2; Propiedad.

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—Entonces, estamos hablando sobre la atracción física de los componentes, donde un negativo y un positivo se atraen.

La maestra explicaba a los chicos, algo que verdaderamente ya sabían desde la secundaria pero era un tema muy importante.

— ¿Eso también pasa con las personas, no?— Rose, la pequeña rubia levanto la mano con una sonrisa. Eres una chica muy romántica.

La maestra sonrió, había visto tantas parejas así en su larga vida.

— Si, eso también funciona en las personas, dicen que esas son las relaciones más estables.

Chloe estaba mirando hacia otro lado mientras escuchaba la clase, sin voltear a ver al frente. Pero es que estaba tan sumergida en sus sentimientos, pensando en Nathaniel, sus bellos ojos, su cuerpo, el.

¿Una relación estable? Vaya. Chloe tenía lo suyo con Nathaniel, pero era un secreto. El único que lo sabía era Adrien, más bien Chat Noir, quien trató de asesinar al pelirrojo al día siguiente de la primera noche que estuvieron juntos.

— Chloe, Chloe— Sabrina le llamo varias veces a su mejor amiga la cual reaccionó y la miro.— ¿Ocurre algo? Has estado muy callada.

"¿Debería decirle?" pensó.

Suspiro mientras negaba con la cabeza, sonriendo un poco para la pelirroja que sin estar convencida asintió.

— Bueno, habrá un proyecto sobre lo que hemos estado viendo, donde tendrán que estudiar cada clase de atracción, en parejas— todos hicieron un murmullo al saber que la maestra haría las parejas.

Chloe tocó con un chico llamado Jeremy, castaño y ojos verdes. Se veía que era el típico galán y así era, un admirador de Chloe que había estado detrás de ella todo el tiempo.

Podría decirse que cuando mencionaron a los dos juntos Nathaniel apretó la mandíbula.

No confiaba en el, jamás lo hizo, veía como miraba a su chica, la manera en que la desvestía con los ojos le llenaba de molesta, por qué Chloe era de su propiedad.

— Bueno, siéntense juntos, rápido.

Todos empezaron a moverse junto con su compañero. Nathaniel había tocado con Marinette así que fue a su lado.

En un tiempo antes estaría emocionado y nervioso, pero ya no sentía nada por la azabache, solo tenía ojos para su Chloe. Un verdadero arte.

— Hola Nath— la azabache sonrió amigable hacia el pelirrojo el cual le saludo de la misma forma.— Bueno, pensaba que...

Dejó de escucharla para mirar hacia atrás suyo donde su novia y Jeremy estaban sentados. Chloe tenía cara de fastidio y el otro daba su mejor sonrisa.

— Maldito niño bonito— masculló mirándolos nuevamente. Marinette se dio cuenta que no la estaba escuchando, volteó hacia fide veía el pelirrojo, frunciendo el ceño.

— Nath, ¿estás bien?— pregunto preocupada. Este parpadeo y con las mejillas sonrosadas asintió.

La clase avanzó mientras se hablaba del proyecto en donde Nathaniel tuvo que dejar de mirar a su novia para concentrase un poco, pero es que era muy difícil.

Chloe era una belleza, un enigma para su corazón, una atracción muy fuerte, llena de pasión y lujuria. Era su arte, su cabello rubio que brillaba con reflejos del sol, sus ojos finos color azul que podían hipnotizarlo, todo de ella le encantaba.

La campana sonó avisando que era hora del receso, todos se regresaron a sus lugares para después salir hacia el patio.

Menos Nathaniel que esperaba en su lugar, observando que todos se fueran menos su novia, quien guardaba algo en su bolso. Levanto la vista y lo miro con una sonrisa.

Todos se habían salido ya menos ellos dos, Chloe se acercó y le dio un beso largo en los labios a Nathaniel quien gustoso se lo regresó.

— ¿Qué tanto te decía ese niño bonito?— su cara se volvió sería mirándole con los brazos cruzados. Chloe soltó una risita.

— Nada importante, no le puse atención— se encogió de hombros restándole importancia. Nathaniel rió un poco, adoraba la forma en que Chloe despreciaba a alguna gente.

— No me gusta que te coquetee tanto...

Chloe lo miró con ternura lo que cambió rápidamente a picardía.

— ¿Estás celoso?

Nathaniel sonrió para tomarla de la cintura y ponerla sobre su regazo s lo que Chloe soltó un jadeo de la impresión.

— ¿Celoso? Si, por supuesto. Eres muy hermosa, bellísima, estoy celoso de todos los chicos que se te acercan por qué eres mía...

Se acercó a su odio y dio un lengüetazo lentamente, estremeciendo el cuerpo de la rubia que tuvo que cerrar los ojos.

"Eres solo de mi propiedad" murmuró, las mejillas de ella se coloraron por qué al decirlo sonaba tan caliente, como si su ser prendiera en fuego, uno tan ardiente que podía quemarle por todo el lugar. La estaba provocando, pero ella podía hacer lo mismo.

— Nathaniel, Nathaniel...— meneo sus caderas dando círculos lo cual hizo que el pelirrojo abriera los ojos con la boca entreabierta.— No soy propiedad de nadie... Me pertenezco solo a mí.

— Esas marcas en tu cuerpo dicen lo contrario— Chloe reprochó dando un brinco haciendo que Nathaniel soltara un suspiro con mezcla de un jadeo.

— De-deja de hacer eso o no me voy a controlar— Chloe sonrió von travesura haciendo círculos encima de lo que ya era la elección de Nathaniel. El chico apoyo la frente en la espalda de su novia apretando sus hombros con sus manos, tratando de pensar con la cabeza y no con la cabeza de su pene. 

Pero es que ese maldito movimiento de caderas era tan tentador a hacer las cosas y no pensar pero no debían, no en la preparatoria.

— ¿En qué tanto piensas, Nath?

— Aquí no-

Se callo al instante en que sintió un mano en su parte baja subiendo y bajando encima de sus pantalones.

La idea de saltarse clases le estaba comiendo la cabeza, ¿y por qué no? Solo sería un día, además, no faltaba mucho para que fuera salida.

— Llama a tu jodida limosina y que vengan por ti, nos encontramos en la entrada.

(....)

— ¿Mentiste diciendo que estabas enfermo?— Chloe río por la excusa de su novio que ahora estaba con un puchero.

— Eso da igual... Pero, ¿en qué nos quedamos?— levanto las cejas insinuándose.

La tomó por las caderas y la sentó nuevamente en su regazo. Le beso eufórico, a lo cual ella no tardó en corresponder. El beso era tan caliente y apasionando que no se dieron cuenta que ya estaban subiendo por el elevador hacia el piso de la habitación de Chloe.

Cuando las puertas abrieron habían algunas personas esperando por el elevador mirando con vergüenza a la joven pareja que no paraba de pasarse saliva hasta que una señora tosió llamando su atención.

Se separaron rápidamente para salir corriendo tomados de las manos mentiras reían.

Estaban locos y enamorados.

— Ahora sí, veamos de quién eres propiedad querida Chloe...

(....)

Otro día, nuevamente en clase de Química una de las más aburridas para Chloe ya que a ella no le importaba nada de esa clase aunque era muy lista en ella. De vez en cuando ayudaba a Sabrina o Nathaniel.

La rubia soltó un bostezo puesto que no había dormido tanto la noche pasada, había tenido una sesión de sexo y un maratón de películas con su novio. Le agradaba de todas maneras, dormir o no, solo quería al pelirrojo a su lado.

— ¿Acaso te estoy aburriendo cariño?— Jeremy sonrió con burla, sus ojos verdes no habían dejado de obsérvala en toda la clase, incomodando a Chloe y molestando a Nathaniel,

— En primera, no me digas "cariño" y en segundo si, me aburres, no eres lo suficiente interesante como para no aburrirme o mejor dicho, aburrir a todos— le dijo con cara de pocos amigos, llamando la atención de algunos compañeros.

— Preciosa, algún día tú serás mía— se acercó poco a poco al de la rubia que solo se hacía para atrás.

Una mano cayó en medio de los dos.

— No.

Los dos miraron a la persona que estaba frente a los dos igual Chloe ya lo había reconocido por la voz.

— ¿Y quién eres tú?

Nathaniel rechistó tomando el cuello de su camisa y acercándolo amenazadoramente a el.

— El novio de Chloe, el único.

Todos abrieron la boca menos Adrien que sonreía con orgullo, los juntaba demasiado.

— Tranquilo viejo, jamás te quitaría a tu novia...

La campana sonó y Jeremy se apresuró a tomar sus cosas para salir del salón rápidamente.

— Cobarde— Chloe y Nathaniel dijeron al mismo tiempo para después sonreír.

— ¿Adrien, tú sabías de esto?— Marinette se cruzó de brazos y miro sospechosa a su novio quien sonrió nervioso.

— ¿Quien yo? No cla- si, la verdad es que sí y los junto, el Nathloe es lo mejor, cielo— La azabache río por el comentario de su chico para tomarlo de la mano y salir del salón.

Ella también tenía ligeras sospechas sobre ellos dos por qué había escuchado su conversación en el salón, además de que los vio en una posición muy prometedora.

Chloe tomó las mejillas de su pelirrojo y lo beso para sonreír entre el beso, estaba muy feliz.

Chloe era propiedad de Nathaniel y ahora todos los sabían.

-
VOLVIII.

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