Capítulo 14

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RING...
...
...
RING...

-Joder quién llama tan pronto...

Cojo el teléfono

-Diga qui... Quien es
-Lamento haberle despertado tan pronto señor Hemingway, soy el General Hao
-Oh, no se preocupe, ¿va todo bien?
-Como ya recibió la carta oficial ayer esta semana no hay sesión plenaria en el parlamento. La casa imperial de Pankot está en procesos de deliberación para saber quién gobernará los territorios de HulaHula en el séptimo satélite. No obstante le llamo por razones obviamente más importantes y de urgente transmisión.
-Soy todo oídos.
-La emperatriz ha solicitado una reunión en privado con usted de urgencia ayer en la noche.

Entonces mi mente se quedó en blanco. Nadie solía tener reuniones directas con la casa imperial a no ser que se trataran de situaciones de vital importancia.

-De acuerdo
-Deberá asistir al Palacio de Pankot en tres horas, debe llevar el uniforme de gala, un coche vendrá a recogerlo con un asistente y un jefe de protocolo le esperará en Palacio, eso es todo. ¿Queda claro?
-Como el agua señor
-Entonces le dejo prepararse, buenos días.
-Gracias señor, a usted.

Colgué el teléfono y vi si el incineroar estaba despierto... Y no. El gatote yacía dormido sobre el sofá espatarrado como una alfombra, la baba le caía de la lengua y su manta estaba en el suelo, decidí recogerla para cubrirlo de nuevo...  Cuando se la puse encima entreabrió los ojos...

-¿Que... Que hora es, es aún de noche?
-Duerme, si, está amaneciendo
-¿Te encuentras bien?- Preguntó
-Si, es solo que me acaban de llamar desde el cuartel general, un asunto serio.

El incineroar se incorporó un poco en el respaldo del sofá verde.

-¿Y para que llaman tan pronto?
-El general me dijo que fué una decisión de último minuto y que la vía más rápida de contármelo era a través del teléfono.
-Hmm y que es eso tan- Bostezo - Tan serio
-La emperatriz ha solicitado verme en una reunión de estado
-¿Enserio?
-Un coche me vendrá a buscar en dos horas, me he de ir preparando, ¿quieres que te haga el desayuno mientras te despiertas?
-Vale- dijo Ares apoyando su cabeza en el cojin de nuevo
-De acuerdo jeje

Cuando se apoyó le acaricié la cabeza y pareció ronronear, eso me sorprendió

-¿Ares... Has?
-¡No! Esto... Claro que no- contestó girandose mientras agarraba la almohada
-Serán cosas mías...
-Si... Seguro...
-¿Que quieres desayunar?- Pregunté
-Magdalenas -Dijo entre bostezos
-¿Cafe?
-Cacao
-Mira eres como yo, cacao con leche, el café me cae mal... ¿Te exprimo un zumo?
-No, gracias -me replicó

El incineroar se levantó y entonces me giré, parecía que se tapaba con la manta que le di

-¿El baño que no me acuerdo?
-Al fondo

Ares fué al baño y yo traje la bandeja con el desayuno a la mesa de piedra del sofá. Delante teníamos la tele pantalla pero no quisimos encenderla. Descorrí las cortinas como de costumbre pero esta vez mis ojos no se fundieron, sinó que se deleitaron con una hermosa vista de la ciudad aún iluminada antes del amanecer.

-Nunca vi así la ciudad antes - Dijo Ares.
-Yo solo alguna vez como esta en la que me desperté muy pronto
-Es una vista increíble, en general tu casa es increíble, acogedora, elegante y con unas magníficas vistas.
-Me alegro de que te guste Ares, casi nunca recibí ningún cumplido así, ya que casi nadie ha entrado en esta casa menos yo...
-Puedo enorgullecerme de ser el primero entonces jeje
-Se podría decir que si

Enpezamos a desayunar y una vez listos me fuí a mi cuarto para vestirme de gala. Vestía un pantalón de pinza negro, zapato de charol, chaquetilla blanca de algodón abotonada hasta el cuello, las hombreras las medallas y la faja...

-Mierda como... ¡Joder!
-¿Te ayudo?
-No te molestes
-Deja

Finalmente cedí y el incineroar me ayudo con la faja, dos vueltas a la cintura y un lazo cruzado lateral donde acababan los dos extremos colgantes metálicos.

-Vaya, que bien quedó
-Tienes que dejarte ayudar a veces
-Soy muy tozudo con eso, nunca me gustó
-A veces es necesario.
-¿Hoy vamos a entrenar como digiste?-Le pregunto
-No puedo volver a mi gimnasio por en escándalo, me odian todos, arruine mi imagen por un estúpido impulso
-Tal vez podemos ir al mío, allá no he conocen y nos dejarán tranquilos
-¿Seguro?
-Claro
-Joder, porque tuve que hacerlo, simepre me pasan estas cosas...

El incineroar soltó algunas lágrimas y yo traté de reconfortarlo

-No te martirices más, ya sabes que lo hiciste mal y que no lo volverás a repetir, llorando no arreglaras nada. Oye... Si te sirve de consuelo yo también tuve épocas muy violentas
-¿Tu? Pero si eres un trozo de pan
-De pan duro jejej- contesté mientras me daba un golpe amistoso en el brazo

El gatote Rió un poco

-Me metí en peleas varias veces porque la gente se reía de mi... Nunca fui el chico convencional, no encajaba con la gente normal, me quedé en grupos muy reducidos casi con nadie en mi adolescencia. Las cosas cambiaron en la universidad eso sí, pero siempre he sido un hombre muy solitario... Por eso... Me gusta tenerte conmigo, y por eso me cabree contigo cuando digiste que querías irte para no manchar mi imagen...

-Vaya... Mi intención era ayudarte
-Ya has hecho alguna cosa jeje, oye, olvídate de toda esta mierda porque el incineroar con el que me crucé aquel día no es el que conozco ahora
-Bueno jeje sigo siendo un capullo
-Eso no hace falta que me lo digas, gatito
-¡¿Que mierda me llamaste?!

Entonces me agarró y me levantó como si de un combate se tratara.

-¡Ares que haces!

Salimos a la terraza y se giró hacia la piscina

-Retira lo que digiste
-¡Ni se te ocurra tirarme que esta helada y voy de punta en blanco!
-Tres...
-¡Ares!
-Dos...
-¡No lo hagas!
-¡Uno...!
-¡Vale vale lo retiro lo retiro!

El incineroar me bajo y me dice

-Combate ganado jejej
-¡No me ganaste!
-Tiraste la toalla!
-¿Qué hiba a hacer?
-Te di mucho tiempo, podría haberte tirado al agua
-Menos mal que no lo hiciste porque si no te mato
-Uy si, claro
-Mierda se me hace tarde ¡me voy!
-Suerte con la emperatriz
-Jeje gracias Ares, si tienes más hambre hay más magdalenas en el armario de arriba

Salí por la puerta y baje a recepción donde un hombre trajeado me recibió

-Buenos días Excelencia, seré su asistente y guardaespaldas  esta mañana, puede llamarme Tako

Tako era un Lucario, vaya, hay bastantes por lo que parece... Entramos en el coche [un sedan blindado negro de alta gama por cierto] y seguimos avenida abajo hasta llegar al parque de los cerezos, luego giramos y seguimos recto hasta los jardines del emperador Hakabato I, nombre en honor del primer emperador de Vulcano. Los jardines y el palacio abrían al público los fines de semana y muchos visitantes hiban esos días. Entramos por una cancela de hierro muy grande hasta el patio de armas, donde estaban las tres famosas puertas. Para visitas de estado se entraba por la de Pankot. Cruzar esa puerta me recordaba al día en que el gobernador Atila fue enterrado... Cruzamos varios pasillos y salas decorados con telas de seda molduras, entrechinados policromados en el techo y grandes candelabros actualmente de luz eléctrica... Entonces llegamos a una especie de recibidor con una mesa auxiliar al centro con un gran florero que la decoraba. La habitación en sí era roja, decorada con sedas pintadas que mostraban escenas de batallas cuerpo a cuerpo con espada. En el techo un farol de vidrio geométrico acompañado por grandes molduras octogonales rojas  iluminaba la habitación. Examinando las pinturas más de cerca pude ver que en una de ellas había un incineroar lanzando una llamarada a sus combatientes. Esas paredes hacían que me abstrayera hasta que...

-Señor Hemingway
-Teniene

Nos estrechamos la mano

-Soy el jefe de protocolo como ya debe saber. Usted va a realizar una audiencia en privado con la emperatriz. Recuerde que sólo una vez debe llamarla o grandeza o ilustrisima, el resto de veces señora como dicta el protocolo de nombramiento. No hable si ella no le pregunta, si quiere preguntar algo pida permiso primero. Al entrar debe inclinarse formando un ángulo de 90 grados con el cuerpo con las manos a los lados y los pies juntos. Antes de nada yo le preséntaré al cruzar la puerta y cuando salga nunca de la espalda a la emperatriz ¿Todo claro?
-Cristalino
-Excelente, cuando esté listo

Me arreglé la chaquetilla un poco y entonces el sargento abrió la puerta.
Ambos entramos, el se quedó al lado de la puerta y yo casi al centro de la habitación ambos firmes.

El Exmo. Vicegobernador Hemingway de Magallanes y Bastos.

El militar saludo y cerró la puerta. Después cara a la emperatriz yo saludé una sola vez como dictaba las normas de recibimiento, después pregunte...

-¿Solicito verme ilustrisima?
-Si, señor Hemingway, usted y yo tenemos que hablar de algunos asuntos de importancia. Tome asiento por favor
-Si señora

La emperatriz vestía su tradicional vestimenta, una especie de kimono ancho de color dorado y rosa con un grueso cinturón de seda negra el cual terminaba en una enorme lazada en la espalda. Tomamos asiento junto a otra mesa auxiliar...

-Señor Hemingway, usted es un excelente hombre por lo que he leído, una educación de matrícula de honor en letras y filosofía, grandes resultados en el colegio de disciplinas políticas, militar de carrera hasta Teniente y en la actualidad uno de los mejores Vicegobernadores de la cámara imperial. ¿De hecho, no fue usted condecorado el mes pasado con la gran cruz de la orden de la flor del cerezo?

La orden de la flor del cerezo era una de las condecoraciones más importantes del imperio y uno de los méritos del que estoy más orgulloso de haber conseguido. Me condecoraron a mi y a Atila por méritos diplomáticos al realizar acuerdos militares con un planeta vecino en desarrollo.

-Evidentemente señora, me enorgullezco de ello si se me permite decir
-Usted estaba muy apegado al gobernador Atila, fué un gran hombre y un sabio consejero de la casa imperial de Pankot, es una lástima que se marchara así pero ya conocemos a la vida, sabemos que no es eterna, nada dura para siempre. No obstante podemos agarrar ese árbol que en su tiempo dio grandes frutos y con esos frutos tan buenos plantar un árbol nuevo.
-No le sigo señora
-Despues de un tiempo de deliberación con el emperador he tomado una decisión personal. Atila caló mucho en usted, puedo casi verlo en sus ojos, personalmente pienso que usted debe ser el próximo gobernador, es un hombre regio, de carácter, persistente y con un marcado sentimiento de la justicia.
-No puedo aceptar tal cosa...
-No se trata de que lo acepte o no, es una orden directa, el imperio necesita a un nuevo gobernador en la luna de Haulani y ese hombre es usted.

La emperatriz era una loba muy sabia. Era una de las mujeres más inteligentes de todo el imperio, pocas veces cometía algún error, su pulso y decisión eran firmes, casi nunca dudaba de las cosas, era como un fuerte instinto. Ella vio algo en mi que yo no pude ver. Finalmente me acercó una enorme caja de color granate con un sello dorado enmedio. Era el sello del consejo imperial. La caja hiba cerrada con dos llaves que al introducirlas la abrían revelando seis cajas de cuero también granate en su interior. Era el llamado Ajuar del gobernador. Cada gobernador tenía el suyo y se lo llevaba hasta su muerte. Al igual que su espada que era única y solo para el. Dentro del ajuar se incluía el uniforme de diario que constaba de chaquetilla occre con bordados en hilo negro y pantalón negro. Y el de gala que era un traje con cierta similitud al Yukata también en un color dorado con cuadrados bordados en naranja y negro. En el resto de cajas se encontraba el sello de cada gobernador [un anillo] la faja de diario la espada y el birrete de gala.
-Esto es... No tengo palabras para ello
-Guardeselas, esta noche un buque de la Armada imperial le espera para ir a la luna de Aolani, de allí tomará un avión privado que le llevará al archipiélago de HulaHula donde lo recibirán los altos mandos. Creo que no hay más que decir.

La emperatriz hizo sonar un timbre y el jefe de protocolo abrió la puerta, después de eso nos levantamos, ella se acercó a mi y me estrechó la mano con fuerza

-El imperio y su emperatriz confían en usted señor Hemingway...

~Ooof este si que estuvo bueno, parecía que me quedé sin ideas pero no jeje solo necesitaba una breve meditación. ¿Y ahora que Hache es gobernador, que ocurrirá con Ares? ¿El pobre gatito se quedará en vulcano? ¡Freid vuestros ojos con vuestras pantallas porque habrá que ver qué pasa en el próximo capítulo! Se despide A. W.

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