Capítulo 11: "Cartas."

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Primer amor,
primer hijo,
o quizá
una preciosa
hija,
sus risas
repentinas
y dulces,
su porte tan seguro,
su amor tan puro,
su lealtad
para con ellos
tan extraña,
su paciencia
tan vasta,
y su corazón
más amplio
que los cielos.

– "Querido papá" de Danielle Steel.

💚🖤

1/2

-- ¿Me quieres contar qué pasó?-- Preguntó la mujer, quien estaba sentada al lado de su paciente.

El niño solo se quedó en silencio, mirando como sus manos estaban vendadas, pues anteriormente estas habían sido rasguñadas de tal manera que las cicatrices le quedarían de por vida. Le dolían las manos, pero eso a veces le hacía recordar que ya no estaba en esos tiempos.

--Encontré los poemas.-- Dijo suavemente sin despegar la vista de sus manos.

-- ¿En qué pensaste cuando los viste?-- Lo miró con detenimiento, sin querer perderse ninguna reacción por el más bajo.

-- Al principio recordé a quien se los dedicaba, después me sentí mal con eso y después... después me sentí un cobarde.-- Sonrió con dolor e ironía, creyendo en sus palabras. -- Todo lo que he logrado se ha ido, no sé como llegaré a ser un héroe, no tengo idea.-- Su voz comenzaba a quebrarse. -- Dígame doctora ¿Cómo puedo ser fuerte? ¿Cómo puedo ser valiente?-- Se tragó el nudo que se iba formando en su garganta. -- ¿Cómo puedo dejar de sentir tanto rencor?--

El silencio inundo la habitación por unos segundos, los verdes ojos seguían sin buscar las pupilas negras de la mujer, sabía que si la miraba se iba a romper otra vez, aquella mujer que lo apoyó desde el principio sin juzgarlo, ya haya sido por trabajo u otra cosa, le agradecía por ello y no quería mostrarse así cuando ella había puesto tanta confianza en su recuperación.

-- Dime Izuku ¿Yo cómo te digo qué ya eres valiente y fuerte?-- Dijo después de un rato que para ambos parecía eterno. 

Por fin las esmeraldas miraron aquellos ojos carbón con sorpresa.

-- No mienta.--

-- ¿Desde cuándo te he mentido?-- 

El pecoso apretó los labios, cayendo en la sinceridad de las palabras de la mayor.

-- ¿Por qué piensa eso?-- Bajó nuevamente la mirada.

-- Porque estas aquí, porque no cualquiera acepta sus miedos y odio e intenta cambiarlo o superarlos, porque aprendiste a relacionarte en un ambiente con una pareja. ¡Por dios, Izuku, le sonreíste a una pareja! Les diste regalos, conviviste con ellos, aprendiste de su unión...-- Sonrió orgullosa de su paciente, este por su parte escuchó el fuerte latir de su corazón, sus mejillas se sonrojaron y su característica y bella sonrisa poco a poco se iba haciendo presente. -- Izuku, haz logrado tanto desde que acudiste aquí, ahora es momento de que te lo creas.--

-- ¿Cómo?-- La miró.

-- ¿Alguna vez has escrito una carta?-- El menor negó con la cabeza. -- Pues aprenderás a hacerlas. Y se las dedicaras.--

-- ¿A quién?-- La observó dudoso.

-- A ellos, a Bakugo y a Todoroki.--

-- ¡¿Qué?!-- Sus nervios y el jugueteo de sus manos por todos lados se hizo presente.-- ¿Po-por qué a ellos? ¿Y qué se supone que les escriba?-- Su rostro estaba compitiendo sin dudas contra el cabello de Kirishima. 

-- Ellos han sido de gran ayuda en tu avancé, es bueno a veces expresarles un poco de cómo te sientes con palabras. Escríbeles sobre tus emociones, desde cuanto les agradeces , hasta si gustas una anécdota. Pero tendrás una sola condición.--

-- ¿Cuál?-- 

-- Estas deben de ser de por lo menos 10 renglones.-- Alzó su dedo índice y apunto al chico --¿Entendido?-- Arqueo una ceja, esperando una afirmación por el chico.

-- E-Esta bien, pero ¿Y si no las aceptan?-- Tanteo con sus dedos, aún estando muy penoso ante lo pedido.

-- Por eso no te preocupes.-- Le sonrió, calmando levemente los nervios del chico. Pues está ya tenía una idea en mente para que el cenizo aceptara las cartas, ya que no dudaba que el heterocromático no lo hiciera.

Ambos se levantaron, dando por terminada la sesión.

-- Si te vuelve a pasar eso, no dudes en llamarme o mandarme un mensaje, tienes mi número.-- Le dijo mientras abría la puerta.

-- Muchas gracias.-- Contestó desde el umbral de la puerta.

Sin embargo ninguno de los dos se esperaba ver a cierto chico a la espera del pecoso.

-- ¿Todoroki-kun?--Dijo sorprendido el de pecas.

-- Buenas tardes.-- Saludo con total calma, acercándose a las dos personas frente a él. Ante el pecoso solo fue un saludo como cualquier otro, pero ante la mujer fue un disimulo de su preocupación, pues no era común ver al hijo de Endeavor saludar evitando las miradas ajenas.

-- ¿Qué te trae por aquí?-- El peliverde le sonrió dudoso. 

-- Esto...-- Miró con un poco de nerviosismo a todos lados, intentando buscar una excusa. Pues no quería decirles que miró como el pecoso era llevado en los brazos de su profesor, ya que este se había desmayado por el ataque que le dio y fue traído en sigilo al consultorio de la doctora.

La pelinegra, al ver esos gestos por el mitad pelirrojo, optó por ayudarle, pues se le notaba que no quería decir o no sabía más bien como decir que estaba preocupado.

-- Yo le llamé.-- Dijo después de unos segundos de silencio, recibiendo la mirada de ambos jóvenes. -- No quería que te regresaras solo a las habitaciones.-- Le sonrió, no le gustaba mentirle al pecoso (lo cual es irónico teniendo en cuenta lo que le había dicho hace un momento) pero no hallaba mejor manera de ayudar al otro chico.

Todoroki le agradeció con la mirada, para después ver los ojos verdes de su amigo y darle una leve sonrisa.

-- ¿Mm? Está bien. -- Termino diciendo Midoriya, restándole importancia. Le devolvió la sonrisa al de dos Quirks. -- ¿Nos vamos?-- 

-- Oh, si, claro.-- Le contestó rápidamente, trabando un poco sus palabras, ya que se había quedado encantado viendo esos bellos ojos que le iluminaban los días (ya que las noches lo hacía Katsuki).

-- Bien, entonces, hasta pronto doctora.-- Se despidió el peliverde con su hermosa sonrisa.

-- Hasta pronto, Izuku. Igualmente a ti, Todoroki.-- Miró al chico, dando a entender que también tendría que hablar con él, Shoto solo asintió como respuesta.

-- Con permiso.-- Fue lo único que dijo antes de hacer una reverencia y marcharse al lado del pecoso.

La mujer solo los despedía con la mano, viendo como se perdían de su vista por los extensos y blancos pasillos.

-- ¿Largó día?-- Preguntó su amigo, quien apenas iba llegando. 

-- Para nada.-- Le contestó sonriente, para volver a entrar a su consultorio, realmente estaba orgullosa del avance del peliverde.

🖤💚

Llegaron a las habitaciones en un cómodo silencio, ninguno dijo nada en todo el camino y eso Izuku lo agradecía, aún no estaba listo para hablar con alguien más sobre lo que le atormentaba. Con el mismo silencio entraron al plantel, donde varios de sus compañeros se encontraban jugando en la sala.

-- ¡Hey, por fin llegaron!-- Hablo un sonriente rubio, captando la atención de todos los que estaban ahí.

-- ¿Dónde se habían metido?-- Fue Mina la que hablo ahora.

-- ¿Eso importa?-- Dijo un cenizo quien estaba parado detrás de ella, sabía donde estaban, más no veía necesario que nadie más supiera

-- ¿No te importa donde se había metido tu novio?-- Ladeo la cabeza divertido.

-- ¡Se donde estaba, más eso a ustedes no les importa malditos chismosos!-- Gritó ya hartó de la curiosidad de sus "amigos".

-- Hombre, pero no te enojes.-- Lo abrazó por el cuello intentando calmar su irritación, pero el pelirrojo fue bruscamente alejado.

-- ¡No hagas eso!-- Refunfuño, sacándole una risa a los contrarios.

-- Ya, ya, ya, se me olvido que ya traías amarre.-- Dijo sin pensar, ganándose una mirada asesina por parte de su amigo. -- ¿Ya la cague, verdad?--

-- Yo si fuera tú empezó a correr.-- Le dijo Kaminari, viendo como este obedecía sin chistar. Siendo seguido en seguida por el de ojos carmín.

-- Apenas llegamos y ya hay un alboroto.-- Habló después de un buen rato el mitad albino, viendo como su novio perseguía a su amigo, con las manos sacando pequeñas explosiones. 

-- ¿No deberías detenerlo, Todoroki-kun?-- Preguntó el pecoso, mirando la misma escena con un poco de preocupación.

-- Ya se cansará.-- Le restó importancia.

Ahora Izuku comprendía porque eran tal para cual, estaba seguro que si su amigo de la infancia llegaba a cometer un homicidio, Todoroki sería quien se encargará de desaparecer el cadáver sin dudar. Sacándole una sonrisa por aquel pensamiento y a la vez preocupándose porque eso llegara a suceder.

Miró un rato más la escena y con una suave sonrisa decidió irse, en silencio y sin que nadie lo viera se fue a las escaleras, dispuesto a encerrarse por lo que quedaba del día. 

-- ¿Ya te vas?-- Preguntó el heterocromático. Quien lo detuvo en los dos primeros escalones. 

-- Si, aún no termino de desempacar.-- Se excusó mientras se rascaba la nuca, que en parte era cierto, no termino de ver las otras dos cajas que le faltaban y ni de broma seguiría viendo lo que había en la primera caja. 

-- Está bien.-- Dijo tranquilo, dejando que el pecoso se fuera. Pero este por alguna razón sintió esas palabras eran dichas con tristeza.

-- Bajaré para la cena.-- Le sonrió, intentando animar al chico.

Todoroki se sorprendió por lo rápido y fácil que se le hizo al más bajo comprender cómo se sentía, sintiendo levemente como su corazón brincaba por ello.

-- Te esperaré.-- Fue lo único que dijo para dejar ir a Midoriya. 

Izuku sintió como esas dos pequeñas palabras golpeaban fuertemente sus oídos hasta llegar a su corazón, sonrojándolo un poco sin saber el porque le había encontrado un doble significado en esa pequeña frase.

Sin decir más se dio media vuelta y casi corriendo se fue a su habitación, cerrando esta en un abrir y cerrar de ojos, su corazón retumbaba en sus tímpanos, sus mejillas eran decoradas por en bello tono rosa, casi llegando a rojo y su estómago se sentía extraño. Negó varias veces, intentando calmarse y no pensar en ello, a lo mejor solo se puso nervioso por la cercanía, nada más.

Sin darle más vueltas al asunto, sacó todo el aire que no sabía que retenía y siguió con su labor de desempacar. Ignorando por completo aquella caja. 

🖤💚

Sus bellas esmeraldas se encontraban viendo esos dos pequeños pedazos de hoja, en los cuales ya había escrito aquellas cartas que debía entregar. Estaba sentado en la silla de su escritorio, sintiéndose inseguro con lo escrito.

Pero todo sentimiento fue borrado debido a dos toques en su puerta, sin pensarlo mucho, dejó ambas notas en su escritorio y fue directo a abrir, encontrándose con una castaña.

-- ¡Midoriya-kun, la cena ya está lista!-- Dijo sonriente, le emocionaba el poder convivir más con la persona que habitaba sin descaro su corazón. 

-- ¡Oh, si claro! Ya voy.-- Le contestó compartiendo la misma sonrisa, pero no el mismo sentimiento.

Y salió de su cuarto, dejando a la deriva las dos pequeñas cartas de 10 renglones.

Mañana se las entregaré.

💜Mwlodyylili.💜

Ayer no pude actualizar porque me entretuve con algo de la escuela, perdonar :c 

¿Ustedes que creen que digan las cartas?

La verdad ya las publique en mi Instagram (porque amo dar spoilers), pero díganme que quisieran que llevaran sus pequeñas cartas.

¡Muchas gracias por leer!


NOTA ACTUAL: Ya actualice mucho, me vuelvo a desaparecer un mes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro