Seis.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¿Llevaba más de veinte minutos analizando a cada persona que pareciera tener una edad cercana a la de Elián para ver si podía identificar a Z? Sí.

La cafetería estaba llena, por lo que era inútil, pero me sentía más productivo fingiendo hacer algo que no fuese limpiar la barra por enésima vez.

Elián me trajo en su coche a trabajar por la mañana y se quedó en la cafetería desde entonces. Más tarde, Hassel y compañía se unieron, y aunque parecía que solo estaban charlando, todos se encontraban haciendo deberes o trabajos pendientes de la universidad, incluso Zack y Thiago. Estos dos últimos solo habían viajado dos horas para ver a sus novios y pasar tiempo con ellos, aun si solo era por un día.

Debía admitir que los admiraba en cierta parte por ser capaces de mantener una relación a distancia tan sana. Supongo que ambas se fundamentaban en la confianza que se tenían y bueno, Zack era un simp de Hassel, así que sería raro que buscase a otra persona y, este último, era un asocial. Con Thiago y Ben más de lo mismo.

Aun así, sentía cierta envidia de ellos porque bueno, yo había tenido tantas relaciones de mierda que ya ni los documentaba en mis propios recuerdos.

Cuando escuché la puerta volver a abrirse, me dirigí a la caja registradora, preparado para atender a quien fuera. Al ver la cara del cliente, mi falsa sonrisa se volvió una mueca de asco en apenas segundos.

—Buenos días, soy Tyler, ¿en qué puedo ayudarle?

—Se te nota alegre por verme —rió algo nervioso.

—Será por todo el tiempo que no nos hemos visto y la razón de ello, Daniel.

—No esperaba encontrarte por aquí.

—¿Por aquí dónde? Ah, por la misma ciudad por la que me dejaste al mudarte, sí, qué curiosa la vida.

Vale, quizá estaba algo agresivo, sí, pero tenía mis razones.

No iba a tratar bien a un exnovio que me dejó cobardemente sin siquiera avisarme de la razón. Que me lo tuviera que decir un amigo suyo solo fue la gota que colmó el vaso.

—Vaya, así que todavía te acuerdas. —Tragó saliva, nervioso.

—¿Yo? Qué va, solo me dejó traumas de por vida.

—Ehh, lo siento mucho, Tyler, es que...

—No importa, tranquilo —sonreí falsamente.

¿Podría lidiar con esto como el adulto que era, es decir, con madurez? Sí, claro que sí, pero por una vez, quería comportarme como un niño caprichoso y rencoroso.

—Daniel, ¿por qué tardas tanto en pedir? —interrumpió otra persona.

No podía ser. Vaya jodida mezcla de personajes.

—Lo siento, Kasey, me he encontrado con Tyler —le explicó mi ex.

—Oh, Tyler, sí, hola —saludó ella coquetamente. Ni siquiera me molesté en contestar—. ¿Ya os conocíais?

—Sí, es mi... uhm...

—Exnovio —completé por él.

—Oh, ¿exnovio?

Asentí en respuesta.

—Sí, bueno, fue hace tiempo —sonrió con nerviosismo.

—Muchísimo, solo unos dos años. —Rodé los ojos—. Bueno, ¿puedo tomar vuestro pedido?

—Sí, claro, queremos... —Kasey sacó su teléfono y comenzó a dictarme lo que tenía escrito.

—¿Acaso sois unas tortugas para tardaros tanto? —bufó uno de sus amigos que apareció por sus espaldas.

Mierda, ¿había enfadado tanto a la vida para que me ocurriera esto a mí?

—Es que nos hemos encontrado a viejos conocidos —murmuró Daniel.

—Ah, sí, viejos conocidos, se nota. —Me miró fijamente e hizo un ademán con la mano para saludarme.

—Ey, Leonardo —tosí falsamente.

—Oye, Tyler, ¿puedes ponerles otra ronda a tus amigos? —preguntó Xian.

En un intento para que me salvara de la incomodidad, le dediqué una mirada que solo él conocía y al entenderlo, asintió lentamente.

—Entonces voy haciendo las bebidas.

—Sí, claro, te sustituyo.

Y en un instante, nos cambiamos los puestos.

Terminé las bebidas lo más rápido posible y llevé la bandeja a la mesa.

—Me cago en todo —declaré al llegar.

—¿Qué ha pasado? —Hassel tomó su té con hielo y comenzó a bebérselo. Se lo arrebaté para darle un sorbo.

—Me he encontrado a Daniel.

Layla me miró con confusión.

—¿Quién es ese?

—¿Te acuerdas de cuando me escapaba de casa para irme con un novio que no conocías? —La vi asentir—. Pues ese —aclaré.

—Qué mala suerte —replicó.

—Pero eso no es lo peor, también me he encontrado con Kasey. —Zack hizo una mueca—. Y si no os parecía lo suficientemente grave, también estaba Leonardo con ellos.

—¿El chico con el que te acostaste ayer en vuestra primera cita y del cual después huiste? —inquirió Elián.

—Sí, cariño, ese mismo —respondí lo más sarcásticamente posible.

—Siento decirte que también tienes a Z por aquí cerca —interrumpió Ilén, entregándome una nota.

—¿¡En qué momento?! —exclamé.

—Cuando estabas en caja con esos. —Se encogió de hombros.

—La vida me puto odia —declaré.

—Nah, ¿tú crees? —rió Hassel.

Le dirigí una mirada de odio mientras me seguía lamentando por mi asquerosa vida.

—Mira el lado bueno, te ves muy bien —señaló Elián.

—¿De qué me sirve verme bien si soy un desgraciado? —gruñí.

—Desgraciado, pero no sencillo —indicó.

—Intenta hablar con el tal Leonardo, al menos puedes solucionar una de tus tres cuestiones —sugirió Hass.

—No necesito hacer eso.

—¿Por? Podrías encontrar al amor de tu vida quizá.

—Gracias, Hassel, pero no necesito que hagas de puto cupido como con Z. Si te crees que soy capaz de enamorarme de alguien que ni conozco, estás equivocado —dije con brusquedad.

Quizá sonó algo más agresivo de lo que quería, pero el mensaje se entendía.

—Deberías darle una oportunidad al amor, es bonito. —Ben se encogió de hombros.

—Eres guapo, inteligente y tienes una personalidad agradable cuando no estás enfadado, podrías conquistar a muchísima gente —agregó Elián.

—Aparte de tu actitud de mierda, podrías ser perfectamente una green flag andante —añadió Kyle.

—Oye, pues es verdad —soltó Zack de repente—. Aparte de lo gruñón que es, en verdad, Tyler sería muy buen partido; es detallista, bromista, simpático...

—Joder, Zack, qué buena imagen tienes tú de mí —bromeé.

—Pero es verdad. —Frunció el ceño.

—Sí, sobre todo si quitas cuando se pone a maldecir a todo el mundo, a lanzar objetos cuando se cabrea, cuando se burla de las desgracias de la gente que le cae mal... —Comenzó a enumerar Hassel.

—A ver, todos tenemos cosas malas —argumentó su novio.

Hassel enarcó una ceja.

—Tyler no tiene cosas malas, él es malvado.

—Bueno, yo nunca dije que fuera buena persona —rebatió el rubio.

—Eso es verdad —señalé.

—¿Qué te ha escrito Z? —preguntó Thiago de repente. Arrugué la nariz. ¿Cómo sabía él de S?—. Me lo ha contado Ben.

—Entonces, supongo que Zack también lo sabe por Hassel.

Él asintió en respuesta.

Suspiré y desdoblé la nota. Una de las cosas que me impedía identificar a Z era el cambio de su caligrafía cada día. Sabía que era porque mis queridísimos amigos se turnaban para escribirlas por él, por eso tenía que recurrir a otros métodos para averiguar su identidad, lo que me estaba resultando algo difícil por la poca información que había recopilado.

"'Cause you are, you are the reason why my head is still above water. And if I could, I'd get you the moon and give it to you. And if death was coming for you, I'd give my life for you

- Z."

—Ah, qué cabrón —murmuré antes de guardar la nota, sin mostrársela al resto.

¿Había dicho que apenas tenía información? Pues ya no necesitaba más.

---
¿Dos actualizaciones la misma semana? ¿Yo? Lo sé, sorprendente.

Parece ser que Tyler ya sabe cositas kskd. Y bueno, pobrecito, con cuánta gente se ha encontrado, F.

Estoy agotada, pero quería actualizar como recompensa por haberos dejado tanto tiempo kskd.

En fin, besitos de media mañana.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro