Día de muertos: el recuerdo sobre el olvido

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Quizá te suene conocida esta celebración, y posiblemente pienses en catrinas, flores de cempaxóchitl, incienso, velas, panes, ¡desfiles!; gracias a las películas, te puedes dar una pequeñísima y minúscula idea de lo que se trata esta fiesta. Porque sí, en México, es cuestión de celebrar y recordar a aquellas personas que se fueron hace tiempo, un culto a la muerte, recordar a los angelitos y a los fieles difuntos en dos días, en los cuales ellos regresan al mundo de los vivos, para reunirse con sus familiares.

Esta celebración es parte de nuestra identidad yse remonta en la época prehispánica. La representación de la muerte suele serun cráneo o un esqueleto mostrando una sonrisa sempiterna.

Cuando alguien moría era envuelto en un petate y enterrado, luego, sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido hacia el Mictlán. También le colocaban la comida que disfrutaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre durante el camino.

Esta celebración se conmemoraba en el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto y se celebraba durante un mes completo. Actualmente se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre, pero, de acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos y está dedicado a los niños y a los no nacidos (o los angelitos), mientras que el 2 de noviembre es dedicado a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.

Pero vayamos por partes, para conocer los orígenes de esta celebración.

Pero recuerda esto: la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (relacionada con "La Catrina" de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli "Señor de la tierra de los muertos" se carcajea de la vida, mientras que la Coatlicuhe observa inquisidora.

EL MICTLÁN: EL INFRAMUNDO DE LOS MEXICAS

El Mictlán es el inframundo mexica, ahí llegabanlos que morían de muerte natural sin que importara su rango o riqueza, y dondedebían atravesar nueve regiones superando obstáculos extraordinarios, algo queles tomaba cuatro años. Si lo conseguían su tonalli (alma) se liberaba ypodía descansar con Mictlantecuhtli (el Señor del Inframundo) y Mictecacíhuatl(la Señora del Inframundo).

Las nueve regiones del Mictlán que debían atravesar son:

Primera región: Chiconahuapan. También conocido como Itzcuintlano "lugar de perros". Este sitio estaba a la orilla de un caudaloso río, que elmuerto debía atravesar con la ayuda de un xoloitzcuintle de color pardusco. El color del perro era importante, puesto que, si se le pedía ayuda aun perro de color blanco, este se negaría y si se le pedía ayuda a un perronegro, este no aceptaría la tarea.

Según la creencia azteca, los perros de Xólotl habían sido creados por los dioses para proteger a los vivos y guiar las almas de los muertos a través del peligroso Mictlán. Se dice que, si en vida tratas mal a los perros, jamás atravesarás el río, porque ni Xólotl o su xoloitzcuintle, te ayudarán.

Segunda región: Tepectli Monamictlan. El "lugar de los cerros que se juntan". Aquí vive Tepeyóllotl, el señor de los jaguares y dios de las montañas y los ecos. En esta región existen dos cerros que se abrían y se cerraban, chocando entre sí de manera continua. Los muertos, por lo tanto, debían buscar el momento oportuno para cruzarlos sin ser triturados.

Tercera región: Itztépetl "montaña de obsidiana". Es la morada deItzlacoliuhqui, dios de la obsidiana. En este lugar se encontraba un cerrocubierto de filosísimos pedernales, que desgarraban los cadáveres de losmuertos cuando estos tenían que escalarlos para cumplir con su trayectoria.Cuarta región: Itzehecayan. El "lugar del viento de obsidiana"era un sitio desolado de hielo y piedra abrupta. Se trata de una sierra conaristas cortantes compuesta de ocho collados en los que siempre caía nieve. Esel sitio donde habita Mictlampehécatl, dios del viento del Norte y quien llevael invierno desde el Mictlán hasta la tierra.Quinta región: Paniecatacoyan. El lugar "donde uno vuela y sevoltea como bandera". Se dice que este lugar se ubicaba al pie del últimocollado o colina del Itzehecayan, donde los muertos perdían la gravedad yestaban a merced de los vientos, que los arrastraba hasta que finalmente eranliberados para pasar al nivel siguiente. Aquí empieza una zona desértica conocho páramos en los que los vientos soplan de tal manera que cortan comonavajas y mandan a los muertos de un lado al otro como banderas. También aquíhabita Mictlampehécatl.

Sexta región: Timiminaloayan. Es el "lugar donde la gente es flechada". En esta región hay un sendero que es atravesado por las flechas perdidas durante las batallas. Algunos lo mencionan como un lugar de agua negra en el que habita la iguana Xochitonal.

Séptima región: Teyollocualoyan. Es el lugar en "donde te comen el corazón". La otra morada de Tepeyóllotl y que está repleta de jaguares que abrirán el pecho del muerto para comerse su corazón.

Octava región: Apanohualoyan. En "donde se cruza el agua". Aquí desemboca el río Apanohuacalhuia, donde los muertos que perdieron el corazón deben luchar para salir de los nueve ríos de aguas negras.

Novena región: Iztmitlanapochcalocan. Es "el final del largo y peligroso camino". En algunos textos se menciona una zona con mucha niebla que impide ver los alrededores. Una vez que lo haya cruzado, el alma sería liberada completamente de los padecimientos del cuerpo, por Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, esencia de la muerte masculina y femenina respectivamente.

Debido a lo "vivido" en este trayecto, es cuando los muertos reflexionan sobre las decisiones de su historia y se conecta con lo que les sucedió en vida, convirtiéndose en uno con el todo.

Para transitar estas pruebas, el difunto debía ir surtido de algunos amuletos y pertenencias para facilitar su camino, entre agua, mantas, armas y papeles que dos oficiales le colocaban diciendo:

"Veis aquí con que habéis de caminar, y poníanle entre las mortajas, y así amortajaban el difunto con sus mantas y papeles que estaban aparejados, poniéndolos ordenadamente ante él, diciendo; Veis aquí con que habéis de pasar en medio de dos sierras que están encontrándose una con otra ; y más le daban al difunto otros papeles, diciéndole: Veis aquí con que habéis de pasar el camino donde está una culebra guardando el camino. Y más daban otros papeles diciendo: Veis aquí con que habéis de pasar a donde está la lagartija verde, que se dice xochitonal, y más decían al difunto: Veis aquí con que habéis de pasar ocho páramos; y más daban otros papeles diciendo: Veis aquí con que habéis de pasar ocho collados; y más decían al difunto: Veis aquí con que habéis de pasar el viento de navajas".

"Historia general de las cosas de la Nueva España". Bernardino de Sahagún.

Al final de este largo viaje al Mictlán, el difunto debía entregar a Mictlantecuhtli los tributos que se le habían entregado antes de despertar a la orilla del río, pues no iba a llegar ante el Señor de la Muerte con las manos vacías. ¿Sería una descortesía o no?

Travesía al Mictlán. Ilustración de Eduardo Domínguez (Edsfox)

Uff, un largo camino el que sedebe recorrer en cuatro años. ¿Qué les han parecido las nueve regiones? ¿Creenque podrían llegar ante Mictlantecuhtli o se quedarían atrapados en el camino?

Ahora que conocemos el Mictlán, es momento de hablar de las ofrendas, una tradición que hasta este momento sigue en pie.

LA OFRENDA

Una tradición que materializa la creencia del Día de Muertos es la llamada ofrenda o altar de muertos.

Según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), los altares de muertos son un tipo de escenografía en la que participan nuestros muertos que llegan a beber, comer, descansar y convivir como una forma de dialogar con su recuerdo y su vida.

Los altares de muertos como los conocemos hoy en día son un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo, una mezcla cultural en la que los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; y los indígenas agregaron el sahumerio con su copal, la comida y la flor de cempaxóchitl. Entre otros elementos que mencionaremos más adelante.

Hay ofrendas separadas en niveles que pueden llegar a tener de uno y hasta siete (si son más tradicionales), los cuales representan los niveles que el alma debe atravesar para poder llegar al lugar de su descanso.

Pero ¿qué significan cada uno de estos niveles? Aclaramos que el nivel 1 corresponde a lo más alto del altar o la ofrenda.

Nivel 1. Se coloca la imagen del santo del que se sea devoto.

Nivel 2. Este nivel está dedicado a las ánimas del purgatorio y sirve para que el difunto tenga permiso para salir de ese lugar. Se recomienda colocar una imagen de las ánimas del purgatorio en este nivel.

Nivel 3. Se coloca sal en este escalón para purificar el espíritu y para que no se corrompa el cuerpo.

Nivel 4. En este nivel va el Pan de Muerto, que simboliza la eucaristía.

Nivel 5. En este escalón se coloca la comida y fruta favorita del difunto.

Nivel 6. Aquí va la foto del difunto al que se le dedica el altar.

Nivel 7. Se coloca una cruz formada con semillas, frutas, cal. Sirve para el difunto expíe sus culpas.

Los niveles del altar de muertos representan los estratos de la existencia. Por ejemplo, un altar de dos niveles simboliza la tierra y el cielo; los de tres niveles incorporan el inframundo o purgatorio.

En algunos casos donde la tradición está sumamente arraigada la ofrenda se empieza a colocar desde el 28 de octubre para que esté lista el 2 de noviembre:

28 de octubre: Se prende la primera veladora y se coloca una flor blanca para recibir a las ánimas solas.

29 de octubre: Se prende otra veladora y se coloca un vaso con agua, dedicado a difuntos olvidados y desamparados.

30 de octubre: Se prende una nueva veladora, se coloca otro vaso con agua y se pone un pan blanco para los difuntos que se fueron sin comer o los que tuvieron un accidente.

31 de octubre: Se prende una nueva veladora, se coloca otro vaso con agua, otro pan blanco y fruta. Esto es para los ancestros, es decir, bisabuelos y tatarabuelos.

1 de noviembre: Es el día de Todos los Santos, fecha en la que llegan los angelitos, que son las almas de quienes fallecieron siendo niños. En este día se pone toda la comida en el altar de muertos.

2 de noviembre: Conocido como el día de los Fieles Difuntos. Vienen las almas de los muertos adultos, quienes llegan a recoger y comer las ofrendas que su familia colocó en el altar. Se quema incienso de copal y se adorna un camino con pétalos de cempaxóchitl para guiarlos a la ofrenda.

3 de noviembre: Se prende la última veladora blanca, se quema copal y se despide a las almas de nuestros muertos y les pedimos que vuelvan el siguiente año. Se levanta la ofrenda. En algunos lugares, se dice que el copal debe encenderse a las 3 de la tarde, ya que es a esa hora en la que las almas se van.

Por otro lado, la ofrenda de muertos debe tener varios elementos esenciales. Si faltara uno de ellos, se pierde un poco el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso.

Aunque ya mencionamos algunos, a continuación, enlistaremos los elementos imprescindibles en cualquier ofrenda y su razón de estar, ya que cada uno tiene su propia historia, tradición y misticismo:

El agua. La fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.

La sal. El elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.

Velas y veladoras. Los antiguos mexicanos utilizaban rajas de ocote. En la actualidad se usa el cirio en sus diferentes formas: velas, veladoras o ceras. La flama que producen significa "la luz", la fe, la esperanza. Es la guía para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia. Si los cirios o los candeleros son morados, es señal de duelo; y si se ponen cuatro de éstos en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.

Copal e incienso. El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, este llegó con los españoles. Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Considerada como fragancia de reverencia y se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.

Las flores. Son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta, el alhelí y la nube no pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.

En muchos lugares del país se acostumbra a poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del camposanto a la ofrenda y viceversa. La flor amarilla del cempasúchil (Zempoalxóchitl) deshojada, es el camino del color y olor que trazan las rutas a las ánimas.

Los indígenas creían que la cempasúchil era una planta curativa, pero ahora sólo sirve para adornar los altares y las tumbas de los difuntos. Por esta razón se dice que a lo largo del tiempo la flor fue perdiendo sus poderes curativos. Flor de cempasúchil significa en náhuatl "veinte flor"; efeméride de la muerte.

El petate. Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja. En este particular día funciona para que las ánimas descansen, así como de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda.

El izcuintle. Lo que no debe faltar en los altares para niños es el perrito izcuintle en juguete, para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar al banquete.

Elpan. Elofrecimiento fraternal es el pan. La Iglesia católica lo presenta comoel "Cuerpo de Cristo". Elaborado de diferentes formas, el pan es unode los elementos más preciados en el altar. El gollete y las cañas serelacionan con el tzompantli. Los golletes son panes en forma de rueda y secolocan en las ofrendas sostenidas por trozos de caña. Los panes simbolizan loscráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.

Papel picado. Desde la época prehispánica se realizaba este arte, ya sea para celebrar o decorar. Los colores de cada uno tenían un significado que se fue adaptando al nuevo rito, en tiempos de la evangelización: el naranja es luto, el morado hace referencia a la religión católica; el azul representa a los que tuvieron una muerte relacionada con el agua; el rojo es de los guerreros o mujeres que murieron en el parto; el verde es para los jóvenes; el blanco para los niños; el amarillo para los ancianos, y el negro simboliza el inframundo.

Las calaveritas. Además de ser una representación de la muerte, se cree que su origen viene de las figuras que se dedicaban a Mictlantecuhtli, el dios del inframundo, y a su esposa la Coatlicue, madre de todos.

Además, tienen un antecedente en Tenochtitlan,en las estructuras llamadas tzompantli, ("hileras de cráneos"), que causarongran impresión a los españoles. Esta tiene aproximadamente seis metros dediámetro y se encontraba en la esquina del templo de Huitzilopochtli. Aún sedesconoce la función del tzompantli, pero es evidente que constituía unaofrenda al Dios de la Guerra.

Otros objetos para rememorar y ofrendar a los fieles difuntos son:

El retrato del recordado sugiere el ánima que nos visitará, pero este debe quedar escondido, de manera que sólo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver, pero ya no existe.

La imagen de las Ánimas del Purgatorio, para obtener la libertad del alma del difunto, por si acaso se encontrara en ese lugar, para ayudarlo a salir, también puede servir una cruz pequeña hecha con ceniza.

Pueden colocarse otras imágenes de santos, para que sirva como medio de interrelación entre muertos y vivos, ya que en el altar son sinónimo de las buenas relaciones sociales. Además, simbolizan la paz en el hogar y la firme aceptación de compartir los alimentos, como las manzanas, que representa la sangre, y la amabilidad a través de la calabaza en dulce de tacha.

El mole con pollo, gallina o guajolote, es el platillo favorito que ponen en el altar muchos indígenas de todo el país, aunque también le agregan barbacoa y consomé. Estos platillos son esa estela de aromas, el banquete de la cocina en honor de los seres recordados. La buena comida tiene por objeto deleitar al ánima que nos visita.

Se puede incluir el chocolate de agua. La tradición prehispánica dice que los invitados tomaban chocolate preparado con el agua que usaba el difunto para bañarse, de manera que los visitantes se impregnaban de la esencia del difunto.

También se puede colocar un aguamanil, jabón y toalla por si el ánima necesita lavarse las manos después del largo viaje.

El licor es para que recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y se decida a visitarnos.

Una cruz grande de ceniza sirve para que al llegar el ánima hasta el altar pueda expiar sus culpas pendientes.

El altar puede ser adornado con papel picado, con telas de seda y satín donde descansan también figuras de barro, incensario o ropa limpia para recibir a las ánimas.

Este artículo se ha extendido un poco, sin embargo, se hará mención de algunas diferencias entre regiones de la celebración del Día de Muertos:

Cada región de México tiene sus propias tradiciones. Por ejemplo, en Aguascalientes se celebra el Festival de las Calaveras, que rinde homenaje a José Guadalupe Posada, creador de la famosa "Catrina"; en Guanajuato se celebra el 1 de noviembre un Desfile de Catrinas; en Oaxaca, se construye la Plaza de la Muerte, con puestos donde se puede adquirir artesanía local, y se celebran las "Muerteadas", comparsas que duran más de 20 horas y en las que los participantes visten de negro y portan espejos que representan la luz y la oscuridad.

Por su parte, en San Luis Potosí tiene lugar el Xantolo el 1 de noviembre que consiste en velar a los muertos con rezos e incienso. Además, el día 2 de noviembre, las comunidades indígenas llevan sus ofrendas a los panteones y adornan las tumbas con flores para las ánimas que, según la creencia de la región, se quedan en la tierra todo el mes.

Mientras el día 1 de noviembre, la isla de Janitzio en Michoacán, honra a los "angelitos" (niños fallecidos) en una procesión nocturna de canoas adornadas con velas, platillos y bebidas. El mismo día en la Ciudad de México, millones de visitantes se dan cita en el panteón de San Andrés Mixquic para recibir a las almas de los muertos al ponerse el sol; y en Xochimilco, la escenificación de la Leyenda de la Llorona atrae a propios y extraños año con año.

Esta celebración es muy variada y rica dentro de la cultura mexicana. Así mismo, me gustaría añadir una experiencia personal relacionada con la ofrenda o el altar de muertos:

Cuando colocamos la ofrenda y se encienden las velas, una corriente de aire frío se concentra solo en ese lugar; así mismo, el día 3 de noviembre, la comida, las frutas, los dulces, el pan y las bebidas pierden sus sabores y aromas. No saben igual. Con relación a esto, se dice que los difuntos, cuando regresan al mundo de los vivos, se alimentan del aroma de los alimentos y bebidas que están en el altar.

¡Con esto cerramos este artículo bastante largo! Esperamos que les haya gustado.

Artículo realizado por: MGAranza

¿Y ustedes qué saben sobre esta celebración? ¿Se celebra algo así en sus países?

Dejen en comentarios si desean que busquemos otras fiestas que conocen.

Deseamos que estén genial. ¡Hasta la próxima!

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