Gabriel POV

Nunca imaginé que los padres de Julia estuviesen tan desesperados por dinero, al punto de querer secuestrar a su propia hija para pedir un rescate. Los miro y lo único que puedo sentir por estas personas es desprecio.

- ¿Señor Emerson que quiere que hagamos con ellos? – Pregunta Luke.

-Muchas cosas Sawyer, lamentablemente todas ilegales – Respondía con rabia.

-Los entregaré a la policía – Me informa mi guardaespaldas.

Veo como los policías se llevan a los Mitchell y a los Kavanagh, Kate llora, por las crueles palabras de sus padres. Ella hizo lo correcto, es lamentable que la culpen por ser atrapados. Por otro lado, Julia está tranquila, lo único que le preocupa es Anastasia.

- ¿Todo bien nena? – Ella me mira incrédula.

-No me hagas esa pregunta Emerson. Mira a tu amigo este desecho, porque se han llevado a su esposa. Los padres de Kate la han traicionado y mis padres me iban a secuestrar para pedir un recate – Ella me mira y yo la tomo entre mis brazos.

-Lo siento fue una pregunta muy tonta. Este día tenía que ser uno de celebración. Teníamos que estar felices- Comento enojado

-Ve con Cristian, Gabriel. Él necesita de todo el apoyo que podamos brindarle, yo estaré con Grace, para estar pendiente de Phoebe – Ella se marcha para ir en busca de la madre de Cristian que no se ha despegado de Phoebe.

-Taylor, Sawyer. ¿Las cámaras registraron algo? – Pregunto ya que Cristian no está consciente. Mía lo está revisando junto a Kate.

-No señor Emerson. Barney y Welch, han buscado en las cámaras de carretera y el tiempo en que sucedió todo ha desaparecido - Responde Taylor.

- ¡Eso no puede ser! – Exclamo exasperado.

-Calma. Debemos dejar que la policía haga su trabajo – Inquiere Carrick.

-No padre, no nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras ese hijo de puta de Steele encierra a mi esposa y la mantiene drogada para apoderarse de su fortuna y nos va a dejar en paz porque también necesita a mi hija para eso – Cristian se levanta del lugar donde la mantenían recostado Mia y Kate.

-Yo estoy de acuerdo con Cristian, Carrick. Raymond no se quedará de brazos cruzados. Él hará cualquier cosa para hacer parecer que todo lo que haga fue legal. Tiene a mucha gente poderosa de su lado – Inquiero.

-Gracias, Gabriel. ¿Dónde están tus suegros y los Kavanagh? Quiero hablar con ellos – Pregunta Cristian; en sus ojos veo ira contenida.

-Los tienen en las patrullas. Serán trasladados a las celdas judiciales donde estarán siendo vigilados – Responde el jefe de policía.

-Quiero una hora con ellos antes de que se los lleven – Exige mi amigo mirando al jefe de policía, quien retrocede al ver el rostro determinado de mi amigo.

- ¿Cuál sería la razón para ello? – Pregunta el policía.

-Sacarles información – Decreta Grey.

El interrogatorio a los Mitchell y a los Kavanagh se extendió dos horas más. Los cuatro no saben dónde está Steele. Según sabemos en la mansión de esa basura no hay nadie. Sólo había un hombre cuidando la puerta y este no sabía nada. Según dijo la policía había un dormitorio con cadenas en todos lados, en un armario había ropa de mujer. Lo que nos hace creer que inicialmente llevarían Ana ahí. Pusimos una cámara para registrar si alguien llega.

- ¿Y la casa de los Kavanagh? – Pregunta Julia.

-Raymond iba mucho a la casa de mis padres. Sé que en la casa hay una habitación que no está en los planos de construcción. El problema es que mi padre nunca nos dijo a mi hermano ni a mí, donde está ubicada la puerta- Informa Katherine.

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Pasarón varias semanas buscando la habitación que había mencionado Kate, hasta que la encontraron. Tuvieron que derribar varias paredes de la gran mansión, era como un palacio. Un lugar demasiado grande para sólo cuatro personas en su momento.

Era como una habitación del pánico estaba bien equipada. Se notó que había habido personas ahí por un tiempo. Se encontraron vendas con sangre, lamentablemente, no se pudo saber a quién le pertenecía la sangre. Las personas que estuvieron en el lugar pudieron escapar, debido a que había un túnel cuya salida estaba a trecientos metros de la propiedad. La mansión tiene trecientos años de construida, se cree que el túnel fue construido para albergar esclavos.

El estrés de la desaparición de Anastasia ha afectado a Julia en estas semanas hemos tenido que salir corriendo al hospital, porque ha sufrido de contracciones. La ginecóloga la ha mandado a reposo absoluto. La doctora a regañadientes acepto que el reposo lo llevara en casa. No le di las verdaderas razones de mi solicitud, le dije que le tendría una enfermera cuidándola en el tiempo que yo no estuviera y a duras penas accedió.

A regañadientes acepte que bajara a la sala de estar, dónde mi madre y Grace están reunidas con Mia y Kate tomando café. Hoy decidí quedarme y sí Cristian me pidió que nos quedáramos con la familia Grey; mis padres volvieron a su casa con mis hermanos, no iban tranquilos pensando en Julia y nuestro bebe. De todos modos, nosotros vivimos en New York.

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La seguridad de la casa se ha multiplicado, y en las empresas también, aunque en menor medida, Cristian a estado al borde del colapso nervioso. La peña Grey extraña a su madre y llora mucho; es en esos momentos que mi amigo colapsa. Para Julia esto también es muy difícil ya que Ana es su hermana por elección, ella ha tenido pesadillas en mitad de la noche y luego el insomnio que no le hace bien.

Después de una reunión de negocios estoy en la oficina de Cristian tomándonos un trago, es una rutina que tenemos como socios, cuando el tono de llamada de un móvil nos distrae.

-No es el mío, Grey – Le digo bebiendo mi trago. Él mira el suyo mientras frunce el entrecejo.

-Fuera de área – Comenta con cara de desconcierto y contesta antes que cuelguen.

-Grey – Responde automáticamente.

- ¿Dónde tienes a mi esposa, Steele? – Pregunta bruscamente mi amigo.

Su cara es de desconcierto.

-Ana, ¿Eres tu amor? – Pregunta Cristian.

- ¿Ana? – Pregunto preocupado de que sea una trampa, mi amigo responde afirmativamente, sin hablar.

-Amor, envíame la dirección que voy en camino – Responde a Anastasia y cuelga.

-Ni se te ocurra Grey en ir sólo. Voy contigo –

Aunque no sé cómo evadiremos a su seguridad.