Extra 3

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Años después.

Tn.

-¡Agh! ¡Ya no toquen nada! ¡Mamá!

Los gritos histéricos de Eun-Sang se oyen hasta aquí mientras Lisa y yo nos encargamos de alistar a Dae-hyun por su cumpleaños número seis. En unos minutos llegan los niños de su salón de clases, y por supuesto, su abuela y sus tíos han venido a pasar el día con él.

-Mamá.- mi hija mayor se planta en el marco de la puerta con evidente enfado.

-¿Qué sucede? Estoy ocupada.- me siento en el borde de la cama y le acomodo el cuello de la camisa a mi Dae. Está guapísimo, ya es todo un hombrecito.

-¡Sucede que tus hijos no me dejan en paz, no paran de colmarme la paciencia, que me van a volver loca!- exclamó obstinada haciendo gestos con las manos, yo no le presté mucha atención.

Suspiré.- Sólo sácalos de tu cuarto y ciérrales la puerta ¿no sabes hacer eso?

Eun-Sang se ríe sin gracia.- ¿Crees que no lo intenté? ¡Esos niños son terribles!

-Ay, Eun, por favor, son bebés, ¿cómo no vas a poder con ellos?- dejo el cepillo a un lado después de haber dejado perfectamente peinando el pelo de mi Dae y no puedo evitar sonreír cuando alza la cabeza y me mira con esa ternura que no se le quita aunque pasen los años.

En eso se escucha el sonido de alguna cosa de cristal impactando con el suelo y partiéndose en pedazos.

Eun-Sang entreabrió los labios haciendo un sonido de horror e impresión.

-¡¿Lo ves?!- grita y se va corriendo aún más molesta.- ¡Que me devuelvas eso...! ¡Lisa, le voy a pegar a tu hija!- la oímos un minuto después.

-Oh, por Dios, Elshie.- mi amiga deja los zapatos de Dae y sale de la habitación.

Dae y yo nos quedamos solos hasta que irrumpe una tercera persona que sé que le sacará una sonrisa a mi hijo cuando le vea. Taehyung me pide que haga silencio y rodea silenciosamente la cama con las manos detrás de la espalda.

Dae le nota y su rostro sube de felicidad.- ¡Appa!- exclama emocionado y se baja de la cama para ir corriendo donde él.

Tae se agacha para que le alcance.

-Feliz cumpleaños, príncipe.- le mira con una sonrisa orgullosa.

-¿A dónde estabas? ¡Quería verte por la mañana!- Dae abultó los labios en un puchero.

-Yo también quería, mi vida, pero tuve que ir a encargarme de algo importantísimo en la empresa.- le explicó, lamentándolo- Igual ya estoy aquí. Ah, y te he traído un regalo que no te lo vas a creer.- exhibió lo que escondía detrás de la espalda.

Pude ver brillar los ojos de nuestro hijo desde aquí.- Wow, ¿qué es? ¡se ve grande!- dice mientras tiene la caja entre manos.

Parece que pesa, por lo que la coloca en el suelo y se arrodilla. Entonces empieza a desarmar el envoltorio, yo cruzo los brazos desde mi sitio mientras él intenta descubrir de que se trataba.

—¡No puede ser!— Dae dijo con euforia.

—¿Qué es?— me acerco a mirar.

Unos patines.

—¡Wow! ¡Appa, gracias!— dice tocando los patines ensimismado.

—De nada, campeón. Toodo tuyo.— le acaricia el pelo como acostumbra a hacer.

Dae-hyun, de pronto, guiado por la emoción, lo abraza. Taehyung se sorprende y sonríe mirándome.

—Eres el mejor papá de todos. Te amo mucho, appa.— le confesó con un sentimentalismo que nos hizo reír de ternura.

—Y yo a ti, bebé.— Taehyung le regaló una sonrisa sincera y un beso en la frente.— Por cierto, hay ya algunos niños de tu salón abajo.

—¿En serio?— Dae salta contento.

Tae movió la cabeza en asentimiento.— Ten— tapó la caja con la respectiva tapa y se la dio en brazos— Guarda los patines ahora y más tarde tal vez los uses ¿ estamos de acuerdo?

—Sí.

—Además hay que saber estar en ellos.— digo yo ayudándolo con la caja y poniéndola sobre la cama.

—Ya quiero aprender y andar muucho en ellos.— dijo mirando a su papá.

—Vale, ve a la fiesta, mamá y yo bajamos ahora.

—Sí.— Dae-hyun asintió como acordándose de algo importante que tenía pendiente hacer.

Taehyung le dio un último beso en la cabeza antes de que se marchase corriendo.

—Amor— le llamo y mi niño voltea.

Yo le lanzo un beso y el imita mi gesto cariñoso antes de desparecer por el marco de la puerta.

Tae se levanta del suelo sacudiéndose un poco el pantalón y se me arrima para plantar un casto beso en mis labios, el cual yo obviamente le acepto, abrazando su torso inconscientemente.

—¿Todo bien? Casi ni pudimos hablar por la mañana, estabas apurado.— le pregunto.

Él suspira.— Sí. Unos trabajadores en una de las fabricas estaban robando mercancía en grandes cantidades. Llevaban tiempo haciéndolo , los muy imbeciles.— desvia la mirada molesto— Menos mal que los hemos descubierto.

—¿Y se solucionó?— sigo preguntando.

—Mhm, he ido a hacerme cargo de ellos. La deuda con la empresa no la pagarán ni en el doble del tiempo que emplearon robando.

—Vaya lío ¿no?— comenté pensativa.

Pero Tae negó sonriendo.— Nah. No es la primera vez que pasa, es normal, y sé que seguirá pasando.

—Bueno... ¿bajamos? Hay que estar con Dae-hyun.— dije.

—Tengo que cambiarme.— dice él y miro que trae la ropa formal de trabajar aún.

—Uh, sí, ve, te esperaré aquí.

Tae se aleja pero antes de soltarme por completo me besa de nuevo haciéndome sonreír.

(...)

—Digan "chis"— Lisa sostiene el celular horizontal mientras Elshie y Dae obedecen de lo más tiernos, sobre todo Elshie, que es cute solo de verla y tiene una sonrisita hermosa y adorable.

La niña tiene los ojos verdes de mi hermano y el cabello rubio de mi amiga. Es de piel blanca, y esos cachetes rellenitos son la razón principal de la ternura desbordante que posee.

El flash alumbra con la segunda foto, pero algo llama más la atención a mi derecha, y definitivamente prefiero quedarme mirando hacia allá. Crucé los brazos y me apoyé en la columna que tengo al costado poniéndome cómoda para disfrutar de la vista.

Veo como Taehyung levanta en brazos a Tae-yang y le hace monerías en el aire sacándole esas risitas que sin duda me agregan ganas de vivir cada vez que las escucho, pero Hyun-Bae comienza a llorar desde el suelo y entonces tiene que agacharse y consentir a los dos al cargarlos a ambos en cada brazo.

Tae-yang señala hacia la ristra de globos que hay amarrados a una columna de plástico de decoración así que Taehyung los lleva hasta allíy hace que uno de los del marketing que contratamos desate dos para entregar uno a cada uno. Mis bebés juegan entre ellos a golpearse con los globos cuando los tienen y en eso Tae-yang parece jugar muy pesado y hace lloriquear a Hyun-Bae.

Casi puedo a escuchar a Taehyung diciéndoles que no jueguen así. No me resistí y caminé hacia ellos.

—Hola amorees~ — besé la pancita de ambos y luego sus mejillas.

—Mamii— canturrea Hyun-Bae, que se encontraba algo perdido mientras sostenía su globito color rosado y tenía un pequeño puchero en la boquita.

—Hola corazón, ven aquí, ven.—lo tomo de las axilas y lo paso a mis brazos.—Ayh, ¿pero qué estás comiendo? Pesas mucho.

Hyun-Bae sonrió y me tocó las mejillas.— Mira, qué bonita. Mira, papá! — le habla con insistencia a Taehyung, todavía con sus manitas en mis mejillas.

—Oww, ¿mamá está bonita?— rocé mi nariz con la suya.

—Sí!

—Pero claro que sí, la más bonita de todas. — Tae se acercó a dejar un casto beso en mi mejilla y luego de una cálida y sincera sonrisa puso otro en mi frente.

De repente se escucha un silbato y ambos volteamos de inmediato —Hey, chicos! ¡Vengan todos, únanse! ¡El show está por comenzar!— Lisa tiene a Elshie en brazos con un gorrito en la cabeza mientras mira a los niños correr y agruparse alrededor de su mamá.

Habíamos contratado a un payaso para hacer el cumpleaños más divertido. De hecho hemos hecho todo lo posible para que este día sea especial para nuestro hijo, y hasta ahora todo indicaba que estaba siendo así.

—¡Vamos, vamos, papá! ¡Vamos al show!—Tae-yang forma un alboroto en los brazos de su padre.

—Oh, claro que sí, hijo, ve.— dice Tae poniéndole en el suelo entre carcajadas.

Tae-yang  se va corriendo a penas puede.

—¡Hey! — Hyun-Bae hace lo posible por alcanzarlo en cuanto le bajo de mis brazos.

—¡No corran!— la orden de Taehyung es nula frente a la energía de ambos, y yo solo me río viéndole negar con la cabeza rendido.

Nos quedamos a mirar cono el payaso aparecía desde atrás de las cortinas y los críos gritaban entre emocionados y asustados. El hombre disfrazado comenzó a hablar y busqué enseguida los rostros de mis hijos. Dae estaba sentado junto a su amigo más cercano, Yuk-jul, mientras que los gemelos estaban sentándose al frente con ayuda de Lisa, quien intentaba integrar a Elshie al grupo, pero esta solo lloraba asustada.

Dos conocidos brazos me abrazan por detrás, lo cual me sorprende pero no me desagrada en lo absoluto. Sobo el antebrazo tatuado de mi esposo con cariño y el me besa la cabeza.

—Uhm ¿Cual shampoo es este? Huele delicioso.— dice y se me dibuja una sonrisa automáticamente, se que no lo diece en serio, solo ama olerme y halagarme.

—El mismo de siempre, amor.— alzo la cabeza y busco su mirada, él me besa y sonreímos al mismo tiempo.

En eso vemos a Eun-Sang acercarse a nosotros y pararse junto a nuestro lado. Pero tiene los brazos cruzados, y conociéndola debe estar molesta por algo que también me imagino qué es.

—¿Y tu novio?

—Christian es mi amigo.— responde seca ,y mira a Tae antes de lanzarme un dardo con los ojos.

Me río y ella me mira ofendida —Sí, como sea, ¿no viene?

—¿Qué son esas miraditas?— Taehyung nos otea con sospecha a ambas.

—¿Eh?

—¿Eh?

Tensión.

—Ay, papá, no es nada.— Eun-Sang rueda los ojos.

Cuando vuelvo la vista al frente distingo a alguien nuevo.—Oh ¿Ese no es Christian?

Miro a mi hija, ella se tensa y se toca el cabello nerviosa mientras el niño parece estarle buscando con algo de vergüenza. Eun alza una mano para llamar su atención y camina a prisa hacia él.

—¿Ese no es el que viene a estudiar a veces?

—Sí.

—¿Y qué pasa, van a estudiar hoy también?— habla, me imagino su ceja alzada.

—Supongo que hoy no.— encojo los hombros.

—Él no me agrada.— Taehyung los persigue serio con la mirada.

—Ay por favor, ¿y a ti quién te agrada? — giro sobre mis talones sonriendo. Le tomo de las mejillas y le obligo a mirarme. Entonces me permito detallar su rostro con devoción, no deja de parecerme increíblemente guapo, no importa cuanto lo mire.

—¿Qué pasa?— me pregunta él confundido.

—Sabes que te amo ¿verdad?— lo miro a los ojos. Tae sonríe y asiente.

—Igual que yo a ti.— murmuró.

—Soy feliz contigo, ¿lo sabes?— Tae continúa mirándome.

—Tú también me haces feliz, nena.— me dijo, y juntó su frente con la mía suspirando — inexplicablemente feliz.

—Todavía nos falta uno.— siguió diciendo.

—¿Un qué?— lo miro perdida.

—Un bebé.

—Ayy, vamos.— me aparto sin poder creer que haya sacado ese tema.

—Pero ¿qué pasa?

—El parto duele, Kim, confórmate.

—¿Y qué con eso? A mi me duele la cintura cuando estoy engendrándolos y no me quejo.

Entreabro los labios mirándole incrédula.

—Voy a hacer como que no oí eso.

.

.

.

El últimooo 🙃

Espero que lo hayan disfrutado como el primero 😁😊

Bye besitos ~❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro