Que es de mayor tamaño que la minúscula y de forma distinta; se emplea generalmente como inicial en los nombres propios, después de punto, o al principio de un texto.

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El comienzo de aquel fin de semana, donde los alumnos de la U.A. iban a sus hogares, para reencontrarse con sus familiares daba inicio, unos cuantos se quedaban el las instalaciones y otros salían a pasear por ahí, perdiendo el tiempo fuera de la escuela o dentro de ella, y en esta categoría entraba nuestra chica de cabellos castaños, quien se levantaba temprano para hacer sus rutina: desayunar, cepillarse los dientes, salir a correr y regresar a bañarse. Con antelación ya le había llamado a sus padres, para informarles que ese fin de semana no iría a verlos, pues tenía una cosa muy importante que hacer. Los señores entendieron y le desearon la mejor de las suertes. 

Uraraka feliz, se alisto frente al espejo, pues en la semana había invitado a su compañero de clase a salir a tomar algo, este sin dudarlo acepto. La castaña portaba un vestido primaveral de color blanco de mangas largas y con detalles en los bordes en forma de raíces y flores, se coloco unos mocasines sin tacón del mismo color y se coloco una diadema rosa pálido para adornar su cabello. No portaba maquillaje (ya que no sabía como usarlo), tampoco collar, pulseras o anillos, estaba al natural y se veía hermosa así. Se miro por ultima vez en su espejo, segura de su atuendo y tomo su bolso de solapa del mismo color de su diadema. Y decidida, salió de su habitación.

Abajo ya se encontraba su "cita", quien miraba su celular con brillo, supuso que a lo mejor estaba viendo algo de su héroe favorito, en silencio se acerco al chico y se sentó a su lado.

-- ¿Qué ves? -- Asusto al contrario pero rápidamente este se calmo, viendo los enormes ojos de la joven.

-- Hola Uraraka, veo una nueva figura que van a sacar de All Might. -- Contesto con una enorme sonrisa.

Izuku portaba un atuendo casual: un pantalón negro casi entubado, resaltando así sus trabajadas piernas, una camisa blanca de manga corta sin fajar y con los dos primeros botones desabrochados, encima de esta un suéter que se notaba delgado de color verde y por primera vez, no usaba sus característicos tenis rojos, si no que ahora eran unos tenis de lona clásicos de color negro, combinando con su atuendo. 

-- ¿En serio? ¿Cuándo va a salir? -- pregunto con genuina curiosidad.

-- La van a sacar para finales de mes, debo de empezar a ahorrar si realmente la quiero. -- Afirmo decidido. 

Uraraka solo asintió, compartiendo la misma determinación del chico.

-- Entonces ¿Nos vamos ya, Uraraka-chan? -- La mencionada solo asintió y se levanto junto al peliverde, dejando atrás las habitaciones. 

Sin darse cuenta que no muy lejos de ahí se encontraban dos jóvenes escondidos y escuchando todo de principio a fin.

-- ¿Crees que hoy sea el día? -- Pregunto el mitad albino a su pareja.

-- Pues espero que si, no me desgaste siguiéndolos toda la maldita semana. -- Se quejo el rubio cenizo, viendo como se iba su crush y la gata rompe hogares.

-- Hay que seguirlos. 

-- ¿Recuerdas el plan? -- Shoto solo asintió con la cabeza, dándole eso como respuesta.

Ambos chicos al mismo tiempo se pusieron su gorra y cubrebocas para salir en busca de separar a esos dos.

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Ochako iba feliz caminando a un lado del chico de quien gustaba, se sentía tímida al pensar en lo que ese día haría. Tenía planeado primero ir a una cafetería, hablar, ir al centro comercial y como último ir a ese lugar solitario, donde nadie podría interrumpir su declaración. 

En la caminata no había más que una conversación trivial, Izuku hablándole de sus mejoras como héroe y Uraraka diciendo las de ella, también hablando sobre los villanos y héroes fuera y dentro del plantel, que Aizawa parecía como su segunda madre y entre otras cosas más, hasta que por fin llegaron al primer lugar que la castaña tenía planeado.

Entraron a la cafetería, la cual en seguía hizo saber por la campanita que colgaba sobre la puerta, a ambos jóvenes en seguía se les inundo las fosas nasales del aroma a distintos cafés y postres que habían, ambos chicos, animados, tomaron asiento cerca de la barra, los cuales en seguida fueron atendidos por una chica de cabellos grises y aparentemente de unos tres o cuatro años más grande que ellos. 

-- Muy buenos días. -- Saludó animada la chica, quien les entregaba el menú a los jóvenes. -- ¿Qué desean ordenar?

-- Buenos días, yo quisiera un café hawaiano y un pay de limón, por favor. -- Pidió amablemente el peliverde. 

-- Yo quisiera un café lágrima y un pastel de fresa, por favor. -- La mesera anoto los pedidos y les retiro el menú.

-- En seguida les traigo sus pedidos. -- Sonrió amablemente. 

-- Muchas gracias. -- Contestaron al mismo tiempo los clientes, mientras veían como la mayor se iba.

Ellos siguieron hablando de las trivialidades, Izuku le pedía ayuda en cosas que a veces se le dificultaban, mientras Uraraka le contestaba con ejemplos. Simplemente y a vista de los demás, una linda pareja de futuros héroes.

Pero claro está, que no compartían el mismo pensamiento la pareja de homosexuales que los veían a los lejos-cerca.

-- ¿Anotaste el café favorito de Deku? -- Pregunto el cenizo quien se cubría con el menú.

-- Afirmativo. -- Contesto el bicolor, quien también estaba como su pareja.

A un lado de ellos el mesero que los atendía los miraba con extrañeza y nerviosismo, temiendo preguntar que hacían.

-- Di-disculpen ¿Ya saben qué van a ordenar? -- Pregunto tímido el chico peli azul. 

-- ¡Piérdete! ¡¿Qué no ves que estamos ocupados, idiota?! -- Grito el cenizo, asustando al mesero, quien solo se disculpo e hizo varias reverencias antes de salir huyendo.

Shoto ya acostumbrado a esas actitudes de su novio solo lo ignoro, viendo aún a la "parejita" que se veían realmente felices en su "cita." Por un momento se sintió mal de separarlos, pues ambos eran sus amigos y a ambos los apreciaba demasiado, pero todo eso ceso cuando la chica rozo la mano de su chico, los celos volvieron y lo anterior pensado se esfumo en un abrir y cerrar de ojos.

Según su plan era secuestrar a Izuku cuando la chica se marchara a algún lado o se distrajera. Si definitivamente un gran plan para el par de idiotas enamorados.  

No los culpen, uno enamorado no piensa con claridad.

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-- Dios, eso estuvo delicioso. -- Alaba el pecoso mientras iban de salida de la cafetería.

-- ¡Me alegra que te haya gustado! Vengo medianamente seguido a esta cafetería. -- Conto mientras ella marcaba el rumbo hacía el siguiente lugar.

-- ¿En serio? ¿Cómo encontraste la cafetería?

-- ¿Recuerdas a la chica que nos atendió? -- Recibió un asentimiento del contrario como respuesta. -- Esa chica una vez invito a Jiro a una cita.

Izuku se sorprendió demasiado por eso, no se esperaba esa respuesta.

-- Estábamos una vez caminando ella, Momo y yo con normalidad por aquí y de la nada llego esa chica a decir que si Jiro estaba soltera, ella obviamente dijo que sí y en seguida la chica la invito al café donde trabaja. Y así fue como conocí el lugar.

-- Wow, realmente no me esperaba esa historia. -- Confeso aún sorprendido.

-- A mi la verdad me dio mucha gracia, más que nada por la reacción de Momo. -- Sonrió de oreja a oreja, pues sabía que aquella pelinegra sentía algo por Jiro.

-- No me la puedo imaginar. -- Dijo ajeno al pensamiento de la chica.

Al poco rato llegaron al centro comercial, y la misión de los enamorados se vio complicada más, hasta el punto de tener que separarse. Pues la pareja de amigos iba de tienda en tienda, jugando con la ropa o peluches que vendieran, también entrando a lugares de juegos como el arcade, entre otros lugares, perdiéndoles de vista realmente rápido.

-- ¿Dónde mierdas se fueron? -- Se quejo el cenizo quien volteaba a todo lados, frente de él estaba su novio sentado en una de las tantas bancas, con la respiración acelerada debido al correteo.

-- No pensé que fueran tan energéticos. -- Suspiro con cansancio y echándose un poco de su propio hielo a la cara, para intentar nivelar el calor por la corrida. -- Estoy cansado.

-- Yo igual. -- Se sentó a su lado, específicamente del lado frío para también regular su temperatura. -- Maldita gata rompe hogares, cuando la encuentre yo mismo le reventaré los cachetes.

Shoto solo ignoro las mil maldiciones que daba su novio, quería dormir un rato, pero su cansancio se desvaneció una vez por fin diviso a las dos personas que buscaba, ambos iban de salida, cada uno con una bolsa en la mano y un helado en la otra, anoto mentalmente que el helado favorito del pecoso era el de menta con chocolate.

-- Ya los vi. -- Dijo rápidamente, levantándose en el acto y dejando caer a su novio quien ya se estaba quedando dormido. 

-- ¿Donde? -- Pregunto ya despierto y al lado del heterocromático. Este solo apunto y sin más ni menos, se fueron tras ellos, no sin antes comprarse también un helado y un agua.

Digo, ya que estaban de paso.

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Y por fin habían legado al último lugar planeado por la menor, era un parque donde no había ningún juego, pero si varías bancas alrededor de una fuente la cual estaba iluminada con variaos foquitos colgantes que llegaban hasta unos postes de luz. El lugar era lindo y acogedor, casi no había personas, a lo mucho unas cinco, cada una por su lado. Los dos tomaron asiento en una de las tantas bancas, apreciando la fuente y como dos niños echaban monedas en esta.

Uraraka respiro profundamente antes de abordar el tema, se sentía nerviosa pero a la vez segura de sí misma.

-- Oye, Midoriya-kun

-- Mande. -- Alejo su vista de la fuente, para toparse con la atenta mirada de la joven.

-- Esto... ¿A ti te a llegado a gustar alguien? -- Preguntó titubeante. Tomo desprevenido al peliverde, quien no sabía como contestar. Aún le costaba hablar del romancé y todo lo que esto conlleve, pero confiaba en Uraraka y sentía que debía soltarse con una amiga sobre ese tema.

-- Si, si me llego a gustar alguien en el pasado, aunque nunca se lo dije a esa persona.

-- ¿Puedo saber el por qué? 

-- Por mi filofobia. -- Ochako abrió en grande los ojos, sabía que era, pues el tema de las fobias le causaba en una etapa de su vida, intriga.

-- Perdón, si no gustas hablar del tema esta bien.

-- No, no, no, no hay ningún problema, de echo, confío en ti, eres alguien realmente importante para mi. -- Sonrió decidido. Uraraka no pudo evitar sonrojarse, pero a la vez un vacío se instalaba en su interior.

-- Entonces, dime ¿Cómo estuvo todo el asunto? -- Como buena amiga escucho todo lo que el chico tuviera que decir y ella no opinaba ni interrumpió en ningún segundo, apoyando a su amigo en esos momentos.

A lo lejos la pareja de idiotas enamorados estaban escondidos en un arbusto, intentando escuchar la platica de esos dos, pero por más que querían y con una meditación a medias, no podían mejorar su audición como en las películas, dándose por vencidos y esperando la declaración de la chica, la cual no tenían ni la más remota idea de cuando interrumpir. Ahora si que estaban como en Shrek, esperando a que dijera la frase. 

Si, sin duda tal para cual esos dos. 

Cuando Izuku termino su relato, la chica estaba al borde de las lágrimas, no sabía que decir o como decirlo, solo abrazo al chico, dándole el mayor apoyo que en esos momentos pudiese darle. Midoriya acepto con gusto el abrazo, si, le daba miedo el amor, le daba miedo el amor familiar, el de pareja y el de amistad; pero estaba disfrutando demasiado ese abrazo, como si supiera qué no estaba solo, que nunca lo ha estado.

-- Gracias por contarme. -- Dijo una vez finalizado el abrazo.

-- Gracias por oírme 

En eso, interrumpiendo el momento, salieron los idiotas salvajes, con ramas y hojas en el cabello.

-- Nosotros nos oponemos. -- dijeron al unísono. Deku y Uraraka solo los veían con intriga y sorpresa, por salir de la nada.

Hubo un largo silencio en el cual nadie sabía como reaccionar.

-- Oponerse ¿A qué? -- Pregunto el de ojos verdes, ladeando la cabeza.

-- Depende... ¿De que hablaban? -- Shoto los miraba con cautela, esperando la respuesta.

-- Sobre un ¿Problema?-- Y entonces los novios entraron en razón, sin saber que decir.

-- A, eso... por eso decimos que nos oponemos a que, a que, a que .... --

-- A que sigas sin tratamiento. -- Interrumpió rápidamente el cenizo, intentando salvar la situación.

-- Ha... eso. -- Ninguno de los dos le creía a la parejita, pero preferían no indagar. 

En eso los tres hombres comienzan una platica y una ruidosa gracias al de ojos rubí, la chica se quedo por unos momentos callada, viendo como a su "cita" le brillaban los ojos cuando hablaba con esos dos chicos, aquel brillo hermoso que no era para ella.

Entonces comprendió que ella era la que sobraba ahí, que el corazón del pecoso ya estaba apartado para esos dos y ella lo aceptaba, estaba bien con eso. Si, le dolía del carajo, tenía tantas ganas de romperse ahí mismo a llorar, pero a la vez estaba tan feliz por Izuku, tan alegre de que su amor platónico estuviera feliz.

Ella era feliz si él lo era, tendría que sanar, pero estaba bien con ello, su primer amor no resulto, era joven y sabría que vendrían más.

Intentando borrar sus pensamientos se levanto de la banca con su mejor sonrisa, no era una sonrisa forzada ni falsa, era genuina en toda la expresión, quería tanto el bienestar de sus amigos que si por ellos ella tenía que guardarse sus sentimientos, lo haría. Esta feliz por ellos y su sonrisa era quien reflejaba ello.

-- Ya esta comenzando a oscurecer ¿Les parece si nos regresamos todos juntos? -- Sugirió la chica.

Tanto Todoroki como Midoriya aceptaron y a regañadientes Bakugo los siguió al ver que lo dejaban atrás.

"Voy a estar bien."

Pensó para sí misma, caminando junto a los tres chicos.

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El comienzo de semana se hacía nuevamente presente, ese lunes que tanto alumnos como profesores detestaban a más no poder.

La chica iba caminando alegremente hacía su salón, a lo lejos diviso a la parejita de enamorados, quienes iban caminando amenamente. Ella apresuro más el paso para llegar junto a los chicos y una ves cerca de ellos se lanzo a abrazar por la espalda a quien si consideraba más cercano, o sea Todoroki. Este sorprendido pero sin quejas acepto el abrazo.

-- Entonces ¿Cuál es el plan?

-- ¿De que mierda hablas cara redonda? 

-- De como van a conquistar a Midoriya-kun. 

Y los dos chicos se sonrojaron a más no poder, siendo atacada por preguntas. Si ella no podía ser feliz al lado del pecoso, le ayudaría a sus amigos a llegar a esa felicidad.

💜 Mwlodyylili 💜

Hola, buenos días, tardes o noches. Primero que nada ¿Cómo están?

2500 palabras, no me pueden regañar ahora porque es corto el capítulo <(＿　＿)>

Lo sé, se que lo debí de subir ayer, pero mi hermano se acaparo la computadora y ya no lo pude subir. Pido perdón, funen a mi hermano.

Pregunta del capítulo: ¿Cuál es su género favorito de música?

Lo digo porque la PlayList de esta historia ya esta en YouTube y en Spotify por si gustan irla a escuchar.

Sin más que decir, las, los y les amo un chingo.

Nos vemos hasta quien sabe cuando, pero será cerca, pues el final ya se acerca.

No olviden tomar agüita.

PD: Si hay faltas ortográficas no duden en decirme. 

Nota Actual: Ya casi terminan las correcciones de la historia, prontamente estará ya concluida.

Estoy feliz y emocionada por esto. Gracias por leer <3