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Sam llevo el portafolios a Hybe, que sorprendió a los de la jerarquía más alta, y sin cuestionarse la contrataron, Sam escuchaba con atención las palabras del CEO disculpándose por lo sucedido, ella no tenía rencor en su corazón pero si sentía que los lazos habían sido quebrados.

Apenas salio de la oficina observaba su teléfono caminando con lentitud, escribiéndole a Jimin de su momento reciente, llevaba su cámara colgada de su brazo, frente a ella alcanzó a ver a una persona parada, por lo que se detuvo, levantó la vista y noto a una NaHee totalmente enfurecida, con ojos llenos de rabia y odio, ojos que de la nada comenzaron a lagrimear, Sam estaba petrificada, siempre se habían llevado mal y la verdad nunca le había tocado de consolar a alguien, y pensaba que ella no querría eso.

Lo próximo que sintió fue un calor invadir su mejilla, sus cabellos se azotaron golpeando su rostro, no sabía la razón de aquel golpe pero se lo podía imaginar, trago aire sintiendo que lo merecía, levantó la vista lentamente, fue ahí cuando, no conforme del golpe la chica tomo la cámara del brazo de Sam y la azotó contra el piso, rompiendo en partes que no podría ser arreglada, Sama miraba con atención su trabajo desecho, se inclinó temerosa a recoger las partes del aparato y sintió como a ella se acercaban personas que trabajaban en la empresa, sosteniendo a la chica que quería seguir con la agresión.

Por los gritos, los chicos salieron de la sala de juntas, Jimin miro a Samy que llorando juntaba las piezas esparcidas en el piso, y camino enfurecido a ella, Jk le siguió yendo directo donde estaba NaHee, la tomo de su brazo y a rastras se la llevó a su oficina, Sam no miraba otra cosa que no fuera aquello que le dio tanta paz, que le dio oportunidades, que le dio incluso la oportunidad de olvidar los momentos de Jungkook.

Eso para ella no era una simple cámara, era como su tesoro más preciado, su única acompañante, la forma que tenía de guardar recuerdos, empuñó sus manos en el piso, Jimin intentaba levantarla pero dejaba su cuerpo pesado tanto que ninguno pudo alzar. 

Luego de unos minutos, y cuando el séptimo miembro llegó a verla, ella limpio su rostro, abrió su bolsa y metió cada pedazo, cerró, levantó y camino en sentido contrario, a pesar de los llamados de sus amigos, ignoro completamente.

Tenía para comprar otra, una mejor si es que quería, pero esa tenía un sentimiento especial, un sentimiento invaluable, entonces fue a reparar, no importaba si no funcionará, solo quería verla en una pieza, aún con lágrimas en los ojos pidió al chico detrás del mostrador que por favor hiciera lo que pudiera.

Algunas personas tienen sentimientos especiales por sus mascotas, ella lo tenía por su cámara, le conocía hasta las mañas, al revés y al derecho.

Caminaba con lentitud a su casa, ya era tarde, Jimin le estuvo llamando la mayoría del día, por el momento no deseaba hablar con nadie. Sentía que el golpe se lo merecía, pero el resto solo fue un daño que estuvo de más,

Jk - Sam -detuvo su caminar- lamento lo que sucedió -hablo detrás de ella- voy a ... Voy a compensarte, comprare una cámara nueva y te la daré.

Sam - ya me compré una -mintio con la voz baja- dile a NaHee que se prepare, el lunes pediré que sea mi asistente.

Jk - ¿Por qué harías eso?

Sam - por qué la haré sufrir -se giró lento- el golpe lo acepte, pero se metió con mi trabajo, Jungkook, eso jamás se lo perdonaré.

Jk - será peor si trabajan juntas.

Sam - será peor para ella -avanzo hacia el- la haré sufrir tanto que no querrá seguir en la empresa -el vio sus ojos- la haré sufrir tanto que habrá deseado no meterse conmigo... Ni contigo -susurro, giró y volvió su camino.

Kook no la reconoció en ese momento, era otra Sam, una Sam que solo vio una vez, aquella en el fanmeeting, esa con la que no pudo competir aquella chica. Sabia que ella estaba sufriendo, lo podía ver en sus ojos, quiso ir con ella y abrazar pero, ya la había perdido en el elevador.

Estaba parada frente a la puerta de la casa que compartía con Jimin, indecisa al entrar, levantó la cerradura e introdujo el código abriéndose al instante, apenas entro Tae, Jimin y Yoongi se levantaron del sofá.

JM - ¿Donde rayos estabas? -camino a dentro- ¿Sabes lo preocupado que me tenías?

Sam - Jimin no estoy de humor...

Tae - es mejor dejarla...

JM - ¿Dejarla? Eso es lo que consigues con estar detrás de él todo el tiempo Samanta.

Sam - YA CALLATE MALDITA SEA!!... ¿Perseguirlo? ¿Yo lo persigo? El llegó a buscarme a México, fuiste tú quien me lo presento y dejaba con el cada que podía, jamás debiste aparecer Jimin, jamás debí haberte escrito esa carta.  Jamás debí ir detrás de ti cuando me dieron una paliza por salir con el.

JM - no digas eso Sam -el lloro-

Yg - Sam, cálmate en tu cuarto...

Sam - por favor Jiminssi, ya déjame, déjenme todos -susurro yendo a su cuarto, cerró azotando la puerta y se deslizó en ella.

Tae - no hay que dejarla sola.

Yg - me quedaré aquí, mañana iré por ropa.

JM - ¿En serio fui yo? -se dejó caer al sofa- soy el responsable de todo lo malo -Sam escucho desde su cuarto- si su padre no hubiera entrado a mi cuarto, si no le habría escrito todas esas cartas.

Tae - no pienses así, ahora hay que preocuparse por ella.

Los chicos prepararon de comer, ella no quiso siquiera abrir su puerta, aún estaba en esa posición detrás de la puerta, creyendo que ya nada valía la pena, confirmando el error que su vida era en ese momento, su teléfono vibraba, ignoro completamente, sus ojos se cerraban solos, el llanto le había quitado toda la fuerza a seguir.

Despertó cuando todo estaba completamente oscuro, miro su teléfono las 3 am, como pudo se levantó para beber agua, su boca estaba completamente seca, al volver se desvio a la alcoba de su casi hermano, se sentó en la orilla de la cama y lo observó.

Sam - oppa, lamento lo que dije, estaba molesta, si no hubieras aparecido en mi vida habría muerto, lo digo en serio, tus cartas me mantenían viva, las leía cada que pasaba algo malo en la casa hogar, por favor -lloro en silencio- por favor perdóname.

El la tomo de su mano, y acarició su dorso delicadamente, Sam se dejó caer A la cama y se abrazaron, ambos lloraron pidiendo disculpas al otro, ella se acomodó en su pecho y descanzo ahí.

Jimin acariciaba su cabeza, recordando las duras palabras, y aunque ella le había pedido que lo olvidará, se seguía sintiendo culpable, siempre le impedía que se alejara de su lado, y siempre algo sucedía con ella, se prometió que si alguna vez, en el futuro, ella decidía irse, está vez la apoyaría y no se impediría, deseaba que no fuera así, pero lo haría, costará lo que le costará.

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