"Muéstrame el corazón libre de sueños tontos, y te mostraré un hombre feliz."

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Habían programado su cita para un fin de semana, los tres ya les habían comentado a sus familias que ese día, sábado, no irían. 

Cada uno se arreglaba en su cuarto sin saber que hacer o como hacerlo, tres idiotas enamorados más nerviosos que la escritora cuando cocina, los tres se ponían sus mejores ropas: Bakugo aconsejaba a Shoto de que ponerse o con que se veía mejor y viceversa, ambos en el cuarto del cenizo. Por su parte, Uraraka estaba ayudando a su amigo a prepararse para su cita.

-- ¿No se te hace raro que me hayan invitado a una cita? -- Preguntó mientras se veía al espejo.

-- A mi se me hace más raro que hayan tardado tanto en pedírtela. -- Se encogió de hombros, mientras ayudaba a su amigo a acomodar un poco esos alborotados cabellos.

-- Espera ¡¿Tu ya sabías de esto?! -- Volteo su cabeza para encarar a la chica, la cual fue fuertemente girada a su anterior postura.

-- ¡Claro que lo se! Y me ofende que lo haya tenido que descubrir por mi cuenta en vez de que mi mejor amigo me lo haya dicho. -- Continuo peinándolo, mientras se quejaba. -- Los ojos son el reflejo del corazón y tus ojos siempre te han delatado, Midoriya-kun.

-- Yo... Yo no sabía que tenía esa mirada. -- Se apeno un poco, rascándose levemente la mejilla.

-- Y es normal, nadie sabe que tenemos esa mirada hasta que alguien nos lo hace notar o hasta que nosotros mismos nos ponemos a cuestionar nuestras acciones o sentimientos. -- Se encogió de hombros, dando el último cepillado al cabello.

-- Parece que sabes mucho sobre estos temas.

-- Pues claro, me rechazaron antes de siquiera declararme. -- Se rio de si misma, sin notar la mirada preocupada de su amigo. 

-- ¿Cómo que te rechazaron? ¿Quién pudo rechazar a mi mejor amiga? -- Frunció el ceño.

-- Pues tu. -- Le dio un pequeño golpe en la frente, desconcertando al chico, quien quedó más que sorprendido por esa declaración.

-- Esto... yo, yo no sabía. -- Bajo la cabeza, pensando en que decir.

-- Pues obvio que no sabías, ¿Cómo lo ibas a saber si nunca te lo había dicho? -- No lo miraba, pues estaba acomodando los productos que ocupo para arreglar a su amigo y entre ello la ropa del mismo.

El silencio se formo en la habitación, Uraraka seguía acomodando las cosas mientras Midoriya se quedaba mudo. Un suspiro se escucho, haciendo que Izuku la mirase.

-- No pongas esa cara de cachorro abandonado. Estoy bien, bueno no, pero si.

-- ¿Eso que quiere decir? -- Sonrió amargamente.

-- Eso quiere decir que no tienes porqué preocuparte. Es cierto, me gustas y te lo quiero decir porqué eres mi mejor amigo y no soy capaz de guardarme está información. Pero si te lo digo es por la confianza que te tengo, no para que me des palabras de consuelo o me correspondas. Izuku, eres una de las personas más importantes para mi y por eso no me puedo permitir perderte. -- Acaricio con cariño su mejilla, mientras miraba con amor aquellos ojos verdes que alguna vez la enamoraron. -- Pero se que no te puedo obligar a estar conmigo, se que ya amas a ciertas dos personitas más y esta bien, porqué antes de ser mi amor platónico, eres mi amigo y te quiero apoyar en esta etapa.

-- Pero yo, yo te falle...

-- ¿En que demonios me has fallado? -- Dijo con una sonrisa divertida. -- Como amigo no me has hecho nada, esto me lo provoque yo sola. Y si, duele y horrible, como no tienes idea.

Y un pequeño punzar en el corazón del pecoso se hizo presente, aquel pequeño miedo que no se había vuelto a aparecer se estaba siendo presente, sus manos comenzaron a temblar un poco y sus dudas empezaron a albergar su mente, pero antes que cualquier cosa pudiese pasar Uraraka hablo:

-- Pero sabes, no me arrepiento de nada, no me arrepiento de las emociones que sentí y sigo sintiendo, no me arrepiento de seguir a tu lado por más que me rompa, no me arrepiento de nada, porqué si me arrepintiera, sería negar tu hermosa amistad y de eso jamás. Izuku... -- Sus lágrimas comenzaron a notarse, aquellas que desde la cita intento retener, aquellas que sacó bajo la almohada, estaban siendo vistas por él. -- No me arrepiento de haber sentido ese hermoso sentimiento, se que eres mi primer amor, pero también se que soy joven y que corría el riesgo de que no fueras para siempre. Te juro que estaré bien. Pero prométeme que tu lo estarás y serás feliz, porqué el amor es algo hermoso, que si, no niego que llega a doler y hasta llegar a la preocupación, pero créeme, es el sentimiento más cálido que una persona, sin importar la relación que tengas con ella, te puede ofrecer.

Y después de un tiempo, la hermosa niña soñadora se rompió frente a su mejor amigo, quien la abrazo y acuno entre sus brazos, no dejo que ni una sola lagrima saliera de aquel abrazo de confort que la chica necesitaba desde hace días. Se sentía bien, se sentían cálidos y felices el uno con el otro, porque sabían que a lo mejor su amor no era de pareja, pero si el de una amistad llena de lealtad, confianza y compromiso. Esa era su muestra de amor.

-- Bueno, ya mucho drama. -- Se limpio las lágrimas y rompió el abrazo. -- Tus galanes te están esperando.

-- Tienes razón. -- Sonrió con confianza.

El miedo de hace un rato desapareció, ya no habían muestras de dudas o temor, solo era un chico quien por primera vez no iba a retener sus sentimiento e iba a explorar aquel mundo de romancé.

Ambos jóvenes bajaron a la sala, donde ya se encontraba la pareja, estos mismo voltearon a verlos al escuchar los pasos cerca de ellos.

-- ¿Ya estas listo? -- Preguntó un calmado Shoto, quien moría al ver a su compañero.

-- Listo no se, pero preparado ya. -- Afirmo sonriente.

Todoroki y Midoriya comenzaron una platica mientras comenzaban a caminar hacía la puerta, dejando atrás a Bakugo y Uraraka, quienes los miraban con cariño.

-- ¿Cómo estás? -- Se atrevió a preguntar el rubio.

-- ¿Tu? ¿Preocupado por "la gata rompe hogares"?-- Dijo divertida y sorprendida. 

-- Mira maldita cara redonda, que te estoy preguntando bien. -- Regaño creando pequeñas explosiones en sus manos.

-- Ya estoy mejor. -- Interrumpió el griterío del contrario. -- Se le ve tan feliz, como jamás lo había visto. -- Miraba al peliverde con un brillo hermoso en sus ojos.

Bakugo entonces miro a sus chicos y era cierto, ni de todo el tiempo que llevaba conociendo a Izuku pudo ver una sonrisa tan honesta como esa.

-- Cuídenlo, que si por poquito lo descuidan me lo robo ¿He? -- Amenazó sonriente.

-- ¡Tu maldita--

-- Bakugo, ¿No vienes? -- Preguntó su novio ya fuera del plantel.

-- ¡Oigan ustedes dos, espérenme o los mato! -- Se fue corriendo tras ellos sin voltear a ver a la chica.

Uraraka quedó sola entonces, no había nadie en la residencia y con esa misma sonrisa en labios decidió llamar a sus padres, ellos sabrían como ayudarla con ese nudo en la garganta.

💜 Mwlodyylili. 💜

Buenos días, tardes o noches. Primero que nada ¿Cómo están?

Ya con este es el final del maratón de este mes, muchas gracias por la paciencia y por seguir leyendo. Espero les haya gustado tanto como a mi, de verdad me hace ilusión todos los mensajes hermosos que me dejan tanto aquí como en privado. Los leo todos y me llenan de una calidez hermosa, en serio, mil gracias.

Nos leemos hasta Abril, ya con el último maratón y el final de la obra.

Las, los y les amo un chingo. Gracias por estar aquí.

No olviden tomar agüita y si hay errores no olviden decirme.

Pregunta del capítulo: ¿Quién ya sabía que Aizawa era la pareja de la psicóloga? 

PD: Estaré subiendo los spoilers de los próximos capítulos en mi cuenta de Instagram.

Nota actual: Me seguiré de largo ya con los capítulos, para finalizar a más tardar el 17 de este mes la historia. Muchas gracias por leer.