Julia POV

Fue curioso ver a Gabriel asustado por el tamaño de mi vientre de cinco meses ya que parecía uno de termino, fue cuando consulto a la ginecóloga si se podía hacer un ultrasonido más profundo ya que se escuchaba un eco, que al principio creyeron que era de mi corazón, no obstante, ante nuestra preocupación parece ser que mi hijo permitió que viéramos a su hermanita. Al parecer que junior será como su padre de protector y si ese día confirmamos que serían mellizos, Gabriel Emerson Mitchell y Maia Emerson Mitchell. Nuestros amados hijos.

La boda con Gabriel fue como siempre la había soñado, rodeada de personas que me amaban y sobre todo con el amor de mi vida; mi barriga ya bastante grande, no nos permitió irnos de luna de miel muy lejos; mi vientre de siete meses y al ser mellizos eran puntos de riesgo para un parto prematuro, por lo que no quisimos arriesgarnos, viajamos en velero por la costa de New York por una semana, solo con dos miembros de la tripulación.

Al día siguiente de haber llegado de nuestra luna de miel, mis padres se comunicaron conmigo por medio de un agente del FBI, se querían reunir conmigo para que Gabriel intercediera para que les dieran libertad condicional, sin embargo se les hizo sabe que eso no dependía de nosotros y no fue como que es estuviéramos considerando el interceder por ellos; el caso es que se aliaron a una de las personas más corruptas de este país y sobre todo que habían conspirado para un secuestro y posible intento de homicidio si ha Ana le hubiese pasado algo.

Obviamente ambos nos negamos Cristian, Ana y Phoebe son parte de nuestra familia y jamás los pondríamos en riesgo por ellos. Un día de tantos decidí irlos a visitar para perdonarlos, quería cerrar el círculo y vivir mi vida con Gabriel en paz, pero Tom con su arrogancia, no le basto, él quería que lo sacara de la cárcel.

-Si no has venido a sacarme de aquí es mejor que te largues. Eres una mal agradecida, debí dejar que tu madre te abortara cuando lo planteo. Sólo has sido un estorbo en nuestras vidas. Ve con tu esposo adinerado. Algún día se aburrirá de ti. Tú y tu hijo estarán en la calle y sabrán que es pasar hambre- Esas fueron las últimas palabras de Tom.

Visité a Sharon pensando en que sería diferente, pero estaba muy lejos de la realidad, sus palabras todavía fueron más crueles que la de Tom. Y eso me llevó a estar ingresada en el hospital por más de una semana. Gabriel y los demás Emerson están furiosos conmigo por haber ido. Ellos al igual que Gabriel dijeron que ellos nunca reconocerían que fueron malos padres, que los olvidara de una vez.

Que debía velar por mis hijos y mi esposo nada más, luego de ver nuestra salud comprometida así lo hice, les había perdonado, era lo más importante para poder cerrar el círculo y seguir adelante. Si ellos no reconocieron ser el problema era muy su problema.

Estaba entrando en los ocho meses de embarazo nos llamaron del FBI pidiendo ir al correccional de Washington por un incidente con Thom, el muy estúpido quiso colarse en un escape de prisioneros y termino siendo apuñalado ya que por él fueron descubiertos, lo que lo tuvo en agonía por unos días pidió verme, sin embargo no nos dio tiempo en ir pese a la negativa de Gabriel ya que de camino no avisaron de su fallecimiento, mi esposo le ordenó a Luke volver a la casa el viaje en avión había sido arriesgado por lo que me obligaron a descansar y no ir al correccional.

Pocos días después para rematar, fue mi madre quien recibió una paliza lo que la mando al hospital y ahí falleció por la golpiza y con ella no me molesté en saber más ella como madre debió ser diferente. Nunca me interesó el destino de los cuerpos. Me habían hecho mucho daño, ellos nunca me vieron como su hija, nunca hubo amor para mí.

El parto de mis mellizos se adelantó por todo el stress que se había acumulado por la situación de mis progenitores, a mi niño lo parí de forma natural, sin embargo, a nuestra pequeña la trajimos al mundo por cesárea ya que mi presión arterial se disparó por lo que se debió hacer la cirugía de emergencia.

Cuando nuestros hijos estuvieron en nuestros brazos todo se olvidó y fuimos los padres más felices del mundo y fue ahí que empezamos una nueva vida.

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Ahora descanso, un rato Rachell vino con su prometido Aaron y se llevaron a mis pequeños terremotos que ahora tienen cinco años, corren por todos lados, sin embargo, mi niño cuando se trata de ser serio desplaza a su padre y ni que decir cuando algún otro niño en la guardería quiere pasarse de listo con su hermana y por ellos nos han llamado a su padre y a mí, unas cuantas veces.

Junior tiene un físico que le hace ver mayor a la edad que tiene siendo ventajoso para él y no para sus compañeros y como es obvio Emerson padre interpuso su poder conexiones para que los niños no molestaran más a nuestros hijos y que estos llevasen una vida normal.

- ¿Qué tanto piensas amor? – Pregunta Gabriel al entrar a nuestro dormitorio. Hoy he decidido quedarme en la cama, no es que este de perezosa es que nuestro próximo bebe me tiene muy cansada, pese a que esta vez es un solo bebe es un poco más grande en los vómitos y mareos matutinos me tienen muy cansada.

-En nuestros hijos y lo rápido que están creciendo, amor- Le sonrío y él toma asiento a la orilla de nuestra cama.

-Si tienes razón, pero aún son niños y debemos aprovecharlos, cuando crezcan ya no querrán estar en la casa y pasaran más tiempo con sus amigos – Le doy la razón a Gabriel en ello.

-Tienes razón amor – Le confirmo.

- ¿Cómo se está portando, James? ¿Ha sido un buen bebe? – Pregunta mi esposo en mi vientre.

-Creo que está siendo un digno hijo tuyo – Le confieso.

-Me ha hecho devolver el desayuno y tiene ganas de helado de fresa – Le sonrío.

-Bueno, si mi hijo y esposa quieren helado de fresa lo tendrán – Se levanta de donde está sentado me besa la frente, para salir por el helado. Es la ventaja de tener un esposo amoroso y atento. Me recuesto en espera de mi helado.

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Estamos en la cena celebrando la graduación de Gabriel y Maia de la secundaría, los miro con nostalgia ya que ambos pronto se irán a Harvard a estudiar, Gabriel hijo estudiara administración de empresas y finanzas; Maia se decidió por ingeniería civil, ambos se graduaron con honores y obtuvieron una calificación muy alta para ingresar a la universidad. Gabriel es un orgulloso padre.

-Que rápido han crecido nuestros hijos, amor- Gabriel ve con nostalgia a nuestros hijos mayores.

-Al menos no irán a estudiar al otro lado del mundo – Digo suspirando.

-Si, y nos quedan dos hijos más a los que mimar – Recuerda Gabriel al dirigir su mirada hacia James que está comenzando la secundaria y yo dirijo mi mirada a la pequeña Rose, nuestra hija menor que apenas hace un mes cumplió los cuatro años.

Rose vino al mundo como un regalo de navidad, habíamos decidido viajar a Europa para celebrar nuestro aniversario de bodas. Estaba tan relajada y feliz que por unos días se me olvido tomar la píldora, incluso habíamos pensado en cerrar la fábrica de bebes Emerson cuando concebimos a nuestra pequeña. Fue el mejor regalo que la vida nos pudo dar esa navidad.

-No importa cuánto crezcan siempre serán nuestros amados hijos – Le digo a Gabriel.

-Julia, mi amada esposa. Tienes toda la razón. Tu y ellos son lo más importante en mi vida – Gabriel me abraza por la espalda mientras vemos a todos nuestros seres queridos celebrar la graduación de nuestros hijos en una noche fría de invierno.

Teengan calma falta la segunda parte y final.

Denme Chance