En plena mañana, Felix caminaba junto a Changbin a la orilla de un lago, con una amplia vista a las montañas y el cielo nublado encima de ellos. Ya se estaba haciendo rutina el pasar juntos algunas horas del día, solían hablar como antes de que todo ese rollo los envolviera, solo eran los mismos amigos de siempre. Disfrutando la compañía del otro.

A veces Felix recordaba los primeros encuentros que tuvieron cuando eran solo niños. Tan distantes y de pocas palabras, hasta cualquiera pudo haber dicho que se llevaban mal, solo basto un poco más de tiempo para darse cuenta de que en realidad tenían mucho en común. Supieron entenderse bien y hasta la fecha, seguían siendo unidos.

-El lugar es realmente lindo.-el rubio tenía su mirada fija en las montañas, era el tipo escenario de la tarde perfecta.-Por cierto, Jeongin dará una fiesta de graduación, estas invitado.-la mirada de desagrado del castaño lo hizo negar con burla.-Ya lo imaginaba.

-Felix.

Changbin se había detenido, por lo que llamó al rubio para que lo imitara.

-Pensé en hacer esto diferente, más sencillo, pero ya no tengo tiempo.

-¿Tiempo? ¿Para qué?

-Escucha, Felix, tienes que saber toda la verdad, y que entiendas todas tus opciones.-el rubio desvió la mirada unos segundos, antes de ponerla sobre Changbin nuevamente.

-Ya se lo que me vas a decir, y si es sobre mi decisión, ya te dije que...

-Quiero que sepas que estoy enamorado de ti.-le interrumpió, tomando por sorpresa a Lee

A pesar de que Felix conocía los sentimientos del contrario, nunca pensó que lo había invitado a ese lugar para decírselo de frente. Por un momento creyó que volvería a intentar hacerlo cambiar de opinión, pero jamás espero esa declaración tan repentina.

-Solo quiero que me elijas a mí, no a él.

-Sabes que yo no siento lo mismo.-le mantuvo la mirada, un poco incomodó.

-No lo puedo creer.-negó con la cabeza.

-¿No me crees? Es lo que siento.

-En el fondo sabes que sientes algo por mi, pero lo estás evitando. Por eso no voy a rendirme, voy a pelear por ti, al menos hasta que tu corazón deje de latir.-esas palabras iban con un claro mensaje.

-En ese caso no tendrás que luchar por mucho tiempo.

-Por dios, Felix, solo te está apresurando porque teme que cambies de opinión.

-Sabes que eso no es verdad, ¡Él ni siquiera me quiere convertir! Además aunque mi corazón deje de latir, seguiré siendo el mismo.

-Tú no tendrías que cambiar nada por mí, ni despedirte de nadie. No tendrías que alejarte de tu papá, de tu mamá, o de tus amigos. Yo te daría mucha mas ¡Me imagino que él no puede darte un beso sin hacerte daño!-agarró los hombros del rubio con intención de besarlo.-Por favor, Felix.

Su primer impulso fue empujarlo, terminado así de dejar en claro su decisión. Después, y sin pensarlo le propinó un fuerte puñetazo en la mejilla, lastimándose la mano en el proceso, reconoce que debió pensar a quién iba a golpear era alguien que ahora lo supuraba en fuerza. Lo mismo sucedió cuando golpeó a Taehyun, solo que esta esa vez la adrenalina y impresión tuvo más peso que el dolor.

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Changbin insistió en manejar la camioneta, pues no quería que el rubio hiciera uso de su mano, al menos lo que quedaba de la noche. Cuando llegaron, ambos bajaron del vehículo y se encaminaron a la puerta principal.

En la mente de Changbin iba la idea de pedir sus más sinceras disculpas antes de despedirse, aunque su plan se vio interrumpido cuando BangChan le interceptó antes de poder llegar a la puerta, le había tomado de la solapa de la sudadera, mirándolo con unos profundos ojos enfurecidos.

-¡Atrévete a volver a tocarlo en contra de su voluntad, y yo...!

-¡El no sabe lo que hace!-le enfrentó el castaño, rompiendo el contacto con Bang

-¿¡Quieres una pista!?

-¿¡Se pueden calmar los dos!?- al escuchar el alboroto, Peniel salió de la casa dispuesto a separar a ambos chicos, encontrando a Felix intentando separarlos.

-¡Oigan, oigan! Muchachos, tómenlo con calma.-tomó el brazo de su hijo alejándolo unos centímetros del otro par de chicos.

-¿Qué ocurre?- preguntó una vez que terminaba de separarlos.

-Lo bese.-confesó Changbin, ganándose una mirada sorprendida de Peniel y una de odio por parte de BangChan.

-Y se rompió la mano.-ahora eran dos miradas enojadas.-Golpeando mi cara.-Felix bufo.

BangChan propuso llevarlo a su casa para que Namjoon le revisara la mano, a pesar de que ya había sido diagnosticado por un lobo de la reserva. Como siempre uno no confiaba en la palabra del otro. Ya empezaba a hacerse a la idea de que nunca podrían estar esos dos en un mismo lugar sin discutir.

-Parece ser solo una torcedura, sanara muy rápido.-Namjoon explico mientras terminaba de vendar su mano.

-¿Es cierto lo que escuche?-Hyunjin entró a la habitación, con una sonrisa burlona.-¿Golpeaste a uno de esos lobos en la cara?

-¿Como lo...?-dejó su pregunta al aire pues ya sabía que el era el primero en enterarse de las predicciones de su novio.

-No dudo que serás un neófito muy duro.-Jisung, quien estaba en la misma habitación, fijó su mirada en su compañero.

-Lo suficiente para vencerte.-ambos chicos rieron

Jisung se levantó de su lugar, sin ocultar la molestia en su mirada, y con paso firme, salió del cuarto dejando a todos en silencio. Cansado también de su desprecio el cual aumentó cuando supo de su transformación después de la graduación, fue detrás de él decidido a dar por terminada toda esa novela.

Lo encontró al borde de un balcón, con sus manos apoyadas en la baranda, mirando hacia los árboles. Dio unos cuantos pasos, pero la voz del contrario le detuvo.

-Ve a otro lado a que te sigan diciendo estupideces sobre ser un neófito.

-Como si fuera a hacerte caso.-siguió caminando, posicionándose a un lado de el.-Escucha, se que me odias desde la primera vez que entre a esta casa, ¿pero al menos podrías tener la decencia de decirme por qué?

-No te odio, Felix.-rio sin ganas mirándolo unos segundos, antes de concentrar sus ojos en las copas de los árboles.-Si quieres que sea sincero, pues te digo que no me agradas. Es solo que...te envidio.

-¿Me envidias? Eso es completamente ridículo.

-No es ridículo. Tienes la opción de poder elegir lo que quieras; yo no la tuve, ninguno de nosotros, y tu solo te estas equivocando...aunque tu vida humana sea tan miserable.

-Mi vida no es miserable.-quiso aclarar ese punto, un poco ofendido.-Y tampoco es como que quiera una.

-Yo sí tuve una vida perfecta.-suspiro pasando su mano por su cabello.-Siempre quise hacer muchas cosas, casarme, tener una hermosa casa y una pareja amorosa que cada día me recordara lo mucho que me amaba. Quería una familia y creí que podría tenerla, en ese tiempo, anduve con el soltero más codiciado, amado por mujeres y donceles. La verdad es que no lo conocía del todo, yo era muy joven y estaba cegado por la idea del amor perfecto-dio media vuelta mirando al rubio de frente.

-La última noche de mi vida, salí tarde de la casa de una amiga, y estaba muy lejos de casa. Me encontré en ese bastardo, estaba ebrio y acompañado de sus amigos. Yo podrás hacerte una idea de todo lo que hicieron conmigo. Me dejaron tirado en la calle, pensando que estaba muerto, aunque por un tiempo preferí morir. Namjoon me encontró, olio toda la sangre, y creyó que me ayudaría.-hizo una corta pausa para después mostrar una pequeña sonrisa.

-Aprovechando mi nueva vida, me vengue de todos ellos, dejándolo a él para el final, después de fui del pueblo. Mi vida comenzó a mejorar cuando conocí a Minho, pero al final siempre estaremos...estancados. Extraño las posibilidades. Me hubiera gustado envejecer, con un arrugado Minho a mi lado, mientras las risas de nuestros nietos inundan el lugar.

-Eso era lo que tu querías.-hablo el rubio.-Pero en estos momentos quiero estar al lado de Chan, y siendo humano, no podre hacerlo.

-Una vez que seas como nosotros, habrá sola una cosa que vas a desear, algo por lo que estás dispuesto a matar...-alzó su vista, demostrando en su negra mirada la realidad. Jisung deseaba que cambiara de opinión, con lo que le había contado, pues no quería que se condenara a voluntad propia sin saber todo lo que conlleva esa transformación.-Sangre.

Uno de los temores que Felix guardaba en su pecho, era ese instinto asesino del que tanto ha escuchado. Sabe que una vez que sea vampiro, deseará matar al primer humano que se cruce en su camino. No quería herir a nadie.

Ni siquiera la historia de Jisung podría ser capaz de hacerlo dudar de su decisión. Lo único que quiere, es una vida al lado de BangChan.

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Los sucesos estaban llamando la atención, tanto de los humanos como de los Vampiros, llevó a unos cuantos miembros del clan Vulturi a ver quien estaba generando aquel alboroto que ponía en riesgo el secreto de su existencia. Jane, acompañada de Alec y Demetri, observaban decepcionados y asqueados a los neófitos sedientos de sangre asesinar sin compasión a los humanos que habían atrapado.

-Ya llamaron demasiado la atención.-dijo el tipo de mirada tenebrosa, Alec.

-Al igual que nuestra falta de atención en esto.-el sujeto llamado Demetri se cruzo de brazos,  cansado de ver a los neófitos comportarse como animales.

-Aro esta al tanto de todo.-Jane hizo una mueca.-Podríamos dejar que sigan haciendo lo que quieran, o simplemente asesinarlos...

Todo se trataba de una decisión que Jane estaba dispuesta a tomar en manos, pues todos esos sucesos ya han sido platicado entre los Vulturis. No puede ignorar por completo semejante comportamiento, mucho menos la gran  cantidad de neófitos que han surgido.

Adaptación de: Eternidad Contigo [NS]

Créditos. @CelaenaUchiha18