Capítulo 15 pt. 2

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—Así que... ¿Participas en estas carreras? —preguntó Ricky de manera seria en cuanto entramos en su coche.

—Yo... Sí... —Murmuré sin saber bien que decir mientras me ponía el cinturón de seguridad.

—Sabía que eras un poco problemática, pero nunca pensé que tanto. —Pude ver como su rostro cambió escasos segundos después de decir aquello. Sabía que la había cagado. —Lo que quiero decir es que, ese no es un lugar para ti...

Me giré y le miré fijamente a la cara. —¿Y para ti lo es, niño de mamá?

—HeeJin...

—Estoy harta de que la gente me diga lo que es bueno o no para mí. —Le respondí molesta. —Es mi vida, joder...

El chico se acercó a mí. —Corazón, lo digo porque me importas. Yo me he presentado hoy porque uno de mis amigos había perdido una apuesta con un tío de aquí y no quería tener problemas.

«Así que eran ellos quienes se han metido en problemas con Jeong.»

—¿Y te crees que yo estoy aquí porque quiero? —Dije apretando los puños contra el asiento. —Estoy aquí porque mis amigos necesitan dinero, joder. Quiero que Hao y HanBin tengan un buen futuro... —Murmuré mientras intentaba no llorar. —¿Tan mala persona me hace el estar simplemente como espectadora y apostar dinero por ellos porque realmente lo necesitan? HanBin y Hao se matan a trabajar entre semana y los fines de semana si es necesario porque necesitan pagar los gastos que pide el instituto y las cosas que necesitan porque sus padres no ganan lo suficiente... —No pude evitar que algunas lágrimas se escaparan de mis ojos. —Si estoy metida ahí es porque mis amigos y yo les queremos dar todo el dinero que se merecen para poder pagar una buena universidad y poder llegar a fin de mes en sus casas...

«Por fin lo había soltado todo...»

Ricky pasó su mano por una de las lágrimas que escapaba de mis ojos. —Eres un ángel. —El chico dejó un beso en mi frente. —Te llevaré a casa.

—Gracias... —Murmuré mientras secaba las lágrimas que se habían escapado de mis ojos.

Ricky arrancó el coche y dejó su mano en mi pierna, aquello me sorprendió y no pude evitar llevar mi vista a la ventana para no pensar en nada.

Vi como aparcaba en el mismo estacionamiento que había cerca del parque de mi casa. Donde ya me dejó una vez con su moto.

—¿Qué hacemos aquí? —Pregunté.

—Lo siento, es que no sé qué me pasa cuando estoy contigo. —Soltó como si nada. —Desde que te dije que me gustabas no he podido dejar de pensar en ti y después de lo que me has contado que haces por tus amigos, muchísimo menos.

—Ricky...

—HeeJin, de verdad que no puedo verte como la hermana de ChanHee y MinHee. —Dijo mientras sujetaba mis manos entre las suyas. —Lo intenté al principio, pero... Cuando te vi en el hospital... El día que tu madre te sacó arrastras... Me sentí completamente impotente al ver como tu madre te gritaba y yo no podía hacer nada que no fuera mirar. —Ricky agacho la mirada.

—¿Por qué siempre tienes que verme en mis momentos más vergonzosos?

El chico soltó una ligera risa antes de decir: —Es lindo.

—Es humillante.

—De verdad que me gustaría que te enamores de mí... —El chico pasó su mano por mi mejilla. —Mi corazón me pide a gritos que te proteja...

Estaba totalmente sorprendida, esperaba que dijera cualquier tontería menos esa.

Ricky se acercó lentamente hacia mis labios, pensé que me besaría como llevamos haciendo estos últimos días, pero solo se quedó mirándolos con detenimiento un par de segundos antes de levantar la vista hacia mis ojos.

—¿Me dejas?

No lo pensé y corté la poca distancia que quedaba para besarle, al principio parecía sorprendido, siempre se sorprendía cuando yo tomaba la iniciativa, casi instantáneamente comenzó a seguirme el beso.

Ricky desabrochó su cinturón de seguridad y yo hice lo mismo con el mío. Sentí sus manos pasar por debajo de mi ropa y tocar mi espalda. El frío tacto de sus manos hizo que me estremeciera. Ricky intentaba acercarme más a él e intentaba que pasará al asiento en el que se encontraba. Pasé mis piernas por encima de la palanca de cambios y de su asiento y me coloqué a horcajadas sobre sus piernas.
Nuestros besos se descontrolaron y sus labios viajaron hacia mí cuello. Cuando sentí que sus manos intentaban quitar mi ropa fue cuando entré en pánico.

—¡No! ¡Para!

Ricky se detuvo al instante en el que dije que 'No'. Me calme cuando el chico aparto sus labios de mi cuello y separó sus manos de mi cuerpo.

Rápidamente volví al asiento del copiloto avergonzada y arrepentida por lo que había hecho. —Perdón, yo...

—Ha sido culpa mía. —Respondió el chico. —Me he aprovechado de la situación.

Me acerque a su mejilla y deposite un beso en esta, Ricky me miró sorprendido.

—No tienes que intentar que me enamore de ti porque creo que yo... —Murmuré antes de dejar un beso en la comisura de sus labios. —Pienso muchísimo en ti, y mi corazón se emociona cuando lo hago.

El chico me miró a los ojos embobado. —Se mi novia.

Yo solté una pequeña risa. —No.

El brillito de sus ojos se apagó. —¿No? ¿Cómo qué no?

—Tenemos que conocernos más, no solo besarnos y enviarnos mensajitos. —No pude resistirme y volví a dejar un beso en la comisura de sus labios.

—¿Y después serás mi novia?

Yo asentí con la cabeza. —Quizás...

El chico tomó mi cara entre sus manos y comenzó a besar todo mi rostro.

—¡Ricky! —Me quejé riendo.

—Me encantas tanto... —Dijo emocionado. Yo no pude evitar reír al ver como sus marcados pómulos se tornaban de un rosa pastel.

Dejé un sonoro beso en la comisura de sus labios y me bajé del coche. Estaba a una calle de distancia de mi casa y no quería involucrarle en nada.
Decidí entrar por la puerta trasera la cual siempre solía estar abierta. Sorprendentemente esta vez estaba cerrada. Bufé, molesta y camine hacia el patio.

«Quizás si subo al árbol podría entrar a casa desde la habitación de ChanHee...»

Decidí hacerlo y subí con cuidado ya que algunas de las ramas de aquel árbol eran bastante delgadas. Vi la ventana de ChanHee cerrada, por lo que saque mi móvil del bolsillo y busque su contacto para llamarle, me sorprendió ver que la última llamada que le hice fue hace casi un año...

¡Llamar a una ambulancia!

—¡EunBin!

Mis nuevos amigos y yo corrimos hasta donde se encontraba EunBin. Zhang Hao y HanBin la tomaron entre sus brazos.

—¡EunBin! Amor, por favor abre los ojos. —Zhang Hao agitaba su cuerpo.

Al ver el cuerpo de EunBin, sentí como mi cuerpo se congelaba y me llevé las manos a la boca horrorizada. Sentí como tapaban mis ojos y como me abrazaban para evitar que viera aquello.

—Kim JiWoong...

—HeeJin, será mejor que no mires. —Dijo el chico acercándome más a su pecho.

—Esos hijos de puta se han largado. —Dijo EunChae mientras llegaba al lugar antes de soltar un grito de terror.

Giré la cabeza levemente al ver a EunChae acercarse a través del cabello que tapaba mi vista. Vi como la chica a la que había conocido hace ya unos tres meses comenzó a llorar al ver a la mayor. JiWoong estiró su brazo y atrajo a EunChae hacia nosotros para abrazarla también y evitar que viéramos el cuerpo de EunBin.

Mi cuerpo temblaba levemente. Mis amigos y yo nos encontrábamos en el hospital. HanBin y Zhang Hao tenían las manos llenas de sangre y HanBin no dejaba de moverse de un sitio a otro.

El médico no tardó en salir para darnos la peor noticia del mundo.

—La señorita Sung EunBin ha fallecido. No hemos podido hacer nada, el golpe y la pérdida de sangre ha sido demasiado.

HanBin se derrumbó en el suelo mientras que Zhang Hao le abrazaba con el rostro completamente lleno de lágrimas, yo comencé a llorar y sentí como me comenzaba a faltar el aire, me estaba costando muchísimo respirar. JiWoong me sostuvo antes de caer al suelo, gritó asustado, cogió mi móvil y llamó al primer contacto que tenía en favoritos.

Y ese fue ChanHee.
Presione el contacto de ChanHee para poder llamarlo. Vi como una pequeña luz apareció en su habitación.

"¿S-sí?"

Su voz sonó ronca. Probablemente lo había despertado, puesto que eran casi las cuatro de la mañana.

"¿Puedes abrir tu ventana?"

"¿HeeJin?" —ChanHee se aclaró la voz, confuso. —"¿A qué te refieres con...?"

"Solo abre la ventana por favor."

A los pocos segundos vi como la ventana del dormitorio de ChanHee se abrió de par en par y como abrió los ojos asustados y soltó un pequeño grito al verme subida al árbol.

—HeeJin, pero ¿¡Qué cojones!?

—Apártate si no quieres que te lleve por delante. —Dije antes de que él se apartará de la ventana y yo saltará hacia esta.

—¿No podías entrar por la puerta como una persona normal? Estúpida. —Me regaño mientras cerraba su ventana.

—Yo también te quiero, imbécil. —Solté. —Si la puerta estuviera abierta ¿Crees que habría tenido que entrar por tu ventana?

—¿Has salido? —Preguntó.

—No, es que me gusta entrar por ventanas ajenas como Spider-Man, es una afición que tengo. —Dije sarcásticamente.

—No me gusta el tono que estás usando conmigo HeeJin.

—Y a mí no me gusta verte la cara y yo no digo nada. —Le dije enfadada. Iba a irme de su habitación cuando ChanHee tiró de mi brazo.

Iba a quejarme cuando pasó su pulgar por mi labio, el cual todavía se estaba curando por culpa de los mordiscos que dejaba a veces Ricky sobre mis labios.

—No debieron golpearte. —Murmuró soltándome.

—Pero lo hicieron...

—¿Te has tomado algún antiinflamatorio o lo has desinfectado? —Preguntó.

—Umm... No. —Murmuré.

—Deberías haberlo hecho. —ChanHee volvió a sujetar mi brazo y me guio hasta su cama.

De uno de los cajones de su mesilla de noche sacó un pequeño cesto donde tenía algodones, agua oxigenada... Entre otros.

—¿Tan mal se ve? —Pregunté con algo de miedo.

Aunque la hinchazón de mi mejilla se desinflamo sin problemas, me daba miedo que mi labio se hubiera infectado porque Ricky siempre conseguía volver a abrirme la herida. 

—No, pero es por precaución. —Dijo pasando un pequeño algodón con agua oxigenada sobre mi labio.

—ChanHee, yo...

—No digas nada. —Se levantó y recogió las cosas. —No quiero discutir contigo a estas horas. Solo me provocaras dolor de cabeza.

—Lo siento. —Solté de repente.

Mi hermano se dio la vuelta, sorprendido. —¿Qué has dicho?

—Nada. —Dije rápidamente antes de salir corriendo a mi habitación.

[ . . . ]

Me desperté asustada. Me costaba respirar, como si algo estuviera apretando mi pecho, cogí el inhalador que estaba en mi mesilla de noche a toda velocidad para después sentir como aquella presión desaparecía.
Sentí las lágrimas deslizarse por mis mejillas y las sequé rápidamente y me levanté de mi cama y salí de mi habitación acompañada de mi pequeña almohada.
Mis pies me llevaron inconscientemente hasta la habitación de ChanHee. Toqué levemente su puerta antes de entrar.
Vi cómo se estiraba en la cama y buscaba su móvil para ver la hora.

—Joder Lee HeeJin, son las putas seis de la mañana y es domingo. —Se quejó con el ceño fruncido mientras se pasaba la mano por el pelo.

—Lo siento, es que yo... ¿Puedo dormir contigo? —Suplique apretando mi almohada entre mis brazos.

—¿Qué?

—Que si p...

—No, no. Si te he entendido... —Dijo frotando su cara. —Es que me ha sorprendido.

—Lo siento, yo... Iré a dormir con MinHee. —Dije rápidamente.

—Puedes dormir aquí, tonta. —ChanHee se movió y me hizo un espacio en su cama. Fui a toda velocidad hacia ella y me hice una bolita. —¿Una pesadilla?

—Sí... Otra vez... —Murmuré para mí misma.

—Pequeña tonta. —Dijo antes de abrazarme.

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