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Maratón (1/5)


Cuando Jimin iba a cruzar por el otro lado de la calle. Sus miradas se cruzaron. La electricidad le recorrió la espina dorsal y Jimin tardó un tiempo más en empezar a caminar después de que pasara el último coche.

Se mantuvo a medio metro de él. Era como si el ruido del exterior desapareciera.

—Hola —dijo por fin, extrañamente sin aliento.

—Hola. —Jungkook se metió las manos en los bolsillos—. ¿Qué tal el almuerzo?

—Bien. —Jimin se apartó un mechón que caía en su fuente—. ¿Qué tal... tu día?

—Le gané a Kim en tenis. Estaba enfadado —sonrió—. Buen día.

Solo habían pasado dos días, pero Jimin ya lo echaba de menos. Su humor seco, sus sonrisas, incluso su ceño fruncido.

Los ojos de Jungkook y su boca se volvieron sombríos.

—Quería disculparme —dijo—. Por lo de esa noche. Tenías razón. Debería haberme esforzado más por entender de dónde venías en lugar de... emboscarte cuando llegamos a casa.

Su voz tenía la rigidez de alguien que se disculpa por primera vez, pero la sinceridad subyacente derritió cualquier rencor que pudiera tener Jimin.

—Tú también tenías razón —confesó—. No me gusta admitirlo en voz alta, pero soy diferente con mis padres. Ojalá no lo fuera, pero... —soltó un suspiro—. Hay algunas cosas que quizá sean demasiado tarde para cambiar.

—Nunca es demasiado tarde para cambiar —los ojos de Jungkook se suavisaron—. Eres jodidamente perfecto tal y como eres. Si tus padres no pueden verlo, pues ellos se lo pierden.

—Quizá me ponga ropa casual en nuestra próxima cena —bromeó Jimin a medias—. Para darle un poco de sabor a las cosas.

—La ropa casual te sienta mejor, de todos modos. La próxima vez que nos visiten por sorpresa, también podemos decirles que hemos contraído un terrible bichos estomacal muy contagioso y encerrarnos en nuestra casa hasta que se vayan.

—Hmm, me gusta. Pero, ¿qué haríamos encerrados todo el día en el apartamento?

Una sonrisa malvada apareció en el rostro de Jungkook.

—Se me ocurren algunas cosas.

Jimin sonrió.

—Estoy seguro de que sí. Entonces... —cambió de tema—. ¿Tienes algún plan para el resto del día?

—Sí —Jungkook deslizó su mano hacia la de su prometido, la acción fue tan casual y natural—. Lo voy a pasar contigo.

Un cosquilleo recorrió el cuerpo de Jimin. A veces, los momentos más significativos son los pequeños.

—Perfecto.



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