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Taehyung.

Llevé el pañuelo a mi nariz y cerré los ojos mientras la fragancia me invadía el olfato y me infundía recuerdos. Cuando abrí los ojos noté que se me cristalizaban, y bajé la vista al pañuelo otra vez sintiendo la textura de la tela como si sintiese la de su piel. La extraño... Me molesta tanto no saber en donde está, no poder hacer nada para salvarla o traerla de vuelta...

Flashback

- Quiero estar en donde tú estés.

»Dejé mi trabajo y dejaré lo que haga falta por planes de futuro que te incluyan.- se rió un poco y creo que era por que en serio estaba atonito.- Ya no necesito esperar para organizar mi vida si sé lo quiero y a quien quiero dentro de ella.

La saliva se atoró en mi garganta y habían muchas reacciones en mi cabeza pero no me decidí por una al instante.

-¿Me... estas hablando en serio, nena?- pregunté con la cara de seguro hecha un poema. Ilusionado a tope, con ganas de asomarme al balcón gritarle a la nada.

Tn fue extendiendo los labios lentamente hasta forjar esa sonrisita que me enamora un poco más cada día. Cruzó los brazos y cambió la mirada como desinteresada -Tengo que buscar los pasaportes.

Me le quedo viendo fijamente con una sonrisa pidiendo salir de mis labios.

-Ah, ven aquí!- le agarro de sorpresa por las caderas y hago que caigamos en la cama. Tn chilla y ríe a carcajadas ahora sí aceptándome en medio de sus hermosas piernas.

Una sonrisa triste se asomó en mis labios tras el recuerdo, y me sequé las lágrimas que estaban por caer sorbiendo mi nariz. Estábamos a punto de ser realmente feliz, pero la vida estan jodida.

De repente mi celular vibró dentro de mis pantalones, corrí a tomarlo esperando una llamada de la detective, pero me salió un número desconocido. Aunque frunzo el ceño lo acepto de todas maneras.

-¿Diga?- pregunté

-Taehyung... Tae, soy yo.- primero se me parece la voz de Tn, y luego caigo en cuenta de que es ella y casi me da un ataque al corazón.

-Tn!, maldita sea, ¿eres tú? ¿en donde estás? ¿estás bien, nena?- hablo tan emocionado como preocupado.

- N-no estoy bien.- su voz entrecortada me pone de los nevios, si no me dijo que estaba bien aunque fuese mentira, entonces debo creer que en serio no lo está- te extraño, q-quiero volver con ustedes.

-Cariño, dime ¿tienes una idea de en donde podrías estar, um?- digo desesperadamente- Ya lo sabemos todo, sabemos que ese loco de mierda te secuestró.

-No tengo idea de donde estoy, e-es un sitio a las afueras de la ciudad, estoy...- observé por la ventana- todo es campo, o bosque ,no lo sé, tomó unas horas llegar.

-A las afueras de la cuidad, bien, ¿qué otra cosa? ¿No viste nada de camino?

-No me acuerdo de nada.- dijo y me la imaginé a punto de llorar.

-Vale, no tengas miedo ¿sí? la policia ya los busca, todo va a estar bien, nena ¿me oyes?- trato de tranquilizarle y tranquilizarme a mí.

-Por favor dense prisa, Jack planea que nos vayamos de aquí y-y creo que es mañana mismo.- dijo poniéndome incrédulo.

-¿Cómo?

-Sí, es un poco complicado de explicar pero quiere que huyamos juntos a Marruecos.

-¿Qué cojones?- golpeé la mesa del escritorio.

-A-adiós, tengo que colgar, e-él me va a descubrir.- siento el miedo que le ha inculcado ese canalla y me dan ganas de cogerlo por el cuello y asfixisarlo. -Te amo, no lo olvides.

-Joder, no hables como si te despidieras de mí.-dije impotente.

-V-volveremos a estar juntos, ¿verdad?

Sentí como un ruido fuerte y escuché un jadeo de mi nena, como si estuviese asustada.

-¿Nena? ¿Oye, me escu. . .

Separo el aparato de mi oído viendo que la llamada había finalizado.

-Joder!- bramé pateando un taburete de mi cocina.

Tiré captura al número de teléfono por si servía de algo y en seguida salí de la habitación, tengo que ir a la comisaría.

Unos minutos mas tarde, ya aparcaba frente al lugar. Bajé de mi auto tirando la puerta y entré a la oficina embalado.

Me sorprendí un poco al notar que había algo de alboroto. Encontré a la detective Smith por los cubículos dando indicaciones a par de policías. Estos se fueron luego de asentir e ir rápidamente a ejecutar la orden, ella volteó justo encontrándose conmigo.

-Oh, Kim Taehyung- estaba un poco alterada- Hay noticias. - pausa unos segundos.- Uno de nuestros agentes en las afueras de la cuidad encontró el vehículo con la matrícula registrada en las grabaciones de la calle Milwoord , creemos que podrían estar ahí.

-Voy con ustedes.- digo sin pensarlo un segundo.

-Kim, es arriesgado que. . .

-Detective- hago un gesto con la mano- voy con ustedes.

Ella cedió.- Bien, acompáñame.

(...)

Tn.

A veces sufro por el brusco cambio de clima y me empiezan a doler las piernas, lo que explicaba el intolerable dolor wn las rodillas. Eran... ¿las cinco de la mañana? ¿Tal vez las seis? El asunto es que ni siquiera había aclarado el cielo.

Jack se cabreó mucho por lo que hice así que me amarró en aquella silla otra vez como castigo.

Las horas de la noche pasaron tortuosas, no conseguí pegar el ojo, yo solamente pensaba en lo que sería de mí. Era imposible no imaginarme viviendo la vida que supuestamente me espera con Jack en otra parte del mundo. Quizá fueron las hormonas del embarazo, pero lloré, y lloré mucho. Tenía la esperanza de que en verdad lograran encontrarme, pero la negatividad me consumía.

Estoy de viendo como lleva muchos fajos de dinero de una maleta a otra. Paso saliva duramente viendo la cantidad, a la misma vez tratando de lidiar con la idea de que partiremos de aquí y no hay nada que parezca impedirlo. Está un poco desquiciado porque teme que nos hayan ubicado por la llamada que hice, a pesar de que destruyó por completo su celular.

No sé de los planes de Jack, estoy en ellos pero él no me ha dicho con detalles que hará conmigo, sólo sé que iríamos a Marruecos si las cosas salen como él quiere. No nos iremos legalmente, al parecer un amigo le está ayudando con una lancha pero las cosas no estan saliendo bien porque le he visto discutiendo por celular.

-Cuatrocientos mil, quinientos mil...

Llamo la atención de Jack cuando sorbo mi nariz, pero él me ignora y continúa contando.

-Te he dicho que me duelen las piernas.- digo inexpresiva.

-¿Y que quieres que haga, ah?- me miró poco amable.

-Que me busques algo para aliviar el dolor, pedazo de imbécil.

Jack me muestra una risita amarga.

-Cállate, ¿quieres? No tengo nada para ti, y por tu culpa tenemos que pirarnos.- me señala con su dedo.

Pone las manos en la mesa con pesar y suelta un soplido.

Segundos después me presta atención otra vez, y parece que le entra el cinismo al cerebrito otra vez porque vuelve a tratarme bien.

Se acercó.

-Ay,bonita, quita esa cara de tragedia.- me toca el mentón como siempre y yo le evito la mirada calladamente.- Ya sé, debes estar extrañando a tus hijos.- planteó. Hizo una mueca.- ¿Sabes? Consideré secuestrarlos también para que no te sintieses tan mal... pero no me gustan nada los críos, no me apetece hacer de padre.

-Aunque pensándolo bien...- puso una mano en mi hombro y la rodó por mi brazo lenta y suavemente mientras me miraba a detalle.- Tendremos que deshacernos de este de aquí- me tocó el vientre y chasqueó la lengua- una pena.

Abofeteo su mano y lo empujo del pecho con mis dos manos, inconscientemente molesta.

-¡Eres un imbécil! ¡Maldito- lo empujo otra vez- sicópata de mierda! ¡No me harás abortar, no lo haré!- intente empujarlo de nuevo pero me frenó apretando mis muñecas con fuerza para estampar mi cuerpo débil contra la pared.

-¡¿Te volviste loca, ah?!- me apretó la cara contra la madera y yo jadeé.- ¡No me vuelvas a hablar así!

-Te hablo como quiero- dije entre dientes.

Él se rió con rabia.- Vas a aprender a respetarme, espera y verás. Serás tan malditamente sumisa que harás todo lo que te diga.

Apreté los ojos evitando responderle y entonces me soltó.

Cambie la mirada cuando un momento a otro empezaron a escucharse las sirenas de autos policías. Jack me soltó con el ceño fruncido escuchando lo mismo que yo, lucía confundido, tal vez algo asustado. El corazón me va muy rápido, de solo pensar que me hayan encontrado ,que estaré bien, la emocion se me mete al cuerpo.

Luego se escuchan más de cerca los motores de los autos.

Jack se pasa las manos por el pelo pero decide cerrar el maletín con el dinero rápidamente, yo lo observo perdida. Se oye claramente como los autos aparcan frente a la cabaña, y puedo ver luces rojas y azules dar con la pequeña ventana del frente.

-Mierda, mierda, mierda.- maldijo en plena desesperación, me miró y volvió a acercarse.

Se puso el dedo en la boca en señal de que guardará silencio.

-Como abras la boca... -me acorraló otra vez y yo tragué, asintiendo con la cabeza cuando entendí.

Jack cogió la pistola de encima de la mesa y se fue a asomar por la ventana mientras los portazos se oían. Sí, también tiene una pistola.

Un minuto después se oyeron golpes en la puerta. Jack me mira advirtiéndome acerca de hacer ruido.

-Policía federal, abran la puerta.- los golpes eran firmes, a pesar de que parecía la voz de una mujer.

Me quedé inmóvil esperando a los movimientos de mi captor.

-I repit , Open the door.

Jack vino hacia mí con la pistola en la mano y se puso detrás poniéndome un brazo en el cuello para abracarme bruscamente.

-¿J-Jack, que ha. . . - me callé cuando apretó el agarre casi ahogándome. Me colocó la pistola en la cabeza.

-Coje el maletín.- me ordenó haciéndome caminar para alcanzarlo, lo tomé y gemí bajo porque pesaba.- Muy bien, bonita, ahora vas a caminar hasta la puerta y vas a abrir.

-Per. . .

-Shh, shh. Haz lo que te estoy diciendo.

Caminó junto conmigo sin soltarme, y nos detuvimos frente a la puerta.

-Venga.- apuró.

Extendí mi mano libre y giré el pomo. Jack empujó la puerta de una patada abriéndola. La luz del día impacta en mis ojos pero puedo ver a una mujer de unos cuarenta y tantos de pelo rubio junto a dos hombres con pistolas que nos apuntaban.

-Permiso.- Jack dijo y ellos nos abrieron paso todavía con las pistolas en alto.

Habian dos carros más de policía junto a otros de ellos. Pero esto no fue lo que me sorprendió, sino ver también a Taehyung. Usaba un pantalón negro con un abrigo de cuello algo y un jersey por encima. Nadie mejor sabe como me apetecería ir donde él, que me abrace y me deje sentir su agradable calor y el olor de su loción, o que me bese y me ponga su chaqueta calentita en los hombros. Una angustia en el pecho me puso losnojos llorosos.

-Brawn, suéltala.- la mujer lo señala con la pistola.

Vuelvo a mirar a Tae y puedo ver como sus puños están apretados y está desperado por acercarse.

-Hagas lo que hagas te atraparemos y serás llevado a prisión. Baja el arma.- amenaza sin titubear la mujer.

Jack lanzo unos tiros al cielo y yo cerré los ojos con un miedo terrible.

-Escuchen, inútiles...! Nadie va a dar un paso, nadie se pondrá en mi camino si no quieren que le vuele la cabeza!- ubica la pistola en mi sien nuevamente y me quejo porque está caliente.- Que me voy a ser feliz, joder ¡Déjenme ser feliz!

Todos siguieron expectantes sin bajar las pistolas.

-Brawn, estás cometiendo un grave error. Por favor, coopera.

Pero Jack solo me empujó al frente aún señalándome. Su auto estaba delante y entendí su siguiente orden.

-Entra.- dijo tocándome con la pistola en el omóplato.

Miré hacia Taehyung con la cara empapada en lágrimas y el sólo me miraba con una expresión lastimera. Al parecer demoro mirándolo más segundos de los que a Jack le parecen tolerable ya que me vuelve a insistir.

-Vamos.

Sorbí mi nariz y entonces extendí la mano apretando la manija para que la puerta abriese. Me quedé mirando a un punto fijo mientras las lágrimas caían sin parar y soltaba sollozos bajitos, el temor a no volver a estar tranquila consumiendo mis pocas ganas de obedecer. Siento la cara hinchada de tanto tiempo llorando, y observo en derredor a los que me rodean, encontrando una sola cara conocida. Tae asiente levemente con la cabeza en señal de que hiciera lo que Jack me pedía, sin embago el pánico me insuflaba inseguridad.

-¡Venga!- el grito de Jack me hace dar un respingo.

Pero pasó por mi cabeza una idea que seguramente era muy mala.

No quiero irme a ningun lado con este imbécil, ¿y si la policia no nos consigue atrapar? ¿y si termino viviendo infeliz el resto de mi vida?

Tal vez ...solo tengo que correr...

Fue así que solté la puerta y giré a la izquierda corriendo por mi vida lo más rápido que podía. Sabía que los policías podían cuidar que nada me pasara, aunque no me fiaba totalmente de eso. La suela de mis zapatos es lo único audible hasta que el sonido ensordecedor de un disparo llena de manera fatídica el ambiente.

Me desplomo como si hubiera tropezado, sin embargo los brazos de Tae llegan a sostenerme impidiendo que me callese. Siento dolor en la espalda baja, y me duele el vientre también.

-Amor, nena, nena...- Tae jadea, y me toca el pelo despesperado a tope, apartándome los mechones del rostro mientras estoy en una especie de shock. Sus ojos viajan con pánico de mi sudadera a los míos una y otra vez.

-T-tae...-bajo la mirada viendo una mancha roja que se va expandiendo.

Enseguida pierdo el sostén de mi cuerpo.

-No... no no no.-Él ayuda a que no me golpee cuando me caigo al suelo.- Tn, por Dios, no. - escucho su voz carrasposa como si estuviese a nada de llorar.

»¡A... ayuda! ¡Ayúdenme!- grito sujetándome la cabeza mientras mis ojos se entrecerraban.

-Me duele.- los gemidos se me escapan con las lágrimas.

-Amor, aguanta ¿si?.- me mira.

Sentía mucho sueño y también mucho dolor en el vientre. Y entre tanto jaleo, yo solo tenía una cosa en la cabeza.

-M-mi be...bé.- traté de alzar la cabeza pero no sabía a donde se había ido toda mi fuera. Sollocé.- Mi bebé... - repito en un verdadero hilo de voz.

-¿Qué?- la mirada de desconcierto de Taehyung me traspasa- ¿C-cómo dijiste? ¿Cual bebé, nena de qué hablas...

Trato de buscar sus orbes, pero solo puedo llorar, noto mucha sangre destilando allá abajo.

-Joder, esto no... ¿qué?

De repente ya no logro hacer que los párpados no se me caigan, y los llamados de Tae se van escuchando lejos. La imagen de su rostro se ve borrosa...

Y todo se torna oscuro.

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