felices de pasar contigo este importante día. 

— En verdad muchas gracias a ambas, es muy lindo que se hayan acordado y reservado este día para acompañarme.

Durante el recorrido hacia donde me tienen preparada la sorpresa Liam, Clari y Abi van haciéndome un par de bromas sobre escaleras falsas para reírse de mi torpezas mientras tengo los ojos vendados, aparte que no paran de repetirme que debo hacer ejercicio porque me canso muy rápido. En cuanto llegamos, los chicos me quitan la venda y me doy cuenta que estamos en el Royal Botanic Gardens o el jardín botánico de Londres, los chicos me guían hasta donde está la gran manta de picnic y me hacen pasar por un lugar decorado con muchos pétalos.

Seguimos caminando hasta llegar al árbol donde está la manta con mucha comida y donde nos esperan Dominic y Samuel, ambos se ponen de pie para recibirme y darme un caluroso abrazo.

— Chicos esto es hermoso... ¡es un picnic!

— No me digas Emmita, si no lo mencionas no nos damos cuenta de que es un picnic— Me molesta el gruñón. 

— Pues perdóname por estar emocionada.

— Te perdono— Dom se acerca y me da un beso en la mejilla—. Feliz cumpleaños rubia teñida— Apenas me suelta Liam se acerca a mi posición y me rodea por la cintura.

— Cuidado hermanito que esta preciosura ya es mía— Y seguido de esto me planta un delicado beso en los labios.

— Como cuando mi hermano marca territorio— Todos estallamos en risas ante el comentario del rubio y mi novio lo fulmina con la mirada.

— Chicos enserio muchas gracias por esto, ¡sé que pasaremos un día increíble!— Doy saltos por todo el lugar observando cada detalle.

— Fue con mucho cariño Emms, es una pequeña forma de demostrarte cuánto te queremos y lo importante que eres para nosotros— Me responde Clarisse acurrucada en los brazos de su novio.

— ¿Listos para un día lleno de diversión?— Pregunto entusiasta. 

— Nacimos listos— Me responden Abi y Sam.

Nos tomamos varias fotos los cinco, luego disfrutamos del manjar que cada uno preparó, empezando por Clari y Dom que prepararon una deliciosa torta de chocolate, por otra parte Abi y Sam se encargaron de la pizza casera y Liam de los pasa bocas. Disfrutamos del momento con una animada conversación sobre temas irrelevantes, bromas por parte de Samiel para animarnos y mi lista de reproducción.

Una vez nos llenamos de comida y estamos más que saciados, se me ocurre la brillante idea de jugar a vendarnos los ojos e intentar agarrar a otro integrante. La primera voluntaria es Clarisse, me acerco a ella para vendarle los ojos, luego comienzo a darle vueltas y al llegar a la cuenta de siete todos nos alejamos de ella mientras se recompone del mareo que estas le proporcionaron.

  — Chicos... me arrepiento de esto, estoy muy mareada— Comienza a caminar torpemente para intentar alcanzarnos, pero somos más rápidos que ella. 

Cada uno la llama para atraerla, en cuanto ella se acerca nos alejamos y así nos la pasamos hasta que ella al fin logra atraparme. Seguimos el mismo procedimiento hasta que atrapo a Abigail, luego ella atrapa a Dom y por último Samuel es atrapado; con él casi no podemos, pero al fin lo logramos atrapar. 
Lo mas chistoso es que Samiel iba en dirección para atrapar a Clarisse y en el intento chocó con un árbol. 

Una vez termina el juego, los chicos y yo damos un paseo por el lugar y luego cada uno toma caminos diferentes de vuelta a su hogar. Liam toma mi mano y me lleva hasta el auto donde me abre la puerta del copiloto para después subirse al otro lado y poner en marcha el vehículo.

— ¿Que tal la has pasado hoy?— Coloca su mano libre sobre mi pierna.

— Excelente es poco, más bien diría perfecto— Le sonrío y me inclino para besar su mejilla.

— Y lo mejor de todo es que aún no ha terminado— El aprovecha al parar en un semáforo para besarme en los labios.

Continuamos el camino en silencio, disfrutando de la música de la radio. Mi celular vibra y lo reviso sin abrir el mensaje por completo, percatándome que se trata de mi mejor amigo.

Jamie: Ángel, apenas llegues a casa tenemos que hablar. 😏
No te desearé un feliz cumpleaños porque quiero hacerlo en tiempo real, aunque... técnicamente ya lo esté haciendo en este mensaje. 

Sonrío instantáneamente, quiero demasiado a James y eso nunca cambiará. Tecleo rápido para darle una respuesta.

Emma: Lo sé héroe, apenas llegue al penthouse hacemos una vídeo llamada.

— ¿Con quien hablas cielo?.

— Con James, me deseaba un feliz cumpleaños.

— Envíale mis saludos— Me pide con una sonrisa—. ¿Lista para tu nueva sorpresa?.

— ¡Si! no puedo esperar más— Él aparca el auto y me pone nuevamente la venda en los ojos—. ¿Se les está volviendo una costumbre esto de dejarme ciega, no?—Me río mientras Liam me ayuda a bajar del auto.

— ¿Donde estamos?— Pregunto curiosa cuando ya llevamos medio camino recorrido.

— Si te lo digo ya no será sorpresa.

Mi chico me conduce hasta lo que parece ser un ascensor y una vez las puertas se abren, me quita la venda. Es en ese momento en el que me doy cuenta de que estamos en el penthouse y que en el salón principal hay una caja mediana, me acerco a esta con cautela. Espero que esto no sea una mala broma por parte de mi novio.
Abro la caja y me llevo la sorpresa de que se trata de un hermoso cachorrito dálmata, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y la emoción es tanta que me cuesta creerlo.

  — Amor... esto es, wow. ¡Gracias, en verdad muchas gracias! siempre sabes como sorprenderme— Me acerco y le doy un apasionado beso en los labios.

— Me alegra mucho que te haya gustado cielo, en la caja está todo lo necesario para nuestro pequeño hijo— Me apresuro a sacar al cachorro de la caja con sus cosas—. Esto no es lo único que tengo preparado para ti mi vida.

 Me informa antes de guiarme por un camino de pétalos rosados hasta el balcón, donde hay una manta con cojines y dulces, a un lado se encuentra un reproductor de música y el resto del lugar está decorado con luces y flores rosadas por todo el lugar. Me extiende su mano para que me siente a su lado y una vez nos encontramos frente a frente, la música comienza a reproducirse con la canción 2u de Justin Bieber de fondo.

  — Creo que al fin encontré una melodía que nos define, que define lo que siento por ti— Seguido de aquellas palabras me besa con ternura y pasión, para luego separarse y cantarme al oído.

Las mariposas no paran de moverse en mi estómago y siento que estoy en el cielo. ¿Puede haber alguien más perfecto que Liam?, la respuesta es no. Luego de que la canción termina se separa de mi y se pone en pie.

  — No te muevas, vuelvo en un momento— Seguido de esto entra en la casa.

La pequeña dálmata explora el balcón y olfatea curioso todo a su alrededor.
Desde pequeña, cuando vi la película de Disney 101 dálmata, me quedé enamorada de ellos y Liam no pudo darme mejor regalo que este.

— ¡Emma!— Me llama desde el interior, sigo su voz y entro en su búsqueda. Él trae a Chloe en sus brazos y me pasa a mi pequeña— ¿Lista para conocer a tu nueva hermanita?— Le dice Liam cariñoso.

Beso su mejilla y ambos vamos de nuevo al balcón para presentar a las cachorritas, dejo a Chloe en el suelo y la dálmata se acerca curiosa a investigar. En un principio Chloe parece algo asustada, pero cuando toma confianza comienza a buscarle juego y así terminan ambas correteando por todo el penthouse.

  — Parece que se llevarán bien— Liam me pasa un brazo por la cintura.

— Eso parece, el siguiente pasa es que conozcan a sus hermanos— Me volteo hasta quedar frente a él.

— Ellos están arriba, si quieres podemos hacer que se conozcan de una vez.

Y así lo hacemos, ambos subimos por Gold y Spike, quienes hace mucho que no veía y me reciben moviendo sus colas y con muchos besos en mi rostro. Luego del emotivo reencuentro, los bajamos hasta la sala principal y casi de inmediato los 4 cachorros comienzan a corretear por todas partes. Liam y yo tomamos asiento en el sofá mientras los observamos.

— Este ha sido mi mejor cumpleaños, gracias amor.

— Me alegra mucho amor, tanto los chicos como yo pusimos nuestro mayor esfuerzo para que te divirtieras al máximo, empezando porque queríamos darte una bienvenida llena de buenos recuerdos y que olvides el inconveniente que pasó hace un mes.

— Créeme que les agradezco mucho todo esto, gracias a ustedes he podido superarlo y volver a empezar. ¿Sabes? en el momento en que los vi tocar a mi puerta, mis esperanzas volvieron a recobrar sentido.

— ¿Cómo es que llegaste a pensar que nos daríamos por vencidos?, cada uno de los chicos fue de mucha ayuda y ni hablar de mi hermano que casi se enloquece por lo culpable que se sentía, aunque... entre nos, estuvo bueno verlo sufrir un poco después de como te trató.

— Eso mismo pensé yo, al menos sirvió para que recapacitara. Lo importante es que Thomas está bien y que nada de esto pasó a mayores, ahora solo falta que la policía de con los culpables pronto.

— Así es amor, por ahora no permitiré que nada te vuelva a pasar.

Lo que le dije a Liam es verdad, espero que podamos volver pronto a la normalidad, sin tener que preocuparnos por Kyla y sus obras.
Pronto será navidad y le propondré a Liam que vayamos a casa y conozca a mis padres, espero se anime. Mientras tanto, sé que disfrutaré mucho de su compañía porque esta etapa de mi vida apenas comienza. 











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