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Tzuyu amaba a Sana, la amaba con todo su corazón y su lobo también, pues la reconocía como su omega. Así que estaba totalmente loca por ella, le gustaba abrazarla, besarla, tenerla entre sus brazos para acariciarle el cabello, todo mientras veían series en su laptop, debajo de las sábanas y sobre todo, disfrutaba de marcarla con su aroma.

Amaba la suave lavanda que su novia portaba, pero últimamente no podía evitar marcarla con su fuerte y penetrante olor a canela, ya que le encantaba la combinación que se creaba entre ambos olores.

Tzuyu mentiría si no dijera que le parecía romántico oler su propio aroma sobre su preciosa novia, era algo que le aceleraba el corazón cada vez que sucedía y lo curioso es que Sana parecía no notarlo, siempre caminaba tranquila sin percatarse del aroma ajeno sobre ella.

Marcar a Sana de esa forma se había convertido en una pequeña adicción en la alfa, algo que simplemente disfrutaba en cada oportunidad, no solo por el resultado, también le gustaba el proceso, sentía que era algo de ambas, una mezcla de sus olores como esa denotaba lo enamoradas que estaban.

Por otro lado, Sana sabía que su novia era bastante apegada a ella y que sobre todo, podía llegar a parecer una cachorra caprichosa que solo quiere tenerla para ella sola, pero no le molestaba, de hecho se le hacía tierno cada vez que Tzuyu hundía su nariz en su cuello para refrescarse con el olor a lavanda que desprendía, todo mientras se aferraba a ella, como si tuviera miedo de que se fuera.

Al principio pensó que era algo exagerado, pues cuando pasaban tiempo juntas Tzuyu demandaba toda su atención como una niña pequeña y mimada, incluso podía hacer berrinche si Sana la ignoraba mientras hablaba.

Y a pesar de todo eso, Sana creía sinceramente que Tzuyu era la alfa más atenta, considerada y sobre todo, amorosa, porque ninguna de sus anteriores parejas demostraba amarla así de fuerte. Volvía más romántica la forma de actuar de la alfa porque no tenían una marca y aún así sentían un vínculo mutuo, menos fuerte que el que tendría una pareja enlazada, pero al menos podían sentir un poco el cambio de emociones en la otra.

Sana estaba enamorada de ella, sin duda alguna amaba sentir sus labios besandole las mejillas, pómulos, frente, labios y terminando con un piquito en su perfecta nariz.

Aunque algo que había comenzado a notar recientemente era la forma en que Tzuyu siempre le pedía un abrazo bastante largo y pegado cada vez que se despedían, pareciera que estaba desesperada por hacer algo al abrazarla, pero nunca hacía nada, solamente la rodeaba con sus largos brazos por varios minutos y después le pedía alzar un poco su rostro para poder olisquear ahí mientras la apretaba más contra sí misma. La primera vez que ocurrió, Sana creyó que era algo con una connotación más subida de tono, así que no supo que hacer, pero en cuanto supo que no era así, comenzó a relajarse y disfrutarlo.

Era raro, pero no la ponía incómoda así que le daba igual, sea lo que sea que estaba haciendo no la afectaba, al contrario, siempre que hacía eso un sentimiento cálido de seguridad inundaba su pecho y la hacía estar tranquila todo el día.

Estaba feliz de tener a Tzuyu con ella.

──────────────────────── ♡︎

Sana se encontraba caminando hacia el lugar donde se encontraría con su amiga Jihyo, ambas irían a comprar algo de ropa para pasar el rato y después decidirían en qué casa dormirían, si en la de Jihyo o en la de Sana, pues querían hacer una pijamada.

La japonesa caminaba sin ponerle mucha atención a su entorno, solamente estaba pensando en el regalo de aniversario que le daría a Tzuyu, aunque aún no estaba segura de qué haría exactamente.

Visualizó a su amiga en la lejanía y alzó la mano para llamar su atención, Jihyo fijó su mirada sobre ella y se acercó para saludar. Cuando la coreana iba a darle un abrazo paró en seco y cubrió su nariz como acto reflejo.──¡Dios, apestas! ──exclamó la menor.

Sana comenzó a olerse sin entender de qué se quejaba su amiga, lo único que pudo oler fue canela, pero no olía mal, así que pensó que tal vez había sudado y no llevaba desodorante puesto o algo así.

──Que extraño, juro que me puse desodorante antes de salir de mi casa.──contestó extrañada mientras seguía olfateándose, Jihyo negó.

──Apestas a alfa.──exclamó mientras daba un paso atrás.

Sana la miró sin entender a qué se refería.──Pero soy una omega.──dijo, Jihyo rodó los ojos y suspiró, lista para comenzar su interrogatorio.

──Me refiero a que hueles a una alfa.──Sana esta vez entendió.

──Vengo de ver a mi novia.──explicó apenada, Jihyo dejó de cubrirse la nariz solamente para cruzar los brazos.

──¿Acaso vienes de follar con tu novia? Porque hueles a feromonas.──el rostro de Sana fue un poema, pues negó rápidamente con la cabeza mientras sentía un sonrojo pintando sus mejillas debido a la vergüenza.

──Claro que no idiota, Tzuyu y yo aún no lo hemos hecho.──contestó avergonzada y fastidiada, su amiga alzó una ceja en señal de desaprobación.

──¿Entonces te marcó con su olor porque sí? ──contraatacó.

Sana negó.──Ella no me marcó con su olor.──estaba avergonzada de tener esta conversación con su amiga.

Jihyo seguía sin creerle.──Las alfas normalmente marcamos con nuestro olor a los omegas con los que nos acostamos, lo hacemos cuando aún no están marcados, es como una forma de ahuyentar a los demás alfa.──explicó.

La omega tragó saliva nerviosa.──Pues no, Tzuyu y yo no hemos llegado a eso, solamente estuvimos abrazándonos un buen rato.──sinceramente estaba apenada, pero al mismo tiempo intrigada por saber el motivo por el cual su novia había hecho eso.

──Bueno, quien sabe, pero es un olor bastante fuerte, como alfa me lastima la nariz.──Jihyo caminó y Sana la siguió de cerca mientras se adentraban a una tienda de ropa.

──────────────────────── ♡︎

Al día siguiente Sana estaba decidida a preguntarle a Tzuyu el motivo del por qué la marcaba con su olor. Tocó el timbre del departamento de su novia y esperó pacientemente a que la alfa abriera la puerta.

Tzuyu abrió y con una gran sonrisa en el rostro rodeó con sus brazos la fina cintura de la mayor.──Shasha, no me avisaste que ibas a venir.──dijo feliz, Sana correspondió al abrazo e inhaló procurando ser discreta, todo porque le hacía sentir segura el fuerte olor a canela que su alfa portaba.

──No tenía pensado hacerlo, pero estaba por aquí y se me ocurrió venir.──rodeó el cuello de Tzuyu con los brazos e intercambiaron miradas para después darse un beso corto.

Tzuyu se hizo a un lado y dejó entrar a la japonesa.──Me alegra verte.──dijo con una sonrisa en el rostro que sin duda hacía enternecer a la omega.

Sana caminó hasta el sofá y tomó asiento.──A mí también me gusta verte Yoda.──contestó, la taiwanesa rápidamente se sentó a su lado y prácticamente la envolvió en sus brazos.

──Me encanta que me digas así.──dijo con una voz dulce y chillona.

Sana sonrió y apartó un mechón detrás de la oreja de la taiwanesa para darle un beso en la frente, el alfa de Tzuyu ronroneó en respuesta y liberó unas cuantas feromonas que rápidamente envolvieron a la omega. Sana puso atención esta vez y logró detectar el cambio de las feromonas en el ambiente, pasaron de ser ligeras a volverse intensas.──Siempre haces eso. ──soltó de la nada.

La alfa la miró sin entender a qué se refería exactamente, Sana lo notó y decidió explicarle.──Siempre me marcas con tu olor. ──acarició el rostro de la taiwanesa y besó su mejilla.──¿Por qué? ──preguntó al final.

Tzuyu sintió vergüenza por la pregunta y desvió la mirada al suelo.──Es porque me gusta el olor que crea la mezcla de nuestras feromonas.──abrazó a Sana con más fuerza y le dio un beso en los labios.──Perdón por no preguntarte si estabas de acuerdo, pero prometo parar si te es molesto.──llenó la mejilla de la mayor con besos cortos y pausados.

Sana comenzó a sonreír por la sensación de los labios chocando contra su mejilla.──Estoy bien con eso, solamente quería saber el motivo por el que lo hacías.── contestó mientras se divertía con los besos en su rostro.

Tzuyu mordió de forma leve uno de sus pómulos y Sana se quejó de forma exagerada a propósito, después se inclinó y mordió la punta de la nariz de la alfa. Tzuyu siguió llenándole el rostro con besos.──Entonces seguiré marcándote.──dijo para después morder juguetonamente el inicio del cuello de la chica, lo que le provocó un sonrojo a la mayor.

──O podemos hacerlo de otra forma.── sugirió con una mirada traviesa, Sana tardó un poco en responder por la impresión, pero al final solo optó por besar a la alfa.

──Enséñame esa otra forma.──susurró sobre sus labios.

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