Capítulo 88

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Continuación POV EMMA: 

— Ya dime que tienes, sabes que a mi no me puedes engañar. ¿Acaso hay alguien que te conozca mejor que yo?—James continúa insistiendo, por más de que le repetía una y otra vez que todo está en orden. 

— No es nada, es que estoy en mis días y me pongo un poco sensible—Le miento, para esquivar la conversación.

— No saques excusas, puede que sea por eso, pero sé que hay algo más—Me acerco para que recargue su peso en mí y lo llevo hasta su cama. 

— Te estoy diciendo la verdad—En ese momento entra la castaña a la habitación,agradezco a Dios en silencio porque necesitaba salir urgente de esta situación. 

— ¡Hola! Traje pizza para que compartamos un rato agradable—Exclama efusiva, luego se detiene a observarnos y agrega—. ¿Que son esas caras de tristeza? vengan divirtámonos para olvidar las penas. 

— Te lo agradezco mucho, Clari. Tendré que pasar, no tengo mucha hambre—La chica hace sus mejores esfuerzos para subirme el ánimo, pero es en vano. 

— Emms, tú amas la pizza—Se acerca hasta mi y me envuelve en un abrazo.

— Así es, pero creo que hoy no es día de pizza. 

— Ángel, algo te pasa porque desde que te conozco nunca has rechazado una pizza y menos si es gratis. 

— James... no quiero hablar de eso—Bajo la mirada, estoy a punto de llorar. Recuerdo que no puedo hacerlo frente a él y me obligo a resistir.

Salgo corriendo al baño sin decir nada, porque si me detengo así sea unos segundos, estoy segura que correré a los brazos de James y me pondré a llorar sin consuelo. Ingreso, lavo mi rostro y me quedó mirándome por unos segundos ante el espejo. 

La puerta del baño vuelve a abrirse, tomo un pañito para secarme la cara y evitar que me vean en este estado, lo que me tranquiliza un poco es que se trata de Clarisse.
Mi amiga se acerca a mi y abre sus brazos para refugiarme en ellos y termino cediendo, llorando en sus brazos. Ella solo acaricia mi cabello y me deja llorar sin decir nada, esperando que yo dé el paso para desahogarme.
Clarisse acaricia mi espalda y permanece consolándome por unos cuantos minutos hasta que logro que las lágrimas cesen. 

— ¿Qué fue lo que pasó?—Niego con la cabeza, no creo estar lista para hablar de ello—. Sabes que puedes contar conmigo, estoy aquí para lo que necesites. Si quieres llorar adelante, o insultarlo o lo que sea —Sonrío tristemente, como tratando de agradecerle y ella me entiende a la perfección. 

— ¿Que le dijiste a James por salir corriendo así?—Hablo torpemente, tentando que no se me quiebre la voz. 

— Le dije que tuviste una emergencia con tu periodo, por eso fingí que me enviaste un mensaje de que necesitabas ayuda y así pude escaparme.

— ¿Y se lo creyó?

— Si, lo convencí de que son cambios hormonales típicos de cada mes y terminó creyéndolo.

— Gracias...—Me separo, lavo nuevamente mi cara e intento recomponerme, solo duro unos segundos en calma, después vuelvo a romper en llanto. 

— ¿Quieres que nos vayamos? Puedo decirle a James que tienes mucho cólico y si quieres puedes quedarte en mi casa los días que quieras. 

— Sabes que eso me encantaría pero hay un problema... ¿Qué le decimos a Dominic?—La miro expectante, no me anima el hecho de contarle a Dom lo que pasó con su hermano—. Por otro lado está James, el cual por más que te haya creído, sé que sospecha que algo no anda bien. No quiero decirle lo que pasó, no obstante, tampoco se lo puedo ocultar. 

— ¿Y que fue lo que pasó?— Clarisse me mira confundida—. Está bien si no quieres hablar de eso, pero sabes que estoy aquí para ti—Su comentario me causa algo de gracia y suelto una risita.

— No puedes negar que tienes curiosidad—Sonrió por unos segundos.

— Está bien, ¡Me descubriste!—Me sigue la broma y alza sus manos en señal de rendimiento. 

— Te contaré, lo triste es que no te puedo asegurar que no tendrás que secar más lágrimas durante el relato—Ella asiente y le cuento todo lo que pasó, aunque luce bastante sorprendida, siempre que me desmorono está ahí para ayudarme a sentirme mejor.

— Lo mato, puede ser mi cuñado y todo pero me las va a pagar, me va a escuchar. Sabes que si se meten contigo, se meten también conmigo. 

— No sé como agradecerte por todo, es lo más lindo que me han dicho hoy—Suelto más lagrimas y ella intenta recomponerse para darme consuelo y tranquilidad. 

— No tienes nada que agradecerme. Haremos algo, le diré a Dominic que queremos pasar un tiempo de amigas porque lo necesitamos y es verdad, de todas formas no creo que podamos ocultarle por mucho tiempo lo que pasó, ya que tarde o temprano lo descubrirá ya sea por Liam o por sí mismo, de igual manera James. Sin embargo, por hoy no nos vamos a preocupar por eso, ¿si?

— Está bien, tienes razón... necesito descansar, al menos por hoy. Ya después pensaré en que decirles a Dom y Jamie. 

—  Perfecto, entonces iré a excusarme con el loco de la sartén. Si quieres puedes esperarme en mi auto—Me lanza sus llaves, luego sale del baño y me deja allí. 

No sé qué haría sin mi amiga en momentos así, es que realmente la siento como una hermana porque ella apresar de todo siempre me va apoyar y aunque a veces tengamos mal entendidos... siempre tendremos una conexión especial.

Me dirijo hasta el vehículo y espero a que la castaña aparezca para irnos a su casa, me dice que llamará a Dominic en el camino para cerciorarse que no esté en el penthouse. Gracias al cielo confirmamos que no está allí y el resto del día la pasamos entre películas, lágrimas, comida y posibles teorías sobre lo que pasó con Liam.

— Te daré una opinión neutral porque creo que no estaría bien ponerme de parte de ninguno de los dos, al menos no por ahora que no sabemos porqué lo hizo—Toma un respiro y continúa—. Ya sabes que siempre hay doy versiones de la historia, así que puede que tuviera su razón... ¿no lo crees?

— Pero... ¿que razón pudo tener para besar a esa arpía? Clarisse no me digas que estás considerando lo que dijo. 

— Es que tampoco me entra a la cabeza que Liam hubiese hecho algo así en su sano juicio, por otra parte, está claro que en Kyla no podemos confiar. 

— ¿Que estás queriendo decir? ¿ que lo emborrachó o drogó y por eso Liam hizo eso?

— Puede ser una opción de muchas que hay por considerar, y aunque suene un poco irreal ¿que tal que fuera montaje?

— No lo creo, él no lo negó cuando le di la oportunidad. 

— ¿Segura que lo dejaste que te explicara algo, por lo menos?

— ¡Claro que si! Le di todo este tiempo para que me lo confesara y el muy idiota no dijo absolutamente nada—Su mirada se pierde por un momento en los recuerdos, hasta que logra recomponerse y agregar—. ¡El no confió en mi!

— Emms... ambas sabemos que es muy difícil hablar con las mujeres cuando están enojadas y mucho más explicarles algo si lo único que hacemos es hablar y  hablar sin pensar son claridad—Sus argumentos me dejan sin palabras, solo me queda admitir que tiene razón.

— No creo ser capaz de escucharlo, ni siquiera quiero que nombre a esa chica, ya nos ha hecho mucho daño.

— Creo que debes calmarte y tratar de  hablar con él, mejor dicho, darle la oportunidad de explicarse.

— Clari, ya estoy cansada de lo mismo. Se supone que Liam ya había superado sus miedos y había aprendido a confiar, para eso se alejó a principios de este año. De igual manera, sucedió lo mismo. 

— Está bien, tranquila—Se acerca para volver a darme un tierno abrazo de oso—. No pensaremos más en eso, ¿quieres mas helado?

— No tienes que preguntarlo, la respuesta es obvia. 

La chica se va a la cocina y vuelve con otro pote, esta vez de helado de chocolate. Escoge otra película, esta vez una de comedia para intentar subirme el ánimo. Así continuamos nuestra pijamada. 

— Necesitaba tanto esto, es de lo mejor. 

— Lo sé, no hay nada como el tiempo de chicas que nos damos nosotras—Me afirma. 

Momentáneamente logro olvidarme de lo sucedido, sin embargo, no he podido estar tranquila. Mi mente se esfuerza por olvidarlo, en cambio mi corazón no quiere sanar.
La noche pasa y nosotras nos develamos viendo películas, por lo que en la mañana recuperamos el sueño perdido y nos levantamos a las tres de la tarde del día siguiente.

— Es increíble lo bien que la pasamos anoche, de verdad que fue inolvidable—Comenta una esperanzada Clarisse. 

— Es verdad, gracias por todo—Le  sonrío de vuelta—.  ¿No has tenido noticias de Dominic?

— Me escribió anoche si quería ir a jugar golf con él, pero le dije que estaría contigo. 

— Puedes ir, yo voy a estar bien aquí. Además, creo que necesito un poco de espacio y supongo que tu igual. 

— ¿Segura que no quieres venir con nosotros? O si quieres podemos ir de compras y quedo otro día con Dom...—La corto antes de que continúe, la verdad respeto su tiempo con el chico. Ahora bien, en este tiempo es cuando más necesito de su compañía para tomar una buena decisión y reflexionar. 

— Creo que una buena amiga te diría que fueras con tu novio, no obstante, la verdad es que soy egoísta y me muero por ir de compras contigo—Respondo emocionada. 

— Pensé que me dirías que fuera con Dom—Para mi sorpresa, suena más aliviada que decepcionada—. Sinceramente también tango unas ganas impresionantes de tener una excusa para llegar al límite de la tarjeta, así que ¿Qué esperamos? ¡A comprar como si no existiera un mañana o los zombies nos comerán vivos!

— ¿¡Clari que rayos!? ¿Estás bien?!—No puedo evitar burlarme ante su ocurrencia. 

— Lo siento, fue la euforia del emotivo momento. 

— Por favor deja de ver The Walking Dead con Dominic, te está afectando las neuronas más de lo que ha hecho la medicina.

— ¿Disculpa? El hecho de que haga una broma no quiere decir que me esté quedando sin neuronas—Reprocha ofendida. 

— Yo solo digo que con todo lo que te has matado estudiando como que las tienes dormidas, espero las recuperes este fin de semana.

— Las neuronas no se recuperan, ni regeneran.

— Lis nirinis ni si riquipirin—La imito con intención de hacerla enojar. 

— ¡Ya basta Emma!—Toma un cojín de la sala y me pega directo en la cara. 

— Ya verás, Clarisse Shefield, me las vas a pagar. 

— Eso veremos, Emma White—Me desafía. 

Es así como comenzamos una pelea de almohadas y volvemos la sala un desastre, es tan fuerte nuestra batalla que rompemos dos cojines y las plumas vuelan por todo el lugar. Realmente maravilloso.
Ambas cabemos rendidas en el sofá y estallamos a carcajadas, ante el desastre que hemos formado en segundos. 

— Lo malo es que no toca limpiar... ¡Eso no es justo!—Hace un puchero la castaña y yo me le uno.

— ¡Deberíamos volver a hacerlo! nunca había descargado todo el estrés de esta manera. 

— ¡Si!—Me sigue la idea Clarisse y esa es la historia de cómo terminamos con todos los cojines de su sala.

— No puede ser, necesitamos ir de compras para reemplazar los cojines—Observa perpleja a su alrededor—. Esto está hecho un desastre. 

— Lo siento, pero... ¡fue demasiado divertido! Nunca había tenido una pelea semejante.

— Ni yo, ahora... ¡a ordenar!

Limpiamos las plumas y dejamos la sala tan impecable como antes, posteriormente nos arreglamos. Clarisse me presta su ropa y ella se coloca uno de los conjuntos que traje y así salimos entusiasmadas por nuestra inolvidable tarde de compras. 

— ¡Oye, Clari! Tenemos que ser muy Tumblr hoy, así que antes de la tarde de compras vamos por un Starbucks. 

— Emms ¿hablas en serio?  No hay que ir por un Starbucks para divertirnos 

— Eso no es justo, yo quiero ser Tumblr—Hago un puchero en medio de mi protesta.

— Emms... hay más en la vida que eso—Reprocha la castaña, literalmente parece una anciana amargada. 

— Que grosera—Cruzo mis brazos en señal de rabieta. 

— Claro que vamos a ir por un Starbucks, tontita—Se ríe en mi cara—. No tienes que hacer una rabieta, ya estás bastante grande para eso. 

— ¿Ya te dije que pareces mi abuela?—Intento defenderme.

— ¿Y yo ya te dije que pareces una adolescente remilgada y hormonal?

— ¿Cómo te atreves? ¡Clarisse! Heriste mis sentimientos. 

— Tu heriste primero los míos, no más te dejo porque mínimo me haces una rabieta en plena calle y qué vergüenza.

— ¡Ya verás!— Salgo corriendo por todo el mall hasta el Starbucks y le digo al joven que me dé todo el menú, él me mira algo extrañado, luego acepta sin reproches. 

— Ahí tienes, no me querías dar un Starbucks... pues ahora tendrás que pagar todo el menú—Sonrío orgullosa. 

— ¿Por qué voy a pagar yo?—Rueda los ojos. 

— Porque nuestra salida es para que yo sane mi corazón herido y tú accediste a ser Tumblr hoy, además, voy a llorar otra vez y no vas a querer ver eso. Será mucho más exagerado que las otras veces—Mi objetivo de aprovecharme de la situación parece funcionar, ya que la chica resignada termina aceptando. 

— Créeme, no quiero ver eso—Le pasa la tarjeta al chico y hacemos varios viajes hacia nuestra mesa llevando todo lo que ordenamos—. Esto es injusto, ni siquiera cabe en la mesa tanta comida. Iré a pedir que nos empaquen el resto y te advierto que te tocará a ti ayudar con el pago de los cojines—Vuelve a la caja y pide bolsas para empacar la comida, luego la llevamos al auto para poder continuar con las compras.

— ¿Disculpa? Es tu casa, no es justo.

— Si, pero tu también participaste del desastre, así que van a ser gastos compartidos.

— Está bien, tienes razón—Ahí comienza nuestra primera guerra fría, porque en el resto de la tarde ninguna de las dos nos dirigimos la palabra hasta que no resisto la tensión y rompo el silencio—. ¡Oye! No nos vamos a amargar por esto, ya tengo suficientes problemas con Liam. 

— Tienes un poco de razón—Me sonríe—. De todas formas, solo era una broma, no era como que estuviéramos enojadas realmente. 

Después de la reconciliación y varias disculpas más por mi parte,  la tarde termina de tienda en tienda y cuando menos lo esperamos, prácticamente llenamos la parte trasera del auto con bolsas de compras.

— Creo que exageramos un poco—Le digo a mi amiga mientras ponemos todo nuestro esfuerzo de guardar los peluches de unicornio y el perro gigante en el auto. 

— Nunca es exageración cuando se trata de darnos gusto, lo merecemos. Aunque pensándolo bien... si se nos fue la mano un poco.

— Ya que, lo necesitábamos y fue de lo mejor. Por cierto... perdón por lo del starbucks, de nuevo.

— No te preocupes, fue muy divertido. ¿Le vista la cara al chico que te atendió? Quedó como—Imita la cara del chico para hacer más épica la escena—. ¡oh por Dios, navidad! Y nos miró como si estuviéramos locas. 

— ¿Quién dice que no lo estamos?—Bromeo. 

— De hecho nadie lo está, fíjate que Platón...

— Ay no empieces con tus datos curiosos ahora, ¿le estás aprendiendo a Sakura?—Mi estomago comienza a rugir distrayéndome de la  conversación—. Tengo hambre—Digo de la nada y ella se ríe.

— ¿Ahora que tienes en mente? ¿Comprarás todo el menú de Mac Donald's?—Se burla.

— No me des ideas, querida—Amenazo, siguiendo su broma. 

Ambas estallamos nuevamente en risas y la gente que pasa a nuestro lado se no queda viendo raro, pero no nos importa en lo más mínimo porque después de todo, es verdad que estamos un poco locas.

— Tendremos que comer lo que tenemos en el auto, igual tampoco nos queda más efectivo.

— #pobresperofinas—Invento un nuevo hashtag para animar la situación—.  No tenemos presupuesto para una comida más, pero al menos vamos a tomar café y croissants de Starbucks.

— Amo nuestro nuevo lema, quien nos escuchara pensaría que somos las típicas chicas malcriadas. Si lo piensas bien, eso debe pensar mucha gente a nuestro alrededor. 

—Justo eso iba a decir, lo bueno es que nosotras sabemos que no es así.

Una vez terminamos de subir todo a el auto, emprendemos de nuevo el camino devuelta a casa de la castaña. Durante el recorrido aprovechamos para comer un poco de lo que quedó del starbucks y hablar acerca de la divertida tarde de compras, cosas que nos faltaron por comprar y lo que más nos gustó de todo. 

En uno de los tantos semáforos en los que nos obligamos a parar, aprovecho para agradecerle a mi amiga por todo lo que hace por mi, si no fuese por ella seguramente estaría deprimida por el suceso de Liam y estancada en el dolor. Ella como siempre me dice que no es nada y que siempre lo hará con gusto, me reafirma que puedo contar con ella y me brinda los mejores consejos sobre la situación. 

Sorpresivamente al llegar al apartamento de Clarisse nos encontramos con Dominic, quien nos esperaba expectante en la entrada al salón.  

— ¡Chicas!—Nos observa sorprendido—. No pensé que cuando Clarisse me canceló para ir de compras fueran a traer tantas cosa. 

— Es que nos emocionamos—Le responde su novia, al tiempo que le da un casto beso en los labios como saludo, admito que eso me pone algo melancólica. 

— Por cierto... ¿Alguna ha sabido algo de Liam?—Mis sospechas de si sabía algo o no fueron confirmadas ante su pregunta, de lo contrario ya lo hubiese mencionado—. Desde ayer no hablo con él y le iba a decir que fuera conmigo a jugar Golf en vez de Clari, lastimosamente no pude contactarlo.

— Creo que debo ir a visitar a James—Pienso rápido en  una excusa para salir de ahí, no quiero enfrentar a Dominic y es evidente que su pregunta va más que todo dirigida a mi. 

— ¿A penas llego te vas?—Pregunta algo dudoso por mi reacción. 

— Si... Creo que ustedes necesitan su espacio. 

— ¿Estás segura, Emms?— Clarisse me mira preocupada.

— Si, todo estará bien. Iré a hablar con mi hermano—Recuerdo que olvidé mencionarle a Clarisse que James me ha enviado mensajes todo el día, insistiendo en que sabe que me pasa algo.

Me despido de los chicos y aunque Dominic no dice nada, es evidente que sospecha que algo no anda bien. Antes de que él tenga oportunidad de interrogarme, voy directamente al ascensor y salgo de ahí.
Después tendré tiempo de recoger lo que compramos hoy de la casa de Clarisse.

Salgo a la calle y  el viento de la cálida noche me recibe, tomo un taxi y me dirijo al hospital. Decido dejar de evadir la conversación con James y pasar tiempo con él, es lo que más necesita en estos momentos y no puedo evadirlo o mentirle cuando me conoce desde hace tantos años. 

— Ángel, no pensé que te vería hoy—Realmente se sorprende al verme, sin embargo, me recibe igual de feliz que siempre—. Creí que estarías muriendo de dolor a causa de tu falso cólico. 

— Ya estoy mejor, si eso es lo que te preguntas—Me siento en el sofá que está al lado de la camilla y sostengo la mano que me estira. 

— No te creo nada—Hace un esfuerzo y se baja de la camilla para caminar hacia mi, es ahí cuando noto lo mucho que el chico ha avanzado últimamente con sus terapias. Ahora puede caminar solo, apoyándose de un bastón. 

— Ya se me pasará, mañana estaré mejor—Le sonrío para tranquilizarlo. 

— ¿Qué te sucede? ¿Estás triste o aburrida?—No se da por vencido. 

— Algo así...—Es en vano seguir ocultándoselo, me conoce muy bien.

— ¿Tuviste un problema?—Se deja  caer junto a mí en el sofá y me mira fijamente. Al verlo junto a mí realmente preocupado y con lo demacrado que está, simplemente  me invaden unas tremendas ganas de llorar—. Vamos Emms, no te hagas rogar ¿Quieres contarme qué te sucede, linda?

Ante mi silencio él suspira  y por unos segundos finge desinteresarse, luego de repente me  sorprende con un gran ataque de cosquillas y por más que me resista, no puedo contener unas flojas risas.

— ¡James! ¡Para por favor!—Le ordeno.

— Dime que te sucede y entonces pararé. 

— Es que simplemente no me siento bien, estoy tan triste y desanimada. Aunque momentáneamente puede que tenga momentos felices, al final no tengo inspiración.

— Es bueno que intentes hablar con alguien, sabes que en mi caso fue bastante difícil abrirme con la gente a causa de esa imagen que me dio mi padre de que los hombres no deben llorar o que siempre deben hacerse los fuertes—Por un momento sus ojos se cristalizan—. Tú siempre estuviste para mí y me enseñaste que no tiene que ser así, gracias a ti también hoy puedo decir que estoy trabajando en la relación con mi padre y por eso te agradezco.

— James, no tengo demasiadas ganar de hablar ahora porque...—Siento que en cualquier momento las lágrimas van a empezar a salir sin consuelo—. No quiero llorar. No es el mejor momento para hacerlo, tu necesitas tranquilidad. 

— Lo sé Ángel, de igual manera, todo tiene una explicación. Por ahora... ven aquí—Me envuelve en un cálido abrazo y besa varias veces mi frente, como hace siempre desde que nos conocemos. No sé cuánto tiempo pasamos así, prácticamente terminé llorando en su hombro mientras que él no dejaba de acariciar mi espalda—. Emms, te daré una buena noticia, tal vez así logre animarte. La verdad es que no soporto verte llorar más tiempo y no creas que soy mal amigo porque estoy en las buenas y en las malas contigo, sólo que  esto ya es masoquismo. 

— Dime—No puedo parar de pensar en lo agradecida que estoy de tener a James en mi vida, no sé qué haría sin él. Es una persona excepcional.

— El doctor me dijo hoy que ya puedo salir temporalmente del hospital, obviamente acompañado. Así que pensaba si te gustaría ir al cine o a hacer algo divertido, cualquier cosa con tal de salir de estas cuatro paredes que ya me tienen desesperado, he empezado a hablar solo y todo. 

— Que buen amigo eres, ósea ¿Estoy triste y me sales con que tú te estás enloqueciendo? Eso ya lo sabíamos todos desde que le diste a la princesa Rapunzel con el sartén en Disney—Bromeo. 

— Oye, sabes que tenemos tanta telepatía que si uno está mal el otro también, así que según mi sexto sentido telepático... puedo interpretar tu tristeza como mi encierro—Hace un gesto extraño con sus manos poniéndolas sobre su cabeza, como si viera algo en su mente y su locura me saca una gran sonrisa.

— Está bien, no discutiré con tu sentido sobrenatural. ¿Qué quieres hacer?

— Lo que sea, lo importante es que sea fuera de aquí o te juro que me pondré mas loco de lo que dicen que estoy. 

— ¿Más?—Pongo mi cara trágico para hacerle reír. 

— ¡Oye! No me juzgues, tu tampoco estás muy cuerda que digamos. 

— Es cierto—Sonrío complacida.

— Hasta aceptaría ir a sentarnos en un parque para ver cómo los ancianos alimentan palomas o ver a las personas que pasan. 

— ¿Qué tienes en contra de las palomas y los ancianos? Ese sería un buen plan.

— Nada, solo que normalmente no te diría que hiciéramos eso. Así que puedes ver mi grado de estrés. 

— Pero ya está anocheciendo, tonto. ¿Cuándo has visto una paloma de noche?

— En mi defensa...—Está por reprocharme, luego no dice nada, obviamente se quedó sin argumentos. 

— ¿Te has dado cuenta que la mayoría de nuestras conversaciones son de cosas muy absurdas?

— ¡¿Como te atreves?!—Se ofende—. Pensé que eras más madura, ¿cómo puedes decir que las palomas son absurdas ?

— No me refería a esta conversación, sino a todo el tiempo. 

— ¡¿Así que ahora me llamas aparte de loco... absurdo?! Emma, es muy triste lo que dices—Su actuación resulta bastante cómica, todo lo de él es así.

— No, Héroe, tú jamás serias absurdo para mí. 

— Awwww —Se lleva una mano al pecho exageradamente—. Volvió mi tierna hermanita. 

— Ya, supéralo—Sonrío de vuelta—. No me hagas arrepentirme de sacarte de aquí, ve a cambiarte mejor porque no pienso salir contigo con esa bata nudista y de princesa que tienes puesta. ¿te has dado cuenta de que traes el trasero al aire libre?

— ¿Eso significa que gracias a un hermoso milagro en forma de Ángel, se me será concedido mi más grande deseo?. Que este simple mortal por fin regrese al mundo después de estar recluido en esta alejada torre por toda una eternidad. 

— James, estamos en un primer piso, no puede ser considerada como una torre...

— ¡Sh!—Me reta—. No dañes mi cuento feliz.

— Bien, lo siento—Por más que no esté de animo, me es imposible no soltar algunas risitas con las ocurrencias de mi amigo. 

El chico se arrastra hasta el baño para cambiarse y mientras tanto reviso mi celular. Tengo varios mensajes de los chicos y obviamente de Liam.
Cuando sucedió lo de las fotos de Kyla inmediatamente se las envié a la policía con la esperanza de  que eso pueda contribuir a su captura, tal vez así por fin pase algo bueno estos próximos días. De no ser por la constante vigilancia de la policía y el sistema de seguridad nuevo de mi Penthouse desde que sucedió mi "desaparición", no me sentiría para nada segura. Ya que nunca pensé que esa simple chica pudiera hacer tanto daño, lo que hasta el día de hoy no entiendo es cuál es su motivo.

Comienzo a leer cada mensaje mientras espero que " el chico encerrado en la torre" cambie su bata de princesa por algo decente para salir. Decido aprovechar para contestarlos inmediatamente, puesto que mi amigo pasará un buen rato en el baño. 

En medio de esto observo el reloj de la pared sobre la cama y marca las 7:20 pm. No creo que a James le permitan salir tan tarde del hospital, aunque perdemos nada con intentar. Vuelvo mi vista hacia el celular para enfocarme en responder. 

Clariri "La Doc.": ¿Emms si fuiste a ver a James?

¿Te encuentras mejor?

Si quieres puedes venir a dormir también hoy a mi casa, puedo mandar a Dom a su departamento.

A lo que le respondo:  Sip, estoy con James. Pasaré la noche aquí en el hospital, quiero hacerle compañía y creo que es lo que necesito justo ahora.

Gracias por la oferta, también necesitas tiempo de calidad con tu novio. Fuiste de inmensa ayuda en estos días y de verdad te agradezco.

Nos vemos mañana, te quiero.

Prosigo con el mensaje de Dom "El teñidito" : Emms ¿Te encuentras bien?

Hoy te vi algo rara cuando saliste de la casa de Clarisse.

Por cierto... debemos ir a la universidad para reclamar los horarios de este semestre. Si quieres vamos juntos o puedo reclamar el tuyo.

Sabes que si quieres hablar con alguien, aquí me tienes...o si simplemente si quieres armar drama.

No quiero mentirle, tampoco quiero contarle lo que pasó, por lo que me toma unos segundos pensar que le voy a responder.  

A la final le digo: ¡Dominicito! Gracias por preocuparte. 

Con la reciente recuperación de James creo que haré una petición en la universidad para solicitar unos días más antes de comenzar las clases. 

Mañana nos encontramos temprano y vamos a reclamar los horarios y preferiría que no armáramos drama. 

Feliz noche, nos vemos mañana.

Observo algunas fotos que Abi y Sam mandaron al grupo de los gemelos y también veo algunos vídeos que Dom publicó hoy en el golf, tratando de matar el tiempo todo lo posible evitando los mensaje de Liam. Los cuales no han parado de llegar desde que me conecté, debe estar viendo que estoy "en línea". 

Liam, "my Love":  (leo nuevamente como lo tengo guardado antes de leer sus mensajes, no se siquiera porqué no he cambiado su nombre de contacto)

Emma, tenemos que hablar... tengo que explicarte cómo fueron las cosas. Ya han pasado algunos días, espero que estés más calmada.

No hay que dejar que todo lo que hemos construido juntos se destruya por un mal entendido.

Al ver que he leído sus mensaje sigue enviando más:
Liam, "my Love": ¿Recuerdas cuando me ocultaste que Adam también era responsable? Y lo hiciste para protegerme. Lo mismo hice yo, nunca lo podrás entender si no me escuchas.

Sería una pena que luego de todo el sufrimiento vamos a dejar que Kyla gane separándonos.

En el fondo de tu corazón sabes que yo no te engañaría y si tengo que volver a luchar para recuperarte lo haré, será el pequeño precio que pagaré por mi secreto y tú seguridad.

Te amo y no me rendiré hasta lograr que escuches mi versión de la historia y poder volver a estar juntos.

Bloqueo mi teléfono de nuevo y cierro los ojos con fuerza tratando de contener las lágrimas, las fotos vuelven a inundar mi mente y la tristeza regresa con más fuerza. Leer sus mensajes solo hizo que volviera a sangrar la herida. Prefiero no contestar, no me siento lista. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro