IV

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Al caer la noche, todos los vampiros estaban reunidos en la sala. El único ausente era Seungmin, y es que él, a diferencia de los demás, sí necesita dormir. En otras veces, la casa de los SKZ parecía ser demasiado grande, pero ahora, más bien hacía falta espacio para poder reunir a todos. Estaban valorando todas sus opciones, y el motivo por el cual los Vulturis estaban llevando su situación actual a un nivel tan alto, pues una vía sencilla era ir con ellos y presentar a Seungmin justo como han hecho con todos los presentes.

—Aro debe de querer algo. —habló Jackson, quien había llegado con otros seis vampiros. Quien según Minho llevaban mas de 500 años siendo uno de ellos. —Por lo que sé, cada vez que quiere a alguien de una familia, busca la mínima prueba de algún crimen que dicha familia haya cometido. Y siempre suele buscar testigos.

—Entonces no es la primera vez que lo hace. —concluyó el pecoso.

—No es común que esto suceda. —le respondió Min-hyuk. —Pero solo perdona a una persona si piensa que está arrepentida, y claro, si esa persona tiene una habilidad que sea de su interés. Le da lugar entre los suyos.

—Jeongin... —murmuró BangChan. —No hay nadie como ella entre los Vulturis, por eso se fue.

—Entonces, ¿para qué querrían tener testigos? - pregunto Solar quien había llegado con Hwasa

—Simple. —el vampiro a su lado la miró, con expresión que no reflejaba gran cosa. Ese era Lucas. —Para correr la voz de que, según ellos, hicieron justicia. Claro, después de haber masacrado a toda la familia.

—Esto va más allá de una simple conversación y de demostrarles que Seungmin no es un niño inmortal. —BangChan captó la mirada de todos, ya no había nada más que analizar. —Hoy, Aro, está detrás de Jeongin, mañana puede ser cualquiera de ustedes. Aquí hay habilidades que no son habituales, como la de Hwasa o Taehyung, incluso me atrevería a decir que podrían ir detrás de Felix cuando descubran la suya o incluso por Hoseok. Sé que en un principio dije que no pelearíamos, pero ahora quiero pedirles que estén dispuestos a lo que sea que ocurra, y no solo por nosotros, sino también por ustedes.

Los demás se miraron entre sí, como si esperaran que alguien respondiera ante las palabras de BangChan.

—Yo ya había hablado de esto con las jaurías, y estamos dispuestos a pelear. —aseguró Changbin, parado desde el marco que llevaba al aposento, nunca había sentido tantas miradas rojizas encima suyo. Le incomodaba.

Al menos con la seguridad de que contarían con los lobos, poco a poco, los vampiros empezaron a acceder a unirse a la causa. Manteniendo presente que entre los Vulturis hay vampiros con habilidades fuertes.

—En ese caso, debemos de tener cuidado cuando estemos con ellos, es obvio que buscarán la manera de dejarnos en desventaja. —habló Jisung. —Lo ideal sería protegernos entre nosotros mismos, pero principalmente a BangChan, porque saben que él puede anticipar todos sus movimientos.

—No será problema con su esposo. —dijo Jimin con una sonrisa, mirando a Felix. —Tu habilidad no te ayuda a pelear, pero será lo suficientemente funcional para nosotros.

—¿Pero cómo?

—Solo tendrás que proyectarlo. —le respondió Taehyung. —Si logras proteger a alguien que no seas tú mismo, ya no tendremos que pensar en ello.

—¿Se puede hacer eso?

—El don se desarrolla con el tiempo.

Aprovechando que la noche era espléndida, se pusieron de acuerdo para someter a Felix a un pequeño entrenamiento. Todos estaban convencidos de que el pecoso sería capaz de proyectar su don sin problema alguno, también haciendo uso del incremento que tiene gracias a que es un neófito. Taehyung salió con él, y a petición del mismo, BangChan les siguió, aún sin saber del todo para qué lo necesitan.

—Trata de imaginar cómo es tu don, la manera en que se mueve y su color. —explicó con voz calmada.

 BangChan está de pie en medio de los dos, observando con detenimiento a Felix, al menos hasta que escuchó ruidos detrás suyo. Yeji y Niki se acercaban curiosos por ver qué estaban haciendo ahí, a los pocos segundos fue Changbin el que llegó junto a Minho y Jungkook , seguramente ya les había sentido.

—¿Qué hacen? —preguntó Niki en voz baja, pues notó la concentración en la mirada de Felix y temía interrumpir.

—Si entendí bien, quieren que expanda su habilidad a los demás. —Jungkook apoyó la mitad de su cuerpo en un árbol, cruzado de brazos.

—Bien. Chan, ven. —Taehyung le hizo un gesto para que se acercara. —Felix, trata de protegerlo.

—Pero yo aún no... —antes de que siquiera completara su frase, el pelirrojo ya había puesto dos dedos en el cuello de su esposo, tumbándolo en el suelo después de un quejido de dolor. —¡Iba a decir que aún no estaba listo!

—Concéntrate, Bang. —en el rostro de Changbin se dibujó una media sonrisa, se empezaba a divertir.

—¿Ah, sí? ¿Qué tal si lo intentas?

—Son cosas de vampiros, no me metan en esto.

—¿Eso dices? Pero bien que... ¡agh! —volvió a caer al suelo por otra descarga que recibió.

—Ya cállense. —regañó  Jin-Lo desconcentran.

—¡Me hubieras avisado! —levantó la mirada mirando a Taehyung, llevando su mano al área afectada en su cuello.

—Tu esposo me dijo que lo hiciera.

—Y se lo volveré a pedir.

—Buena, ya...

Taehyung tan solo le brindó unos segundos para que expandiera su don hacia BangChan, pues en el campo de batalla no le iban a dar tiempo para que se preparara, debía de aprender a actuar rápido. Al tocar nuevamente a BangChan, no hubo reacción de dolor, pudo mantenerse en pie sin problema alguno; quizá sí mostró una mueca de dolor, pero podía soportarlo. Cuando Taehyung le soltó, el pecoso supuso que lo había logrado.

—Casi no duele.

—Quiero hacerlo de nuevo. —su mirada se dirigió a los que los espectadores.

 —¿Minho, Jungkook?- ambos vampiros retrocedieron junto a Niki y Yeji  dejando a Changbin por delante. Quien al percatarse, también quiso retroceder, pero Jisung quien acababa de llegar lo tomó por los hombros para acercarlo a Felix.

—Vamos, será divertido. — BangChan y Jisung sonrieron de medio lado. —Al menos para nosotros.

—¡Les dije que no me metieran en esto!

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Solo después de no haber protegido correctamente a Changbin un par de veces, justo como sucedió con BangChan, cuando terminaron de entrenar su don, fue a la habitación de Seungmin solo para verificar que estaba bien. Las luces estaban apagadas, pero aún así se acercó a su hijo. Solo lo observó durante unos segundos, deseando que todo lo que iban a vivir próximamente se tratara de solo un mal sueño.

—Papá. —no se había percatado en qué momento su hijo se despertó.

—¿Te desperté? —llevó una mano a los cabellos alborotados del menor, él negó, sentándose en la cama.

—Es solo que no podía dormir. —se hizo a un lado, para que su padre se pudiese sentar a un lado suyo. —El tío Jeongin y el tío Hyunjin se fueron porque nos van a matar. ¿verdad?

—... No. —negó después de haberse quedado callado unos momentos. —Tuvieron su motivo para irse, por eso están aquí todas las personas que conociste, no vamos a permitir que te pase nada.

—¿Me prometes que todos van a estar bien?

—Lo prometo. Trata de dormir.

Se aseguró de dejar la puerta un poco abierta antes de irse. La sala, que antes estaba llena de vampiros, ahora estaba completamente vacía. Felix dio pasos lentos, rodeando el sofá hasta quedar frente a la mesa de centro, recordó la vez que su columna se fracturó en ese mismo lugar, un recuerdo no muy grato, si era honesto consigo mismo.

La nota que Jeongin había dejado para ellos estaba encima de la mesa, supuso que la usaron para tratar de adivinar qué estaban planeando el y Hyunjin. La tomó entre sus manos, leyendo una y otra vez el mensaje escrito. Volteó la hoja, notando que había sido arrancada de un libro; alzando su vista al librero, se cercó y tomó el que correspondía a dicha página, ya lo había visto en una de las tantas veces que fue de visita. Al abrirlo, encontró pruebas de que la hoja había sido arrancada del que tenía entre sus manos, y al pasar de página, encontró otro mensaje

Supuso que ellos querían que solo él estuviera enterado del nuevo mensaje, pues su mente no corría peligro como la de los demás. Lanzó tanto el libro como la hoja a la chimenea.

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Al ser mediodía, Felix salió de casa junto a Seungmin y Changbin pues visitarían a Peniel.

—Me sorprende que hagas una pausa en tu entrenamiento-Changbin ocupaba el lugar del copiloto mientras que Seungmin se encontraba en los asientos traseros observando el paisaje por la ventana.

—Si no le llevó a Seungmin a mi padre, él vendrá aquí-respondió Felix con la mirada fija en el camino.—Tantos vampiros, un humano... es mala idea.

—¿Eso es lo que le dijiste a BangChan?- era claro que sabia que Felix tenia otros planes además de ir con su padre— Como quieras, me alegra alejarme de esos chupasangre— Felix lo miro entrecerrando sus ojos.

—Lo se ellos son los buenos, pero vamos tantos ojos rojos es escalofriantes.-abrió demás sus ojos provocando las risas de los presentes.

Dejando a Changbin y a Seungmin en casa de su padre se dirigió a la dirección que Jeongin había especificado en la nota, tenía que  reunirse con un tal Choi Min-ho , pues aparentemente tiene un encargo que darle.

Estacionó el auto a las afueras de un restaurante, agradecía que ese día el cielo estuviera fresco. Se adentró en el local, anunciando al hombre que le recibió que Min-ho le estaba esperando, y parecía ya estar al tanto de todo, pues lo guió sin mucha resistencia al hombre. Le saludó con un gesto y se sentó al frente.

—Entonces, ¿conoce a Jeongin y Hyunjin desde hace mucho tiempo? —fue directo al caso, no es de su agrado pasar tanto tiempo lejos de Seungmin.

—Desde hace más o menos veinte años, y mi difunto socio conocía a Hyunjin de quince años atrás, es increíble ver la manera en que se ha conservado. —se dejó caer sobre el respaldar —Espero que estén disfrutando de sus vacaciones.

—¿No le dijeron a dónde pensaban ir?

—No, solo me dijo que se irían cuando me hizo el pedido. —de su traje sacó un sobre, el cual entregó al Felix.

Al abrirlo, topó con dos pasaportes, pero lo que lo dejó desconcertado era que son para Seungmin y Changbin. Jeongin estaba siendo muy claro con la visión que tuvo de su hijo, y ahora la terminaba de entender; si las cosas mantenían el mismo curso, Seungmin podría gozar de un futuro, pero él y BangChan no estaban contemplados.

Justo cuando creyó que por fin podría disfrutar de una vida plena, además de poder estar al lado de su familia el tiempo que estuviese dispuesto para su hijo, todo tenía que irse al caño. A veces, Felix se preguntaba si de un modo u otro estaba cargando con alguna maldición que le obligaría a nunca salir de esa tormenta. ¿Acaso había hecho algo mal? Si lo piensa, sabe que no es así. Ahora Seungmin pasaba por lo mismo, bajo la misma amenaza en la que él estuvo años atrás. Sabía que Hyunjin y Jeongin le había dejado aquel encargo para mantener al menor protegido, solo tendría que alistar lo necesario para el día en que tuvieran que enfrentar a los Vulturis. Pensó en la mochila que guarda en el armario, será lo suficientemente cómoda para Seungmin.

Al llegar a casa, vio a su esposo y a su hijo juntos en uno de los balcones de la casa, contemplando cada árbol y escuchando con atención el cantar de los pájaros. Se quedó de pie en el marco de la puerta, como si tratara de grabar esos momentos en su mente; su mirada se desvió a la nieve que caía, ya empezaba a endurecerse desde que todo había empezado, lo cual indicaba que los Vulturis estaban cada vez más cerca de ellos. Solo les quedaba ese día.

(. . .)

Al anochecer, todos los vampiros, al igual que Changbin, se reunieron en los interiores del bosque. Acordaron armar una fogata para estar juntos esa última noche, habían aprendido a llevarse bien entre todos; algunos sabían que para mañana, a esa misma hora, era muy probable que no todos estuviesen vivos, aunque aún conservan la esperanza. Lo ideal, era evitar a toda costa una pelea, pues ambos mandos perderán miembros.

Como ya era costumbre, Felix  acompañó a Seungmin hasta que se durmiera, mientras que los demás rodeaban la fogata. BangChan permanecía a unos metros de distancia, con su padre; les miraba con nostalgia y culpa.

—No puedo quitarme la idea de que todos corremos peligro por haberme enamorado de un humano, si nunca lo hubiera hecho, nada de esto estaría pasando. Es más, nada de todo lo que hemos pasado... —apretó los puños, mordiéndose el labio. —El mismo Felix fue puesto en peligro por esa misma razón.

—Pero a fin de cuentas, encontraste a tu pareja. Eso es lo que importa, hijo.

—¿A qué costo?

—A todos los que ves ahí tienen algo por lo qué pelear, incluso yo. Ninguno se rendirá fácilmente. El mismo Changbin encontró un motivo. —puso una mano sobre el hombro de BangChan. —Saldremos de esta, anda ve con tu familia.

Al borde de la ventana, Felix miraba a BangChan acercarse hasta tomar asiento a un lado de su hijo abrazándolo. Seungmin sonrió mientras  observaba una fotografía que segundos antes le fue entregada. En ella, estaban los padres de Felix y él siendo un bebé; a pesar de su corta vida, estaba consciente de la tormenta que los tenía envueltos, y muy en el fondo, tenía miedo.

—Papá, ¿mañana vamos a estar todos vivos? —dejó la fotografía en la cama. —Todas esas personas que conocí... no quiero que les pase nada por mi culpa.

—Escucha, Seungmin, nada de lo que está pasando es tu culpa. — BangChan le acarició una mejilla, con una corta sonrisa. —Mañana, sin importar lo que suceda, no quiero que te vayas a separar de Changbin. Pase lo que pase, él te va a cuidar.

—¡No! Prométeme que ustedes van a estar bien.

 Ambos padres se miraron preocupados mientras se unían en un abrazo, sintiendo los temblores en el cuerpo de Seungmin. Deseando poder prometerle que sólo pasarían unos momentos tensos, pero que al final del día, regresarían juntos a casa y seguirían sus vidas como hasta ahora, pero la verdad era que ninguno estaba seguro de ello.

Por otro lado, Changbin recogía leña para poder crear un poco de calor, J-hope se acercó y con su don las encendió.

—Esto si me gusta.-sonrió hacia el vampiro.

—Una hoguera antes de la batalla, contando  historias de la guerra-miro a los demás vampiros-O solo estar parados como estatuas- J-hope río ante la cara de decepcion de Changbin.

—Nombren cualquier batalla, yo estuve ahí- Jungkook se acercó junto a Yoongi y Jimin.

—Segunda guerra mundial.

—Estuve a punto de matar a ese Alemán, pero el se adelanto.- Taehyung llego y se sentó en una de las piernas de Jungkook, según había visto esos dos vampiros habían comenzado una relación más que de amistad.

Poco a poco los demás vampiros comenzaron a acercarse, compartiendo sus historias de guerras, intentando aligerar el ambientes tenso que los envolvía.

Changbin desvió su mirada a cada pareja en el lugar, Minho y Jisung estaban parados recargados en un árbol, Jisung estando entre los brazos de su pareja miro a Changbin, no hizo falta las palabras para saber a qué se refería esa mirada preocupada, tenía miedo, al igual que todos los presentes quienes se aferraban a su pareja con la esperanza de que todo saliera bien.

Dentro de la casa de campaña a unos metros de distancia estaban BangChan y Felix quienes jugaban con su pequeño hijo en un intento por distraerlo, BangChan envolvía con sus brazos a su pequeña familia y por un momento sintió tristeza por el vampiro e hizo una promesa silenciosa

Prometo cuidar de Seungmin como tú protegiste a Felix- Tal parece que el vampiro leyó sus pensamientos puesto que asintió con una media sonrisa.

Adaptación de: Eternidad Contigo [NS]

Créditos. @CelaenaUchiha18

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