₀₁

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

3 Años después.

Tn.

«Doctor Stiles, es solicitado en el área de pediatría»

Suenan los parlantes del hospital.

-Hoseok, claro que no, amor, ya te lo dije. Puedo irme sola, además tengo mi auto, estaré bien- repito lo que llevo queriendo que entienda hace media hora.

Apenas puedo sujetar el teléfono haciendo presión con mi cabeza y mi hombro ya que acomodo par de cosas en mi casillero. Tendría que haberlo puesto en algún sitio con el altavoz activado, de cierta manera aquí dentro no hay nadie.

Escucho sus palabras de despedida, y sonrío despidiéndome con dulzura también.

Intento cojer el teléfono con cuidado pero este se resbala de mi alcance y acaba en el duro suelo.

Solté maldiciones y volví a cogerlo, dándome cuenta de que ya había recogido todo. Verifico que no le haya pasado nada al aparato encontrando una pequeña ranura a una esquina, hice un leve puchero pero de todas formas lo guardé en el bolsillo de mis jeans.
Arreglo por última vez mi chaqueta y decido por fin salir.

Bajo los pisos correspondientes para llegar al primero sintiendo en mis piernas el largo día que tuve hoy.

Ser doctora me encanta, pero no es como si fuese algo fácil, menos cuando tengo que decirlo todo en un idioma que no es el mío. Terminar mis estudios previos a la graduación en Inglaterra -nada más y nada menos que un país de habla inglesa-, admito que no es la mejor decisión por una parte, pero fue más bien una cuestión de necesidad.

-Mm, huele a comida magnífica hecha por un chef magnífico- comenté con gracia abrazando la espalda de mi hermano, quien me mira por encima del hombro con una sonrisa leve ya que no puede descuidar lo que hace

-Bienvenida, doctora- bromea- ¿Como te fue hoy?- me pregunta, y yo dejo de abrazarlo cuando toma la olla y la baja de la hornilla en señal de que ya estaba listo lo que sea que tuviese dentro.

-Normal- suspiré cansada dejando recién mi bolso sobre la mesa- Tuve un... pequeño problema con el director del hospital.- dije sentándome en una de las sillas, él me miro extrañado

-¿Y eso por qué?

Me encojo de hombros sin ganas de contarle- Polémicas- abrevié.-¿No hay mucha calma aquí?- digo riendo

-¡Niños!- Jin alarga la última sílaba haciendo que en segundos sienta pies corriendo por el pasillo.

Dae-hyun llega primero a mí dejando a Eun-Sang detrás. Comienzo a besarlo con ternura mientras el ríe y se deja mimar. Suena demasiado bien la palabra "mamá" viniendo de él.

-¿Ya está la cena?, tengo hambre- comenta Eun intentando ver lo que hay en la encimera.

Está obviamente más alta, su pelo sigue igual, castaño oscuro, el flequillo aún en su frente. En particular, no ha cambiado tanto, solo sus extremidades se extendieron, algo normal teniendo en cuenta que si los años pasan, ella crece. Actualmente tiene nueve.

Dae por otra parte es muy diferente a años atrás, era un bebé, y aunque lo sigue siendo ahora, tiene tres añitos.

La leucemia no sanó, es lógico al ser cáncer, de hecho siguen pendientes las quimioterapias, pero falta un tiempo todavía para retomarlas así que por ahora estamos relajados.

El pelo gracias al tiempo que lleva sin tratamiento, cae por su pequeña frente, es negro azabache como el color natural de su tío, lacio, y luce demasiado mono con el corte que tiene. Sus ojos son como los míos, tal como pensábamos su parecido es increíblemente a mí, tiene además mi sonrisa, parece que la sonrisa cuadrada de cierta persona solo quedó en Eun-Sang.

-Todavía falta, donseong- Jin dió empujoncitos en la frente de Eun-Sang con su dedo índice.

-¡Nonna, ven a besar a mamá!- exclama la vocecita de mi niño

Eun viene a mí y yo beso su frente, luego ella besa mi mejilla, Dae ya se encuentra sentado en mis piernas.

A los minutos lo que preparaba mi hermano estaba hecho para que pudiésemos comerlo. Yo moría de hambre aunque no lo dijese. Los primeros días aquí nos costó un poco adaptarnos a la comida pero ya es algo normal, además podemos comprar lo que queramos comer, no venden exactamente cosas como jajangmyeong o patbingsoo, pero podemos llevar una alimentación parecida a la de Corea. Claro, la comida tradicional de Inglaterra tampoco es que esté terrible.

-Es a dormir, mañana a las seis, ya sabes.

-Tranquilízate, ella se dormirá y muy rápido- comenta Jin acomodando su almohada, la acusada se queja con un puchero mirándole mal.

Reí- Hasta mañana, cariño- beso la mejilla de mi hija a pesar de que sigue con mala cara.

Al rubio le lanzo un guiño y un beso, él a cambio me dá una sonrisa y un "Descansa".

Me levanto del borde de la cama y salgo de la habitación oyendo a Jin decirle a Eun-Sang que no le patee mientras duermen.

Yo decido regresar a la sala-comedor. Me senté en la mesa y saqué de mi bolso algunos papales para hacer cosas que me quedaron pendientes por hacer hoy en el hospital.

Por suete convivo con un adulto que a pesar de que es masculino es lo bastante organizado y limpio. No tengo que preocuparme por casi nada de los quehaceres. Cuando llego antes, lo que es casi siempre ya que yo salgo a las cinco y él a las siete, soy yo quien cocina, o cuando tengo el día libre hago la limpieza. Este de todas maneras me exige que no haga nada, que el puede hacerlo y demás, pero tampoco es que sea mi criado o algo por el estilo.

Minutos después estoy con la cabeza sobre mis manos, los ojos se me cerraban, creo que incluso dormí un poco ahí sentada. Solté un bufido al recordar que falta que me bañe para poder por fin dormir de una vez por todas. Recogí todo según me permitía el sueño y fui a rastras hasta la habitación que comparto con Dae. Hay una tercera pero no se usa. Es como decir de huéspedes, la mantenemos limpia porque a veces Jin necesita venir con alguien y es extraño que tengan sexo en la habitación que comparte con mi hija. Hablamos de eso, y él perfectamente sabe que no me molesta que traiga a sus ligues a aquí, al fin de cuentas es la casa de ambos.

Al entrar con cuidado, veo un pequeño cuerpo cubierto con una pesada colcha. A su lado tenía una almohada para cuidar que no se cayese, y el espacio que queda es para mí.

Con pereza, pero sin otro remedio, me metí al baño, esta habitación es la única que cuenta con baño incluido, en el pasillo hay otro, el cual es el que usan Jin y Eun-Sang y todos en general.

Mientras me pongo las bragas luego de bañarme, no puedo evitar mirar esa tinta negra que decidí hace tiempo dejar en mi piel. Es un poco hipócrita de mi parte poner sus iniciales en mi cuerpo, además de que es en un lugar íntimo, no sé en qué pensaba cuando lo hice, pero ya no hay vuelta atrás.

La parte tatuada es a un lado de mi vientre justo a la izquierda, la ropa interior va por encima, y es que es absurdo porque solo lo ve otra persona y no quien realmente debería de sentirse orgulloso de verlo.

Han pasado tres años, y como mismo al tatuaje le salió apostilla y tiempo después cicatrizó; yo sufrí, pero tiempo después ya estuve bien. El tiempo es la solución a todo. Ahora hay una nueva sortija en mi mano, y hace mucho que estoy dispuesta a compartir mi felicidad con alguien que, por cosas de la vida, ya no es él.

(...)

Mañana siguiente.

-¿Tienes todo?

-Anja- contesta Eun-Sang, sentada en un sillón sin ganas de nada.

-Ven, te voy a peinar- le pido que se acerque para empezar a recoger su cabello, nunca se me ha dado muy bien hacer peinados interesantes y todo eso, así que le hice una simple coleta alta peinando por último su flequillo.- A ver, una sonrisa- tiré de sus cachetes

-¡Auch!- se sobó

-Anda, ve por tu mochila- le ordeno acomodando su falda. El uniforme consta de una camisa blanca con un moño en el centro con cuadros negros y verdes en contraste con la falda.

Sus zapatos suenan contra el piso a medida que corre en dirección a la habitación.

¿Eun-Sang es una es una vaga que se queja todas las mañanas por irse al colegio?

No, no y no, Dae-hyung es jodidamente peor, eso lo puedo pensar viéndolo tumbado bocarriba en el sofá, durmiendo normalmente como si ya no lo hubiese despertado, bañado y alistado. Incluso tiene su mochilita puesta, no sé como no le es incómodo.

Suspiré y fui a despertarlo, lo peor es que no lo puedo regañar, es demasiado tierno y no tengo corazón para gritarle o algo así.

Oigo el sonido de unas llaves y miro que es Jin, quien las deja sobre la encimera y se dedica a servirse café.

-¿Hoy no trabajas?- deja la taza en el fregadero y estruja sus ojos. Luego peina su cabello hacia el frente con sus manos.

-Sí, es solo que aún no estoy lista- respondo poniendo a Dae de pie en el suelo, lloriquea no queriendo soltarse de mí así que termino cargandolo.-¿Tú a que hora sales?

-Igual, a las siete. ¿Vas a estar aquí?, sino puedo venir antes y quedarme con los niños.

-Uh, no, yo salgo también a la misma hora de siempre, paso por ellos y venimos a casa.

-Vale- asiente lentamente

Mi hermano come algo y luego los tres se van dejándome sola en casa. Dae va a la guardería hasta la tarde y Eun-Sang a la escuela, Jin los lleva cada mañana antes de ir a su trabajo. ¿El trabajo?, es cocinero en un restaurante. Es triste porque sé que su sueño es abrir un restaurante propio, pero aún no cuenta con el dinero necesario. Al menos me deja tranquila saber que trabaja en algo que le gusta. Yo sin decirle nada también estoy ahorrando para ayudarlo más adelante.

Tenia treinta minutos para alistarme e irme a trabajar. Puse mis canciones favoritas desde mi celular para hacer lo que hago a diario. Recojo mi pelo en una cebolla alborotada y me doy una ducha rápida con agua tibia procurando que el tiempo me alcance.

Al salir escogí ponerme un suéter de lana azul, unos shorts de mezclilla oscura. En los pies unos bonitos botines del color de mis shorts.

Me analizo a mi misma en el espejo; mi pelo negro cae a los costados de mi rostro, tengo algunos rayitos amarillos, además de un flequillo, en amarillo porque ese color solo lo tengo en el frente.

Mi cara había cambiado un tanto, me veía... más segura de mi misma, pareciera que haberla estado pasando tan mal años atrás solo me atribuyó fuerza y madurez.

Me ponía perfume cuando escuché mi celular sonar. Lo cojo y veo que es Hoseok.

Estoy abajo, cielo, date prisa.

Me apresuro tal como me pide, ansiosa por verlo luego de varias horas. En unos minutos ya estoy en el lobby. Caminé unos pasos más y antes de bajar los escalones de la entrada yo ya veía su Mercedes benz estacionado, junto con él esperándome afuera.

Sonríe levemente viéndome acercármele emocionada. Abre los brazos para mí y me envuelve entre ellos dejándome oler su rico perfume.

-Te extrañé, preciosa- me mece despacio entre sus brazos, por su voz se que está sonriente.

-Y yo a ti, precioso- digo riendo, me alejo y beso su mejilla

Él señala sus labios, y dejo un beso ahí también

-¿Irás a la empresa?- pregunto tan solo para que no vayamos en silencio dentro del auto.

-Sí, hoy es un día prometedor- comenta haciendo que lo mire

-¿Ah, si? ¿Porqué?

-Porque tendré un negocio buenísimo. Un empresario muy importante que es precisamente de Corea me contactó, de hecho viajó hasta aquí solo para que negociáramos.- mientras termina de decirme, frena porque hay algo de tráfico, noto su emoción tras cada palabra

-Me alegro mucho por ti, eres el mejor- lo animo desde mi sitio

-Gracias- agarra mi mano y la besa-. Mira que bien luce ese anillo- me sonríe cruzando nuestros dedos.

Miro que seguimos en espera y termino viendo por la ventanilla a mi costado.

Me tiene sin cuidado las cosas que miro, hasta que mis ojos tardan más en moverse hacia otro lugar. Hay un auto junto a mi ventana y no me esperaba para nada ver lo que hay dentro de él.

Todo mi rostro empieza a perder color. Una descarga eléctrica sale desde mi estómago, y asciende hasta mi pecho. Siento que las cosas pasan lentas pero mi corazón va rápido. De repente estoy respirando con mucha dificultad, esperando internamente que Hoseok no lo note.

Esa característica mirada sería suya no para de enfocarme y la mía tampoco se mueve aunque quiero dejar de verlo, tal vez solo quiero confirmar que no esté alucinando.

No tiene sentido que sienta que me falta el aire y siquiera considerar en que podría estarlo pensando o podría ser una alucinación, se sentía demasiado real.

¿Taehyung?

.

.

.

.

.

.

.

.

OMGdddd!
Estoy súper contenta de volver a escribir para ustedes 😔💫🤗

Realmente espero les haya gustado 😭🥰❤

Pd ¹: No les pasa que: La rayis prueba una polla nueva(? xdxd jdgdjddydjs

Pd ²: Tenemos a Hobi en el fic nwn ♡🌈 :D

Graciasxleer🧡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro