₄₃

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Semanas Después.

Inglaterra/Londres

6:00 pm.

Taehyung.

Había retornado a Inglaterra luego de que el plan urdido por Jimin se hubiese cumplido y mi existencia hubo tenido sentido medianamente. Estaba ansioso. Era una situación pareciada a cuando apuestas todo tu dinero mientras juegas Poker en un casino y temes perderlo todo, pero tienes fe en conseguir el doble.

Llevo más de cino minutos dentro de un auto -el cual puede decirse mío por ahora ya que lo he rentado-, estoy estacionado a la orilla de la acera en la que Eun-Sang y Dae-hyun juegan con una pelota, siendo vigilados por SeokJin, Lisa y... Tn, quienes estan sentados en una de las mesas ubicadas justo afuera de lo que parece una cafetería. Y aunque me complace admirar lo grande y preciosa que está mi hija y la energía y adorable torpeza de Dae, mis ojos no se apartan de ella, de su pelo negro un poco largo y estirado, de sus gestos, de como va vestida.

Dos días, tengo 42 horas para lograr mi objetivo, o de lo contrario la perderé para siempre si se ejecuta esa estúpida boda. Y sí, cinco minutos puden parecer nada pero, todos hemos sentido largo un tiempo aparentemente pequeño.

Suspiré tratando de hacerle un especio a la relajación y, encendí mi auto para avanzar lo necesario como para estar exactamente frente a ellos. Me apeé del auto tirando la puerta y cuando estuve en la acera ,el balón que se lanzaban los niños rodó justo hasta mí. Lo frené con la suela de mis zapato y lo tomé con mi mano, no había llamado la atención de nadie hasta que Eun-Sang soltó una exclamación que me hizo notar.

-¡No puede ser! ¡Papiii!- corrió en mi dirección sin pensárselo dos veces, sacándome una espontánea sonrisa de felicidad.

La atrapé en mis brazos y la levanté.

-¡Viniste, viniste!- chilló y me besó la cara con emoción.

Cómo amo escuchar su vocecita.

-Hola, princesa.- dije sonriendo- yo también te extrañe mucho.

Y cuando me abrazó del cuello, busqué automáticamente un par de ojos, chocando con ellos en nanosegundos. Todos me habían notado, ella me había visto.

-Espera, espera, cariño, estás dejando a tu hermano fuera.- ignoré que tres pares de ojos me enfocaban y dejé a Eun en el suelo para dirigirme a mi hijo varón.

Dae no se había movido de lugar así que yo fui quien se acercó.

-Toma.- le extendí la pelota y él la cogió entre sus manitas pequeñas. Sonreí enternecido.- ¿No vas a darme un abrazo?

Él pestañeó varias veces para luego mostrarme esos dientes pequeños que tiene en una genuina sonrisa, corrió un poco hacia mí, a lo que yo carcajeé y lo cargué abrazándolo.

Espero que pronto se le quite la timidez.

Lo bajé a los segundos y cuando me erguía otra vez, vi a Tn aproximarse. Me acomodé la cinturilla del pantalón, nervioso, al mismo tiempo aprovechando para fijarme en como vestía : una blusa negra corta ceñida al cuerpo debajo usaba una falta a juego del mismo color.

-Hola...- fue lo que dije, visualizando en mi mente como sería abrazarla y besarla como saludo en vez de hacerlo como si fuésemos extraños. Observé hacia la mesa y alcé las cejas en saludo moviendo tambien mi mano. Lisa agitó su derecha y SeokJin se quedó igual, supongo que sigo sin agradarle.

-No dijiste que venías.- dijo Tn mirando un momento hacia atrás, en donde Lisa y SeokJin se habían quedado mirándonos expectantes. Tal parece que están juntos otra vez, pues estan cogidos de las manos y muy juntos.

Eun-Sang vino y me tomó la diestra, alzando la cabeza para sonreírme.

-Lo sé, lamento llegar así, solo... quería verlos.

Y verte.

Hay un pequeño aire de tensión. ¿Para qué mentir? Mi corazón iba rápido, solo ella podía ponerme así.

-Entiendo... -asintió lento con la cabeza.- Está bien, puedes hacerlo cuando quieras.- hizo una mueca parecida a una sonrisa.

- Bien... ahmm, yo... -tomo a Dae de las axilas y lo levanto en peso, peinando su flequillo de forma leve- ¿es posible que pueda pasar un rato con ellos?

La miré.

-Oh...-dijo peinando su flequillo detrás de su oreja- Vale , si quieres.- asintió.- ¿adónde los llevas?

-Papi- Eun sacudió mi camisa y bajé la cabeza para prestarle atención.

-Dime, bebé.

-Vayamos al parque de por allí, es bonito y queda cerca.

-Ah, mira, ahí podría ser.- dije.

-¿Donde es que quedaba, Eun?- preguntó ella.

-Por ahí, doblando la esquina, que hay toboganes grandes y pequeños.- explicó haciendo gestos con las manos.

-Ah, sí, ya... sé de cual hablas.- dijo.

Nos quedamos en silencio unos segundos.

-Aguarda un momento.- giró sobre sus talones, agarró un abrigo diminuto que me imaginé sería de Dae y regresó. - Está haciendo mucho sereno, de hecho estábamos pensando en volver a casa. - dijo mientras le colocaba la prenda al niño y yo no apartaba los ojos de ella- Dae es susceptible al clima nocturno.

-¿Por qué no vienes?- mi pregunta era predecible.

Tn no dijo nada hasta que terminó con lo que hacía. Se apartó y respondió mirándome a penas:

-Es tu momento con ellos, ¿por qué debería estar yo?.

-¿Y por qué no?- insisto.

Me observó un instante, y quise tanto auspiciar lo que pasaba por su mente.

Negó con la cabeza- No, mejor no.

-Oye, los niños van a estar.- persuado el tema.- ¿qué tiene de malo?

-No... no digo que tenga algo de malo, pero- la interrumpo

-Por favor. Prometo dejarlos en casa más tarde.

-Vengaa, que se hace más de noche y los niños se van.- Eun protestó.

-Ehm, voy por mi bolso.- cedió, poniéndome contento lo que no se imaginó.

Fue avisarle a los demás el cambio de planes, creo esuchar que Lisa le informaba que se irían al apartamento antes, tuvo que ser eso ya que le vi a sentir. Se enganchó el bolso en el hombro y entonces emprendimos marcha.

Le pregunté a Eun como iba su colegio y ella estuvo hablándome sobre eso el tramo que tuvimos que caminar hasta el parque. Me dijo de que el colegio le encantaba, -lo que ciertamente no creí- pero un minuto mas tarde su mamá lo desmintió comentando lo irresponsable que era con las tareas y trabajos, lo que Eun negó rotundamente haciéndome reir.

Al llegar al lugar descubrimos a varios niños, acompañados de sus familiares o padres, habían más personas de las que esperé encontrar.

-Y... llegamos- hablo para mí mismo.

-Yeih!- celebró Eun-Sang aplaudiendo.

-Mira, príncipe, te gustan los parques ¿no?- le hablo a Dae y el asiente con la cabeza. Y los columpios, ¿a que sí?- dije divertido.

-Sí sí, me gusta. - dijo tiernamente asintiendo.

-¡Vamos a los toboganes!- exclamó mi hija enganchándose de mi dedo índice y llevándome con ella.

Tn.

-Primero vayamos a los columpios, que tu hermano monte un rato.- oí a Taehyung mientras Eun-Sang literalmente se lo llevaba a rastras.

-Pero papiii.

-Monta los columpios también, princesa.- TaeHyung hace que lo siga- Ven, ven...

-Pero yo quiero los toboganes.

-Ahh, los columpios son divertidos...- y ya no pude escuchar más porque se alejaron demasiado.

Me quedé ahí y los miré divertirse, sometiéndome a vistas que sabía que me podían poner... algo sentimental.

Al poco rato, Taehyung se sentó a mi lado en la banca de madera.

Lo miré.

-Son un tren.- confiesa con gracia.- es que no se cansan con nada.

-Me lo vas a decir a mí.- comento mirándolos.

-¿Quieres un helado?- me pregunta de repente, mirando el carrito en donde lo venden.

-Se ven bien.- comenté.

-Vamos, te compro uno.- se ofreció inmediatamente

Ambos nos pusimos de pie y nos dirigimos al punto. Atendían a una señora ya mayor acompañada de un niño de unos cuatro años. Me quedé viendo al niño con ternura estaba emocionado con su helado y cuando se lo entregaron no tardó en lamerlo golosamente.

-Two ice cream for us, please- Taehyung oredenó cuando la muchacha nos miró.

¿Ya dije que su Inglés es sexy?

Basta.

La castaña nos entregó los helados al instante. Taehyung pagó y nos fuimos alejando de ahí caminando.

-Ah, son muy pequeños, debí pedir dos.- comentó, y era cierto ya se lo acababa casi.

-Justo estaba pensando que sería muy poco para ti, te imaginé comiéndolo de un bocado.- dije riendo.

-Menos mal que lo sabes.- alzó las cejas divertido, sacando solo el palillo de su boca para luego lanzarlo a un arbusto.

-Se divierten mucho juntos.- comenta mirando a los niños perseguirse entre ellos.

-Sí.- sonreí un poco.

-Eun cuida mucho de Dae aunque no lo parezca.

-¿Tú crees? Peleean todo el tiempo- dije divertida mientras la vainilla era detectada por mis papilas gustativas agradablemente.

-Son hermanos después de todo.- encoge los hombros.

Silencio.

-Dae... ¿como está él?, ¿qué han dicho los chequeos?- pregunta, la preocupación matizada en su tono.

-No te preocupes.- digo tranquila.- él está perfectamente, lo estamos cuidando muy bien.

-¿Pero han habido examenes?- siguió preguntando.

Meneo la cabeza negando.- No, bueno ,recuerdas que la última vez hubieron buenos resultados.- él asintió - pues el doctor Rodríguez no ha solicitado más consultas.

-Es... bueno escuchar eso.

-Sí...

-¿Por qué tardas tanto en comerte esto?- dijo mirando mi helado y riendo.

-Debe ser porque yo no doy tus mordidas gigantes.

-¿Me das?

-¿Qué?

Tomó mi muñeca y se acercó la paleta para morderla, dejándome básicamente sin nada.

-¡Hey!- me quejo mientras el intenta tragárselo todo.

De repente batió una pequeña brisa desordenando mi pelo, algunos cabellos se me pegaron en la cara, los aparté pero al tener una mano ocupada no lo hice bien.

-Espera.- Taehyung, que se limpia las comisuras con la lengua, intervino, predeciblemente.

Su mano me rozó la mejilla completa, y estaba segura de que había sido a drede, logró dejar el mechón completo detrás de mi oreja. Pero me rozó el cartílago con los dedos, y mis poros levantaron cada vello de mi nuca, y me miró a los ojos. Mis fuerzas mentales escatimaron cuando me observó de esa manera exhaustiva que consigue que se difumine todo a mi alrededor, y me fastidia tanto que ese maldito efecto no desaparezca

Sus dientes atraparon su labio inferior un par de veces mientras miraba los míos, y no solo los miró, sino los tocó con su pulgar, sin hablar me decía el coraje que le tenía a la distancia que nos separaba.

Reaccioné y me aparté bajando un poco la cabeza, mi corazón hecho un desastre.

Joder, me moría por besarlo.

-Taehyung... - se me escapó un jadeo bajito. Tragué duramente y volví a mirarlo- Dime por qué viniste- pregunto directa.- ¿por qué.... por qué apareces ahora?

Pensé que le costaría trabajo contestar, pero ni siquiera tuvo que pensarlo.

-Creo que hay algo que tengo que impedir.

.

.

.

.

.

Parecerá raro que haya hecho pasar el tiempo así, pero lo vi necesario, no quiero alargar demasiado esto y ya casi estamos sobre los 50, además no se omitieron muchas cosas importantes, solo la "recuperación" de Taehyung, aunque ese es un temita del que hablaré en los siguientes caps obviamente.

Graciasxleer ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro