Era un día normal para el Karasuno, practicando arduamente después de haber perdido contra el Aoba Johsai. Realmente la mayoría de los adolescentes estaban un poco desanimados después de su derrota, pero habían dos en específico que estaban completamente motivados y con sed de victoria.

Kageyama había aprendido demasiado al jugar frente a frente con Oikawa, no lo iba a negar, hería su orgullo admitir que su mayor era uno de los mejores jugadores de voleibol que había presenciado a su corta edad, sin embargo, sus técnicas era bastantes astutas y él las iba a moldear su estilo y mejorarlas por que estaba determinado a vencerlo en un próximo encuentro, esa vez no iba a fallar.

Hinata por su lado estaba fascinado por el talento que el equipo contrario poseía, él anhelaba ser un jugador tan bueno y completo como lo eran ellos, y si quería lograr eso tenía que seguir entrenando sin parar.

Desfortunadamente ambos estaban en páginas diferentes durante la práctica; el pelinegro quería pulir sus tácticas mientras el pelinaranja deseaba rematar tantos balones fueran posibles a una velocidad que no pudiera ser bloqueada.

- Tonto, te estás adelantando - le reclamó naturalmente el ojiazul.

- Tú estás haciendo los pases más lentos a como usualmente los haces - contraatacó el más bajo.

Kageyama se giró a verlo con rabia. - No todo es velocidad y fuerza, hay técnica y estrategia pero tú no sabes de eso.

A pesar de su tono agresivo, Hinata no se alteró porque estaba acostumbrado.

- ¿Estás tratando de copiar los pases del capitán del Johsai? - preguntó más divertido que curioso.

- ¡Claro que no! - el rostro del pelinegro se tornó rojo al momento de replicar. - Y tú te ves muy tranquilo sabiendo de que fuiste una de las razones por las que perdimos.

En ese momento Hinata si se permitió alterarse, le dolía escuchar esas palabras y más si eran de Kageyama puesto que sentía que tenían una conexión muy fuerte y esperaba en algún momento un halago de éste.

- ¡Oye! No fui el único que perdió ¿sabes? Todos jugamos, como equipo. Aveces tienes que dejar los viejos hábitos, acordarte que no eres sólo tú y los demás no tenemos la culpa de las derrotas... Rey - si bien el más pequeño nunca era hiriente, ahora era la decepción hablando a través de él.

Enseguida la última palabra salió de su boca se arrepintió completamente al ver la expresión que Kageyama pintó en su rostro y como pasó de la sorpresa a una decepción profunda y terminando en alteración.

Los demás del equipo se habían detenido para presenciar la disputa de los menores, no se encontraban alterados ya que esas peleas eran rutina. Pero su preocupación aumentó al ver en cámara lenta como Kageyama agarraba al pelinaranja del cuello de la camiseta y lo acercaba peligrosamente a sí mismo.

- ¡Ya basta! - Daichi se acercó con los demás pisandole los talones.

Al ver que el grito del líder fue olímpicamente ignorado, todos siguieron acercándose para separarlos y evitar la tragedia.

Aunque, cierto rubio simplemente se quedó apartado analizando la situación; realmente era divertido ver como esos dos idiotas se querían matar por la más mínima de las razones, pero la situación ya le estaba comenzando a hartar. No entendía como dos personas podían ser así, siempre insultandose y luego estar como si nada hubiera pasado, no podía evitar pensar en la sátira clásica de "los que se pelean, se aman" o "del odio al amor hay un solo paso" bastante tontas y sin sentido alguno, en su no tan humilde opinión. No pudo evitar dibujar una sonrisa de lado cuando una peculiar idea paso por su mente y la sonrisa se amplió cuando imaginó los resultados.

Tsukki se abrió paso entre sus mayores y se plantó detrás de Kageyama que se negaba a soltar a Hinata. Entendía las miradas confusas que le eran dirigidas ya que siempre se mantenía al margen cuando el duo discutía, pero estaba seguro que su plan iba a resultar igual de satisfactorio para todos, incluso los peleados.

Empleando la fuerza necesaria, empujó el pelinegro por la espalda, de manera que este salió disparado hacia delante y por estar muy cerca de la cara del contrario, terminó chocando sus labios con los de Hinata. Absolutamente todos quedaron en shock cuando el beso ocurrió, pero nadie más que los menores.

- ¡Tsukki! - el tono de reproche de Yamaguchi no se hizo de esperar.

Kageyama y Hinata se vieron directamente mientras sus bocas seguían pegadas, permanecieron inmóviles hasta que empezaron a cerrar lentamente los ojos al mismo tiempo. Su acción duró una milésima de segundo antes de que el más alto se separara bruscamente mirando a su alrededor.

- E-eres un idiota, Hinata - balbuceó antes de salir corriendo fuera del gimnasio.

El pelinaranja quedó pasmado por lo ocurrido, sin embargo, tenía una mezcla de sentimientos en su interior y no sabía que pensar. Sólo sabía que la respuesta estaba en Kageyama.

- Espera... - Hinata corrió a una velocidad impresionante detrás del colocador.

Mientras, los del Karasuno no tenían idea de que había pasado.

(N/A)

Holaaaa, está es la primera vez que escribimos basado en ideas de terceros así que fue un poco difícil, espero les guste el resultado.

Como los cortos se basan en el primer beso de cada pareja esencialmente, por eso no se va a escribir mucho acerca del después, pero, si vemos un buen recibimiento podríamos hacer una serie se extras especiales sobre lo que sucedió con cada pareja después del beso.

Nos vemos en el próximo one-shot que va a ser escrito por @elishaaj