Capítulo 24: "Ensoñación."

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Se refiere a la condición de una persona en la que una ensoñación intensa y prolongada en el tiempo interfiere en su vida social y su proyecto vital. Estas personas sueñan despiertas, y durante su exceso de fantasía a veces se las puede ver hablando solas. Aunque la persona fantasea con personajes o roles a su gusto para compensar la insatisfacción con su realidad íntima, se diferencia de la esquizofrenia en que no ve ni imagina a su interlocutor. Se considera un posible trastorno cuando la ensoñación dura más de la mitad del tiempo que pasa despierta una persona, llegando a convertirse en una adicción.

💚🖤

-- "Esto ya no duele."

Le susurraba aquella voz interna, que por alguna extraña razón se le hacía conocida. Su ojos estaban cerrados, su expresión no mostraba dolor u ardor por los golpes dados, su respiración, a pesar de que fue brutalmente pateado en el estomago y en el pecho, era regular. Algo extraño a los ojos de cualquiera, pero para nuestro protagonista era ya normal. En algún momento se le hizo fácil poder lidiar con el tormento de cada tarde, algo que le dio ventaja pero desagrado a sus abusadores.

-- ¡Vámonos! Esto ya no es divertido. -- Dijo un personaje poco importante para la trama, quien quito su pie de la cara del peliverde.

Los demás entre bullicios aceptaron la orden de su amigo y con manos en bolsillos se fueron del lugar, dejando solo a dos chicos. Uno sin vida que demostrar y el otro con un sentimiento sin saber como explicar.

-- Levántate. -- Le ordeno.

Y Midoriya acepto sin rechistar, fue rápido en su actuar para no enfurecer más al contrario y se quedó quieto, esperando lo que fuera que le iba a hacer.

Espero de todo, menos que el cenizo le devolviera su cuaderno de poemas, estaba impecable y en una sola pieza, como si el rubio lo hubiera cuidado como si fuera suyo o incluso algo más importante que eso.

¿Debería agradecer? Se supone que sí, pero el cenizo no se lo permite, pues se va sin decir nada. Izuku queda confundido, viendo por donde se ha marchado su ex amigo, ve el cuaderno que tiene en manos y por primera vez en toda la tarde se permite sonreír. Ya quería mostrarle esto a su amigo.

💚🖤

-- ¡Wow! ¿Tu escribiste esto? -- Sonrió con impresión su invitado, quien estaba sentado a un lado del peliverde, admirando aquel cuaderno como si fuese el nuevo manuscrito de Shakespeare.

-- Si... ¿Te gustan? -- Pregunto apenado, bajando la mirada y jugando con sus manos en un intento de evitar su emoción.

-- ¿Qué si me gustan? Dios, Izuku, ¡Me encantan! -- El pelinegro salto de su asiento. -- ¿Desde hace cuanto escribes? ¿Por qué no me lo habías mostrado?

-- Escribo desde muy pequeño, la verdad no sabría decir hace cuanto. -- Se rasco la nuca, sintiéndose tímido por la atención que su amigo le daba. -- Y no te lo había mostrado antes porqué no lo tenía conmigo.

-- ¿Cómo qué no lo tenías contigo?, ¿Le mostraste a alguien más esta obra de arte antes que a mi? -- Se señalo a sí mismo, con indignación fingida. -- Me siento muy ofendido, mi querido Midoriya. -- Se cruzo de brazos mientras volteaba con dramatismo la cabeza.

Aquella acción solo provoco que Izuku se riera, su acompañante era tan ocurrente que pensaba que ser actor de telenovelas latinas le quedaría como anillo al dedo. 

-- ¿Y ahora te burlas de mí?-- Abrió su boca en forma de o, exagerando más su incrédula molestia.

-- Para nada señor dramas.-- Le contesto entre hipos de risa.

-- Oye, podría ser el próximo protagonista de una novela.

-- Querrás decir telenovela.

-- Ya vas a empezar con tu lado latino.

-- Si tan siquiera le dieras una oportunidad al continente.

-- No gracias, no soy fan del calor.

-- Ignorante.-- Canturreo.

-- Como sea. -- Tomo asiento nuevamente a lado de su amigo. -- ¿Ahora si me dirás a quien le mostraste antes esto?

Midoriya bajo la mirada, avergonzado por lo que iba a decir. Y eso no pasó desapercibido por su invitado, quien se empezó a preocupar un poco.

-- ¿Recuerdas que te hable de Kachan?

-- ¿El idiota del que te enamoraste y solo te trata como la mierda? Sí ¿Qué con ese bueno para nada?

-- Realmente no te agrada. -- Sonrió levemente.

-- ¿Agradar? Si fuera por mi ya estaría más que muerto. -- Se cruzo de brazos, firme a sus palabras.

-- Bien, pues es el quien lo tenía. -- Suspiro pesadamente.

-- ¡¿Se lo diste?!

-- No exactamente. En una de las tantas golpizas que me dio  lo arrebato. 

-- Bueno, ¿Ese come miera o que demonios va a parar a su cerebro?

-- ¿Puedes dejar de maldecir cada que lo menciono?

-- No.

Silencio. Izuku quería reírse, pero sabía que si lo hacía solo incitaba a su amigo a que continuará de mal hablado hacía alguien a quien considero importante.

-- Bueno y a todo esto ¿Por qué te lo regreso?

-- Que excelente pregunta mi buen amigo. No tengo idea. -- Se alzó de hombros restándole importancia al asunto.

-- Ese tipo es raro.

-- No es raro, solo es... ¿Él?

-- ¿Y eso qué demonios quiere decir? -- Frunció el seño, sin comprender al peliverde. Este solo se alzo de hombros como contestación, irritando al azabache. -- A veces me pregunto porqué te llegó a gustar ese imbécil.

-- Yo también me lo he preguntado... -- Bajo la mirada, sintiendo esa punzada nuevamente en su interior. Su acompañante al ver que su amigo se puso decaído agrego:

-- Yo creo que eres masoquista. -- Ese comentario desconcertó a su amigo quien lo vio como si le acabará de decir que está embarazado. 

- ¡¿Qué?! ¡Claro que no! -- Se sonrojó hasta las orejas, causándole una gran carcajada al azabache.

-- Pero mira, esa reacción no me la esperaba. -- Se sostenía el estomago mientras avergonzaba más a su pequeño amigo.

-- ¡Ya! Para. -- Izuku se cubrió con una almohada su rostro. No era un masoquista o por lo menos no que el lo supiera.

Entre risas y regaños, ambos se separaron al ver la hora en el reloj de la habitación.

-- En fin, tengo que irme ya, ya es tarde.

-- ¿Tan pronto? -- Preguntó decaído el pecoso.

-- Hey, regresaré mañana y lo sabes.

-- Bien...

Y sin decir más, fue acompañado a la entrada de la casa, despidió con cariño a su amigo y este se marcho, dejando a un solo Izuku. Este se encontraba por completo solo, su madre no tardaría en llegar y tenía que ir calentando la cena.

Así que con esa idea en mente se fue a la cocina.

💚🖤

-- ¡Entonces el se emociono mucho por mis poemas! -- Le contaba un muy sonriente pecoso a su madre. Quien lo oía atentamente mientras ambos cenaban.

-- ¡Me alegro mucho mi niño hermoso! Tu talento debe ser reconocido. ¿Te imaginas: un héroe y un poeta a la vez? ¡Mi hijo será una gran sensación!-- Decía alegre la mujer, animando y apoyando los sueños de su hijo. Era lo menos que podía hacer por su bebé.

Inko sabía muy bien que Midoriya sufría de bullying en la escuela y por más que intentará ayudar, no sabía como hacerlo, pues ni si quiera conocía a los acosadores de su hijo y eso solo la hacía sentir incompetente como madre. Fue reiteradas veces a la escuela, a escondidas de su hijo, a hablar con el director para que detuvieran estos abusos, pero este solo le dio una vaga respuesta, un muy estúpido y remoto: "si, si, veremos que hacer." 

La mujer solo se enojaba del solo recordar la incompetencia en esa escuela, le lastimaba no poder tener los recursos para cambiar de escuela a Izuku . Por eso cuando su niño le contó que había echo un nuevo amigo se emociono mucho, ya que gracias a este mencionado su nene había vuelto con golpes, sí, pero con una sonrisa y mil anécdotas que contar. La luz en sus ojos habían vuelto. Y a pesar de que no conocía ni el nombre del muchacho, confiaba en él.

-- Gracias mamá. -- La tomo de las manos, sacando de sus pensamientos a la mayor. -- No sabría que hacer sin ti. -- Le sonrió de oreja a oreja.

Eso solo hizo sentir a su madre orgullosa, definitivamente haría lo que fuera por aquel ser de luz que se presentaba frente a él. Agradecía haberlo escogido antes que al imbécil con quien tuvo a su retoño.

-- Por ti, mi querido hijo, movería hasta los cielos. -- Acaricio la mejilla pecosa del niño. -- Pero bueno, sígueme contando del chico ¿Cómo se llama?-- Preguntó curiosa, pero la respuesta que le dio su hijo no era la esperada y eso la asusto un poco.

-- ¡Esto te sorprenderá, se llama igual que yo, Izuku!-- Concluyó con una enorme sonrisa.

Definitivamente esto ya no era normal. 

💜 Mwlodyylili 💜

Hola, buenos días, tardes o noches. Primero que nada ¿Cómo están?

A que no se lo esperaban 👀 Pero tranquilas, tranquilos o tranquiles, se viene lo mejor.

Perón por no actualizar, la escuela mata. Tengo pruebas y cero dudas ;-;

Por cierto ¿Alguien quisiera ser mi lector/a beta? Es que no siempre tengo tiempo de corregir ;-; o necesito una segunda opinión antes de subir el cap. 

Sin más que decir, las y los amo. No olviden tomar agüita.

PD: Si hay errores ortográficos o gramaticales, me dicen por favor. No tuve tiempo de editar ;-;




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