Me despierto por la mañana con el sonido de mi alarma, alzo la mano y apago  el dispositivo , me desperezo y me levanto de  repente me viene un flashback.

Estoy en la fiesta sentada en el  suelo y creo ver a Mike acercándose hacia mí pero no lo podría  afirmar, me cuesta respirar y todo mi cuerpo se encuentra bañado en sudor, Mike se agacha a mi altura y me dice algo pero para mí suena como un eco que se desvanece en mi cerebro, Mike alarga sus brazos y con uno envuelve mi cuello y con el otro mis rodillas y sin ningún tipo de dificultad me eleva del suelo yo rodeo mis brazos a su cuello y le digo - Me gustassss... me guuustas muuucho- y me río . Mike sale de la fiesta y comienza a correr muy rápido como un coche, pero a mí esto no me extraña solo me causa una terrible risa, en menos de diez minutos estamos en frente de mi casa la mitad de la luna brilla en el cielo y me siento feliz pero ya no recuerdo nada porque caigo en un profundo sueño.

- ¡Qué! Mike corriendo a toda velocidad, cogiéndome en brazos y llevándome a casa y siendo amable conmigo , imposible , creo que estaba más borracha de lo que recordaba y por dios espero que lo que le dije también haya sido fruto de la bebida porque sino que vergüenza - pienso mientras abro el antiguo armario y comienzo a rebuscar entre mis prendas de ropa y al final me inclino a ponerme un peto con una sencilla camiseta , mis converse blancas y me recojo el pelo en una perfecta cola de caballo.

Al entrar a clase de español no puedo evitar el dejar de pensar en el recuerdo que me vino esta mañana. Él ya está sentado en la mesa del fondo, suspiro y me acomodo a su derecha evitando todo lo posible tener un contacto visual con él, pero mis ojos me traicionan y no puedo evitar mirarle de reojo durante toda la clase y no atender ni una palabra a las explicaciones del señor Jonshon.

A la hora de la comida, ya tengo una de esas horibles bandejas azules en mano y visualizo el área para comprobar que no hay ningún hueco libre.

-O con George o Mike- la respuesta para mí es demasiado clara, mis pies se empiezan a mover hacia la mesa de Mike y apoyo la bandeja en ella, ejerciendo la suficiente fuerza como para que este levante la mirada y fije su atención en mí.

- ¿Qué tal? - Digo sentándome y más bien por educación.

Mike me echa una mirada rápida y después vuelve a centrar su atención en su plato y en su libro, bueno más bien mi libro.

- ¿Te gusta? - le digo masticando la bola de carne que se me hace chicle en la boca.

- Sé perfectamenete que el libro es tuyo así que no hagas como si no te hubieras dado cuenta de que no sabes que es así.- Me dice sin apartar la mirada del ejemplar.

- Solo te he preguntado que si te gusta no te tienes que ponerte tan borde-

- No me pongo borde eres tú que eres muy sensible-

- ¿Quieres que te cuente por qué está publicado? - 

- No-

- Pues verás hace un par de años me presenté a un concurso de Wattpad el cual gané y empecé a subir de forma descomunal las lecturas.- Le digo para burlarme de él y comprobar cómo pone los ojos en blanco.

-¿Por qué te sigues empeñando en hacer como si no hubiera pasado nada?-

- Mira , ¿sabes qué ? Que me rindo solo quería ser simpática contigo y ¿como me lo devuelves? Así - 

- Pues vete con George que él sí te aguanta tus tonterías y parece que a ti te gusta que te las aguenten. - 

- No me gusta George- Miro al perteneciente de este nombre que está besando a una chica de pelo rizado y negro la verdad me lo veía venir.

- Es verdad se me había olvidado que al que deseas no es a George sino a mí-

Me quedo de piedra y la vergüenza invade cada parte de mi ser y deseo que el suelo me trague.

Me levanto visiblemente avergonzada  y recorro la estancia lo más deprisa que me permiten mis pies sin la necesidad de llegar a correr, deposito la bandeja en el cesto de los platos sucios y abandono la estancia pero antes echo un vistazo a aquel extraño chico un día podía ser agradable y al día siguiente que te empieza a gritar sin motivo alguno. Cuando llega el sábado lo agradezco de verdad, la semana ha transcurrido sin muchas cosas emocionantes, yo la he finalizado evitando todo lo que podía a George y a Mike , el primero ya parece que ha perdido el interés en mí y ahora está haciendo de Romeo para Regan la que está a la otra línea del teléfono es a la que más considero amiga del grupo.

- Bueno Ada te tengo que contar una cosa mega interesante- dice mientras empieza a hablar sobre Jayden, compañero que tenemos en común en la asignatura de biología. Mientras tanto yo me encuentro fregando los platos y sorprendiéndome por la cantidad de ellos que hay.

-¿Tía me estás escuchando?- me dice Regan.

-Claro-

-¿O estás pensando en Mike?- 

-¿Qué? Claro que no.-

-Tía no me vas a discutir que te gusta.-

-Claro que no me gusta- Le digo. 

-Venga tía se nota un montón como le miras, además ¿sentarte con él a la hora de la comida?-

-Bueno, puede que me guste-

-Bueno te dejo mi madre me está llamando, besos.-

-Adiós Regan- me despido.

Tras esa conversación demasiado extraña , subo las escaleras y decido darme una ducha para aclararme las ideas. Nunca había deseado tanto que el agua extraordinariamente fría roce mi piel. No paraba de cuestionarme cómo era posible que me gustase aquel desagradable de Mike, al que apenas conocía , a él parecía gustarle mi libro , por lo que deduzco que también los lobos. Salgo de la ducha no mas despejada de lo que pretendía. Me pongo el primer pijama que ven mis ojos sin preocuparme que la camiseta y el pantalón sean del mismo pijama. Me dejo caer sobre mi cama, cojo el portátil y dejo que los dedos fluyan sobre el teclado y que la historia se moldee sola. Decido seguir escribiendo sobre lobos , mas bien sobre dos adolescentes cuya pasión son aquellos animales, ella una escritora sin mucha fama, y él un apasionado de sus lecturas, cuyos ojos caramelo deslumbra por donde va.