Nayeon sabía que se estaba dejando llevar por los celos, pero nada podía hacer. Sus emociones eran más fuertes.

— Mina. —Llamó la atención de la pelirroja, quien al escuchar su nombre se dió vuelta, sorprendiéndose de que haya sido la castaña quien la haya nombrado.

—¿Qué deseas, Nayeon? —Le sonrió.

—Quiero hablar contigo ¿No puedo? —Alzó una ceja.

—Oh, si, claro que sí puedes... Pero, ¿No deberías estar llendo a casa?

—He cambiado mis planes. Camina. —Dijo, mientras era seguida por Mina, quien se encontraba sonriente— ¿Por qué tan feliz, Myoui? ¿Ha pasado algo tan bueno?.– Preguntó, queriendo saber si eso era motivo de Chaeyoung, o no.

—Oh, si. Me han pasado cosas muy buenas —Sonrió aún más.

—Ya veo, así que no pierdes el tiempo. —Rodó los ojos. Por supuesto que era por Chaeyoung esa estúpida sonrisa que tenía en su estúpido rostro.

—¿Yo? Pues la verdad... Creo que si estoy perdiendo el tiempo. —Dijo, parando en seco. La castaña se dió vuelta al ver he Lisa no caminaba.— Me he enamorado de una chica, y no he tenido el valor de confesárselo hasta ahora... O sea, me dí cuenta ayer. —Dijo, acercándose a la castaña. Por dentro, la omega, estaba hecha una furia ¿Como que ayer se dió cuenta? ¿Hacerle perder su virginidad le había hecho saber que estaba enamorada de Chaeyoung? No podía ser más humillante.

—Espero que te vaya bien con esa chica. —Dijo, para darse vuelta, y no mirarla. Pero la pelirroja la abrazó por la espalda.— ¿Q-qué haces? —Se removió nerviosa.

—Nayeon, a veces eres muy cabeza dura, ¿No? —¿Cómo se atrevía a insultarla?

—¡Tonta! —Dijo lo primero que se le vino a la mente, y se soltó del abrazo. Mina la afirmó antes de que se fuera, y la acercó a su cuerpo. Sus rostros estaban muy cerca, y con la sonrisa que tenía la pelirroja en el rostro, la cara de Nayeon enrojecía aún más.

—¿Aún no entiendes, Nayeon? —Cerró sus ojos, y se acercó más. Le dió un beso que destruyó todas las fuerzas que oponía la castaña. No podía entender lo que pasaba, ni por qué no oponía resistencia alguna. ¿Por qué le encantaba tanto?, ¿Era porque estaba en celo? Antes de que pudiera pensar más, Mina detuvo el beso, y se separó un poquito para mirarla directamente a aquellos ojos que en ningún momento se habían cerrado.— Esa chica eres tú, Nayeon. De tí es de quien me he enamorado. —Le sonrió.

Nayeon estaba perpleja. No podía entender qué es lo que estaba pasando. ¿Cómo había cambiado todo drásticamente?, ¿En qué minuto la chica que odiaba se convirtió en su vicio?, ¿Era solamente por que estaba en celo?. Tal vez Mina solo se dejaba llevar por las feromonas que soltaba su cuerpo... Tal vez no era real, y solo estaba hechizada con eso. Cuando termine su tiempo de celo, Mina se dará cuenta de que aquello, no es algo más que pasajero...

Por alguna razón le dolía pensar eso...