Capítulo 18: "La psicología del color."

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La psicología del color es una ciencia que está dedicada al estudio de los efectos que produce el color sobre la percepción y la conducta del ser humano, una realidad que tiene una vinculación clara con el mundo de la impresión profesional y que resulta muy interesante.

💛

Rojo.

Cada mañana siendo lo mismo, tus ojos perdidos en tus puños, llenos de aquello que temías que fuera real, lo habías hecho de nuevo, lo habías herido otra vez cuando en la oscuridad más de una vez te habías prometido no volverlo a hacer, iniciar de nuevo, a lo mejor con una disculpa o con un acercamiento. Pero no, lo arruinaste nuevamente.

Alzaste la vista para toparte con aquel peliverde, aquel a quien consideraste mejor amigo y lo sigues haciendo, algo egoísta de tu parte. Pensaste ver a este empapado en lágrimas, como ya era costumbre, pero no, esta vez solo viste el cascaron vacío de aquel muchacho que alguna vez tuvo tanta vida en sus ojos; y eso te aterro más que otras veces, porque sí, lo habías arruinado peor que otras veces.

Y el color rojo entre tus manos era la prueba de ello.

Azul.

Querías cambiar, claro que lo anhelabas hacer, pero no sabías como, no tenías un soporte para ello. Y el único soporte que tenías lo habías destrozado. No merecías el perdón de nada ni nadie, lo sabías, te lo recordabas siempre mientras veías aquel cielo despejado, sin ninguna nube presente, con un sol abrazador pero sin quemar del todo tu piel.

Te estabas castigando por no parar tus acciones, te lo merecías, te lo mereces. Lo sabes bien y aún así, buscas el perdón de aquel a quien amas.

Sabes que es estúpido el sentimiento, sabes que no eres merecedor de él, pero tu ridículo orgullo te impide no hacer algo más, te impide dejarlo así. Ya no sabes si lo haces por valentía o simplemente para sentirte mejor.

Blanco.

Lo etéreo que eran las rimas en aquella libreta que le arrebataste de sus manos te hizo sentir bien, mejor de alguna manera. Los poemas que leías en aquella libreta que no era tuya, los gozas como si de un hermoso libro se tratase, de aquella que iba a ser la nueva maravilla de la literatura.

No, no eres digno de leer esos versos, pero eres alguien con poca vergüenza o lo insuficientemente solidario como para que eso te importe. Lo disfrutas tanto de leer, sintiendo que el peliverde es quien te habla, quien te los dedica.

Y es así, pero eso tu no lo sabías y jamás lo sabrías.

Al día siguiente, sin decir ni una sola palabra, le regresaste el cuaderno al pecoso y te fuiste. Claro que eso era una buena excusa para hablar con él y por fin calmar tu asquerosa conciencia, pero no, tu cobardía gano y los ojos sobre ti te hicieron dudar, te hicieron sentir inseguro. Tu te formaste de esa manera, ahora debes de aprender a vivir con el desprecio de aquel que tu corazón ama.

Negro.

No, no te daba miedo la oscuridad, tampoco la soledad. Sino que venía en y con ella. A eso si hay que temerle.

Pero a la larga, aprendiste a amar ese color negro, todo gracias a los versos del pecoso, aprendiste a amar la tinta de color negra, aprendiste a valorar cada espacio vacío y sin necesidad de poner color, dejaste que se quedará en negro, no, no estabas evitando el problema, solo estabas esperando. Pues era todo lo que te quedaba, esperar a que el negro se convirtiera en lo neutro de tu corazón.

Quieres dejar ese hueco en negro, para cuando el peliverde decida aparecer en el, en tu frío corazón, necesitado de alguien.

Afortunadamente se lleno, una persona llego a tu vida y te corrigió, te hizo ver tus errores y como enmendarlo, cambiarlos o superarlos. Sin embargo, aquel hueco negro sigue, para cuando tu hermoso pecoso decida volver.

Por lo mientras, solo esperaras.  

Amarillo.

Por fin sentías calidez junto aquel chico que te hizo comprender lo mierda que eras y posiblemente sigues siendo muy en el fondo. Pero estas aprendiendo, cambiando, mejorando. Aceptaste ayuda ajena, te despegaste poco a poco de esa horrible imagen que te hiciste y por fin estas de acuerdo en disculparte sin titubear.

Porque por fin el amarillo del sol, de la luz y calidez se está asomando y sabes que es momento de avanzar, de mejorar. Claro que le temes a lo que se venga, claro que te quieres echar para atrás, claro que no quieres estar ahí. Pero también estas tan cansado de que tu novio cargue con todo, es hora de agradecerle por su paciencia y demostrarle de que diste un gran paso y lo das, temiendo que se viene a continuación. 

💛💚

Verde.

-- ¡Lo sé!, ¡Lo sé!, ¡Lo sé!, ¡Maldita sea, claro que se que soy y seguiré posiblemente siendo un asco de persona!-- Gritaste tanto como tu corazón y garganta te lo permitieran, poco te importaba si alguien lo llegaban a oír o molestar a alguien.

El pecoso entonces detuvo sus gritos y te presto atención, en su mirada ya no había miedo o temor como antes, tampoco un vacío como el que alguna vez llegaste a presenciar. No, ahora estaba aquel verde que te daba la cara, ambos tenían mucho que decir, mucho que sacar y ninguno de los dos iba a retroceder.

💜 Mwlodyylili 💜

Hola, buenos días, tardes o noches. Primero que nada ¿Cómo están?

Si, lo se, una eternidad desaparecida. No, no tengo excusa para decir el porque, solo me sentía de la mierda. Fin. Lo se, por estar tanto tiempo sin actualizar debería excusarme o tan siquiera dar una explicación, pero es que simplemente no la hay.

Pido realmente una enorme disculpa.

Por cierto, es la primera vez escribiendo en segunda persona, y posiblemente también la última que lo haga. Amo está narrativa, pero realmente se me complica, ya que suelo confundirme mucho con la primera. Pido disculpas si no era lo que se esperaba ;-; 

Las y los amo, mil gracias por su paciencia y por los comentarios tan hermosos que me dejaron. Fueron mi fuerza para seguir, realmente gracias por seguir aquí y leer.

No olviden toar agüita.


Nota actual: ¿Actualizo en navidad o no?, ¿Ustedes que quisieran?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro