❃III

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


En el capítulo anterior...

—Bueno, ya casi tenemos que irnos —dijo Vladimir y yo miré la hora y es cierto, se nos hacía tarde—. Amor, ¿puedes ayudar a Alyona?

—Claro que sí.

Rita me mostró el baño y me prestó productos nuevos que ella tenía guardados. Incluso tenía bragas nuevas.

Me duché y me vestí, Rita me ayudó a recoger mi cabello en una trenza, para poder meterlo en el casco, fue un poco complicado, pero no imposible.

Me maquilló sencilla y listo.

—Muchas gracias por todo Rita, espero que tú y Vladimir puedan ser muy felices.

—Gracias a ti nena, adiós.

Capítulo III

"No siempre obtendrás lo que quieres, por eso debes aprender a aceptar lo que tienes"

Vladimir se fue en su auto y yo en el mío, de paso hicimos una pequeña carrera, eso me ayudó a practicar un poco.

Lo malo fue que Vladimir te ganó.

Eso es cierto, pero para la carrera será diferente.

Eso espero.

Siempre esperas grandes cosas de mi, ¿Cierto?

Si lo hago y siempre me dejas en ridículo.

Estás exagerando.

Ya mejor presta atención a tu alrededor.

Tienes razón, un pequeño descuido y puedo ser descubierta por alguien que me conozca.

Preocúpate por los que quieran arruinar tu auto.

Eso hago, pero este casco apenas me deja ver.

Solo lo usarás fuera del auto.

Si, pero en definitiva este lugar había cambiado por completo, antes no venía tanta gente como ahora, remodelaron el edificio y el puesto de bebidas.

Si, cambiaron todo, menos la calle en la que correrán.

Hablando de correr, ¿serán buenos mis contrincantes?

Lo sabrás cuando los veas correr.

Maravillosa respuesta.

Soy el mejor subconsciente.

No es que seas el mejor, es que tienes vida propia.

Umm, no puedo mentirte en eso.

Parecemos dos personas distintas.

De eso se trata ser subconsciente, ¿no?

No, en realidad no.

Bueno da igual, concéntrate en ganar.

Si si, lo que digas, además, es obvio que ganaré.

Tú y tu ego.

—Corredores participantes, en sus respectivos autos favor de colocarse detrás de la línea amarilla. No son permitidas ningún tipo de trampas o ataques a su contrincante. En un minuto iniciará la carrera.

Ya es hora.

Gana esa carrera.

Ya verás.

Me subí a mí auto y conduje hasta la línea amarilla, miré a mi izquierda y pude apreciar un Koenigsegg Agera LM, de color amarillo y a mí derecha un Audi RS A5, rojo con blanco. Los otros autos hacían rugir sus motores, pero yo esperé unos segundos antes de que iniciará la carrera, después de todo, confiaba plenamente en mi Camaro ZL1.

—Enciendan sus motores.

Y eso hice, mi auto rugió, escuchaba gritos de parte del público y me hacía recordar mis viejos tiempos, cuando ganaba carrera tras carrera, la adrenalina y el sudor frío eran lo más excitante.

—3... 2.. 1

Cuando escuché sonar aquel disparo mi mente se nubló por un momento, había olvidado que para iniciar una carrera disparaban al aire. Aceleré lo más que pude para tratar de alcanzar a los otros corredores y lo logré, rebasaba auto tras auto, hasta quedar de tercera. la persona que estaba frente a mí no me daba espacio para rebasarlo, pero si así es como quiere jugar, jugaremos.

A mí izquierda había una pequeña montaña de tierra, era arriesgado, no sabía si la tierra estaría dura o si se desprenderia, pero tenía que intentarlo, después de todo vine aquí a ganar.

Me pasé al lado izquierdo y cuando íbamos a pasar una curva subí el auto a la montaña de tierra, yo misma no creía que lo hacía y gracias al altísimo la tierra estaba dura. Al final pude rebasarlo, el estaba tan sorprendido que freno de golpe, otro auto lo golpeó por detrás, haciendo que se quedarán atrás, pero igual venían más autos detrás de mí, ahora la única solución era rebasar al primer conductor.

Esto si lo veía un poquito complicado, literalmente el primer conductor iba muy rápido, así que si quería llegar a el, tendría que pisar fondo y eso hice.

Era alguien inteligente eso podía notarlo, se dio cuenta de lo que pasó detrás de él y aprovechó para acelerar. Sino lo alcanzo, me temo que perderé.

Traté de llegar a su lado y lo hice, ya estábamos a punto de cruzar la meta y en ese momento un auto le dio un golpe al mío por detrás y no lo duden, mi auto dio una vuelta en el aire y volvió a caer derecho en el suelo, pero para cuando pude reaccionar, ya el otro conductor había ganado.

Tranquila, no fue tu culpa.

Lo sé.

Hace mucho no corrías, no podías evitar ese golpe.

Vladimir estará decepcionado.

Ya verás que no, probablemente se enoje más con el idiota que te chocó.

Si, seguro que si.

Además, ¿viste esa vuelta en el aire?

Fue genial, ¿cierto?

Claro que lo fue, estuviste increíble y cuando subiste por la montaña de tierra, me emocioné mucho.

Tú si sabes como animarme.

Lo digo en serio.

Lo sé.

—Tenemos al ganador, ¿algunas palabras?—escuché a la chica con el micrófono.

—No, pero quiero felicitar a la persona que ganó en segundo lugar.

Tú fuiste quien ganó en segundo lugar, ¿verdad?

Si, fui yo, ¿por que quiere felicitarme?

—¿Podría la persona que ganó en segundo lugar pasar por aquí?

¿Irás?

No, me largo de aquí.

—Espera —sentí como me sujetaron el brazo, impidiendo que me fuera.

—¿Qué quieres? —le dije muy cortante.

—Solo quería felicitarte, me pareció muy increíble lo que hiciste y cuando tú auto dio esa vuelta, fue muy bueno.

—Gracias —dije un poco avergonzada.

—Soy Jayden, ¿tú eres? —amablemente me estrechó la mano.

—Soy Anya —mentí, aunque mi madre siempre dice que soy Anya Alyona, pero no se porque.

—Mucho gusto, ¿te apetece tomar algo?

—¿Contigo?

—Si, ¿por qué no? ¿tienes novio?

—No, no tengo, pero no por eso dejaría de tomarme un trago.

—Entonces vamos.

Y eso hicimos, nos acercamos a la barra, el pidió por ambos y casualmente acertó con el mío.

—¿Acerté? -me preguntó.

—Si, mágicamente lo hiciste.

—Genial entonces, creí que tendría que tomarme ambos —dijo y yo reí— ¿Cuántos años tienes?

—Hace poco cumplí mis 18, ¿y tú?

—En un mes cumpliré mis 20.

—Creí que eras mayor.

—¿Porqué? ¿Te gustan mayores? —dijo con una mirada pícara y yo me sonrojé.

—No, lo decía por tu físico.

—¿Mi físico? ¿Me ves bien con ese casco? —cierto, yo aún tenía puesto mi casco— ¿Te lo quitarás?

¿Lo harás?

No lo sé, aunque no creo que tenga nada de malo, aquí no hay mucha gente.

Bueno, es tu decisión.

Lentamente me quité el casco y ahora sí que pude verlo bien, era un chico muy guapo, tenía un hermoso cabello negro azabache, unas cejas igual de negras y en perfecta armonía con su rostro, unos ojos azules como el mar, labios carnosos en un tono rosa claro, rostro perfilado y ni hablar de su cuerpo, el chico era perfecto.

—¿Te gusta lo que ves? —me preguntó y yo reaccioné.

—No te halagues tanto —dije rodando los ojos, él sonrió, iba a decirme algo, pero en ese momento llegó el bartender con nuestros tragos-. Gracias -le dije.

—Tu eres muy hermosa —dijo y yo me sonrojé, lo malo es que esta vez no tenía el casco.

—Gracias —dije y bebí de mí trago.

—Eres una tomando.

—Tuve que aprender.

—¿Tuviste que aprender?

—Si, mi padre me envía a algunos eventos, por lo que tuve que aprender, para no "avergonzarlo" —dije haciendo comillas con los dedos.

—Eso está mal, una dama no debería de tomar tanto.

—Ya estoy acostumbrada, así que no importa.

—Bueno, es tu pasado, no preguntaré más —y le estaba agradecida por eso, no quería seguir hablando de todo lo que tuvo que soportar y aprender en mi niñez, por culpa de mí padre.

—Gracias, mejor cuéntame de ti, debes de tener mucho que contar.

—No soy tan interesante, solo un chico que viajó de Estados Unidos en busca de diversión.

—¿Eres de Estados Unidos? —le pregunté y recordé a James.

—Si, ¿no te agradan los estadounidenses?

—No, no es eso, es que hablas el ruso muy fluido.

—¡Ah! Muchas gracias, lo aprendí de pequeño, por lo que tengo mucho dominio.

—Entiendo, entonces, ¿viniste buscando diversión?

—Si, quiero disfrutar un poco más de mí adolescencia, pronto tendré que hacerme cargo de algunas cosas.

—Comprendo, además de las carreras, ¿qué otro método de diversión conoces? —dije riendo.

—Muy graciosa, pues lo normal sería ir de fiesta y hacer amigos nuevos, tal vez conocer alguna chica que llame mi atención.

—¿Ah sí? ¿Has visto a alguna que llame tu atención? —pregunté ansiosa, no se porque, pero quería que su respuesta fuera yo.

—Pues si, hay una, la tengo enfrente —dijo y me miró a los ojos, su mirada era penetrante, aquellos ojos no estaban solo para mirar, encantaban a cualquiera que los apreciara.

—¿Hablas de mi? —pregunté ingenua.

—Bueno, no tengo a otra chica frente a mí —rió y yo pude apreciar su sonrisa, deifinitamente no había otra sonrisa igual en el mundo.

—Bueno, estoy alagada de haber llamado tu atención, pero ya me tengo que ir —dije y el puso una cara de decepción, ¿no quería que me fuera?

Ya te dijo que le llamás la atención, es obvio que quiere seguir hablando contigo.

¿Debería darle mi número?

Espera a que el te lo pida.

Pero, ¿y si no lo hace?

Si no lo hace, no volverás a saber de el, hasta que el destino los reúna de nuevo.

¿El destino?

Si, el destino los unió hoy, imagínate que no hubieras vuelto a correr, no habrías podido conocerlo.

Tienes razón, aunque también pudo ser coincidencia.

¿Te parece?

No, en realidad no. Yo traía mi casco, por lo que él no sabía si yo era una chica linda o no y aún así decidió invitarme a un trago y hablar conmigo.

¿Ves?

Si, si veo, desde que nací.

Muy graciosa señorita sarcasmo.

La señorita sarcasmo eres tú, tranquila, no te quitaré el título.

Mejor presta atención.

—¿En serio tienes que irte?

—Si, no puedo llegar tarde a casa.

—Esta bien, ¿podrías dejarme tu número?

—¿Mi número?

—Si, así puedo contactarte y me das un tour por tu ciudad.

—Me parece bien, puedo llevarte a muchos lugares, anota. —le dije, el saco su celular y yo le dicté mi número.

—Adios Alyona, fue un gusto conocerte.

—Igual, adiós Jayden.

Subí a mí auto y empecé a conducir. Era un chico muy guapo y amable, gracioso y adulador.

¿Te gusta?

No, ¿cómo crees que me va a gustar alguien tan rápido?

¡Alyona!

¿Qué pasa?

Te fuiste por el camino equivocado.

¿Qué?

Miré la calle y era cierto, estaba tan embobada pensando en Jayden, que me fui por la calle equivocada.

Devolverme es imposible, tendré que seguir y conseguir volver a la carretera.

¿Esta calle a dónde va?

Creo que es a un campo.

Que divertido.

No, no es divertido, es un lugar que no permite el acceso a personas desconocidas.

Ya no es divertido.

No te preocupes, encontraré un atajo.

Deprisa sal de aquí.

¿Qué te pasa?

No lo sé.

Normalmente no eres así de asustadiza.

Deja de decir tonterías, sal de aquí.

Ya voy, calmate, no nos pasará nada.

Rápido, sacame de aquí.

¿Qué rayos tienes? ¡Reacciona!

Perdona, es solo que recordé algo.

¿Recordaste algo?

Si.

¿Cómo puedes tener recuerdos que yo no tengo?

Son recuerdos míos no tuyos.

Se te olvida que somos la misma persona.

Estoy empezando a pensar que no.

¿Por qué?

Tengo recuerdos extraños.

¿Qué clase de recuerdos?

Recuerdos de la formación de mí cuerpo.

¿De qué hablas?

Alyona, creo que yo era una bebé, yo también iba a nacer, pero no se porque no me dejaron, no me dieron acceso, me impidieron la entrada a este mundo.

Trata de calmarte, ¿es en serio?

¿Te he mentido alguna vez?

Es que todo se escucha muy raro.

Olvídalo, solo estoy cansada.

¿Eso te parece cansancio?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro