✿08✿

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:・* Tulipanes*・:

Yoongi estaba decidido, ese día le daría las flores personalmente a Jimin.

Y como ese día no sería como cualquier otro, en donde simplemente las dejaría sobre la mesa, tenían que ser las flores que más le gustaran de todo el jardín. Por la mañana se aventuró por el jardín, en busca de la flor que más llamara su atención, notando rápidamente unas flores altas de color amarillo.

Recordaba que en la habitación de Jimin había muchas cosas amarillas, desde la pared, hasta su pijama.

Por lo que aquellas flores amarillas y bonitas habían sido las elegidas para ese día tan especial.

―Cariño ¿quieres que te ayude? ―la madre de Yoongi se asomó por la puerta de la entrada, viendo a su hijo en medio de las flores.

―No gracias, mamá. A Jimin le gustan más las flores cuando yo las corto―la adulta se sintió ligeramente ofendida, pero soltó una pequeña risa y se encogió de hombros, quedándose solo para asegurarse que su hijo no se lastimara nuevamente.

―Está bien, solo no te dañes―el pálido ignoró el comentario de su madre y comenzó a cortar las flores, teniendo seis en sus manos.

―Ahora tengo que escribir la nota―dijo el menor mientras corría de vuelta a la casa, llamando la atención de su madre.

― ¿No se las darías de frente? ―Soora espió por sobre la cabeza de su hijo, sonriendo cuando leyó lo que el menor había colocado.

―No realmente.

Soora quiso espiar más lo que su hijo hacía, pero se sobresaltó cuando su esposo colocó sus manos fuertemente en su espalda, asustándola.

― ¡Deja de vigilar a Yoonie! ―el adulto rio fuerte por la reacción de su esposa, quien en ese momento le dio un manotazo por el susto.

―No lo estoy vigilando, solo veo que lo haga lindo para Jiminie―el adulto rodó los ojos y le tomó la mano, ambos terminando de arreglarse para ir al trabajo.

Yoongi se sentía nervioso, pero por ese mismo motivo había optado el usar una nota, para no temblar y tartamudear cuando le diera las flores al menor.

Esa vez no las guardó en su lonchera, le daba igual que alguien las viera, solo quería que Jimin las recibiera y le diera unos besos en la mejilla.

―Suerte con todo, cariño―Soora se despidió de su hijo y sonrió cuando entró en carrera, esperando que Jimin aún no hubiera llegado.

Cuando vio a Namjoon y Hoseok en el salón, suspiró. Al menos no era Jimin.

― ¡Te lo dije, me debes siete chocolates! ―gritó Hoseok cuando vio a Yoongi entrar con las flores en su mano, lo que lo hizo bufar.

―Ugh, pensé que podría ser Sehun, siempre quería jugar con Jimin―Namjoon levantó su mochila y sacó la pequeña caja de chocolates que su padre le había comprado, teniendo que darlos por la tonta apuesta.

Yoongi colocó las flores y la nota, sentándose en su silla e intentando verse lo más tranquilo posible.

A los minutos, Jimin entró al salón con una enorme sonrisa, primero dejando un pequeño beso en la mejilla del pálido y saludando a los demás.

Lo primero que llamó su atención, fueron las flores, ligeramente aplastadas. Se permitió el olerlas y suspirar ante el dulce olor de ellas, sonriendo en grande al ver su color favorito en esas flores. Pensó que la nota diría lo mismo de siempre, un "para Jiminie" pero cuando vio que había mas letra, se acercó a leerla.

"Para Jiminie.

Con amor, Min Yoongi"

Jimin abrió la boca con sorpresa, no porque no supiera quién había sido el que dejaba las flores, sino porque no se esperaba en ese momento que Yoongi colocara su nombre en ellas.

― ¿T-te gustan? ―la voz temblorosa de Yoongi y sus mejillas coloradas le hicieron sonreír, dejando las flores en la mesa y corriendo hacia Yoongi, quien le recibió algo nervioso, pero correspondiendo el abrazo.

― ¡Yoonie, eres tan lindo! ―el pálido se sentía muy nervioso, pero estaba feliz de la reacción del menor. ―claro que me gustan.

Los rechonchos labios de Jimin se pegaron a la mejilla de Yoongi, quien no podía ocultar el enorme sonrojo que decoraba su rostro y orejas.

―Ay, todo es muy lindo―Taehyung habló con una mano bajo su barbilla, viendo la escena de sus mejores amigos.

Jungkook les miró sonriente, pensando en que si ese era el resultado de sacrificios, lo intentaría por Taehyung.

―Mi madre estuvo molestándome para que te trajera flores lindas―Jimin sonrió y se despegó de Yoongi, apretando las mejillas del pálido.

― ¿Entonces debo darle los besitos a ella? ―Yoongi frunció el ceño y negó rápidamente.

―No, solo a mí.

Jimin rio fuerte y se sentó en su silla cuando más niños comenzaron a llegar, ya que le daba un poco de vergüenza que los demás le vieran darle besitos a su mayor.

Las clases terminaron y Yoongi estaba muy feliz, podía irse a casa y contarle a su madre que había logrado tener besitos sin su ayuda, ya que él era mejor cortando flores que ella. Pero contrario a lo que pensó, Jimin no se despidió rápidamente de él en la salida, sino que le tomó la mano y lo llevó en secreto al patio del colegio, en donde no había niños, ya que todos estaban en la salida.

― ¿Qué pasa, Jiminie? ―el rubio se encontraba sonrojado, sosteniendo los tulipanes entre sus pequeñas manos, llenándose de valentía.

―Quiero darte algo, pero no quiero que los demás vean―Yoongi asintió sin comprender realmente, esperando a que Jimin sacara algo de su mochila.

El rubio suspiró y rápidamente juntó sus rechonchos labios con los delgados de Yoongi, quien se sorprendió por el extraño toque, acción que le estaba gustando.

―Para Yoonie. Con amor, Jiminie―dijo el menor antes de correr mientras reía hacia la entrada, dejando a un sorprendido e hipnotizado Yoongi en el patio del colegio.

―Mamá tendrá que hacer un jardín más grande.

Su sonrisa de encías rosadas se dejó ver durante toda la semana, todo el mes y hasta años. Jimin se había vuelto una parte importante de su vida y definitivamente esperaba darle más flores para ganarse más besos.

mxyoongx.

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